O más corto aún - RSS:YWW
Esta mañana he estado discutiendo con uno de los creadores de Inoreader sobre la amenaza que puede suponer para los clientes RSS surgidos a partir de la muerte de Google Reader. A Yordan le preocupa que uno de los creadores de RSS se ponga a currar para Facebook, por el poder del monstruo, y yo le he quitado importancia. A continuación, traduzco mi largo comentario en espera que sea de vuestro interés.
El objetivo de un cliente RSS no puede ser el público de masas. RSS siempre ha sido un producto para minorías: usuarios intensivos de información, yonkis de la información, lo que queráis. Periodistas serios, blogueros dedicados, gente al cargo de sites importantes o al menos de publicación frecuente, etc.
En el mejor momento de Google Reader, sus usuarios éramos una pequeña minoría comparados con los usuarios de Facebook (el cual apenas uso, por cierto). Google reader no era útil para la mayoría de los usuarios de Facebook, pero los usuarios de Google Reader no podíamos sustituirle por Facebook, Twitter o cualquier otra cosa que no fuera un buen lector de RSS.
Cuando Google decidió cerrar Reader, sus usuarios fueron los que protestaron con más energía (¡haciendo manifestaciones!) que cualquier otro grupo de usuarios en la larga historia de cierres de producto de Google. No sirvió de nada, vale, pero demostró que esa pequeña minoría (se hablaba de entre 20 y 40 millones de usuarios) era muy leal y necesitaba de verdad un cliente RSS.
En esos días, Twitter ya estaba maduro del todo y algunos usuarios de RSS intentaron sustituir a reader con twitter... sin éxito, hasta donde sé. La clave de un cliente RSS, de usar RSS, es que TÚ decides CUÁNDO leer lo QUE te interesa. Obviamente, no puedes hacer esto en twitter, por más tiempo que inviertas en su timeline.
La clave de un cliente social de RSS es que, además de ese TÚCUÁNDOQUÉ (YWW), también puedes COMPARTIR y COMENTAR tanto lo que te interesa como lo que le interesa a tus contactos: aquellos posts suficientemente interesantes como para invertir minutos en la lectura y comentario de los miles de titulares que repasas cada día.
Esos contactos del cliente social de RSS son como tú: valoran la buena lectura. Necesitan la buena lectura. Algunos son profesionales, y todos necesitan estar bien informados. Por lo tanto, el tiempo para discutir es limitado, y la discusión es muy diferente de la charla superficial que fuerzan los 142 caracteres de Twitter o el uso de Facebook: frenético, con muy pocas oportunidades para la reflexión, con cientos de usuarios.
En Google Reader, éramos grupos de algunas docenas de usuarios en el mejor de los casos. En Facebook o Twitter, lo normal es seguir a cientos. Haced cuentas.
Termino. No hablo de usar o no usar Twitter o Facebook. YO los uso muy poco, porque no encajan en mi rutina y me resultan intrusivos. No soy YO quien decido CUÁNDO y QUÉ. Pero para mis amigos y familiares, son muy importantes.
Google Reader nunca fue no ya importante, sino siquiera conocido, para la mayoría de mis amigos y familiares. No son yonkis de la información. No necesitan leer tanto cada día. De una vez por todas, hay que asumir que RSS es algo para minorías, tiene un perfil de uso y de usuario muy determinado, y jamás va a superar la barrera de la minoría.
Enhorabuena :)
Por otra parte, quedan por ahí usuarios apasionados por sus temas y que hacen un uso ineficaz de su tiempo. Que abren cada día sus docenas de páginas para ver si hay actualizaciones. Para ellos, y también para los que se toman en serio estar informados, un lector de RSS es un salto bestial. Es un antes y un después.
Yo uso inoreader. Lo conocí cuando el cierre de Google Reader, porque su creador, Yordan Yordanov, lanzó un email a una de las listas de afectados por el cierre, anunciando que había creado una alternativa. En aquellos días, estaba decidiéndome entre feedly (que no es social, y que muestra en móvil las fuentes de una manera que no me gusta) y theoldreader (que no tiene cliente móvil), y lo que me decidió por Inoreader fue que Yordan escuchaba, y escucha. Cuando le comentamos algunos que nos gustaría reenviar noticias por email, como hacíamos con Google Reader, en pocos días estaba implementado. Y así con todo.
