sábado, julio 24, 2010

Una foto terrorífica

O al menos, que debería serlo, para los responsables de Libranda. Pulsad sobre ella, porque es realmente interesante.

Hace un par de días hacía la compra familiar en el Alcampo. Como sabéis, estos establecimientos no están especializados en tecnología :). De hecho, siempre que tengo tiempo me paso a echar un vistazo a su sección de ordenadores, porque la tomo como indicador de lo que el público masivo compra: qué tipos de máquinas, y a qué precio. Por ejemplo, los netbooks tienen su sección permanente desde hace 2 años, pero ocupan menos espacio que los portátiles normales: el margen de beneficio de los primeros es mayor que el de los segundos.

Desde hace cosa de un año, algún lector aparecía y desaparecía, como los ojos del Guadiana. El ereader presenta un problema interesante para Alcampo y establecimientos similares: es inútil si no se puede acceder a ebooks para leer, pero el interés que despiertan no ha parado de crecer desde 2007. Aún abusando de la generalización, el comprador de dispositivos en Alcampo (o sea, el que no lo compre en una tienda especializada o, mejor, por Internet) no va a tener la facilidad que puede tener el comprador por Internet para acceder a ebooks.

No hay que ser un lince para darse cuenta de que el principal freno a la expansión de los ereaders ha sido la falta de ebooks en español.

Pues bien, los ereaders ocupaban una sección independiente en Alcampo el otro día, y el abanico de productos era el que veis. De acuerdo a que la mayoría son netronix o hanlin rebrandeados, pero eso no es lo que cuenta. Sobre todo, no es lo que cuenta para el responsable de electrónica de Alcampo o para sus clientes. Lo que cuenta es que casi todos han bajado del primer sweet spot de 200 €, y sobre todo que quien llega a esa sección del Alcampo se encuentra con toda esa variedad a elegir. Vale que son modelos del año pasado, pero si están ahí es porque se ha registrado una demanda suficiente como para ocupar todo ese (valioso) espacio. Si están ahí es porque se espera venderlos, porque el ereader es definitivamente mainstream, pese a que el ebook en castellano siga teniendo los problemas que tiene.

Hay quien dice que un factor esencial para el despegue de la banda ancha en los hogares españoles ha sido el P2P. En algunos rankings España sale de los primeros usuarios de P2P del mundo. Ahora, sumad eso a la presencia de tantos ereaders en Alcampo. Es posible que muchos consumidores de Alcampo no tengan conocimiento del proyecto Gutenberg o comparables, o de las webs específicas para ebooks en español. Lo que es seguro es que ellos, o sus hijos, familiares o amigos tengan el conocimiento suficiente de las redes de pares como para buscar "libros en español" y encontrar colecciones de 1.000, 2.000, 10.000, 15.000 libros convenientemente organizadas en archivos .rar del tamaño de una película en DIVX. Para un perfil muy amplio de ciudadanos, llenar de ebooks en español un ereader adquirido en una gran superficie no supone un problema en absoluto.

Ahora, he empezado diciendo que debería ser terrorífica para los responsables de Libranda. Tanto, que lo llamaría tormenta perfecta. El parque de ereaders, que hace tiempo que ha dejado de ser anecdótico, tiene detrás a un colectivo de ciudadanos que querrán acceder a ebooks en castellano (algunos comprándolos, algunos descargándolos, y otros haciendo un poco de cada, supongo). Hasta la fecha, la única posibilidad de leer muchísimos ebooks es descargándolos, porque no existe la opción de comprarlos. En los últimos meses, han mantenido una sorprendente campaña de comunicación de Libranda que ha aumentado la visibilidad y el awareness de los ebooks. Tanto, que fotos como la de este post demuestran sin lugar a dudas que los ereaders son ya dispositivos destinados al mercado de masas.

