En los últimos días la Internet en español se está haciendo eco rápidamente del manifiesto por una red neutral. El link es del blog de Javi de Ríos, cuyo comentario me ha inspirado, a su vez, para este post. Si os interesa, podéis leer el manifiesto en su blog.
Coincido plenamente con Javi en poner en cuestión el caracter democrático y participativo de la redacción del manifiesto. No ha habido (que yo sepa, y que se me corrija si estoy equivocado) nada parecido a un llamamiento, a una petición de ideas, a un proceso participativo.
No, lo que está pasando (y es lo que se pide desde el manifiesto) es que en distintos blogs y webs se está copiando el manifiesto, en una versión vistosa de los mensajes en cadena tan propios de Internet desde sus inicios.
Antes de seguir, que quede claro que estoy completamente de acuerdo con los contenidos. Es más, como algunos sabéis, rozo la conspiranoia cuando pienso en los ataques sostenidos a la neutralidad de la Red, y la mezclo con alegría con su fragmentación y los jardines cerrados. Menos mal que Sir Tim Berners-Lee ha dicho lo mismo recientemente.
A lo que voy, este manifiesto me recuerda al movimiento y algarabía que se produjo en Internet en general y en Facebook en particular cuando tuvo lugar el nombramiento de Sinde. Unos días de follón intenso, los mensajes se reproducían una y otra vez (incluidos mensajes-cadena en blogs)... y... y... y...
y...
... y nada. Nada de nada.
No digo que nunca se consiga nada con iniciativas de Internet. Seguro que conocéis algún ejemplo. Si no, sorry, no me quiero mojar por ninguno para no distraer.
El problema que veo con este manifiesto es que, a fecha de hoy, es un movimiento exclusivamente online contra mastodontes que, desde el "mundo real", pretenden exprimir Internet y/o eliminar aquellos usos de Internet por parte de la ciudadanía que pueden empezar a molestar. Y no, no me refiero a wikileaks, flor de un día hasta que no se demuestre lo contrario.
Por lo tanto, mientras la cosa se quede en Internet, y más precisamente en una parte avanzada y comprometida de la Red, hay una probabilidad ridículamente pequeña de que se consigan resultados palpables o, incluso, de que la iniciativa no muera al cabo de unas semanas. Tenemos en contra nuestras inercias a la inmediatez y a la repetición y eco de mensajes.
Lo malo es que no tengo alternativa. No creo, y ya lo siento, en el Partido Pirata español, catalán o de Alcañiz. Nuestro sistema político es ineficaz en casi todo menos en autoperpetuarse y en impedir que nada cambie realmente. La participación electoral no va a traer nada, para empezar porque la Ley d'Hont impide con elegancia que ninguna iniciativa "incontrolada" alcance una instancia política mínimamente importante.
Eso sí, como mínimo deberíamos ser conscientes no sólo de que con el fin de la Neutralidad de la Red nos jugamos muchísimo, sino de que los medios que estamos utilizando son ineficaces y tienen altísimas posibilidades de no alcanzar resultados. Ése, creo, es el punto de partida indispensable para pensar soluciones que sí funcionen, incluso aunque tengan su precio.
Cada día me doy unas vueltas por la blogosfera tecnológica y comento lo que me llama la atención con los colegas. Aquí pretendo hacer otro tanto. Algunos de los temas reincidentes serán Tablet PC y e-ink, y ya de antemano espero que los espíritus sensibles no se lleven las manos a la cabeza si con peor o mejor fortuna explico de forma llana algunos de los temas que trate, porque lo que pretendo es que esto no lo lean sólo los frikis, geeks y demás gentuza como yo.
martes, noviembre 30, 2010
lunes, noviembre 29, 2010
Posible sorpresa con el Asus EEE Tablet, digo Note
Hace medio año comenté las primeras noticias disponibles sobre lo que entonces se conocía como Asus EEE Tablet. Lo califiqué como dispositivo muy interesante y hasta me quedé corto: al contrario que los tabletos actuales, se trata de un dispositivo de nicho, nada generalista, pero con utilidades objetivas, evidentes y que podrían llegar a marcar la diferencia si tuviera una oportunidad real.
Exactamente: ni netbook ni tableto en el aula, sino un dispositivo diseñado desde el principio para aportar ventajas objetivas a los estudiantes en su trabajo: trabajar con documentación y tomar notas (se supone) al menos tan bien como con lápiz y papel, y con las ventajas de grabar el audio de las sesiones y sacar fotos de las presentaciones o pizarras. Os remito a mi artículo original para más información sobre el dispositivo, porque la página que anuncia Nate el Grande ya no está en línea.
Eso sí, hay nuevos e interesantes detalles:
Exactamente: ni netbook ni tableto en el aula, sino un dispositivo diseñado desde el principio para aportar ventajas objetivas a los estudiantes en su trabajo: trabajar con documentación y tomar notas (se supone) al menos tan bien como con lápiz y papel, y con las ventajas de grabar el audio de las sesiones y sacar fotos de las presentaciones o pizarras. Os remito a mi artículo original para más información sobre el dispositivo, porque la página que anuncia Nate el Grande ya no está en línea.
Eso sí, hay nuevos e interesantes detalles:
- Se confirma que va a usar una pantalla táctil Wacom. La experiencia del alumno no va a ser diametralmente diferente si el dispositivo es multisobable, pero sí si puede usar un lápiz con una experiencia cercana a la real. Lo siento, pero para trabajar con un texto hay que subrayarlo, y para eso el deo no está pensado.
- 64 niveles de grises, muy por encima de cualquier pantalla e-ink. A cambio, diría que el contraste será inferior, pero está por ver.
- 13 horas de batería, que quitando optimismos se queda entre 11 y 12. Sobradamente para una jornada de estudios o, simplemente, normal. Y si no, visto lo magro del consumo se pilla uno un cargador externo para esos días absurdos en los que va a estudiar más de 12 horas seguidas. Ja-ja-ja. A otro dog with that bone.
- ¡Tiene puerto USB! Unido a un lector de microSD, es evidente que no va a haber problema para llevar la biblioteca encima
- 520 gramos. Un poco en el límite, pero utilizable. Juan González me diría que supera en 20 gramos su límite de 500.
- El inevitable escepticismo me invade al conocer los formatos: PDF, ePub, MP3, JPEG, BMP, GIF, PNG, txt, doc, docx, xls, xlsx, ppt, pptx. No es por nada, pero verlo para creerlo si puede con los formatos de Office 2007, sobre todo porque no puede con los formatos OpenOffice.
El precio va a ser esencial para que triunfe este interesante dispositivo. Sobre todo porque estamos acabando el año en el que Amazon tiró al suelo el precio del Kindle (160 euros puesto en casa, en USA menos, claro). Es innegable que los precios funcionan en base a referencias de hitos temporales, ya sea el iPad y sus 500$ o el kindle y sus 145$. Por más que juegue en otra liga que el Kindle, si duplica su valor el EEE Note se meterá una torta.
Ojalá que alcancen cierto grado de éxito. Hacen falta dispositivos que respondan bien a necesidades reales de los estudiantes, sobre todo si además la plataforma de contenidos y sobre todo el programa de formación del profesorado están a la altura y lo convierten en instrumento de aprendizaje.
sábado, noviembre 27, 2010
¿Malas noticias para Mirasol?
Aparentemente no. Según nos cuentan Nate el Jrande y en Liliputing, PocketBook van a sacar el primer ereader basado en mirasol en el CES de 2011.
En teoría esto es bueno. Estaríamos hablando del primer Señor Tablet, con las ventajas de una pantalla no retroiluminada (con la comodidad para la lectura que implica) y el dinamismo de un LCD. Bueno, todavía no cabe cantar victoria respecto a esto último, porque parece que la primera generación de pantallas mirasol va a tener un refresco de 12 frames por segundo, algo menos la mitad de lo que necesita una pantalla para permitir la reproducción de video (30 fps). Aún sin video, le daría muchísimas posibilidades para la interacción, en tanto que no habría que esperar algo menos de un segundo para que se refrescara la pantalla.
El problema lo tengo con pocketbook. Y ojo, no tengo nada en contra de esta empresa rusa, muy al contrario: simpatizo completamente con el pequeño que se atreve a hacer cosas grandes, sobre todo cuando esas cosas se pueden tocar.
No, el problema es que, hasta que se diga lo contrario, el único que ha apostado por una tecnología de pantalla revolucionaria es un pequeño. Y eso que no es el caso de Pixel-Qi (la empresa sin fábrica o fabless), sino que detrás de la pantalla Mirasol está una empresa del tamaño y músculo de Qualcomm. Vemos, pues, como de momento se repite la historia de mi añorada Pixel-Qi: un producto rupturista sólo es adoptada por quien no tiene nada que perder, los indios de Notion Ink. Y puestos a comparar, pocketbook son pequeños pero serios y llevan años entregando productos reales, mientras que Notion Ink llevan más de un año prometiendo.
De momento, parece que la historia se repite. Parece que los fabricantes sólo apuestan por lo consolidado, bonita pescadilla que muerde la cola (con perdón) al que no sale en la foto. E-ink, sin ir más lejos, ha tardado más de dos años en que algún fabricante de primera línea adopte sus pantallas, y de hecho fuera de Amazon su mayor éxito han sido dos fabricantes de marca blanca (Netronix y Jinke, conocidísimas en sus casas a la hora de comer) que se han liado a montar ereaders para que decenas de empresas le estamparan sus marcas, desde Cybook a El Corte Inglés.
Mirasol tiene detrás a Qualcomm para aguantar el tirón de años. A la vista de las etapas que hemos ido viendo, me temo que lo mejor que le puede pasar a Pixel-Qi es que lo compre alguna empresa grande y tarde algo menos de dos años en que esa empresa o un tercero igualmente grande empiece a montar las pantallas 3 Qi. En el interín, lo mismo le acaban poniendo un nombre tan asombrosamente chorra y engañoso como retinal display, tipo Living Paper o Gutenberg's Orgasm.
El tiempo que pasan las grandes empresas en adoptar tecnologías distintas a lo ya consolidado puede deberse a la lentitud de sus movimientos. Un Supersaurio podía tardar 30 años en alcanzar su tamaño adulto comiendo y comiendo día y noche, pero luego podía vivir más de un siglo. Lo sé, claro está, por la de veces que me he visto Walking between Dinosaurs, algo que prefiero que vean mis hijos en lugar de las princesas disney. Bueno, no, miento: la paleontología es una vieja afición, pero no puedo permitirme el lujo de que mis múltiples hobbies e intereses terminen contaminando a tinta-e más de mí mismo de lo que ya hago.
Lo dicho, una gran empresa va a tardar mucho tiempo en completar el ciclo de desarrollo de una nueva linea de productos. Siguiendo el mítico hombre-mes, meterle más profesionales y horas de los mismos no va a bajar el tiempo de desarrollo sino al contrario. Pero diría que no es sólo eso.
Soy de los que piensa que el crecimiento de una empresa tecnológica comporta de manera inevitable un incremento de su conservadurismo estratégico, de lo que Apple es sólo una excepción aparente (o marketiniana, como prefiráis). Llega un momento en el que el conservadurismo es tal que la empresa, o se reinventa, o el frenesí tecnológico la deja atrás. Simplifico, claro, pero casi le pasa a IBM, casi le pasa a Microsoft y no creo que Google se escape a ese destino, como podemos ver en ciertos botches recientes.
Las nuevas y potencialmente maravillosas tecnologías de pantalla sufren el conservadurismo de los grandes. Como ejemplo cuestionable citaré la evolución de los salpicaderos de los coches: pese a que la tecnología permitía sobradamente los salpicaderos digitales a finales de los 80, sólo se han generalizado en este siglo y, mientras, generaciones de coches han seguido con sus velocímetros analógicos. Recuerdo esas charlas de comedor en mi excurro donde un individuo cuya valía personal y profesional era inversamente proporcional a la percepción que tenía de las mismas sostenía que el velocímetro analógico era más eficaz para el conductor. Como tantos otros, encajando con éxito la realidad a sus prejuicios, a martillazo limpio.
He calificado mi ejemplo como cuestionable, y con todo el sentido. No hablo de la misma lógica, ni de evoluciones comparables, ni por supuesto del mismo sector. Ante todo, es una impresión subjetiva. Me acuerdo de cuando los Renault 21 de principios de los 90 empezaron a llevar cuentakilómetros digitales: pensé que tardaríamos poco en que todos los coches vinieran así. De la misma manera, las pantallas 3Qi, Mirasol o Liquavista parecen tan obviamente superiores que tendrían que llegar rápidamente al mercado y montarse en dispositivos objetivamente útiles, innovadores y que respondan a necesidades reales.
Si me dejo deslizar a la conspiranoia, concluiría en que Señores Tabletos con esa tecnología serían una amenaza para productos existentes de grandes compañías como lo fueron los netbook cuando se les escaparon de las manos a los fabricantes, quienes se quedaron claramente con la copla de "no permitas que un producto nuevo amenace a tus productos consolidados". Pero vamos, esto ya sí que es elaboración sin pruebas por mi parte, lista para cortarla en rodajas finas con la navaja de Ockham.
Por todo lo dicho, recomiendo no contener la respiración mientras llegan los supertabletos.
Y yo sigo sin mi máquina de escribir digital
En teoría esto es bueno. Estaríamos hablando del primer Señor Tablet, con las ventajas de una pantalla no retroiluminada (con la comodidad para la lectura que implica) y el dinamismo de un LCD. Bueno, todavía no cabe cantar victoria respecto a esto último, porque parece que la primera generación de pantallas mirasol va a tener un refresco de 12 frames por segundo, algo menos la mitad de lo que necesita una pantalla para permitir la reproducción de video (30 fps). Aún sin video, le daría muchísimas posibilidades para la interacción, en tanto que no habría que esperar algo menos de un segundo para que se refrescara la pantalla.
El problema lo tengo con pocketbook. Y ojo, no tengo nada en contra de esta empresa rusa, muy al contrario: simpatizo completamente con el pequeño que se atreve a hacer cosas grandes, sobre todo cuando esas cosas se pueden tocar.
No, el problema es que, hasta que se diga lo contrario, el único que ha apostado por una tecnología de pantalla revolucionaria es un pequeño. Y eso que no es el caso de Pixel-Qi (la empresa sin fábrica o fabless), sino que detrás de la pantalla Mirasol está una empresa del tamaño y músculo de Qualcomm. Vemos, pues, como de momento se repite la historia de mi añorada Pixel-Qi: un producto rupturista sólo es adoptada por quien no tiene nada que perder, los indios de Notion Ink. Y puestos a comparar, pocketbook son pequeños pero serios y llevan años entregando productos reales, mientras que Notion Ink llevan más de un año prometiendo.
De momento, parece que la historia se repite. Parece que los fabricantes sólo apuestan por lo consolidado, bonita pescadilla que muerde la cola (con perdón) al que no sale en la foto. E-ink, sin ir más lejos, ha tardado más de dos años en que algún fabricante de primera línea adopte sus pantallas, y de hecho fuera de Amazon su mayor éxito han sido dos fabricantes de marca blanca (Netronix y Jinke, conocidísimas en sus casas a la hora de comer) que se han liado a montar ereaders para que decenas de empresas le estamparan sus marcas, desde Cybook a El Corte Inglés.
Mirasol tiene detrás a Qualcomm para aguantar el tirón de años. A la vista de las etapas que hemos ido viendo, me temo que lo mejor que le puede pasar a Pixel-Qi es que lo compre alguna empresa grande y tarde algo menos de dos años en que esa empresa o un tercero igualmente grande empiece a montar las pantallas 3 Qi. En el interín, lo mismo le acaban poniendo un nombre tan asombrosamente chorra y engañoso como retinal display, tipo Living Paper o Gutenberg's Orgasm.