Soy un evangelista extraño. No paro de hacer publicidad de Inoreader... y pago por ello. No cobro. Pago. Por una cuenta Premium. Por sostener el producto. A estas alturas, ya es mucho más de lo que nunca dejaron ser a Google Reader, y de ser un cliente social de RSS ha pasado a ser un Information Hub. En él consulto mis fuentes, que las discuto y comparto con mis contactos dentro de Inoreader y fuera (por email, twitter o linkedin). Almaceno desde él los posts que me merecen la pena a pocket, readability o evernote. Encima, con versión nativa para Android e iOS
Como tantas veces, os animo a probarlo. Quizás ya usáis otro cliente (feedly, theoldreader, etc.), o quizás nunca le habéis dado una oportunidad a RSS. Si queréis hacer una prueba rápida, no tenéis más que crear una cuenta. Si no tenéis fuentes RSS previas, sólo tenéis que añadir dando al enorme botón de "+" a estas fuentes de ejemplo sobre cultura y ciencia, que he exportado de las mías. Cuando lo hayáis importado, os encontraréis con algo así
La simple belleza de un lector de RSS es la eficacia con la que revisas tus fuentes: agrupadas en carpetas, puedes leer los titulares a toda velocidad, abrir los que te interesan y dejar la mayoría sin leer. O abrir, comprobar que no te interesa, no seguir y pasar al siguiente. O abrir, ver que te interesa pero que es largo y no tienes tiempo, y pasarlo a pocket o readability o instapaper.
Si además queréis compartir o discutir los posts que os interesan, lo podéis hacer por fuera (email, twitter, facebook, whatever) o dentro de inoreader. Mi usuario en inoreader es Juan Chulilla (@jlchulilla), por cierto.
No lo conocía. Lo probaré a ver qué tal. Estoy con Feedly y el cliente móvil tampoco me convence, bueno en general leer textos largos en el móvil no me convence de ninguna manera.
ResponderEliminarPara Android, el mejor es Greader, sincronizado con Feedly en el PC para organizar cómodamente las fuentes en pantalla grande. Sincroniza en ambos sentidos.
ResponderEliminarRespecto a leer textos largos en el móvil, peor es en una pantalla grande. A partir de 4,5, con un buen programa de lectura (actualmente uso Instapaper), es comodísimo.
Alicia
Yo al final migré a NetVibes. No es perfecto, es peor que GReader, pero me hace el apaño. Funciona en cualquier navegador, incluido en los navegadores online con pantalla pequeña.
ResponderEliminarProbaré ese InoReader, que no lo conocía. Reconozco que el aspecto social de GReader no lo usaba nunca pero últimamente entro más de una vez en la propia noticia para enviarla a algún sitio.
puedes combinar IFTTT con Pocket. Y te sale un lector RSS bastante bonito.(la pega es que tengas que usar 2 apps para ello). yo voy a crear un lector RSS que sea bonito, gratis, valla rapido y que no pida mas permisos de lo necesario para Android.
ResponderEliminarYa tengo un lector RSS, como he explicado. Si no te convencen los permisos de la app, siempre puedes usar la versión web. Pero usar cualquier otra cosa que no sea un lector RSS para leer RSS, por mucho que cuenten en genbeta, es ineficaz: ni puedes filtrar, ni puedes meter reglas, ni puedes usar carpetas...
ResponderEliminarpocket es un genial lector offline. Lo uso a diario. Pero para RSS, uso un lector RSS
Yo al final me quedo con InoReader. En solo 2 días me ha convencido de sobra.
ResponderEliminarHay algunas cosas que aún no se hacer, como forzar a que me cargue la versión mobile SIEMPRE en algunos feeds. O que algunas imágenes no las carga automáticamente y otras sí.
Pero su versión gratis gana DE LEJOS a la versión gratis de Netvibes (que son las que he probado). Y la app de Android está a años luz del HTML5 mobile de Netvibes. Y estaba con Netvibes porque lo demás me parecía mucho peor...
Eso sí, para sustituir igoogle y cargar de un tirón en una sola página twitter, facebook, email y alguna cosa más me quedo con Netvibes, dónde he puesto un enlace a InoReader. Hasta encontrar algo mejor claro.