Y en esas condiciones, con más y más ereaders llegando a manos de los ciudadanos, la única forma que siguen teniendo de acceder a los ebooks es descargándolos, independientemente de si están bajo dominio público, licencia libre o copyright. No sólo es por el ridículo número de títulos con los que Libranda sale al mercado. No, el problema adicional (y posiblemente más grave, porque tiene peor remedio) es que usar Adobe Digital Editions no es trivial para un usuario estándar y, sobre todo:

  • Que Adobe Digital Editions no está implementado de igual forma en todos los ereaders. Ya se han registrado casos de incompatibilidad entre diferentes dispositivos.
  • Que no todos los ereaders implementan, o implementan correctamente, Adobe Digital Editions. No sólo es el Kindle con su .mobi, sino algunos lectores que, aunque lo afirman, luego no pueden asegurar que puedan con cualquier epub protegido con Adobe Digital Editions. Imaginad el cabreo de un comprador de un epub protegido con ADE, cuando después de apoquinar no puede leer su ebook en su ereader.
Los tiempos nunca los marca una industria, a menos que logre generar un cuello de botella. Los tiempos de Libranda no son los tiempos del mercado de los ebooks. Libranda es el primer movimiento publicitado de las grandes editoriales respecto al ebook... y responde tan mal a las necesidades de los usuarios de ereaders que les empuja, aún más, a la internet oscura y las redes de pares.

Si es que es de puro sentido común: si te compras un aparato es para usarlo. Si te compras un ereader, lo haces para leer ebooks. Por lo tanto, necesitarás acceder a los ebooks. Dejemos los precios aparte, por una vez: si no te ofertan los títulos que buscan, o si te los ofertan pero acceder a ellos es mucho más complicado que bajarlos de alguna red de pares, lo más lógico es usar la segunda opción.

El verano es una temporada importante para los libros (pbooks o ebooks), porque mucha gente tiene tiempo para leer, y se aprovisiona de libros para estas fechas, tanto si le da tiempo a leer como si no. Este verano leeré cosas que tengo pendientes, informes de Internet y semejantes, y tengo en mente pillarme un par de libros en Amazon que me interesan. Hasta hace un par de años, mi preparación de vacaciones siempre incluía una ruta por librerías para aprovisionarme de los libros que quería leer en verano (y siempre acababa comprando más de los que leía en verano). Desde que tengo un ereader, el peso y volumen de los libros para vacaciones ha desaparecido, y eso ha sido una ganancia realmente considerable. Esta experiencia va a ser vivida por primera vez por todos esos usuarios que se han comprado un ereader este año.

Los días siguen pasando. Libranda ya se ha perdido el período vacacional. Hasta navidades no van a ampliar su catálogo, y me temo que la ampliación también va a ser decepcionante. Mientras, las grandes superficies seguirán ofreciendo de forma estable su catálogo de ereaders, y cada vez más ciudadanos los comprarán, conforme progresa una curva de adopción que se presume exitosa. Llegará Navidad y el nuevo fracaso de Libranda: un montón de ereaders a la venta, y comprados como regalo (quizás muchos con precios inferiores a 150 euros), y sin respuesta por parte de las grandes editoriales.

Conforme pasan los días, lo que se está cimentando entre los usuarios de habla hispana es que los ereaders son aparatos con los que leer con comodidad ebooks conseguidos en las redes de pares. Tómenlo o déjenlo, librandeses, porque es lo mismo. Si persisten en no aprender las lecciones de sus primos de la industria musical, la torta que se van a pegar va a ser comparable, si no superior.

La única forma de revertir el proceso es ya conocida: catálogo muy amplio, sencillez extrema a la hora de adquirir y conseguir los ebooks, precios reducidos comparados con los p-books desde el punto de vista de los compradores de ebooks. Ya se ha hecho, y funciona.

Sospecho que las grandes editoriales están sufriendo un proceso de aversión a la pérdida: les resulta tan difícil asumir la pérdida que ya les supone Libranda, que en vez de dar el duro paso de dejarla atrás y afrontar con realismo la situación se van a mantener en esta posición e incrementar el daño a sus intereses. Sea como fuere, alguien les tendría que hablar del principio de realidad: las cosas son como son, no como queremos que sean.

(Edito) - este post es un ejemplo de la capacidad del ser humano para concentrarse en una tarea. Después de una mañana de estar a su aire, mis descendientes han aprovechado que papá escribía para lanzarle una interminable batería de preguntas sobre lo divino y lo humano, desde cómo funciona un volcán a cómo se hace un ladrillo
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