El tiempo que pasan las grandes empresas en adoptar tecnologías distintas a lo ya consolidado puede deberse a la lentitud de sus movimientos. Un Supersaurio podía tardar 30 años en alcanzar su tamaño adulto comiendo y comiendo día y noche, pero luego podía vivir más de un siglo. Lo sé, claro está, por la de veces que me he visto Walking between Dinosaurs, algo que prefiero que vean mis hijos en lugar de las princesas disney. Bueno, no, miento: la paleontología es una vieja afición, pero no puedo permitirme el lujo de que mis múltiples hobbies e intereses terminen contaminando a tinta-e más de mí mismo de lo que ya hago.
Lo dicho, una gran empresa va a tardar mucho tiempo en completar el ciclo de desarrollo de una nueva linea de productos. Siguiendo el mítico hombre-mes, meterle más profesionales y horas de los mismos no va a bajar el tiempo de desarrollo sino al contrario. Pero diría que no es sólo eso.
Soy de los que piensa que el crecimiento de una empresa tecnológica comporta de manera inevitable un incremento de su conservadurismo estratégico, de lo que Apple es sólo una excepción aparente (o marketiniana, como prefiráis). Llega un momento en el que el conservadurismo es tal que la empresa, o se reinventa, o el frenesí tecnológico la deja atrás. Simplifico, claro, pero casi le pasa a IBM, casi le pasa a Microsoft y no creo que Google se escape a ese destino, como podemos ver en ciertos botches recientes.
Las nuevas y potencialmente maravillosas tecnologías de pantalla sufren el conservadurismo de los grandes. Como ejemplo cuestionable citaré la evolución de los salpicaderos de los coches: pese a que la tecnología permitía sobradamente los salpicaderos digitales a finales de los 80, sólo se han generalizado en este siglo y, mientras, generaciones de coches han seguido con sus velocímetros analógicos. Recuerdo esas charlas de comedor en mi excurro donde un individuo cuya valía personal y profesional era inversamente proporcional a la percepción que tenía de las mismas sostenía que el velocímetro analógico era más eficaz para el conductor. Como tantos otros, encajando con éxito la realidad a sus prejuicios, a martillazo limpio.
He calificado mi ejemplo como cuestionable, y con todo el sentido. No hablo de la misma lógica, ni de evoluciones comparables, ni por supuesto del mismo sector. Ante todo, es una impresión subjetiva. Me acuerdo de cuando los Renault 21 de principios de los 90 empezaron a llevar cuentakilómetros digitales: pensé que tardaríamos poco en que todos los coches vinieran así. De la misma manera, las pantallas 3Qi, Mirasol o Liquavista parecen tan obviamente superiores que tendrían que llegar rápidamente al mercado y montarse en dispositivos objetivamente útiles, innovadores y que respondan a necesidades reales.
Si me dejo deslizar a la conspiranoia, concluiría en que Señores Tabletos con esa tecnología serían una amenaza para productos existentes de grandes compañías como lo fueron los netbook cuando se les escaparon de las manos a los fabricantes, quienes se quedaron claramente con la copla de "no permitas que un producto nuevo amenace a tus productos consolidados". Pero vamos, esto ya sí que es elaboración sin pruebas por mi parte, lista para cortarla en rodajas finas con la navaja de Ockham.
Por todo lo dicho, recomiendo no contener la respiración mientras llegan los supertabletos.
Y yo sigo sin mi máquina de escribir digital
miércoles, noviembre 24, 2010
Acer Iconia, ¿Signo de la saturación del mercado?
Me hago viejo. Puede que el estrés me esté saliendo por las orejas. O puede que el olfato no me traicione, y que por eso no me halle alborozado ante la noticia del anuncio del Acer Iconia, el tablet dual que no es de conia. Bueno, puede que el estrés tenga algo que ver, porque en condiciones normales me habría dado pudor y picor publicar un chiste así.
Abrid boca con un video
Los tres kilitos que pesa este invento de pantalla dual de 14" se podrían perdonar debido a que calza un Core i5 que le va a dar más soltura a Win 7 que cualquier Atom. No dice nada de la duración de la batería, pero con dos pantallas a la vez no será muy allá, digo yo.
Más allá del choque que supone ver dos pantallas en formato clamshell, una enfrente de la otra, de lo que va el bitableto de conia es de sensualidad y procacidad: permite nada menos que multitouch con 10 dedos. Eloy el seis dedos, un vecino de mi pueblo, no se lo tomaría a bien, pero está acostumbrado a su mano llena de dedos.
El video, como podéis ver, es razonablemente impresionante: se pueden hacer cienes de cosas con la decatouchicidad, y si plantas las zarpas al completo sale un teclado virtual. En las reviews afirman que está pensado para el touch typing, que traducido literalmente es teclear al tacto o, lo que es lo mismo, sin mirar. Lo que hacemos todos los que curramos con un teclado, vaya. Sin embargo, el hecho de no tener realimentación táctil, de no sentir el golpe y la resistencia de la tecla, a la fuerza dificulta escribir sin mirar, porque no le dejas nada a tu memoria muscular a lo que agarrarse.
Y que conste que no digo que no sea bonito usar los dedos de tantas formas, sobre todo cuando el fabricante ha prometido que el usuario va a poder integrar sus propios gestos. En cualquier caso, la pregunta es previsible
¿PA QUÉ?
Y mira que veo util que tenga configuración clamshell o de portátil, para que una pantalla proteja a la otra. Pero más allá de eso, no veo qué gano a cambio de sacrificar un teclado de verdad: ¿Una superficie polivalente de input que permita teclear o hacer gestos de todo tipo? ¿Qué tipo de software podría sacar partido lo suficientemente grande al invento como para justificar el coste, que no va a ser pequeño?
Me atrevería a afirmar que no han aprendido de Microsoft. La compañía de redmond sacó hace ya 6 años los tablet PC, unos ordenadores con una configuración mucho más lógica y que respondía (teóricamente) a una necesidad más clara: tomar notas. Sin embargo, además del precio el usuario se encontró casi sin software con el que sacar partido al invento, y por eso no pasó de una condición de nicho vertical. Ni te cuento el caso de un dispositivo caro, pesado y que no soy capaz de ver una utilidad real y continuada que justifique no ya su futuro precio, sino siquiera su adquisición.
Vamos, un equipo que probablemente va a ser de conia.
Perdonadme, lectores. Necesito ensuciarme el karma tripitiendo el peor chiste de mi vida.
En cualquier caso, concluyo con el título: creo que el Icoña es un signo de la saturación del mercado. Los portátiles tradicionales están espantosamente demodés, vistos los esfuerzos sucesivos de los vendedores. O más bien, han seguido el mismo camino que los PC de escritorio: han alcanzado el punto de saturación, en el primer mundo consumista han terminado su curva de adopción y la adquisición es primariamente de reemplazo. Reemplazo que, en situación de crisis neoliberal, digo económica, se retrasa mientras se puede.
Claro, en esas condiciones, las ventas no pueden crecer como sería deseable, porque los lusers del primer mundo no deberían comprar un portátil en lugar del antiguo, sino un dispositivo nuevo además del portátil que también tendrán que renovar.
El éxito del iPad anima a pensar en esa dirección. El tsunami tablet se acerca, y sólo lo retiene la versión actual de Android. Toda una serie de dispositivos ademases nos quieren tentar con publicidad y nuevos formatos físicos.
Por mi parte, fíjense, sólo tengo ojos para el kinect. Conectado a un PC, y éste a una pantalla :)
Abrid boca con un video
Los tres kilitos que pesa este invento de pantalla dual de 14" se podrían perdonar debido a que calza un Core i5 que le va a dar más soltura a Win 7 que cualquier Atom. No dice nada de la duración de la batería, pero con dos pantallas a la vez no será muy allá, digo yo.
Más allá del choque que supone ver dos pantallas en formato clamshell, una enfrente de la otra, de lo que va el bitableto de conia es de sensualidad y procacidad: permite nada menos que multitouch con 10 dedos. Eloy el seis dedos, un vecino de mi pueblo, no se lo tomaría a bien, pero está acostumbrado a su mano llena de dedos.
El video, como podéis ver, es razonablemente impresionante: se pueden hacer cienes de cosas con la decatouchicidad, y si plantas las zarpas al completo sale un teclado virtual. En las reviews afirman que está pensado para el touch typing, que traducido literalmente es teclear al tacto o, lo que es lo mismo, sin mirar. Lo que hacemos todos los que curramos con un teclado, vaya. Sin embargo, el hecho de no tener realimentación táctil, de no sentir el golpe y la resistencia de la tecla, a la fuerza dificulta escribir sin mirar, porque no le dejas nada a tu memoria muscular a lo que agarrarse.
Y que conste que no digo que no sea bonito usar los dedos de tantas formas, sobre todo cuando el fabricante ha prometido que el usuario va a poder integrar sus propios gestos. En cualquier caso, la pregunta es previsible
¿PA QUÉ?
Y mira que veo util que tenga configuración clamshell o de portátil, para que una pantalla proteja a la otra. Pero más allá de eso, no veo qué gano a cambio de sacrificar un teclado de verdad: ¿Una superficie polivalente de input que permita teclear o hacer gestos de todo tipo? ¿Qué tipo de software podría sacar partido lo suficientemente grande al invento como para justificar el coste, que no va a ser pequeño?
Me atrevería a afirmar que no han aprendido de Microsoft. La compañía de redmond sacó hace ya 6 años los tablet PC, unos ordenadores con una configuración mucho más lógica y que respondía (teóricamente) a una necesidad más clara: tomar notas. Sin embargo, además del precio el usuario se encontró casi sin software con el que sacar partido al invento, y por eso no pasó de una condición de nicho vertical. Ni te cuento el caso de un dispositivo caro, pesado y que no soy capaz de ver una utilidad real y continuada que justifique no ya su futuro precio, sino siquiera su adquisición.
Vamos, un equipo que probablemente va a ser de conia.
Perdonadme, lectores. Necesito ensuciarme el karma tripitiendo el peor chiste de mi vida.
En cualquier caso, concluyo con el título: creo que el Icoña es un signo de la saturación del mercado. Los portátiles tradicionales están espantosamente demodés, vistos los esfuerzos sucesivos de los vendedores. O más bien, han seguido el mismo camino que los PC de escritorio: han alcanzado el punto de saturación, en el primer mundo consumista han terminado su curva de adopción y la adquisición es primariamente de reemplazo. Reemplazo que, en situación de crisis neoliberal, digo económica, se retrasa mientras se puede.
Claro, en esas condiciones, las ventas no pueden crecer como sería deseable, porque los lusers del primer mundo no deberían comprar un portátil en lugar del antiguo, sino un dispositivo nuevo además del portátil que también tendrán que renovar.
El éxito del iPad anima a pensar en esa dirección. El tsunami tablet se acerca, y sólo lo retiene la versión actual de Android. Toda una serie de dispositivos ademases nos quieren tentar con publicidad y nuevos formatos físicos.
Por mi parte, fíjense, sólo tengo ojos para el kinect. Conectado a un PC, y éste a una pantalla :)
domingo, noviembre 21, 2010
Tabletos y proyectores en el aula
Llevo un tiempo preocupado con la introducción de los medios digitales en el aula, y la preocupación va en aumento. No se me entienda mal: el proyector, bien empleado, es una herramienta magnífica. Por supuesto, dentro y fuera del aula, el ereader es un salto incluso superior. Más de eso, luego.
No tengo tan clara la cuestión cuando se trata de introducir PCs en el aula, y me da un poco igual que sean portátiles que ordenadores fijos conectados al pupitre. No lo rechazo, pero me atrevo a cuestionar si es deseable por sí mismo.
Si vuestro hábitat laboral no es el aula, pensad en lo que implica la presencia de portátiles conectados a Internet en vuestras reuniones de trabajo: a menos que haya algún mecanismo de control (ya sea la presión de los resultados, la mirada del jefe o incluso el qué dirán), la tentación de evadirse desde la reunión a una web gráficamente discreta es constante, sobre todo si se está llevando a cabo una presentación de algunos minutos. No sé vosotros, pero yo creo que la presencia de portátiles en la mesa de reuniones tiene que justificarse objetivamente en cada caso: ya sea aportar datos, ya sea acceder a información necesaria en ese momento, ya sea poner en común los avances que hemos llevado a cabo desde la reunión anterior. Pero no acaba de quedarme claro, incluso, que el portátil sea la solución óptima para la toma de notas en una reunión, tanto por el ruidillo del tecleo como por el hecho de que el teclado, al ser un instrumento de input que necesita de ambas manos, requiere de nosotros más concentración... que se la detraemos a la atención que prestamos sobre lo que sucede.
Sed honestos con vosotros mismos al pensaros en esas situaciones. Y ojo, como en todo tinta-e, no estoy en posesión de la verdad sino que reflexiono desde la experiencia acumulada.
Ahora trasladad vuestra experiencia a un aula, a los espacios de vuestra infancia y juventud. Pensad en:
Por lo tanto, mi conclusión es que el PC debe justificarse, y bien. Debe servir al propósito formativo e integrarse en las dinámicas docentes.
Y es algo que ni mucho menos se está cumpliendo. Ha venido la venda antes que la herida, el futuro ha venido cabalgando a lomos de portátil en lugar de priorizar metodología primero y formación del profesorado después.
Si esto es así con los portátiles, se puede decir otro tanto respecto al futuro que viene. Sin que hayan acabado de justificarse los portátiles, pueden verse expulsados del aula... por el tsunami tableto. Ya ha pasado: los sobremesa que se compraron para ciertos programas han sido relegados a sótanos ante la llegada de los portátiles de aula 2.0. Y sigo sin conocer la justificación ni de lo uno ni de lo otro.
Sin que se parta de la justificación e integración de los portátiles, se va a saltar a los tabletos. No ahora mismo, porque la crisis teóricamente impide un gasto tan tremendo. Pero es factible que ocurra, y a la presión de meter ordenadores en las aulas se suma la presión de la moda tableto, de la superioridad indiscutida del nuevo formato. Indiscutida, claro está, en el sentido literal del término.
Hace unos días leí una interesante entrada en el blog de Nate el grande: ¿El mejor argumento de los tablets como libros de texto?
En muchas ocasiones hemos leído acerca de las indiscutibles virtudes del libro enriquecido con animaciones. Empiezo a sospechar que en estos días hay una superpoblación de hechos indiscutibles. Y no sólo parece indiscutible que la animación interactiva aporta per se una ventaja educacional en todos los casos, sino que debe disputar espacio al texto en el entorno individual de aprendizaje.
Ahora, mi pregunta es: ¿Por qué dichas animaciones tienen que tener lugar en el equipo de cada alumno? ¿Por qué no basta con el proyector?
diréis "por la interactividad"
Una vez más, lo que me atrevo a cuestionar es la ventaja indiscutible de la animación interactiva. No digo que no valga, pero que tenga ganada la batalla contra el texto didacto es absurdo. Sobre todo por la conformación y estructuración de la mente de los alumnos: lo esencial de cada unidad de aprendizaje es que el alumno adquiera una estructura de ideas, un cuerpo elemental de datos que la llene de hojas y, si cabe, herramientas para poner esto en movimiento.
Llevamos más tiempo del que parece con esto del gráfico interactivo. Dejando aparte la diferencia bestial de capacidades gráficas, se lleva intentando dar salida a la imagen interactiva desde los años 90, desde el CD interactivo, la encarta y productos comparables.
¿Cómo es que un tableto va a triunfar donde no lo ha hecho un CD? ¿La diferencia estriba en el multisobo? ¿Es la pantalla capacitiva garantía de éxito?
Una vez puesta la animación en su sitio (aceptable, no dominante), la segunda pregunta relevante es el orden de prioridades. Como dice Nate el Grande, hay un problema de costos nada despreciable. Dichas animaciones, a día de hoy, son tremendamente costosas. Y cabe preguntarse por el coste de oportunidad de dichas animaciones: ¿Qué es lo que el alumno, el centro o el sistema educativo podrían adquirir con ese dinero?
