martes, octubre 28, 2014

RSS: YOUWHENWHAT

O más corto aún - RSS:YWW Esta mañana he estado discutiendo con uno de los creadores de Inoreader sobre la amenaza que puede suponer para los clientes RSS surgidos a partir de la muerte de Google Reader. A Yordan le preocupa que uno de los creadores de RSS se ponga a currar para Facebook, por el poder del monstruo, y yo le he quitado importancia. A continuación, traduzco mi largo comentario en espera que sea de vuestro interés.

El objetivo de un cliente RSS no puede ser el público de masas. RSS siempre ha sido un producto para minorías: usuarios intensivos de información, yonkis de la información, lo que queráis. Periodistas serios, blogueros dedicados, gente al cargo de sites importantes o al menos de publicación frecuente, etc. En el mejor momento de Google Reader, sus usuarios éramos una pequeña minoría comparados con los usuarios de Facebook (el cual apenas uso, por cierto). Google reader no era útil para la mayoría de los usuarios de Facebook, pero los usuarios de Google Reader no podíamos sustituirle por Facebook, Twitter o cualquier otra cosa que no fuera un buen lector de RSS. Cuando Google decidió cerrar Reader, sus usuarios fueron los que protestaron con más energía (¡haciendo manifestaciones!) que cualquier otro grupo de usuarios en la larga historia de cierres de producto de Google. No sirvió de nada, vale, pero demostró que esa pequeña minoría (se hablaba de entre 20 y 40 millones de usuarios) era muy leal y necesitaba de verdad un cliente RSS. manifestación por el cierre de google reader En esos días, Twitter ya estaba maduro del todo y algunos usuarios de RSS intentaron sustituir a reader con twitter... sin éxito, hasta donde sé. La clave de un cliente RSS, de usar RSS, es que decides CUÁNDO leer lo QUE te interesa. Obviamente, no puedes hacer esto en twitter, por más tiempo que inviertas en su timeline. La clave de un cliente social de RSS es que, además de ese TÚCUÁNDOQUÉ (YWW), también puedes COMPARTIR y COMENTAR tanto lo que te interesa como lo que le interesa a tus contactos: aquellos posts suficientemente interesantes como para invertir minutos en la lectura y comentario de los miles de titulares que repasas cada día. Esos contactos del cliente social de RSS son como tú: valoran la buena lectura. Necesitan la buena lectura. Algunos son profesionales, y todos necesitan estar bien informados. Por lo tanto, el tiempo para discutir es limitado, y la discusión es muy diferente de la charla superficial que fuerzan los 142 caracteres de Twitter o el uso de Facebook: frenético, con muy pocas oportunidades para la reflexión, con cientos de usuarios. En Google Reader, éramos grupos de algunas docenas de usuarios en el mejor de los casos. En Facebook o Twitter, lo normal es seguir a cientos. Haced cuentas. Termino. No hablo de usar o no usar Twitter o Facebook. YO los uso muy poco, porque no encajan en mi rutina y me resultan intrusivos. No soy YO quien decido CUÁNDO y QUÉ. Pero para mis amigos y familiares, son muy importantes. Google Reader nunca fue no ya importante, sino siquiera conocido, para la mayoría de mis amigos y familiares. No son yonkis de la información. No necesitan leer tanto cada día. De una vez por todas, hay que asumir que RSS es algo para minorías, tiene un perfil de uso y de usuario muy determinado, y jamás va a superar la barrera de la minoría. Enhorabuena :) Por otra parte, quedan por ahí usuarios apasionados por sus temas y que hacen un uso ineficaz de su tiempo. Que abren cada día sus docenas de páginas para ver si hay actualizaciones. Para ellos, y también para los que se toman en serio estar informados, un lector de RSS es un salto bestial. Es un antes y un después. Yo uso inoreader. Lo conocí cuando el cierre de Google Reader, porque su creador, Yordan Yordanov, lanzó un email a una de las listas de afectados por el cierre, anunciando que había creado una alternativa. En aquellos días, estaba decidiéndome entre feedly (que no es social, y que muestra en móvil las fuentes de una manera que no me gusta) y theoldreader (que no tiene cliente móvil), y lo que me decidió por Inoreader fue que Yordan escuchaba, y escucha. Cuando le comentamos algunos que nos gustaría reenviar noticias por email, como hacíamos con Google Reader, en pocos días estaba implementado. Y así con todo. Soy un evangelista extraño. No paro de hacer publicidad de Inoreader... y pago por ello. No cobro. Pago. Por una cuenta Premium. Por sostener el producto. A estas alturas, ya es mucho más de lo que nunca dejaron ser a Google Reader, y de ser un cliente social de RSS ha pasado a ser un Information Hub. En él consulto mis fuentes, que las discuto y comparto con mis contactos dentro de Inoreader y fuera (por email, twitter o linkedin). Almaceno desde él los posts que me merecen la pena a pocket, readability o evernote. Encima, con versión nativa para Android e iOS Como tantas veces, os animo a probarlo. Quizás ya usáis otro cliente (feedly, theoldreader, etc.), o quizás nunca le habéis dado una oportunidad a RSS. Si queréis hacer una prueba rápida, no tenéis más que crear una cuenta. Si no tenéis fuentes RSS previas, sólo tenéis que añadir dando al enorme botón de "+" a estas fuentes de ejemplo sobre cultura y ciencia, que he exportado de las mías. Cuando lo hayáis importado, os encontraréis con algo así 2014-10-28 10_39_09- La simple belleza de un lector de RSS es la eficacia con la que revisas tus fuentes: agrupadas en carpetas, puedes leer los titulares a toda velocidad, abrir los que te interesan y dejar la mayoría sin leer. O abrir, comprobar que no te interesa, no seguir y pasar al siguiente. O abrir, ver que te interesa pero que es largo y no tienes tiempo, y pasarlo a pocket o readability o instapaper. Si además queréis compartir o discutir los posts que os interesan, lo podéis hacer por fuera (email, twitter, facebook, whatever) o dentro de inoreader. Mi usuario en inoreader es Juan Chulilla (@jlchulilla), por cierto.    