Veámoslo de otra manera: ¿Han recurrido a alguna de estas maravillas interactivas los programas de excelencia que han demostrado que funcionan? ¿India? ¿Japón? ¿China, desde hace poco?
Claro que no. La excelencia no es otra cosa que potenciar la excepción estadística por medio de filtros de rendimiento. En cada etapa se exige a cotas inimaginables para nosotros, se filtra sin piedad, siguiente etapa. Claro está, la pregunta es si esto es deseable, y mi respuesta sería un rotundo no. Lo siento por los niños japoneses o chinos, pero quiero que mis hijos tengan infancia y que potencien en lo que puedan la cooperación sobre la competición. Deseo que reciban su herencia humanística y científica y que apuesten por su futuro de forma sana.
Que no se nos olvide, cabalgamos sobre hombros de gigantes. Esta obsesión contemporánea por reinventar la educación obvia por completo que con los sistemas anticuados nació el Círculo de Viena, la Residencia de Estudiantes o, en general, la producción académica del siglo XX. Igualmente, la fascinación por esta ruptura educacional deja a un lado con ignorancia culpable todos los avances previos en educación, rompiendo con modelos que, siendo como eran previos a la digitalización del aula, apostaban más por el ser humano y el grupo cooperativo.
Sea como fuere, me parece que el texto, su estructura y contenidos, no han encontrado sustituto real para la parte del león del aprendizaje. Tampoco se inventa nada nuevo al sugerir que los textos nazcan en el centro y con participación de los alumnos. Lo único que aportan a este respecto las tecnologías digitales es el coste cero y herramientas de colaboración sin precendentes. Lo "único", que siendo muchísimo, sigue bebiendo del arte previo tanto si se sabe como si no.
Por lo tanto, un dispositivo digital al servicio del aprendizaje debería estar centrado en el trabajo óptimo y productivo con textos. Como ya se puede hacer con esfuerzos nativos como Libertexto, la idea feliz que ofrece nuevas posibilidades para el texto bien enraizadas en lo bueno precedente. De libertexto hablaré más detenidamente en breve, cuando sea el momento.
Si nos centramos en los dispositivos, todo el texto precedente (del que no pienso "pedir disculpas" porque, si has llegado hasta aquí, es porque te interesa por algún motivo) me lleva a un dispositivo que se centre en optimizar el trabajo con textos. Que aligere mi espalda, que en cualquier parte me permita tener una biblioteca a mano, que me permita reutilizar con más eficiencia que el precedente analógico las notas y citas. Y, puestos a pedir, que no contribuya a distraerme, que mientras lo tenga en la mano refuerce en lo posible mi concentración en la tarea de leer y trabajar una serie de textos.
Eso ya existe, y ha alcanzado la primera madurez. Son los ereaders, los dispositivos lectores de libros electrónicos. Los dispositivos que deberían llevar los estudiantes cada día, trabajar con ellos en clase y en su casa. Los salvadores de bosques enteros, y los medios con potencial de compartir contenidos educativos sin coste entre quienes los produzcan.
Huy, lo que he dicho :)
Lo de la distracción no es pecata minuta ni mucho menos. Mientras escribía este post, Antonio Gallego marcó en su Google Reader este estupendo artículo del NYT, Growing Up Digital, Wired for Distraction. Estamos en un momento crítico en el que, pese a que detectamos que los jóvenes tienen un problema con la multitarea descontrolada y un déficit preocupante de atención
No tengo tan clara la cuestión cuando se trata de introducir PCs en el aula, y me da un poco igual que sean portátiles que ordenadores fijos conectados al pupitre. No lo rechazo, pero me atrevo a cuestionar si es deseable por sí mismo.
Si vuestro hábitat laboral no es el aula, pensad en lo que implica la presencia de portátiles conectados a Internet en vuestras reuniones de trabajo: a menos que haya algún mecanismo de control (ya sea la presión de los resultados, la mirada del jefe o incluso el qué dirán), la tentación de evadirse desde la reunión a una web gráficamente discreta es constante, sobre todo si se está llevando a cabo una presentación de algunos minutos. No sé vosotros, pero yo creo que la presencia de portátiles en la mesa de reuniones tiene que justificarse objetivamente en cada caso: ya sea aportar datos, ya sea acceder a información necesaria en ese momento, ya sea poner en común los avances que hemos llevado a cabo desde la reunión anterior. Pero no acaba de quedarme claro, incluso, que el portátil sea la solución óptima para la toma de notas en una reunión, tanto por el ruidillo del tecleo como por el hecho de que el teclado, al ser un instrumento de input que necesita de ambas manos, requiere de nosotros más concentración... que se la detraemos a la atención que prestamos sobre lo que sucede.
Sed honestos con vosotros mismos al pensaros en esas situaciones. Y ojo, como en todo tinta-e, no estoy en posesión de la verdad sino que reflexiono desde la experiencia acumulada.
Ahora trasladad vuestra experiencia a un aula, a los espacios de vuestra infancia y juventud. Pensad en:
- Que a la fuerza es menos participativa que una sala de reuniones
- En una sala de reuniones no hay profesor
- En un aula hay decenas de alumnos
- La dinámica de una clase es mucho más lineal que una reunión, porque hay que transmitir conocimientos de un extremo del aula (profesor) al otro (alumnos)
- Que exige una atención constante de los que están en ella
- Que es muy difícil de mantener, por puro agotamiento
- Que es repetitiva, y hace al exilio muy tentador... sobre todo "si no se nota"
- Que Internet "está ahí fuera", con su tuenti y su forocoches
Por lo tanto, mi conclusión es que el PC debe justificarse, y bien. Debe servir al propósito formativo e integrarse en las dinámicas docentes.
Y es algo que ni mucho menos se está cumpliendo. Ha venido la venda antes que la herida, el futuro ha venido cabalgando a lomos de portátil en lugar de priorizar metodología primero y formación del profesorado después.
Si esto es así con los portátiles, se puede decir otro tanto respecto al futuro que viene. Sin que hayan acabado de justificarse los portátiles, pueden verse expulsados del aula... por el tsunami tableto. Ya ha pasado: los sobremesa que se compraron para ciertos programas han sido relegados a sótanos ante la llegada de los portátiles de aula 2.0. Y sigo sin conocer la justificación ni de lo uno ni de lo otro.
Sin que se parta de la justificación e integración de los portátiles, se va a saltar a los tabletos. No ahora mismo, porque la crisis teóricamente impide un gasto tan tremendo. Pero es factible que ocurra, y a la presión de meter ordenadores en las aulas se suma la presión de la moda tableto, de la superioridad indiscutida del nuevo formato. Indiscutida, claro está, en el sentido literal del término.
Hace unos días leí una interesante entrada en el blog de Nate el grande: ¿El mejor argumento de los tablets como libros de texto?
En muchas ocasiones hemos leído acerca de las indiscutibles virtudes del libro enriquecido con animaciones. Empiezo a sospechar que en estos días hay una superpoblación de hechos indiscutibles. Y no sólo parece indiscutible que la animación interactiva aporta per se una ventaja educacional en todos los casos, sino que debe disputar espacio al texto en el entorno individual de aprendizaje.
Ahora, mi pregunta es: ¿Por qué dichas animaciones tienen que tener lugar en el equipo de cada alumno? ¿Por qué no basta con el proyector?
diréis "por la interactividad"
Una vez más, lo que me atrevo a cuestionar es la ventaja indiscutible de la animación interactiva. No digo que no valga, pero que tenga ganada la batalla contra el texto didacto es absurdo. Sobre todo por la conformación y estructuración de la mente de los alumnos: lo esencial de cada unidad de aprendizaje es que el alumno adquiera una estructura de ideas, un cuerpo elemental de datos que la llene de hojas y, si cabe, herramientas para poner esto en movimiento.
Llevamos más tiempo del que parece con esto del gráfico interactivo. Dejando aparte la diferencia bestial de capacidades gráficas, se lleva intentando dar salida a la imagen interactiva desde los años 90, desde el CD interactivo, la encarta y productos comparables.
¿Cómo es que un tableto va a triunfar donde no lo ha hecho un CD? ¿La diferencia estriba en el multisobo? ¿Es la pantalla capacitiva garantía de éxito?
Una vez puesta la animación en su sitio (aceptable, no dominante), la segunda pregunta relevante es el orden de prioridades. Como dice Nate el Grande, hay un problema de costos nada despreciable. Dichas animaciones, a día de hoy, son tremendamente costosas. Y cabe preguntarse por el coste de oportunidad de dichas animaciones: ¿Qué es lo que el alumno, el centro o el sistema educativo podrían adquirir con ese dinero?
Veámoslo de otra manera: ¿Han recurrido a alguna de estas maravillas interactivas los programas de excelencia que han demostrado que funcionan? ¿India? ¿Japón? ¿China, desde hace poco?
Claro que no. La excelencia no es otra cosa que potenciar la excepción estadística por medio de filtros de rendimiento. En cada etapa se exige a cotas inimaginables para nosotros, se filtra sin piedad, siguiente etapa. Claro está, la pregunta es si esto es deseable, y mi respuesta sería un rotundo no. Lo siento por los niños japoneses o chinos, pero quiero que mis hijos tengan infancia y que potencien en lo que puedan la cooperación sobre la competición. Deseo que reciban su herencia humanística y científica y que apuesten por su futuro de forma sana.
Que no se nos olvide, cabalgamos sobre hombros de gigantes. Esta obsesión contemporánea por reinventar la educación obvia por completo que con los sistemas anticuados nació el Círculo de Viena, la Residencia de Estudiantes o, en general, la producción académica del siglo XX. Igualmente, la fascinación por esta ruptura educacional deja a un lado con ignorancia culpable todos los avances previos en educación, rompiendo con modelos que, siendo como eran previos a la digitalización del aula, apostaban más por el ser humano y el grupo cooperativo.
Sea como fuere, me parece que el texto, su estructura y contenidos, no han encontrado sustituto real para la parte del león del aprendizaje. Tampoco se inventa nada nuevo al sugerir que los textos nazcan en el centro y con participación de los alumnos. Lo único que aportan a este respecto las tecnologías digitales es el coste cero y herramientas de colaboración sin precendentes. Lo "único", que siendo muchísimo, sigue bebiendo del arte previo tanto si se sabe como si no.
Por lo tanto, un dispositivo digital al servicio del aprendizaje debería estar centrado en el trabajo óptimo y productivo con textos. Como ya se puede hacer con esfuerzos nativos como Libertexto, la idea feliz que ofrece nuevas posibilidades para el texto bien enraizadas en lo bueno precedente. De libertexto hablaré más detenidamente en breve, cuando sea el momento.
Si nos centramos en los dispositivos, todo el texto precedente (del que no pienso "pedir disculpas" porque, si has llegado hasta aquí, es porque te interesa por algún motivo) me lleva a un dispositivo que se centre en optimizar el trabajo con textos. Que aligere mi espalda, que en cualquier parte me permita tener una biblioteca a mano, que me permita reutilizar con más eficiencia que el precedente analógico las notas y citas. Y, puestos a pedir, que no contribuya a distraerme, que mientras lo tenga en la mano refuerce en lo posible mi concentración en la tarea de leer y trabajar una serie de textos.
Eso ya existe, y ha alcanzado la primera madurez. Son los ereaders, los dispositivos lectores de libros electrónicos. Los dispositivos que deberían llevar los estudiantes cada día, trabajar con ellos en clase y en su casa. Los salvadores de bosques enteros, y los medios con potencial de compartir contenidos educativos sin coste entre quienes los produzcan.
Huy, lo que he dicho :)
Lo de la distracción no es pecata minuta ni mucho menos. Mientras escribía este post, Antonio Gallego marcó en su Google Reader este estupendo artículo del NYT, Growing Up Digital, Wired for Distraction. Estamos en un momento crítico en el que, pese a que detectamos que los jóvenes tienen un problema con la multitarea descontrolada y un déficit preocupante de atención
But even as some parents and educators express unease about students’ digital diets, they are intensifying efforts to use technology in the classroom, seeing it as a way to connect with students and give them essential skills. Across the country, schools are equipping themselves with computers, Internet access and mobile devices so they can teach on the students’ technological territory.Lo único que me parece relevante es si seguimos dejando hacer, si dejamos que una miopía asombrosa hacia las implicaciones reales de la digitalización del aula anule toda posibilidad de que rinda su potencial a la siguiente generación, o si tomamos cartas en el asunto.
viernes, noviembre 19, 2010
Breve reflexión sobre disqus
Hace casi un mes me harté de que el sistema de comentarios de blogger estuviera fallando cada vez más y que, cuando tratabais de meter un comentario de cierta longitud, en algunos casos saltaba un error y en otros no. francamente, uno de los motivos que tengo para seguir escribiendo en tinta-e son las conversaciones que se establecen en casi todos los posts, que no sólo los enriquecer sino que me obligan a afinar de continuo mis puntos de vista.
Tras una búsqueda de alternativas, me decidí por disqus. Las primeras reacciones fueron variadas, porque tampoco su sistema es perfecto y en algunas ocasiones, con algunos navegadores, no acababa de funcionar bien, no se cerraba la ventana emergente para comentar o se producían otro tipo de incidencias. Con todo, el paso de los días y la sucesión de comentarios que han seguido a los diferentes post que he producido desde ese momento me animan a pensar que la decisión ha sido la apropiada.
Eso sí, os agradecería mucho si os decidís a comentar vuestras impresiones con Disqus y sobre todo los problemas que hayáis podido tener desde que lo he instalado.
Ya sabéis, en cualquier caso, que no es necesario tener cuenta en Disqus para poder comentar. Recientemente he descubierto una utilidad bastante tremenda de este servicio, que es la de monitorizar las conversaciones y seguir las sucesivas intervenciones de una forma mucho más cómoda que la de suscribirte por correo. En efecto, si tienes una cuenta de Disqus y te autenticas en el servicio, te aparecerán todas las conversaciones en las que estás participando, no sólo las de tu blog si no las que tenga lugar en cualquier otro sitio, blog o no, en las que hayas participado utilizando tu cuenta Disqus. La comodidad reside en que es mucho más sencillo mantenerte al tanto de la evolución de las conversaciones.
En los pocos días que llevó utilizándolo, me ha ahorrado cierto tiempo a la hora de seguir las conversaciones que me interesaban. Eso si, no deja de fastidiarme que un precedente de 2005, Aud'asti de Agustín Raluy, pretendiera hacer algo parecido ( y bajo mi punto de vista, todavía mejor) pero no llegar a cuajar.
Lo dicho, todo lo que me comentáis sobre problemas al utilizar Disqus será bien recibido, sobre todo si ayuda a facilitar el uso con o sin cuenta.
Tras una búsqueda de alternativas, me decidí por disqus. Las primeras reacciones fueron variadas, porque tampoco su sistema es perfecto y en algunas ocasiones, con algunos navegadores, no acababa de funcionar bien, no se cerraba la ventana emergente para comentar o se producían otro tipo de incidencias. Con todo, el paso de los días y la sucesión de comentarios que han seguido a los diferentes post que he producido desde ese momento me animan a pensar que la decisión ha sido la apropiada.
Eso sí, os agradecería mucho si os decidís a comentar vuestras impresiones con Disqus y sobre todo los problemas que hayáis podido tener desde que lo he instalado.
Ya sabéis, en cualquier caso, que no es necesario tener cuenta en Disqus para poder comentar. Recientemente he descubierto una utilidad bastante tremenda de este servicio, que es la de monitorizar las conversaciones y seguir las sucesivas intervenciones de una forma mucho más cómoda que la de suscribirte por correo. En efecto, si tienes una cuenta de Disqus y te autenticas en el servicio, te aparecerán todas las conversaciones en las que estás participando, no sólo las de tu blog si no las que tenga lugar en cualquier otro sitio, blog o no, en las que hayas participado utilizando tu cuenta Disqus. La comodidad reside en que es mucho más sencillo mantenerte al tanto de la evolución de las conversaciones.
En los pocos días que llevó utilizándolo, me ha ahorrado cierto tiempo a la hora de seguir las conversaciones que me interesaban. Eso si, no deja de fastidiarme que un precedente de 2005, Aud'asti de Agustín Raluy, pretendiera hacer algo parecido ( y bajo mi punto de vista, todavía mejor) pero no llegar a cuajar.
Lo dicho, todo lo que me comentáis sobre problemas al utilizar Disqus será bien recibido, sobre todo si ayuda a facilitar el uso con o sin cuenta.
jueves, noviembre 18, 2010
PDF Scissors, una magnífica herramienta para leer PDFs gráficos en un ereader con comodidad
Llevo unos días tratando de comentaros un artículo interesante que he leido en A Kindle World blog: Tips: PDF Scissors tool
Es posible que en algún momento os habéis encontrado con que queríais leer algún PDF obtenido a partir de imágenes. Es el caso, por ejemplo, de algunos de los libros de Google Books, sobre todo si son muy antiguos como este título cuyo interés es inversamente proporcional a su longitud: Impugnación de algunos impios, blasfemos, sacrílegos y sediciosos artículos del código de anarquía, cuyo título es: Decreto constitucional para la libertad de la América.
Voy hacer un poco de trampa, porque la verdad es que también se puede descargar el libro en formato epub. Pongamos que no fuera así y que sólo tenemos a nuestra disposición el PDF generado a partir de imágenes (a la derecha tenéis un enlace para descargar). Claro, el problema es que el PDF tiene el formato que tiene (en la mayoría de los casos un tamaño físico de A4), con lo que si vuestro ereader es de 6 pulgadas (la inmensa mayoría) no vais a poder ver bien el PDF ni aún apaisado.
PDF Scissors ofrece una solución tremendamente sencilla para este problema: literalmente, cortar cada hoja en trozos manejables, que se puedan leer mejor en el ereader. El programa en sí es una pequeña aplicación java que no instala nada en vuestro ordenador, y que Java pide permiso para ejecutar. No os asustéis si al ejecutarlo sale una advertencia de que la firma digital de la aplicación no se puede verificar. Al ser software libre, siempre podemos comprobar el código fuente.
El problema que nos pueden plantear muchos ebooks generados a partir de imágenes es que no todas las páginas tienen el mismo tamaño. En el ejemplo que os he enseñado, algunas de las páginas están apaisadas, teniendo el doble de tamaño físico que la mayoría de las páginas. Un límite que tiene PDF Scissors es que sólo funciona bien un único tamaño de página, así que hay que eliminar las páginas con tamaño diferente al de la mayoría. Afortunadamente, la mayoría de estas páginas son portadas y contraportada es gráficas y, por lo tanto, perfectamente descartables.
Para hacerlo, vamos a emplear otro producto libre, PDFSAM (PDF Split and Merge), un fantástico programa muy maduro y que sirve para dividir y fusionar PDFs, añadiéndoles y quitándoles páginas. En sí mismos muy recomendable, si es que no lo conocíais.
Antes de nada, lo primero que tenéis que hacer es apuntar las páginas que queremos borrar (de la 1 a la 8 y de la 124 a la 132), para después asegurarnos de que habéis cerrado el PDF que queréis modificar. Si no, PDFSAM no podrá hacer nada. Después, abrimos PDFSAM y, en el menú de la derecha, abrimos PDFSAM > Complementos > Dividir. Pulsamos en añadir para empezar a currar con nuestro PDF. En opciones de división, tenemos que escoger la opción Dividir estas páginas. En el cuadro de texto, introduciremos las páginas (1,2,3,4,5,6,7,8,123,124,125,126,127,128,129,130,131,132,133). Para asegurarnos de que no metemos la pata, también tenemos que escoger una carpeta de destino diferente a la original y así evitar cualquier posibilidad de machacar nuestro PDF original.
Si algo sale mal (el error más común que me encontrado es que si marcas todas las páginas hasta la última del PDF no lo admite, tienes que marcar las que quieres eliminar menos exactamente la última) sonará un mensaje de error. Si no, habrás obtenido un nuevo PDF con las páginas innecesarias eliminadas. Podrás observar que en el directorio donde has producido el nuevo PDF hay muchos más PDFs, uno por cada página eliminada. Es muy sencillo encontrar el PDF que te interesa, porque será el de mayor tamaño.
Con ese nuevo PDF ya te puedes ir a PDF Scissors. Cuando lo cargues, se tirará un rato pensando, porque tiene que " colocar todas las hojas en una pila". Es una elección muy curiosa e interesante por parte del desarrollador, porque lo que te va a permitir es ver los límites de cada página, al hacerlas semitransparentes, y asegurarte de que la caja que vas a recortar no se lleva por delante nada de texto.
Una vez que ha formado la pila, podrás comprobar cómo quedan las cajas de texto y los límites reales que tienen. El siguiente paso es seleccionar las marcas de corte que van a generar el nuevo PDF. Cada una de estas cajas irá produciendo una nueva hoja del PDF en sucesión, y para que funcione es importante que se solapen para qué te asegures de que no te queda nada sin leer en ningún caso. Haz clic en la captura para que veas a qué me refiero.
Otra buena idea que ha tenido el desarrollador es que puedes copiar y pegar las marcar de corte y asegurar que, por lo tanto, que todas tienen el mismo tamaño. Como puedes ver en la captura, la idea es generar una primera marca de corte y hacerle dos copias para solaparlas entre si y que te quede el nuevo PDF siempre coherente. Cuando lo tengas hecho, sólo tienes que darle al icono de grabar.
Observa que el nuevo PDF ha dividido las páginas originales en páginas apaisadas que van a caber perfectamente en nuestro ereader y va a resultar de una lectura mucho más cómoda.
Las cosas como son, esta aplicación tiene una utilidad marginal. Conforme pasa el tiempo, los PDFs producidos a partir de imágenes van a ser menos y menos frecuentes. Con todo, si se da el caso por ejemplo de que has escaneado un libro de dominio público y no has tenido tiempo ni fuerzas para pasarle el OCR y transformarle en texto digital, esta opción es realmente buena de cara a utilizar el resultado en nuestro ereader. Si alguna vez tengo tiempo, me quiero pasar por la Biblioteca Nacional y escanear un libro pacifista de mi bisabuelo. Antes se me hacía más cuesta arriba por el tiempo que tendría que emplear en pasar el OCR y corregir los resultados, pero ahora me parece un proyecto más realista.
Si os animáis aprobar esta solución, os agradezco ya de antemano cualquier comentario en este post.
Es posible que en algún momento os habéis encontrado con que queríais leer algún PDF obtenido a partir de imágenes. Es el caso, por ejemplo, de algunos de los libros de Google Books, sobre todo si son muy antiguos como este título cuyo interés es inversamente proporcional a su longitud: Impugnación de algunos impios, blasfemos, sacrílegos y sediciosos artículos del código de anarquía, cuyo título es: Decreto constitucional para la libertad de la América.
Voy hacer un poco de trampa, porque la verdad es que también se puede descargar el libro en formato epub. Pongamos que no fuera así y que sólo tenemos a nuestra disposición el PDF generado a partir de imágenes (a la derecha tenéis un enlace para descargar). Claro, el problema es que el PDF tiene el formato que tiene (en la mayoría de los casos un tamaño físico de A4), con lo que si vuestro ereader es de 6 pulgadas (la inmensa mayoría) no vais a poder ver bien el PDF ni aún apaisado.
PDF Scissors ofrece una solución tremendamente sencilla para este problema: literalmente, cortar cada hoja en trozos manejables, que se puedan leer mejor en el ereader. El programa en sí es una pequeña aplicación java que no instala nada en vuestro ordenador, y que Java pide permiso para ejecutar. No os asustéis si al ejecutarlo sale una advertencia de que la firma digital de la aplicación no se puede verificar. Al ser software libre, siempre podemos comprobar el código fuente.
El problema que nos pueden plantear muchos ebooks generados a partir de imágenes es que no todas las páginas tienen el mismo tamaño. En el ejemplo que os he enseñado, algunas de las páginas están apaisadas, teniendo el doble de tamaño físico que la mayoría de las páginas. Un límite que tiene PDF Scissors es que sólo funciona bien un único tamaño de página, así que hay que eliminar las páginas con tamaño diferente al de la mayoría. Afortunadamente, la mayoría de estas páginas son portadas y contraportada es gráficas y, por lo tanto, perfectamente descartables.
Para hacerlo, vamos a emplear otro producto libre, PDFSAM (PDF Split and Merge), un fantástico programa muy maduro y que sirve para dividir y fusionar PDFs, añadiéndoles y quitándoles páginas. En sí mismos muy recomendable, si es que no lo conocíais.
Antes de nada, lo primero que tenéis que hacer es apuntar las páginas que queremos borrar (de la 1 a la 8 y de la 124 a la 132), para después asegurarnos de que habéis cerrado el PDF que queréis modificar. Si no, PDFSAM no podrá hacer nada. Después, abrimos PDFSAM y, en el menú de la derecha, abrimos PDFSAM > Complementos > Dividir. Pulsamos en añadir para empezar a currar con nuestro PDF. En opciones de división, tenemos que escoger la opción Dividir estas páginas. En el cuadro de texto, introduciremos las páginas (1,2,3,4,5,6,7,8,123,124,125,126,127,128,129,130,131,132,133). Para asegurarnos de que no metemos la pata, también tenemos que escoger una carpeta de destino diferente a la original y así evitar cualquier posibilidad de machacar nuestro PDF original.
Si algo sale mal (el error más común que me encontrado es que si marcas todas las páginas hasta la última del PDF no lo admite, tienes que marcar las que quieres eliminar menos exactamente la última) sonará un mensaje de error. Si no, habrás obtenido un nuevo PDF con las páginas innecesarias eliminadas. Podrás observar que en el directorio donde has producido el nuevo PDF hay muchos más PDFs, uno por cada página eliminada. Es muy sencillo encontrar el PDF que te interesa, porque será el de mayor tamaño.
Con ese nuevo PDF ya te puedes ir a PDF Scissors. Cuando lo cargues, se tirará un rato pensando, porque tiene que " colocar todas las hojas en una pila". Es una elección muy curiosa e interesante por parte del desarrollador, porque lo que te va a permitir es ver los límites de cada página, al hacerlas semitransparentes, y asegurarte de que la caja que vas a recortar no se lleva por delante nada de texto.
Observa que el nuevo PDF ha dividido las páginas originales en páginas apaisadas que van a caber perfectamente en nuestro ereader y va a resultar de una lectura mucho más cómoda.
Las cosas como son, esta aplicación tiene una utilidad marginal. Conforme pasa el tiempo, los PDFs producidos a partir de imágenes van a ser menos y menos frecuentes. Con todo, si se da el caso por ejemplo de que has escaneado un libro de dominio público y no has tenido tiempo ni fuerzas para pasarle el OCR y transformarle en texto digital, esta opción es realmente buena de cara a utilizar el resultado en nuestro ereader. Si alguna vez tengo tiempo, me quiero pasar por la Biblioteca Nacional y escanear un libro pacifista de mi bisabuelo. Antes se me hacía más cuesta arriba por el tiempo que tendría que emplear en pasar el OCR y corregir los resultados, pero ahora me parece un proyecto más realista.
Si os animáis aprobar esta solución, os agradezco ya de antemano cualquier comentario en este post.
miércoles, noviembre 17, 2010
Al padre le gustan los tabletos, pero al hijo no
Hace 3 meses, Rupert Murdoch calificaba al iPad de dispositivo revolucionario. No era la primera vez que lo hacía: su imperio mediático, y el resto de conglomerados de prensa periódica, habían disparado la atención del público mediante un bombardeo (mediático) por saturación nada sutil. Si lo recordáis, tuvimos la típica histeria pre-lanzamiento de Apple, seguida de cierta decepción al no corresponder el dispositivo a las monstruosas e hypescas expectativas que se generaron.
Después, tan mágicamente como mágico es el iPad, la decepción permutó en mesmerización.
O no. No tenía nada de mágico y sí, como digo, de bombardeo por saturación. Os invito a un pequeño ejercicio: consultad la hemeroteca de vuestro/s periódicos/s de referencia (o que leáis por vicio) de esos días y contéis el número de "noticias" sobre el iPad. No es tan fácil hacer búsquedas sobre las entradas en los telediarios o noticiosos, pero vuestra memoria probablemente os haga el servicio adecuado. Si la totalidad de los poderes mediáticos bombardea a la población, y encima el producto está bien montado y responde a las expectativas del usuario básico, ahí tenemos la receta del éxito (que reconozco que superó mis expectativas).
La pregunta que no muchos se han hecho es ¿por qué ese bombardeo de saturación mediático? ¿Rupert Murdoch y los consejos de administración de los grandes grupos mediáticos cayeron bajo influjos mágicos?
No es por nada: son malos (R. Murdoch malísimo), pero de tontos no tienen un pelo.
Estos momentos coinciden con la peor crisis mediática de la historia moderna. Murdoch reconoció hace año y medio que sus contenidos no iban a permanecer gratis en la web para siempre, tanto porque con la crisis los ingresos por publicidad web estaban cayendo en picado, como porque las ventas del producto en papel sufrían un destino parecido. En ese momento había un problema por solucionar: ya se había tratado de vender acceso a contenidos web, y no había funcionado.
Claro, la gente no va a pagar por leer los contenidos en un ordenador, cuando se los has dado gratis. Cuando los malacostumbras, es inevitable que sean desagradecidos y muerdan la mano que les provee de noticias o, lo que es peor, dediquen menos tiempo al media tradicional y más al social media.
En esos momentos de intensa desazón y picazón, el mayor vendedor de elixires milagrosos de este siglo se pegó una tournée de la ceca a la meca, convenciéndoles de que tenían razón, de que habían detectado correctamente el límite a la venta de contenidos... y que él les ponía encima de la mesa una solución: un aparato físicamente muy diferente a un ordenador, cuidado en la estética al extremo, y para el que se podrían desarrollar versiones software de los periódicos con idéntico cuidado estético y netamente diferenciados de las versiones gratix de la web. Para que la cosa funcione, el invento tenía que llegar al número suficiente de manos.
Eso no era un problema para los magnates mediáticos, claro. Después de todo, una parte nada despreciable de la población occidental ya se tragó que lo blanco era negro (o al revés) respecto a la justificación de la guerra del Golfo o la necesidad imperiosérrima de comprar zillones de vacunas contra la genocida gripe A o, por hablar de España, hasta 2009 se seguía negando la existencia de la burbuja inmobiliaria o afirmando que la vivienda nunca baja.
A lo que voy. El iPad ha sido un éxito apabullante, y me parece difícil de discutir que la presión mediática ha tenido que ver en ello. Ojo, no digo que quien lea esto y se haya comprado un iPad sea una víctima semivoluntaria de los media, pero la deseabilidad del iPod de Bilbao está conectada con su brillo mediático. En cualquier caso, de lo único que quiero hablar es de la relación de los media con el iPad, que ahora se revela tumultuosa.
Podemos leer en Baquia (traduciendo del telegraph) unas declaraciones confusas de James, el hijo de Rupert. Las contradicciones van de lo sorprendente a lo delicioso:
Y la ciudadanía ya está acostumbrada al contenido de noticias gratuito. No sólo eso, cada vez tiene menos tiempo para consumir contenidos mediáticos, porque los contenidos que generan otros ciudadanos compiten cada vez con más éxito con los que hasta hace poco, y en toda esta era moderna, eran los únicos productores de contenidos. Me atrevería a afirmar que para muchos, yo mismo incluido, el contenido acortado de los periódicos es todo lo que podemos dar cuenta a diario.
Los tabletos no han sido la solución de la debacle mediática. Debacle que, todo hay que decirlo, fue precedida por una bajada de los costes más allá de lo razonable y que marcó la diferencia entre el periódico de hace 15 años y el periódico reciente, donde demasiadas veces encontramos faltas de ortografía inaceptables y análisis completamente superficial.