sábado, octubre 18, 2014

Dos nuevos proyectos de e-writer (2): el HemingWriter

Como decían Les Luthiers, "¡Qué coinsidensia!"

Al poco de salir noticias sobre el fusion writer, me empezásteis a mandar información sobre el Hemingwrite, otro proyecto de e-writer mucho más sólido que el fusión writer... pero que me provoca reacciones encontradas


La primera noticia que me mandaron fue de Xataka, que lo llama "una máquina de escribir diferente", y la verdad es que es una buena descripción.
Los que me leéis desde hace tiempo, sabéis que lo que ando buscando es "una máquina de escribir". Una máquina que no desgaste mi vista (más de lo que ya está fastidiada), y que me permita escribir sin distracciones. Parecería que el Hemingway cumple con esas premisas, pero...

... pero lo cierto es que no soporto el hipsterismo. No soporto cuando el diseño se antepone a la función, para empezar porque la función en un dispositivo es la que define su belleza ante mis ojos. Por ejemplo, un teclado IBM serie M es bello por lo que es, el culmen de la perfección de los teclados.

Y lo que vemos aquí es diseño anteponiéndose a la función. Los creadores hablan de un entorno libre de distracciones, pero para eso basta y sobra con un editor de texto como el que uso para escribir este post (en este caso, como es Android, un clon de ed llamado Jota que creó un japonés muy amable). Para ese viaje, no hacen falta esas alforjas, esas palancas steampunk, neogóticas o como las querramos llamar. Aumentan el coste de manera absurda, y de hecho se coloca parte de la carcasa tapando la pantalla e-ink para que simule ser una segunda pantalla elíptica.