¿Hay solución? No lo sé, pero está claro que la publicidad en web no está produciendo el resultado deseado y que los millones de compradores de iPad de momento no se han lanzado con igual entusiasmo a suscribirse a ediciones tabletadas de sus periódicos y revistas, chispeantes y animadas.
Lo que se me ocurre es que si se olvidaran de la magia del multisobo y bajaran el precio hasta acercarse en lo posible a la compra impulsiva (qué sé yo, al menos un 80% menos que el coste de la edición de papel), si volvieran a dar valor al trabajo de investigación lento, acumulado, libre de frenesí, que volviera a aportar la profundidad que daba el verdadero valor al periódico publicado en un país democrático.
Claro que para ese tipo de contenido, un ereader sería más apropiado que una pantalla retroiluminada.
Después, tan mágicamente como mágico es el iPad, la decepción permutó en mesmerización.
O no. No tenía nada de mágico y sí, como digo, de bombardeo por saturación. Os invito a un pequeño ejercicio: consultad la hemeroteca de vuestro/s periódicos/s de referencia (o que leáis por vicio) de esos días y contéis el número de "noticias" sobre el iPad. No es tan fácil hacer búsquedas sobre las entradas en los telediarios o noticiosos, pero vuestra memoria probablemente os haga el servicio adecuado. Si la totalidad de los poderes mediáticos bombardea a la población, y encima el producto está bien montado y responde a las expectativas del usuario básico, ahí tenemos la receta del éxito (que reconozco que superó mis expectativas).
La pregunta que no muchos se han hecho es ¿por qué ese bombardeo de saturación mediático? ¿Rupert Murdoch y los consejos de administración de los grandes grupos mediáticos cayeron bajo influjos mágicos?
No es por nada: son malos (R. Murdoch malísimo), pero de tontos no tienen un pelo.
Estos momentos coinciden con la peor crisis mediática de la historia moderna. Murdoch reconoció hace año y medio que sus contenidos no iban a permanecer gratis en la web para siempre, tanto porque con la crisis los ingresos por publicidad web estaban cayendo en picado, como porque las ventas del producto en papel sufrían un destino parecido. En ese momento había un problema por solucionar: ya se había tratado de vender acceso a contenidos web, y no había funcionado.
Claro, la gente no va a pagar por leer los contenidos en un ordenador, cuando se los has dado gratis. Cuando los malacostumbras, es inevitable que sean desagradecidos y muerdan la mano que les provee de noticias o, lo que es peor, dediquen menos tiempo al media tradicional y más al social media.
En esos momentos de intensa desazón y picazón, el mayor vendedor de elixires milagrosos de este siglo se pegó una tournée de la ceca a la meca, convenciéndoles de que tenían razón, de que habían detectado correctamente el límite a la venta de contenidos... y que él les ponía encima de la mesa una solución: un aparato físicamente muy diferente a un ordenador, cuidado en la estética al extremo, y para el que se podrían desarrollar versiones software de los periódicos con idéntico cuidado estético y netamente diferenciados de las versiones gratix de la web. Para que la cosa funcione, el invento tenía que llegar al número suficiente de manos.
Eso no era un problema para los magnates mediáticos, claro. Después de todo, una parte nada despreciable de la población occidental ya se tragó que lo blanco era negro (o al revés) respecto a la justificación de la guerra del Golfo o la necesidad imperiosérrima de comprar zillones de vacunas contra la genocida gripe A o, por hablar de España, hasta 2009 se seguía negando la existencia de la burbuja inmobiliaria o afirmando que la vivienda nunca baja.
A lo que voy. El iPad ha sido un éxito apabullante, y me parece difícil de discutir que la presión mediática ha tenido que ver en ello. Ojo, no digo que quien lea esto y se haya comprado un iPad sea una víctima semivoluntaria de los media, pero la deseabilidad del iPod de Bilbao está conectada con su brillo mediático. En cualquier caso, de lo único que quiero hablar es de la relación de los media con el iPad, que ahora se revela tumultuosa.
Podemos leer en Baquia (traduciendo del telegraph) unas declaraciones confusas de James, el hijo de Rupert. Las contradicciones van de lo sorprendente a lo delicioso:
"El problema con las aplicaciones es que canibalizan los productos impresos de una forma mucho más directa que la página web", afirmó. "La gente interacciona con ellas de una forma mucho más parecida a como hacen con el producto tradicional".Sinceramente, no lo acabo de pillar. Me voy a arriesgar interpretando y aportando coherencia a lo que parece no tenerla: no tiene sentido alguno que se queje del éxito de la solución al problema del descenso de ingresos del papel y de la publicidad web. En el propio texto se observa como las aplicaciones satisfacen incluso aunque Apple se queda con el 30% de los ingresos, porque
Así que según el directivo, no sólo las aplicaciones para tablets son malas, sino que son aún peores que su antiguo enemigo, la Red, a la que consideraban responsable de sus pérdidas de ventas. Por eso muchos diarios de News Corp, (por ejemplo, The Times) se han pasado a la versión de pago.
Pero además, las declaraciones resultan bastante confusas porque, para empezar, pensábamos que de lo que se trataba era de que las aplicaciones sustituyeran a la prensa, de forma que el usuario sigue pagando, aunque sea por la aplicación en lugar de por el periódico en papel.
También es verdad que por ejemplo, Apple se lleva el 30 por ciento de cada aplicación vendida en iTunes, pero las declaraciones de Murdoch (hijo) también indicaban que no tienen problemas con ese modelo. Y de hecho, les parece mejor que el tradicional porque el hombre del quiosco "no lo promociona adecuadamente".
We go to the iTunes store because it's frictionless. It charges a percentage but the guy on the newstand and the newsagent charge a percentage, and they don't even merchandise it properlyApuesto porque la aparente contradicción quiere esconder que la solución no es como esperaban. Que no está compensando ni por asomo las pérdidas acumuladas por el descenso de publicidad web y de ventas de papel. De hecho, es bastante conocido que
News International, which owns NewsCorp's British papers, said this month the Times titles had lost up to 90pc of their online readership and now claimed 105,000 paying customers, including those who had bought the iPad and Amazon Kindle apps.Diría que esta contradicción tan estupenda es hija de un error de juicio no menos fabuloso: por buenos que sea el marco hardware y el contenido software, lo que puede querer seguir comprando el público es el contenido. La animación puede ser perfecta, pero es el contenido lo que va a hacer volver.
Y la ciudadanía ya está acostumbrada al contenido de noticias gratuito. No sólo eso, cada vez tiene menos tiempo para consumir contenidos mediáticos, porque los contenidos que generan otros ciudadanos compiten cada vez con más éxito con los que hasta hace poco, y en toda esta era moderna, eran los únicos productores de contenidos. Me atrevería a afirmar que para muchos, yo mismo incluido, el contenido acortado de los periódicos es todo lo que podemos dar cuenta a diario.
Los tabletos no han sido la solución de la debacle mediática. Debacle que, todo hay que decirlo, fue precedida por una bajada de los costes más allá de lo razonable y que marcó la diferencia entre el periódico de hace 15 años y el periódico reciente, donde demasiadas veces encontramos faltas de ortografía inaceptables y análisis completamente superficial.
¿Hay solución? No lo sé, pero está claro que la publicidad en web no está produciendo el resultado deseado y que los millones de compradores de iPad de momento no se han lanzado con igual entusiasmo a suscribirse a ediciones tabletadas de sus periódicos y revistas, chispeantes y animadas.
Lo que se me ocurre es que si se olvidaran de la magia del multisobo y bajaran el precio hasta acercarse en lo posible a la compra impulsiva (qué sé yo, al menos un 80% menos que el coste de la edición de papel), si volvieran a dar valor al trabajo de investigación lento, acumulado, libre de frenesí, que volviera a aportar la profundidad que daba el verdadero valor al periódico publicado en un país democrático.
Claro que para ese tipo de contenido, un ereader sería más apropiado que una pantalla retroiluminada.
domingo, noviembre 14, 2010
Un tableto para niños
Hace unos días leí una noticia que, más que preocupante, la encuentro sintomática. Isabella Products Announces First “Children’s Tablet”.
Como alguno de vosotros sabéis (incluido el padrino de Aurora) tengo dos niños de tres y cinco años. Tienen cierto contacto con los ordenadores, principalmente a través de videos y un poquito de uso de software libre educacional. Evidentemente no están en condiciones de entender la diferencia entre software libre y software propietario, pero nuestra decisión se basa en una filosofía de educación más amplia, que supera con mucho a los ordenadores: queremos someter lo menos posible a nuestros niños al impacto masivo de la publicidad.
En nuestra casa no hay televisión ni la va a haber. Llevamos ya 10 años sin televisión y cada día nos satisface más esa decisión. Es completamente imposible que pasemos el tiempo libre del fin de semana haciendo shopping en un centro comercial, y es igualmente imposible que llevemos a los niños a una tienda de juguetes. El único contacto que tienen con el proceso de compra es la "compra aburrida": la compra de comida y demás artículos de primera necesidad.
Esta mañana estábamos hablando del efecto de estas decisiones: mientras los niños de su edad ya empiezan a reaccionar al bombardeo de publicidad y a concentrarse intensamente en la perspectiva de las Navidades y la avalancha de regalos, los nuestros siguen su vida habitual y no conectan en absoluto la Navidad con compra desquiciada sino con frío, unos pocos regalos de los Reyes magos y reunión con la familia.
Por supuesto, no pretendo dar lecciones a nadie. Esto que estoy contando le funciona a mi familia, pero no tiene por qué funcionarle a otras familias. Cada uno en su casa, y Dios en la de todos. Lo cuento todo básicamente a modo de contexto, para darle un marco al análisis que voy hacer del tableto para niños.
La información con la que contamos es realmente escasa, dado que el producto no está todavía la venta. Lo que sabemos es que se trata de un tableto enfocado al uso por parte de los niños. Para los que tengáis hijos o sobrinos nietos pequeños, sabéis que eso no es ni mucho menos garantía de un efecto positivo en los niños. No pocos de los productos informáticos dedicados a los niños (y no pongo nombres, los que tenemos niños ya sabemos a qué me refiero) son productos de muy baja calidad que hasta hace muy poco tiempo se basaban en cierto grado de ignorancia por parte de quien lo regalaba y en animaciones primitivas y sobre todo muy poco interactivas.
En ausencia de información más detallada, lo único que puedo hacer es hablar del tableto para niños en base a la única imagen que han ofrecido, con colores y formas suaves y que evoca claramente un concepto de "mi primer tablet".
No niego que una interfaz táctil tenga cierto atractivo para los niños. Lo que sí que puedo decir desde mi experiencia es que lo que motiva a los niños es hacer e interactuar. Sus deditos pueden sentirse cómodos con una interfaz táctil, pero la increíble rapidez tienen para aprender cualquier cosa que les motive relativiza en no poca medida la interfaz táctil comparada con una interfaz "anticuada" que use el ratón. Lo que me parece esencial es que el dispositivo, más allá de su formato, tiene que ser un medio para un fin: aprender y explorar de forma divertida, y que esto no sea una frase de marketing sino una realidad incontestable. En este sentido, la ventaja del tableto residirá en cómo configuren el conjunto de hardware y software para dar la máxima interactividad y flexibilidad al niño. Por otra parte, el halo de novedad que sigue envolviendo a los tabletos puede hacer olvidar al consumidor poco avisado que ya hay mucho inventado, que hay software infantil (insisto, especialmente software libre) que ofrece muy buenos resultados.
De hecho, se me ocurre un problema nada despreciable en el concepto de un tableto para niños: un tableto es un objeto que se sostiene en las manos la mayor parte del tiempo o todo el tiempo. Por lo tanto, es un objeto que lo usa una única persona a la vez, al menos hasta que se lo entrega a otra persona. No digo nada nuevo, es lo que ha pasado toda la vida con las consolas portátiles. El problema que tiene esto es que aísla en cierto sentido al usuario, si lo comparamos con un dispositivo que la mayor parte del tiempo esté en una mesa, en un sofá o incluso en el suelo, sostenido por sí mismo gracias a la configuración que tiene. Obviamente, estoy hablando de un ordenador portátil. Es mucho más sencillo situar el ordenador portátil encima de un sofá y utilizarlo varias personas a la vez, tanto el adulto con el niño como varios niños. No digo que sea una diferencia radical, pero es una diferencia que creo que está ahí.
Más allá de la diferencia de configuración e interfaz está un problema mucho mayor: un tableto para niños es un objeto de consumo teóricamente optimizado para maximizar el deseo y la intención de compra por parte de los adultos. Hace unas semanas vi un estupendo documental en tres partes llamado "la corporación, instituciones o psicópatas". Dedican una secuencia a hablar de la construcción del niño pequeño como futuro consumidor y la presión que se ejerce sobre él por medio del tremendo poder del marketing. Estaba tan bien explicado por algunos de sus protagonistas (de profesionales dedicados a esa "labor"), que me abrió los ojos y me vacunó aún más si cabe hacia los productos destinados a los niños. Mejor dicho, más que destinados, publicitados hacia los niños. Como sabéis, lo terrible del caso es que la publicidad hacia los niños utiliza nuestra fortísima vinculación emocional con los locos bajitos para facilitar el proceso de venta. La conclusión, para mí, está clara: un tableto "para niños" me resulta completamente inaceptable.
No cierro completamente la puerta a que mis hijos terminen usando algún tipo de tableto, si no tengo completamente claro y compruebo que los efectos son los que busco. Si es el caso, será un dispositivo genérico. Lo que sí que tengo claro, más que nada porque ya lo estoy haciendo, es que un dispositivo anticuado que utilice pequeños programas muy conocidos es perfectamente válido y les motiva y divierte. Como tengo también claro que, a la edad de mis hijos, es mucho más importante que se diviertan con juguetes físicos, que hagan sus propios juguetes y que jueguen con nosotros a que utilicen un ordenador, que ya tendrán tiempo para ello.
Como alguno de vosotros sabéis (incluido el padrino de Aurora) tengo dos niños de tres y cinco años. Tienen cierto contacto con los ordenadores, principalmente a través de videos y un poquito de uso de software libre educacional. Evidentemente no están en condiciones de entender la diferencia entre software libre y software propietario, pero nuestra decisión se basa en una filosofía de educación más amplia, que supera con mucho a los ordenadores: queremos someter lo menos posible a nuestros niños al impacto masivo de la publicidad.
En nuestra casa no hay televisión ni la va a haber. Llevamos ya 10 años sin televisión y cada día nos satisface más esa decisión. Es completamente imposible que pasemos el tiempo libre del fin de semana haciendo shopping en un centro comercial, y es igualmente imposible que llevemos a los niños a una tienda de juguetes. El único contacto que tienen con el proceso de compra es la "compra aburrida": la compra de comida y demás artículos de primera necesidad.
Esta mañana estábamos hablando del efecto de estas decisiones: mientras los niños de su edad ya empiezan a reaccionar al bombardeo de publicidad y a concentrarse intensamente en la perspectiva de las Navidades y la avalancha de regalos, los nuestros siguen su vida habitual y no conectan en absoluto la Navidad con compra desquiciada sino con frío, unos pocos regalos de los Reyes magos y reunión con la familia.
Por supuesto, no pretendo dar lecciones a nadie. Esto que estoy contando le funciona a mi familia, pero no tiene por qué funcionarle a otras familias. Cada uno en su casa, y Dios en la de todos. Lo cuento todo básicamente a modo de contexto, para darle un marco al análisis que voy hacer del tableto para niños.
La información con la que contamos es realmente escasa, dado que el producto no está todavía la venta. Lo que sabemos es que se trata de un tableto enfocado al uso por parte de los niños. Para los que tengáis hijos o sobrinos nietos pequeños, sabéis que eso no es ni mucho menos garantía de un efecto positivo en los niños. No pocos de los productos informáticos dedicados a los niños (y no pongo nombres, los que tenemos niños ya sabemos a qué me refiero) son productos de muy baja calidad que hasta hace muy poco tiempo se basaban en cierto grado de ignorancia por parte de quien lo regalaba y en animaciones primitivas y sobre todo muy poco interactivas.
En ausencia de información más detallada, lo único que puedo hacer es hablar del tableto para niños en base a la única imagen que han ofrecido, con colores y formas suaves y que evoca claramente un concepto de "mi primer tablet".
No niego que una interfaz táctil tenga cierto atractivo para los niños. Lo que sí que puedo decir desde mi experiencia es que lo que motiva a los niños es hacer e interactuar. Sus deditos pueden sentirse cómodos con una interfaz táctil, pero la increíble rapidez tienen para aprender cualquier cosa que les motive relativiza en no poca medida la interfaz táctil comparada con una interfaz "anticuada" que use el ratón. Lo que me parece esencial es que el dispositivo, más allá de su formato, tiene que ser un medio para un fin: aprender y explorar de forma divertida, y que esto no sea una frase de marketing sino una realidad incontestable. En este sentido, la ventaja del tableto residirá en cómo configuren el conjunto de hardware y software para dar la máxima interactividad y flexibilidad al niño. Por otra parte, el halo de novedad que sigue envolviendo a los tabletos puede hacer olvidar al consumidor poco avisado que ya hay mucho inventado, que hay software infantil (insisto, especialmente software libre) que ofrece muy buenos resultados.
De hecho, se me ocurre un problema nada despreciable en el concepto de un tableto para niños: un tableto es un objeto que se sostiene en las manos la mayor parte del tiempo o todo el tiempo. Por lo tanto, es un objeto que lo usa una única persona a la vez, al menos hasta que se lo entrega a otra persona. No digo nada nuevo, es lo que ha pasado toda la vida con las consolas portátiles. El problema que tiene esto es que aísla en cierto sentido al usuario, si lo comparamos con un dispositivo que la mayor parte del tiempo esté en una mesa, en un sofá o incluso en el suelo, sostenido por sí mismo gracias a la configuración que tiene. Obviamente, estoy hablando de un ordenador portátil. Es mucho más sencillo situar el ordenador portátil encima de un sofá y utilizarlo varias personas a la vez, tanto el adulto con el niño como varios niños. No digo que sea una diferencia radical, pero es una diferencia que creo que está ahí.
Más allá de la diferencia de configuración e interfaz está un problema mucho mayor: un tableto para niños es un objeto de consumo teóricamente optimizado para maximizar el deseo y la intención de compra por parte de los adultos. Hace unas semanas vi un estupendo documental en tres partes llamado "la corporación, instituciones o psicópatas". Dedican una secuencia a hablar de la construcción del niño pequeño como futuro consumidor y la presión que se ejerce sobre él por medio del tremendo poder del marketing. Estaba tan bien explicado por algunos de sus protagonistas (de profesionales dedicados a esa "labor"), que me abrió los ojos y me vacunó aún más si cabe hacia los productos destinados a los niños. Mejor dicho, más que destinados, publicitados hacia los niños. Como sabéis, lo terrible del caso es que la publicidad hacia los niños utiliza nuestra fortísima vinculación emocional con los locos bajitos para facilitar el proceso de venta. La conclusión, para mí, está clara: un tableto "para niños" me resulta completamente inaceptable.
No cierro completamente la puerta a que mis hijos terminen usando algún tipo de tableto, si no tengo completamente claro y compruebo que los efectos son los que busco. Si es el caso, será un dispositivo genérico. Lo que sí que tengo claro, más que nada porque ya lo estoy haciendo, es que un dispositivo anticuado que utilice pequeños programas muy conocidos es perfectamente válido y les motiva y divierte. Como tengo también claro que, a la edad de mis hijos, es mucho más importante que se diviertan con juguetes físicos, que hagan sus propios juguetes y que jueguen con nosotros a que utilicen un ordenador, que ya tendrán tiempo para ello.
sábado, noviembre 13, 2010
¿Quiénes son realmente los que comparten libros?
Después de una semana un poco hardcore (y las que me quedan, que nuestro libro está en capilla), comento ¿Por qué hay personas que "suben" libros a la red? de J.A. Millán.
Creo que es una reflexión muy necesaria. A tenor de las "noticias" de los últimos días, se diría que hay algo parecido a una conspiración judeo-masónica para acabar con las editoriales en particular y con la cultura en general. Se diría que está teniendo lugar el equivalente P2P a la quema de libros
Superar la Ley de Godwin es fácil, excepto cuando en España se habla de Israel. En el caso que nos ocupa, las personas que comparten libros están (presuntamente) dañando a la industria editorial... compartiendo libros, en vez de destruyéndolos. Y no sólo eso: emplean tiempo en tareas como remaquetar, empaquetar colecciones, trabajar en webs para organizar bibliotecas virtuales. Algo falla.
Y lo que falla es sencillo: esas personas son exactamente opuestas a lo que fueron los nazis, o sus antecesores en la quema de libros: aman los libros, y quieren que los libros lleguen al máximo de personas posibles.
Este punto de partida es imprescindible para abordar la realidad del intercambio de libros digitales y de las bibliotecas gestionadas por voluntarios. Supongo que a algunos no les gustará, pero es un hecho objetivo: el "pirata" de ebooks ama los libros. Es más, citando el estudio que usa JAM
Lo segundo me parece un buen indicio, sobre todo coherente: quien ama los libros no le duelen prendas a la hora de gastar dinero en ellos. Dejemos por un momento aparte la cuestión de la diferencia de precios entre el ebook y el pbook: lo esencial es que las personas que supuestamente están causando graves daños a la industria editorial son algunos de sus mejores clientes.
Espero que me perdone JA Millán, porque lo que realmente me ha interesado más son los comentarios de algunos de los lectores. Los afectados por esta "crisis pirata" deberían leerlos con extrema atención y sacar las conclusiones inevitables:
Y finalmente, una última reflexión para la que no prestamos la suficiente atención en España:
Creo que es una reflexión muy necesaria. A tenor de las "noticias" de los últimos días, se diría que hay algo parecido a una conspiración judeo-masónica para acabar con las editoriales en particular y con la cultura en general. Se diría que está teniendo lugar el equivalente P2P a la quema de libros
Y lo que falla es sencillo: esas personas son exactamente opuestas a lo que fueron los nazis, o sus antecesores en la quema de libros: aman los libros, y quieren que los libros lleguen al máximo de personas posibles.
Este punto de partida es imprescindible para abordar la realidad del intercambio de libros digitales y de las bibliotecas gestionadas por voluntarios. Supongo que a algunos no les gustará, pero es un hecho objetivo: el "pirata" de ebooks ama los libros. Es más, citando el estudio que usa JAM
Un dato interesante: la presencia destacable del colectivo de personas ciegas, organizadas para intercambiarse archivos, que a diferencia del libro en papel, pueden usar en conversores texto-voz o texto-braille.La referencia al colectivo de los ciegos me parece esencial y urgente: el retraso de los ebooks perjudica dramáticamente a un colectivo que saca más partido al ebook del que le sacamos las personas sin discapacidad. Pero no son los únicos, las personas con discapacidad física tienen en el ebook y el ereader un salto dramático de accesibilidad a la lectura.
El pirata típico lee más libros por año (25) que la media, y gasta en libros (entre 250 y 350 euros) más que la media.
Lo segundo me parece un buen indicio, sobre todo coherente: quien ama los libros no le duelen prendas a la hora de gastar dinero en ellos. Dejemos por un momento aparte la cuestión de la diferencia de precios entre el ebook y el pbook: lo esencial es que las personas que supuestamente están causando graves daños a la industria editorial son algunos de sus mejores clientes.
Espero que me perdone JA Millán, porque lo que realmente me ha interesado más son los comentarios de algunos de los lectores. Los afectados por esta "crisis pirata" deberían leerlos con extrema atención y sacar las conclusiones inevitables:
Victor dijo...Por si alguien no sabía cómo funcionan las comunidades dedicadas a compartir libros, la explicación anterior es magnífica, sobre todo por lo sintético. La base tecnológica, con la disposición de ánimo adecuado, conduce inevitablemente a resultados como ese. y el beneficio intangible es tan grande que mucho me temo que motivará a los participantes a buscar nuevas soluciones si las actuales son deshabitadas.
Desde mi punto de vista, muchas veces el que comparte lo hace porque recibe un reconocimiento entre sus iguales. El sentimiento de comunidad suele ser muy grande entre ellos.
Es frecuente encontrar foros dónde existe un botón para agradecer dicho material compartido. Un simple gracias digital, que en muchos casos acaba generando un respeto digital entre los demás, en agradecimiento al trabajo realizado desinteresadamente.
Esto acaba generando masa critica y aparecen más personas que imitan el gesto. Ponen trabajo por de su parte para hacer crecer la comunidad.
La organización llega después, cuando el número de compartidores llega a cierta cantidad y se hace necesaria una jerarquía para no repetir trabajo, no pisarse el trabajo unos a otros y no generar rencillas. Si una persona gasta varias horas en subtitular, traducir o maquetar la última novedad, no suele hacer mucha gracia que una hora antes ya lo haya “subido” algún otro.
Además, el que comparte suele empezar compartiendo las cosas que le gustan. Eso le permite contactar con personas con los mismos gustos, lo que genera un beneficio adicional e incrementa los lazos entre la comunidad.
Miguel A. Román dijo...Me puedo equivocar, pero me parece que lo que plantea Miguel Angel Román es legal. sobre todo, el de una moralidad indiscutible. Para rematarlo, encima tiene que pegarse todo este trabajo por que no dispone de una alternativa de pago. Blanco y en botella, señores.
Leo mis libros en dispositivo electrónico (de momento una PDA), pues mi jornada laboral es básicamente en la calle y plagada de tiempos muertos. Como no hay oferta digital (al menos de los libros que me interesan) me compro el libro, lo escaneo, le paso un OCR, lo corrijo y pasa a la mini-SD.
Entonces me pregunto: ¿tanto curro solo para mí? Ya que está hecho lo pongo a disposición de otros que se hayan comprado el libro y les ahorro el trabajo de hacerse artesanalmente su propia copia privada.
Claro, si alguno se lo baja sin pagar por el original, caiga sobre su conciencia.
Si los editores me proporcionaran la copia digital con el libro impreso, yo no haría eso porque el que quisiera la versión electrónica podría conseguirla sencillamente pagando los legítimos derechos.
joselitux dijo...Lo que plantea Joselitux es un problema muy real y que afecta a muchas personas: la ausencia de espacio en casas pequeñas (como la mía) y el deseo de querer seguir leyendo al ritmo al que uno está acostumbrado. En mi casa me he dedicado a empapelar las paredes con baldas, pero lo que plantea Joselitux es un problema en busca de solución.
No subo libros, soy más del tipo “descargas”, y mi razón fundamental es que en mi casa ya no cabe un libro más.
Compré muchísimos libros (una media de 200-300 euros al mes) hasta que me dí cuenta que o cambiaba de casa, o dejaba de comprar libros. Ahora bajo algunos al sótano y me permito el lujo de comprar un libro o dos al mes como mucho. Libros muy específicos que nunca estarán en internet porque son tan minoritarios y específicos que nadie los conoce.
Para todos los demás, me los bajo y los leo en el Kindle. Desde que este cacharrito entró en mi vida ya no tengo la angustia de pensar dónde demonios coloco el libro.
Por cierto, me pasó lo mismo con los vinilos y los CDs, que ya no sabía donde meterlos. Ahora están todos en el sótano en cajas, y la música la escucho de Spotify, GrooveShark o del iPod, a donde los pasé todos en mp3 antes de bajarlos al sótano.
La digitalización es una ventaja en muchisimos aspectos. Solamente falta que las editoriales comprendan esto y pongan sus catálogos inencontrables de otro modo a disposición de los lectores empedernidos como yo.
A dijo...Este problema está necesitado de una solución más urgente de lo que parece. Hay muchas personas que desean leer libros que ya no están en catálogo, e individualmente pueden no representar unas ventas de gran calado pero que, sumadas, ocurre todo lo contrario. Muchas veces he hablado de mi añorada colección Anagrama de antropología. Volver a poner en circulación libros que actualmente no producen un céntimo de beneficio a las editoriales es algo que debería llevarse a cabo con urgencia, porque se ganaría dinero desde el primer minuto, porque no amenazan en absoluto a un libro de papel que no se puede adquirir, y porque contribuirían a cambiar la percepción sobre la compra del libro electrónico.
Subo ediciones descatalogadas de ciencia ficción y fantasía, porque si no serían obras perdidas. En esos géneros hay pocos clásicos merecedores de reediciones, y sin embargo muchas obras de calidad que se perderían. Si haces una cata de libros subidos verás la sobreabundancia de estos géneros. No me molesto en corregir mucho lo que subo, porque siempre hay gente que mejora el trabajo. Tengo 46 años y hace 10 que hago esto.
Utilizo mi biblioteca personal. Y sí, gasto mucho en libros.
También descargo obras que quiero conocer, a veces las compro después, a veces no. Normalmente no.
Me parece bien que existan esas obras para descarga con derechos en vigor porque hay millones de hispanohablantes sin capacidad adquisitiva que pueden acceder a cultura y ser en un futuro potenciales lectores legales.
También he difundido en Internet obras de calidad que no conseguían ser editadas en papel.
Y finalmente, una última reflexión para la que no prestamos la suficiente atención en España:
Finalmente un detalle muy a tener en cuenta en el ambito de habla hispana es el hecho de que la inmensa mayoria de las digitalizaciones amateur han sido realizadas por internautas hispanoamericanos para quienes los libros son un articulo practicamente de lujo.Tomen nota, señores. Las cosas son así y no de otra manera. Y el tiempo corre, y el problema puede agravarse o encontrar solución si se es sensato.
martes, noviembre 09, 2010
Dudas sobre la pantalla a color de e-ink
Ayer Gizmodo publicaba que en primavera Hanvon sacará el primer ereader a color. La historia de "nuestro" sector nos enseña que hay que negar el beneficio de la duda a fabricantes y montadores porque, cuando anuncian una novedad, el perro se acaba comiendo los deberes en muchos casos.
Lo mismo sí que sale en la fecha indicada, meses vista, pero en cualquier caso va a salir sólo en China en un primer momento.
Lo que yo le diga, señora. No dudo que entre la población china haya un pool de compradores atractivo, pero el primer mundo es el target preferente de gadgets y chiches, que dicen nuestros primos. Esto aumenta el factor excéptico.
Y no digo que no tenga sentido. No para mí, porque mi perfil es el de la lectura intensiva, con los medios disponibles, y el del anhelo frustrado y pesimista sobre una máquina de escribir digital: una pantalla con interacción razonable como para poder escribir y que el texto acompañe al tecleo sin retraso perceptible. Una pantalla realmente agradecida para la vista, que me permita escribir más horas y más descansadamente.
¿Dónde está mi e-typewriter, mi máquina de escribir?
Me ha costado mucho rendirme al pesimismo y no ponerle fecha a una máquina que diera respuesta a esa necesidad. Que me permitiera escribir en el parque, o en el monte, a plena satisfacción. Espero las pruebas que está realizando Lualobus con expectación, pero no soy optimista respecto a la aparición a corto plazo de productos menos extremos.
En cualquier caso, creo que las publicaciones gráficas (cómics, revistas) irían mucho mejor en un dispositivo como el coloured Hanvon que en los tabletos. Claro, no dejaría de ser un dispositivo especializado en lectura, porque el multimedia animado quedaría descartado. Con todo, un precio comparable a la media de los tabletos de 10" en el momento de su salida al mercado (marzo de 2011) va a ser atractivo para una minoría.