De acuerdo, es su invento y hacen lo que quieren. Si veo algo de sentido a mi crítica, es exponer otra forma de hacer las cosas, anteponer la función a la forma y optimizarla para que sea un verdadero placer escribir en cualquier parte.
Hay un ejemplo previo. Un ejemplo que funcionaba magníficamente bien, pero que es tan antiguo que presenta serios problemas de compatibilidad



 

Os invito a que repaséis tanto el magnífico trabajo de Ricardo Villalba como mis propias experiencias con el Dana.

Efectivamente, el Dana es un producto del pasado. Se nota por usar Palm OS 4.1, así como por el diseño del teclado. El primero es problemático por lo que implica ponerlo a trabajar con PC modernos. Lo segundo... es una ventaja. El tacto es realmente bueno y cómodo para trabajar. En mi opinión, muchísimo más adecuado que los teclados de chiclet modernosos.

Y lo cierto es que Palm OS acaba siendo también una ventaja, porque su software es tan limitado hoy en día que te fuerza básicamente a escribir y ya está :).

En otras palabras, se tiene lo mismo con el AlphaSmart Dana que con el HemingWrite, pero es "anticuado" en lugar de "vintage", lo que nos habla mucho del daño que las modas y el diseño hacen a la tecnología funcional para quien no se protege.

En teoría, ofrecerá seis semanas de baterías (en semejante carcasa cabe un peaso de batería, aunque por otra parte nos va a dar un interesante problema de peso). Sincroniza con evernote y google docs, lo cual está bien pero no es óptimo: si no quieres distracciones y eres un talibán, lo suyo es emplear un editor de texto simple y lo demás vendrá por añadidura. La pantalla no está claro de qué generación de e-ink es, pero por otra parte tiene iluminación para currar por la noche.

Por cierto, ya que nos ponemos vintage y tal, lo suyo habría sido que pudiera funcionar con pilas. Pilas como las que se compran en medio mundo, y que podrían darle una autonomía básicamente ilimitada. Y como es vintage, nada de mencionar alimentación solar, que le iría al pelo. Aunque, por otra parte, el efecto fotovoltaico fue la razón por la que le dieron el Nobel de física a Einstein en 1924

Una cosa que me encanta del hemingwrite es que usa un teclado mecánico con actuadores Cherry MX, aunque no dice de qué color (qué resistencia y tacto). Quienes usamos teclados mecánicos con actuadores Cherry sabemos que no hay nada que se pueda comparar. Pero, por otra parte, lo cierto es que se puede comprar un teclado bluetooth mecánico y conectarlo a un dispositivo como el Onyx T68 que os comenté hace poco.

¿Problema? Ya no sería vintage. Sería más barato - ¿os pensáis que semejante carcasa va a salir barata? Es para hipsters a los que les quema el dinero en el bolsillo - y sería más funcional. Pero no sería de diseño, quedaría hasta "de pobres" colocar el ereader y un teclado dentro de una carcasa en la que fuera cómodo escribir encima de las piernas.

El diseño, como digo, está haciendo mucho daño. El metal es in, el plástico es out, pese a que tenga mucho más sentido emplear policarbonato que aluminio para carcasas (a menos que nos pongamos serios, como con los equipos panasonic Toughbook o los Getac, pero entonces no hay esbeltez ni diseño hipstérico, sino mazacote postsoviético. El que repaso es un caso extremo de diseño anteponiéndose a la función, y lo peor es que se olvida de la función:

un eWriter es un dispositivo destinado a escribir.

Sin distracciones, vale, pero sobre todo en cualquier espacio, al aire libre o en edificios, y sobre todo sin cansar la vista. La tecnología empleada le permite una autonomía enorme, vale, pero ante todo de lo que hablamos es de descansar la vista y, por ello, poder estar más horas escribiendo.

Ojalá que les salga bien. No seré uno de sus clientes, pero es perfectamente adecuado que los que anteponen forma a función dispongan de un ereader. Pero sigue siendo un completo desastre que todos los demás no podamos disponer de un dispositivo ligero, resistente, centrado en una pantalla e-ink de alto contraste y con un buen teclado.

viernes, octubre 17, 2014

Dos nuevos proyectos de e-writer (1): el fusion writer

Luis, Luis y Jabaal me han metido caña en las últimas semanas, recordándome que hay nuevos proyectos de e-writer. Reconozco que no me he puesto las pilas porque no doy más... y el panorama de eink, casi tampoco. Por mi parte, mucho curro, lo que es bueno; por parte de eink, o Amazon hace algo (que lo dudo mucho) o el tiempo se agota.

O no, puede que la decadencia sea laaaaarga, pero cada vez la oportunidad para las novedades se reduce.

En esas estamos, que dos grupos diferentes se han lanzado a ofrecer al mundo sus criaturas. Vamos con ellos:

En primer lugar, algunos amigos como Jabaal Miau me comentaron la existencia del Fusion Writer. Se trata de un proyecto de Indiegogo en el que no os aconsejo que invirtáis ni un euro, y ahora veremos por qué. Pero antes de entrar en detalle, los $40 que ha recaudado el figura nos pone en situación.



Lo que vemos es un render. Muy malo. Vemos en la imagen primera un word en una pantalla imposiblemente delgada (eInk tiene un sustrato de cristal, amigo pretender), y luego un teclado simil-mac, contra una base igualmente delgada.

A ver, de ilusiones vive el hombre. Pero si no puedes llegar ni a ejecución, lo que necesitas es indagar sobre el estado del arte antes que pretender que tu render se convierta en realidad.

Para empezar, ahora mismo no puede contar con pantallas de 13". Siendo un proyectito, lo suyo es contar con la pantalla más barata posible, y ahí la pantalla que eInk fabrica para Sony no cabe. Casi no se han fabricado. Otra cosa son las pantallas de 8.9", pero ahí tienes el problema de que un clamshell produciría un teclado demasiado pequeño para adultos varones.

Ahí no acaba la cosa. Puestos a seguir con la lista de los reyes magos, el amigo afirma que su delgadísimo "producto" va a ser waterproof, obviamente sin mencionar si va a cumplir IP65, IP67 o qué. Aunque el eje es el tradicional de un clamshell, pretende que la pantalla va a ser reversible como los equipos yoga de lenovo, sin percatarse de que necesitas un doble juego de bisagras para eso.

El invento va a llevar Android con un editor de texto customizado. Esto último tiene sentido, porque en la actualidad no hay editores de texto perfectamente adaptados a una pantalla eink en blanco y negro.

Acaba el despropósito con un "LCD backlight", y ahí nadie que se lo tome en serio puede seguir leyendo: si es eInk, no hay LCD backlight. De hecho, no existe ese LCD backlight: las pantallas LCD tienen iluminación trasera (backlight) antes por tubo y ahora por LED. Las pantallas eInk (por cierto, AFAIK no las de 8.9", por su antigüedad) tienen iluminación perimetral, peor o mejor implementada.

Es una pena. El creador del proyecto toca en una aspiración minoritaria, pero existente. A mí me lo van a decir. Sin embargo, hacer un render no es como diseñar un producto físico de verdad. No basta con desear. Hay que conocer bien la tecnología, cada uno de los componentes, qué puedes esperar de ellos, y con eso evaluar si puedes generar una propuesta convincente.

Los 40$ que ha conseguido le valdrán para una buena cena con su novia/o, lo que tampoco está mal. Pero si la novia/o es un poco techie, la vergüenza que le producirá semejante propuesta no solo le impedirá disfrutar de la cena, sino continuar la relación.

Gracias por la referencia, Jabaal. Gracias a los que seguís ahí, que entiendo que es por RSS. En cualquier caso, sabed que no tiro la toalla. Y en pocos días (espero!) cubriré otra alternativa que tampoco creo que vaya a funcionar, aunque hay cosas de ella que me encantan. Clac.


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