De hecho, si el precio es cierto, va a darle ciento y raya al Kindle DX. Como quiera que Amazon ha reaccionado rápido ante las amenazas a su creatura, diría que antes de Junio de 2011 tenemos que ver alguna novedad significativa por parte de Amazon (¿el mítico Amazon mirasolizado?).
Por otra parte, en el New York Times no han sido ni mucho menos optimistas ante el anuncio. Y motivos no les faltan: Ninguno de los grandes fabricantes se va a lanzar a por estas pantallas, sino que están en modo wait-n-see.
Personalmente, pienso que el problema de la pantalla e-ink a color es que llega tarde. Mirasol está a la vuelta de la esquina, con una ventaja decisiva en la velocidad de refresco. Y Pixel-Qi podría acabar sorprendiendo, y es un producto probado.
A eso creo que están esperando los fabricantes: a que alguien mueva ficha, saque un Señor Tablet al mercado y que el público reaccione. Pero sacar un dispositivo con e-ink a color, que no puede reproducir videos, es muy arriesgado si a continuación, el rival saca un Señor Tablet con Mirasol o Pixel Qi y además puede reproducir videos o usar flash.
Lo mismo sí que sale en la fecha indicada, meses vista, pero en cualquier caso va a salir sólo en China en un primer momento.
Lo que yo le diga, señora. No dudo que entre la población china haya un pool de compradores atractivo, pero el primer mundo es el target preferente de gadgets y chiches, que dicen nuestros primos. Esto aumenta el factor excéptico.
Y no digo que no tenga sentido. No para mí, porque mi perfil es el de la lectura intensiva, con los medios disponibles, y el del anhelo frustrado y pesimista sobre una máquina de escribir digital: una pantalla con interacción razonable como para poder escribir y que el texto acompañe al tecleo sin retraso perceptible. Una pantalla realmente agradecida para la vista, que me permita escribir más horas y más descansadamente.
¿Dónde está mi e-typewriter, mi máquina de escribir?
Me ha costado mucho rendirme al pesimismo y no ponerle fecha a una máquina que diera respuesta a esa necesidad. Que me permitiera escribir en el parque, o en el monte, a plena satisfacción. Espero las pruebas que está realizando Lualobus con expectación, pero no soy optimista respecto a la aparición a corto plazo de productos menos extremos.
En cualquier caso, creo que las publicaciones gráficas (cómics, revistas) irían mucho mejor en un dispositivo como el coloured Hanvon que en los tabletos. Claro, no dejaría de ser un dispositivo especializado en lectura, porque el multimedia animado quedaría descartado. Con todo, un precio comparable a la media de los tabletos de 10" en el momento de su salida al mercado (marzo de 2011) va a ser atractivo para una minoría.
De hecho, si el precio es cierto, va a darle ciento y raya al Kindle DX. Como quiera que Amazon ha reaccionado rápido ante las amenazas a su creatura, diría que antes de Junio de 2011 tenemos que ver alguna novedad significativa por parte de Amazon (¿el mítico Amazon mirasolizado?).
Por otra parte, en el New York Times no han sido ni mucho menos optimistas ante el anuncio. Y motivos no les faltan: Ninguno de los grandes fabricantes se va a lanzar a por estas pantallas, sino que están en modo wait-n-see.
These are reasons Amazon, Sony and the other major e-reader makers are not yet embracing it. Amazon says it will offer color E Ink when it is ready; the company sees color as useful in cookbooks and children’s books, and it offers these books in color through its Kindle application for LCD devices. Sony is also taking a wait-and-see approach.Habría quien pensaría que el problema es que "un ereader no es un tablet". Y es cierto. Pero la evolución de los ebooks demuestran que un tableto tampoco es el dispositivo óptimo para los ebooks: no tiene la portabilidad de un teléfono, y no aporta una ventaja significativa respecto a la pantalla de un portátil salvo el hecho de ser fashion.
“On a list of things that people want in e-readers, color always comes up,” said Steve Haber, president of Sony’s digital reading business division. “There’s no question that color is extremely logical. But it has to be vibrant color. We’re not willing to give up the true black-and-white reading experience.”
Personalmente, pienso que el problema de la pantalla e-ink a color es que llega tarde. Mirasol está a la vuelta de la esquina, con una ventaja decisiva en la velocidad de refresco. Y Pixel-Qi podría acabar sorprendiendo, y es un producto probado.
A eso creo que están esperando los fabricantes: a que alguien mueva ficha, saque un Señor Tablet al mercado y que el público reaccione. Pero sacar un dispositivo con e-ink a color, que no puede reproducir videos, es muy arriesgado si a continuación, el rival saca un Señor Tablet con Mirasol o Pixel Qi y además puede reproducir videos o usar flash.
lunes, noviembre 08, 2010
tolomato contra los ereaders
Ya sabéis que los tolomatos están desatados últimamente: RSS is dead, The Web is dead (y así vendo más revistas, que la cosa está chunga). Como definí a los tolomato hace unos días, la elegancia del fusilamiento de las tecnologías maduras reside en que se disimula lo que importa realmente: transformar la tecnología y su impacto social en modas pasajeras, con fecha de caducidad puesta en la siguiente übermaravilla que mata la anterior. Los ciudadanos anónimos o, mejor dicho, los que no somos vedettes, guruses o attention bitches o los que no ocultamos intereses espúreos, parece que estamos empeñados en llevar la contraria a los tolomatos por la fuerza de los hechos: seguimos usando lo que está muerto. Sí, esas tecnologías que pese a no oler mal porque son útiles, son insufriblemente demodés.
En fin, leo en teleread un artículo de Andrys Basten que dice algo muy distinto a lo que indica su título, That Kindle Android Tablet may well be a reality. Es interesante, repasa una serie de indicios aportados por Steven Vaughan-Nichols en su artículo Linux ereaders are evolving into Android Tablets. Como dice Andrys, el artículo plantea pistas interesantes... y las interpreta con el orto.
Efectivamente, se han destapado pistas acerca de un posible tablet android de Amazon. Yo sigo sin ver el sentido de que un distribuidor ponga su marca en un tableto, pero allá. Parecería que toda empresa que se precie tiene que sacar un tableto al mercado. Vistas las cosas, espero ver tabletos del R. Madrid o del Barça, para que el forofo consulte sus contenidos en un marco apropiado. En el caso de Amazon lo veo menos lógico que en el caso del Real Madrid, porque ya tienen cliente para iPad y para Android para su ecosistema kindle.
Se lleva hablando bastante tiempo de que Amazon terminará sacando un Señor Tablet con Mirasol o quizás (difícilmente) Pixel Qi. Ese orden lo atribuyo, fundamentalmente, al tamaño de las empresas que hay detrás de cada tecnología. No quiero decir con esto que pixel qi haya agotado mi crédito de fe, pero la verdad es que ya ha llovido demasiado sobre lo empapado. Qualcomm tiene músculo para lanzar un producto así, pero, como dicen los de Pixel Qi, son fabless. O sea, que no tienen fábrica propia. Y eso que no parecía un obstáculo, se ha revelado como un freno quizás definitivo por la ausencia de recursos para lanzar la fabricación, en ausencia de un gran fabricante que apueste por las ventajas de 3Qi.
A lo que iba.
Como dice andrys, Vaughan interpreta MAL las pautas, porque afirma (y no es el primero en hacerlo), que en la era Tableto no hay espacio para los ereaders dedicados a la lectura prolongada, que "ereaders are history". No es sólo que no valore la diferencia de descanso visual que aporta una pantalla sin retroiluminación, nuestros "papeles grises" que me siguen sorprendiendo después de 3 años. No, el problema es que, según él, un dispositivo de consumo generalista de contenidos audiovisuales, basado en tecnología actual, elimina cualquier otra ventaja.
No entiende a las personas que usan de forma intensiva un ereader. No entiende las ventajas del descanso visual de las pantallas de tinta-e para textos largos, que no permiten ningún tipo de descanso visual. Lo que es peor, no aprecia en absoluto la ventaja decisiva que tiene un ereader para la concentración: te empuja a estar concentrado en la lectura, porque o bien no puedes hacer nada más con él (caso de la primera generación de ereaders), o bien la experiencia de navegación es razonablemente pobre y está más para salir del paso o para leer textos largos en la web que para hacer un uso continuado. Un tableto, por el contrario, debe permitir la navegación y el uso de un amplio abanico de seguro de manera eficaz. Por lo tanto, la lectura de ebooks compite con muy poderosas fuentes de distracción.
La combinación entre pantalla retroiluminada y distracción es explosiva en muchos casos: si la vista se te cansa antes y si encima puedes hacer otras muchas cosas que también son interesantes, es todo un triunfo mantener la concentración en un texto largo y elaborado durante un periodo prolongado y sacar partido a dicho texto.
Después de todo, quizás el señor Jobs tenga razón y el problema es que la lectura prolongada como hábito está disminuyendo. Para las personas que no quieren o necesitan leer ebooks de manera frecuente, un tableto presenta unas ventajas decisivas sobre un ereader. Pero claro, es que esas personas, si se compran una ereader, es por la novedad y no es nada fácil que le saquen partido.
No es por nada, pero apuesto a que la ventaja del descanso visual no va a desaparecer así como así. Que el ereader, hasta que madure el Señor Tablet y reuna lo mejor de los dos mundos, va a seguir siendo el vehículo preferente, privilegiado y optimizado para los ebooks, y que los ebooks no pueden sino crecer.
jueves, noviembre 04, 2010
Les puede el ansia mientras su titanic se hunde
Acabo de leer una entrada a-lu-ci-nan-te en Amazon Kindle España: Intentan bloquear el blog Kindle España. Os dejo el enlace para los detalles, pero Wordpress.com le han bloqueado la página al autor debido a esta carta de una abogada de CEDRO:
Temporalmente cerraron el blog y, aunque la cosa se ha solucionado, hay quien tiene tantas ganas de aplicar la LES que no se acuerda ni de esperar a que esté en vigor. Un abogado contesta en los comentarios:
Si esto no es un aviso para el futuro inmediato, que venga D*s y lo vea. De hecho, todo hace pensar que se va a ir a tomar por saco la libertad de expresión de Internet en no poca medida. Bastará con colocar un link a megaupload ofuscado en un comentario y, como te descuides (o como estés durmiendo, o como tengas tanto curro que no mires el blog o los comentarios en un par de días)... un comentario de un post de tu blog incluirá un link a un contenido protegido por copyright y se te cerrará tu blog.
Sin ser abogado, se me ocurren dos cosas:
a) ¿van a cerrar google? Lo digo porque, a día de hoy, permite buscar links de megaupload y, por lo tanto, los incluye. Si no cierran google y sí otras páginas, se trata de ruptura del principio de igualdad ante la ley o, como lo llaman en mi pueblo, agravio comparativo.
b) Es tan demente el tema que quiero pensar que va a pasar algo parecido al canon digital de los dispositivos comprados por personas jurídicas: en alguna instancia (veremos si el constitucional, veremos si Estrasburgo), se zumbarán la LES. Pero habrá estado en vigor años, se habrán pasado por la piedra un número elevado de sitios web, y a ver a quién se le piden cuentas.
En fin:
a) el futuro inmediato está claro excepto para el que no quiera ver
b) no tengo motivos para sentirme optimista. El Congreso dijo lo que tenía que decir con la tramitación de la LES, y a la mayoría de la población se la trae al pairo. Ni siquiera confío en un "Arrieritos somos, y en el camino nos encontraremos".
c) criminalizar a la población lectora no creo que sea el mejor camino para asegurar el futuro de la industria editorial.
d) éxitos pasados no garantizan éxitos futuros, o eso dicen los que saben de bolsa. Aplíquese donde corresponda.
I’m addressing to you on behalf of the Centro Español de Derechos Reprográficos, CEDRO (Spanish Reproduction Rights Centre’), a non-profit association of authors and publishers of books, periodicals and other publications in any medium. The association collectively protects and manages members’ intellectual property rights (copying, processing, public disclosure communication to the public and distribution). You can check our statute at the web page http://www.cedro.org/ingles_estatutos.asp or visit at the Subdirección General de Propiedad Intelectual del Ministerio de Cultura in Madrid, Spain, Plaza del Rey nº 1.
While exercising our activity, we have found out that a copyrighted works at issue can be downloaded in http://kindlespain.es, offered to the public by subjects without the corresponding consent of the right holders.
See below the copyrighted work that we refer to:
Title: La caída de los gigantes.
Ahthor: Ken Follet
Link: http://kindlespain.es/2010/10/04/la-caida-de-los-gigantes-de-ken-follet-para-vuestro-kindle/
First of all we have tried to get in touch with the blogger directly but he has ignored our complaint, so the matter can not be resolved.
In this respect, the Spanish Intellectual Property Law (RDL1/1996, as modified by Law 23/2006) establishes that corresponds to the author the exclusive exercise of the exploitation rights over his works and, in particular, the right of reproduction, distribution, communication to the public and transformation (Article 17).
Following the abovementioned Law, the reproduction and communication to the public of the works listed above without the authorization of the rights holder, implies an infringement of the rights protected by such Law.
We submit this statement on behalf of our clients in good faith, and we guarantee that the information provided is accurate under the pain of perjury.
Furthermore, the Spanish Law which regulates the Internet Service Providers (ISP) activity (Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la información y de comercio electrónico) establishes that providers that store data and contain files uploaded by users, are responsible for the stored information if they have effective knowledge of the illegal activity and do anything to remove the works.
Hereby, we formally request you to act legally and remove the aforementioned copyrighted work; if no act will be taken, we will feel in duty to proceed against the responsibles.
We are in your service to clarify any doubt that can arise about this happen
Regards,
Cristina Ávila
Temporalmente cerraron el blog y, aunque la cosa se ha solucionado, hay quien tiene tantas ganas de aplicar la LES que no se acuerda ni de esperar a que esté en vigor. Un abogado contesta en los comentarios:
“First of all we have tried to get in touch with the blogger directly but he has ignored our complaint, so the matter can not be resolved.
……
We submit this statement on behalf of our clients in good faith, and we guarantee that the information provided is accurate under the pain of perjury.”
La Sra. Cristina Ávila incurre en perjurio, toda vez que la pretendida buena fe es nula e incurre en perjurio.
1.- Es objetivamente constatable, y a la vista de todos está, que el único intento que realizó para contactar directamente con el autor del blog fue poco profesional -por medio de un comentario general en el blog-.
2.- Así mismo, también es falsa la afirmación que hace respecto a que el material sujeto a copyright puede ser descargado desde http://kindlespain.es , pues en dicho blog tan solo hay un enlace que apunta al fichero, por lo tanto no está alojado en dicha url.
3.- Poco después de que referida Sra. publicase su comentario, el enlace era inoperativo, como bien queda reflejado en los comentarios -debidamente fechados- que están a continuación.
4.- Lo que hace lejos de la buena fe, es incurrir en perjurio y un público ejercicio de coacción. Más encaminado a servir de escarmiento que a lograr un arreglo pacífico de la desavenencia.
Sra. Cristina Ávila (o De Ávila, ya que es la única que veo en el Censo de abogados) que en la defensa del Derecho NO todo vale, pues en la realización del propio Derecho se pueden violar otros derechos e incurrir en tipos penales más agravados que el propio derecho que se pretende defender.
Es claro el art. 172 del Código Penal cuando establece en su epígrafe primero:
1. El que, sin estar legítimamente autorizado, impidiere a otro con violencia hacer lo que la ley no prohíbe, o le compeliere a efectuar lo que no quiere, sea justo o injusto, será castigado con la pena de prisión de seis meses a tres años o con multa de 12 a 24 meses, según la gravedad de la coacción o de los medios empleados.
Cuando la coacción ejercida tuviera como objeto impedir el ejercicio de un derecho fundamental se le impondrán las penas en su mitad superior, salvo que el hecho tuviera señalada mayor pena en otro precepto de este Código.
Sra. Cristina, sabrá usted que nuestro Ordenamiento Jurídico reserva a Jueces y Tribunales la potestad para Juzgar y hacer ejecutar lo juzgado. Así mismo, no vale el alegar que usted se puso en contacto directamente con el titular del blog y este desoyó sus argumentos -usted ha de probarlo- y desde luego, un comentario general en un blog, a tenor de los establecido en la LEC, no es en modo alguno forma fehaciente de realizar una comunicación.
Para finalizar, tan solo recordar que nuestra Constitución, por mucho que le pese a algunos y algunas, establece claramente en su art. 20.1:
Se reconocen y protegen los derechos:
a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.
En resumidas cuentas, que la defensa de los derechos de autor no figura como eximente ni atenuante en los artículos 20 y 21 del CP en relación con el tipo de las coacciones del Art. 172 CP. Es más, dichas coacciones afectan directamente a un Derecho Fundamental.
Haga su trabajo, pero respetando la Ley y la Constitución: no tiene usted “carta blanca” y recuerde que también está usted sometida al Ordenamiento Jurídico.
No me mal interprete, y tome estas líneas como un consejo entre compañeros.
Si esto no es un aviso para el futuro inmediato, que venga D*s y lo vea. De hecho, todo hace pensar que se va a ir a tomar por saco la libertad de expresión de Internet en no poca medida. Bastará con colocar un link a megaupload ofuscado en un comentario y, como te descuides (o como estés durmiendo, o como tengas tanto curro que no mires el blog o los comentarios en un par de días)... un comentario de un post de tu blog incluirá un link a un contenido protegido por copyright y se te cerrará tu blog.
Sin ser abogado, se me ocurren dos cosas:
a) ¿van a cerrar google? Lo digo porque, a día de hoy, permite buscar links de megaupload y, por lo tanto, los incluye. Si no cierran google y sí otras páginas, se trata de ruptura del principio de igualdad ante la ley o, como lo llaman en mi pueblo, agravio comparativo.
b) Es tan demente el tema que quiero pensar que va a pasar algo parecido al canon digital de los dispositivos comprados por personas jurídicas: en alguna instancia (veremos si el constitucional, veremos si Estrasburgo), se zumbarán la LES. Pero habrá estado en vigor años, se habrán pasado por la piedra un número elevado de sitios web, y a ver a quién se le piden cuentas.
En fin:
a) el futuro inmediato está claro excepto para el que no quiera ver
b) no tengo motivos para sentirme optimista. El Congreso dijo lo que tenía que decir con la tramitación de la LES, y a la mayoría de la población se la trae al pairo. Ni siquiera confío en un "Arrieritos somos, y en el camino nos encontraremos".
c) criminalizar a la población lectora no creo que sea el mejor camino para asegurar el futuro de la industria editorial.
d) éxitos pasados no garantizan éxitos futuros, o eso dicen los que saben de bolsa. Aplíquese donde corresponda.
Abierta la temporada de caza del usuario de ereaders
No puedo sino calificar de sorprendente (y me quedo corto) el texto de este "artículo" de El País: La piratería da alas al libro 'Pirata'. Ni siquiera me molesto en referirme a él como reportaje: un reportaje es un contenido de prensa con una elaboración más profunda y exacta que lo que ya de por sí debería ser un artículo del diario. Claro que la propia inclusión del término pirata me recuerda, por si me hacía falta, por qué dejé de leer el País hace 2 años, después de 22 años de lectura ininterrumpida y años de suscripción: yo era su lector, teóricamente su cliente, y me acabó resultando insoportable que eso me convirtiera en blanco de dos campañas de desinformación: una sencillamente criminal, la mentira continuada y obscena sobre la burbuja inmobiliaria, negándola incluso en 2008, y otra la mentira repetida ad nauseam sobre las descargas ilegales.
Con todo, lo que sí que merece el artículo es que se le glose, que se inviertan unos minutos en él para desmontar la desinformación que vuelcan sin ningún recato.
Empecemos por el final: el artículo reconoce que Libranda, la principal plataforma de ebooks en español (B2B, cosa que no indican en el profundísimo reportaje) no va a llegar siquiera a los magros 8.000 títulos que preveían para navidad. Ojo, no digo que esto sea culpa suya más que por error grueso de planificación. Pero la cuestión es que, a día de hoy, no hay oferta comercial de ebooks a la altura de las expectativas de los ciudadanos y del parque de ereaders ya en funcionamiento.
Un CD de música se puede ripear en MP3 y poner en las redes de pares. Otro tanto se puede hacer con un DVD. Pero sin oferta digital ni remotamente equivalente en ebooks, se me escapa como el ripeo de los ebooks se transforma en un problema de magnitudes colosales. Tiremos de hemeroteca para ver a qué se refieren:
Habíamos dicho que no hay ebooks que ripear en número suficiente. Lo que sí que hay, y se reconoce explícitamente en el texto, es aparatos para leerlos. No me acabo de decir acerca de si meter al iPad es pura imbecilidad o es desinformación revenida para apartar la atención de la verdadera cuestión: los ereaders se venden ya en los supermercados, y si eso no es una prueba de que la curva de adopción progresa con alegría, no sé qué puede ser una prueba de ello.
Como vengo diciendo últimamente, el ereader se vende y los que tenían que ofrecer contenidos para ellos no están respondiendo a la demanda. Pero es más: la descarga de ebooks es tan antigua como las redes de pares.
No hablemos de los espacios dedicados al ebook de dominio público, muy anteriores a la WWW (Proyecto gutenberg, 1971). No, hablo de ebooks en PDF y colecciones inmensas de libros en archivos comprimidos, tanto generalistas como especializadas. ¿Cómo podía ser esto?
Pues por diversas razones: por una parte, en las editoriales ha habido desde hace muchos años insiders que han soltado archivos en las redes de pares. No es difícil encontrar PDF con marcas de corte para la imprenta. Por otra parte, los voluntarios (término exacto, dado que actúan por amor al arte, sin ningún tipo de remuneración a cambio), han escaneado libros, produciendo PDF a base de las imágenes directas del libro; se han tomado la molestia de pasarles OCR y que sean textos digitales de tamaño mucho más reducido, e incluso los han corregido o tecleado a mano, como se hacía en sus orígenes con el proyecto Gutenberg.
Esto no ha sido un problema para los periódicos... hasta hace meses. Parecería, por lo tanto, que el problema es el aparato, no el archivo digital obtenido sin permiso.
Algo no me acaba de cuadrar. Con todo, tras la herida ya se dispone del parche:
A mí me revienta, para qué decir lo contrario. No me hago amigos, precisamente, al afirmar una y otra vez que se debería buscar un equilibrio entre el lector, el autor y el editor de ebooks. Por una parte, tenemos el "gratis total", cuyo impacto indudablemente va a ser negativo. No es que los autores lo tengan fácil para ganarse la vida con los estupendos porcentajes que se lleva el autor - y, oiga, los únicos personajes absolutamente imprescindibles para el libro son el autor y el lector - pero si se extiende el gratis total la situación sólo puede ir a peor para él y para el editor que aporta valor añadido al texto y su distribución.
Por otra parte, tenemos a grupos mediáticos como punta de lanza de grandes empresas de la industria del libro que, por tener, hasta tienen de su parte a un gobierno elegido democráticamente. La respuesta a un cambio revolucionario (que no está forzado a ser un problema) es pisar el freno al crecimiento del ebook mientras se criminaliza la población. Porque, en ausencia de una oferta de ebooks comercial satisfactoria, quien use un ereader, o lee textos de dominio público, copyleft o los suyos propios, o lee los contenidos de las redes de pares.
Ahora hablo en mi nombre sólo: cada vez tengo menos motivos para ser optimista. Sigo creyendo en el inmenso potencial del ebook como instrumento de liberación de las sociedades, la promesa definitiva de que, todo el que quiera, pueda acceder a nuestro inmenso tesoro cultural que nos han legado los que nos precedieron y que seguimos haciendo crecer. Pero en vez de esa utopía posible vamos hacia una distopía rechazable: los intereses generales se dejan a un lado en pro de la defensa de unos intereses particulares y, lo que es peor, se hace desde la visión miope del ebook como un juego de suma cero, cuando objetivamente no lo es.
Es completamente deprimente.
P.S.: ¡Casi lo olvido! ¿No se supone que el iPad iba a salvar la industria editorial? ¿En qué quedamos?
P.S.2: Una entrada al respecto de Galli que me ha encantado: Tabletas y la falacia narrativa perfecta
Con todo, lo que sí que merece el artículo es que se le glose, que se inviertan unos minutos en él para desmontar la desinformación que vuelcan sin ningún recato.
Empecemos por el final: el artículo reconoce que Libranda, la principal plataforma de ebooks en español (B2B, cosa que no indican en el profundísimo reportaje) no va a llegar siquiera a los magros 8.000 títulos que preveían para navidad. Ojo, no digo que esto sea culpa suya más que por error grueso de planificación. Pero la cuestión es que, a día de hoy, no hay oferta comercial de ebooks a la altura de las expectativas de los ciudadanos y del parque de ereaders ya en funcionamiento.
Un CD de música se puede ripear en MP3 y poner en las redes de pares. Otro tanto se puede hacer con un DVD. Pero sin oferta digital ni remotamente equivalente en ebooks, se me escapa como el ripeo de los ebooks se transforma en un problema de magnitudes colosales. Tiremos de hemeroteca para ver a qué se refieren:
Por la mañana, tras un encuentro "fructífero" que reunió en el Ministerio de Cultura a la ministra, Ángeles González-Sinde, con los presidentes de los gremios de editores de todas las lenguas oficiales del Estado, Ávila hizo un anuncio que demuestra que la revolución digital ha llegado a España por la puerta de atrás: la industria editorial española dejó de ingresar el año pasado 150 millones euros a causa de la piratería digital de libros. Las pérdidas provocadas por la fotocopia ilegal, entre tanto, se movieron en torno a los 100 millones.A la espera de conocer la metodología del estudio y poder contrastarlo, y partiendo de unas lógicas reservas a la hora de aceptar la medición de dichas pérdidas, nos encontramos con que la solución para el problema que plantea el ebook y el ereader es... criminalizarlo. Criminalizarlo no sólo a él, sino a sus usuarios. A los lectores. En cualquier caso, lo que podemos descartar es toda ecuanimidad del estudio, porque uno no puede ser juez y parte:
Los editores emplazaron a la ministra a tener una nueva reunión cuando se conocieran las cifras definitivas de "piratería" del primer semestre, en el segundo informe del Observatorio de Piratería, realizado por la consultora IDC, que tiene carácter semestral. El estudio ha sido encargado por la Coalición de Creadores de Contenidos,Pero sigamos con el artículo, ahora por su inicio
Primero fue la música, luego las películas y ahora el libro. El mundo editorial está alarmado. La "piratería" del mercado de libros digitales se ha disparado debido a la aparición de dispositivos como los lectores de libros electrónicos (conocidos como e-reader) y, sobre todo, por las tabletas como el iPad de Apple. Las cifras preliminares apuntan a que, en los seis primeros meses del año, las descargas no autorizadas de libros digitales se han duplicado respecto al último semestre del año anterior y ha pasado de representar el 19% del total del mercado a más del 35%, según informaron en fuentes del sector editorial.
Habíamos dicho que no hay ebooks que ripear en número suficiente. Lo que sí que hay, y se reconoce explícitamente en el texto, es aparatos para leerlos. No me acabo de decir acerca de si meter al iPad es pura imbecilidad o es desinformación revenida para apartar la atención de la verdadera cuestión: los ereaders se venden ya en los supermercados, y si eso no es una prueba de que la curva de adopción progresa con alegría, no sé qué puede ser una prueba de ello.
Como vengo diciendo últimamente, el ereader se vende y los que tenían que ofrecer contenidos para ellos no están respondiendo a la demanda. Pero es más: la descarga de ebooks es tan antigua como las redes de pares.
No hablemos de los espacios dedicados al ebook de dominio público, muy anteriores a la WWW (Proyecto gutenberg, 1971). No, hablo de ebooks en PDF y colecciones inmensas de libros en archivos comprimidos, tanto generalistas como especializadas. ¿Cómo podía ser esto?
Pues por diversas razones: por una parte, en las editoriales ha habido desde hace muchos años insiders que han soltado archivos en las redes de pares. No es difícil encontrar PDF con marcas de corte para la imprenta. Por otra parte, los voluntarios (término exacto, dado que actúan por amor al arte, sin ningún tipo de remuneración a cambio), han escaneado libros, produciendo PDF a base de las imágenes directas del libro; se han tomado la molestia de pasarles OCR y que sean textos digitales de tamaño mucho más reducido, e incluso los han corregido o tecleado a mano, como se hacía en sus orígenes con el proyecto Gutenberg.
Esto no ha sido un problema para los periódicos... hasta hace meses. Parecería, por lo tanto, que el problema es el aparato, no el archivo digital obtenido sin permiso.
Algo no me acaba de cuadrar. Con todo, tras la herida ya se dispone del parche:
El director ejecutivo de la FGEE, Antonio María Ávila, que reconoce que la venta de dispositivos de lectura ha "disparado" la piratería, tiene puestas buena parte de sus esperanzas en la ley antidescargas, la llamada ley Sinde. "No arreglará el problema de un plumazo, pero nos pone en el buen camino, el de países como Irlanda, Reino Unido y Francia, mucho más duros. Además, transmite a los usuarios y a las operadoras que España tiene un problema. El propio presidente del Gobierno reconoció cuando nos reunimos con él que en muchos foros internacionales pasa vergüenza cuando surge el tema porque todos le acusan", añade Ávila.Como ahora los ebooks no autorizados producidos a partir de pbooks por voluntarios son un problema, la "ley antidescargas" (¿no era una disposición de la LES?) nos "pone en el buen camino". O sea, cerrando webs con enlaces a descargas, el problema descenderá. Mientras, la oferta de ebooks a la venta sigue un crecimiento anémico, acompañados por precios impopulares en el más puro sentido de la palabra.
A mí me revienta, para qué decir lo contrario. No me hago amigos, precisamente, al afirmar una y otra vez que se debería buscar un equilibrio entre el lector, el autor y el editor de ebooks. Por una parte, tenemos el "gratis total", cuyo impacto indudablemente va a ser negativo. No es que los autores lo tengan fácil para ganarse la vida con los estupendos porcentajes que se lleva el autor - y, oiga, los únicos personajes absolutamente imprescindibles para el libro son el autor y el lector - pero si se extiende el gratis total la situación sólo puede ir a peor para él y para el editor que aporta valor añadido al texto y su distribución.
Por otra parte, tenemos a grupos mediáticos como punta de lanza de grandes empresas de la industria del libro que, por tener, hasta tienen de su parte a un gobierno elegido democráticamente. La respuesta a un cambio revolucionario (que no está forzado a ser un problema) es pisar el freno al crecimiento del ebook mientras se criminaliza la población. Porque, en ausencia de una oferta de ebooks comercial satisfactoria, quien use un ereader, o lee textos de dominio público, copyleft o los suyos propios, o lee los contenidos de las redes de pares.
Ahora hablo en mi nombre sólo: cada vez tengo menos motivos para ser optimista. Sigo creyendo en el inmenso potencial del ebook como instrumento de liberación de las sociedades, la promesa definitiva de que, todo el que quiera, pueda acceder a nuestro inmenso tesoro cultural que nos han legado los que nos precedieron y que seguimos haciendo crecer. Pero en vez de esa utopía posible vamos hacia una distopía rechazable: los intereses generales se dejan a un lado en pro de la defensa de unos intereses particulares y, lo que es peor, se hace desde la visión miope del ebook como un juego de suma cero, cuando objetivamente no lo es.
Es completamente deprimente.
P.S.: ¡Casi lo olvido! ¿No se supone que el iPad iba a salvar la industria editorial? ¿En qué quedamos?
P.S.2: Una entrada al respecto de Galli que me ha encantado: Tabletas y la falacia narrativa perfecta
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