lunes, octubre 31, 2005

Un ejemplo de la idea de bliki

Estos últimos días, algunos de mis colegas me hacen preguntas básicas sobre los blogs, la sindicación, la blogosfera...

Pretendo que tinta-e cumpla con la parte final de su leit-motiv:
...lo que pretendo es que esto no lo lean sólo los frikis, geeks y demás gentuza como yo.
Si tinta-e fuera un bliki, crearía pequeñas entradas wiki sobre rss, sindicación, blogosfera, etc., ajustadas tanto al tono como a los propósitos del blog. Como no lo es, tengo que buscar referencias externas y linkarlas. La búsqueda es menos trivial de lo que parece, porque cada entrada tiene que responder a los criterios de calidad que tengo en mente y, además, estar escrita en castellano (de la Internet Oscura para HispanoParlantes tengo que hablar en breve).

De hecho, esa búsqueda y encadenamiento es una tarea básica para la construcción de mis posts. Con ella enlazo cada entrada a contenidos que entiendo relevantes para lo que estoy tratando. Sin embargo, me gustaría disponer de las dos opciones, poder crear entradas organizadas de forma asincrónica.

Voy a seguir dando vueltas a la idea.

blogs, wikis, blikis, ziddlywikis (I)

"Quien mucho corre, pronto para"

Me entran ganas de aplicarme esto a mí mismo. Poco más de una semana después de haber activado tinta-e, quiero cambiar el formato.

La bitácora, en sí, es un formato necesario para lo que quiero hacer: comunicar sobre algunos aspectos que me fascinan de las TIC. Simple, inmediato, motiva a volver (¡Espero!). La sindicación ha disparado su potencial. Las bitácoras hablan entre sí y el autor, sin perder su independencia, forma parte de una red que transmite y elabora.

Las bitácoras son, posiblemente, la materialización perfecta de lo que Jaron Lanier deseaba para Internet: Un lugar donde alzar la propia voz y no sólo recibir las de otros. Claro que, en 1997, Lanier sólo hablaba de colgar tu propia página web (¿Alguien se acuerda de la referencia?).

Mi problema es que echo de menos las ventajas de un wiki.

Conocí el concepto gracias a barrapunto entre 2000 y 2001. Me cautivó su simplicidad y flexibilidad. Algunos de los que lean este post se acordarán de cuando empecé a dar la brasa para "emplear un wiki para mantener y organizar los registros de campo de los etnógrafos". La propia palabra, wiki, se tomaba con cierto cachondeillo. Para mí, finales de 2002, no era nada divertido, porque tenía que mantener organizados los registros de campo que los etnógrafos me enviaban (y llegaban, o no) por email para el proyecto Nuevas Cartografias de Madrid que estábamos llevando a cabo para La Casa Encendida y la Casa de América.

Una vez que mi colega Palla se decidió por tikiwiki, y lo aplicamos al proyecto, todo cambió y para bien. No se volvió a perder un registro de campo y, lo que es más importante, pasamos de tener una suma creciente de archivos de texto individuales a trabajar sobre una plataforma unificada en la que todos los miembros del equipo tenían acceso inmediato a la totalidad de la documentación del proyecto.

Una pasada. Es lo que hecho de menos en tinta-e. Si en el futuro quiero recuperar datos de un post, tendré que sumergirme en el histórico de tinta-e. Si alguien da con tinta-e dentro de unos meses, no va a ser inmediato que dé con contenidos de su interés si están alejados en el tiempo, por más que me decante por un sistema de insertar tags o coloque manualmente en la barra lateral una selección de los posts más relevantes.

Me preocupa, en suma, la fecha de caducidad de unos posts que me han llevado cierto trabajo. No sólo me preocupa, sino que la entiendo como un aro por el que no tengo que pasar. Como ocurre tan a menudo, alguien pensó antes que yo en la idea que me estaba rondando por la cabeza: un wiki + blog, bautizado felizmente como bliki por Martin Fowler.

Con una plataforma así, en teoría se dispone de lo mejor de los dos mundos: la inmediatez, frescura y comunicabilidad de la bitácora, y la organización asincrónica de contenidos de un wiki. Pone a tu alcance una voz y un archivo inmune al tiempo, que permite a otros seguir haciendo uso en el tiempo de tus posts. Si respetan las condiciones de uso, que para eso están.

Le estoy dando vueltas a dos posibilidades: una, SnipSnap, básica, conservadora, inmediata. Otra, radical, no tan inmediata: Ziddlywiki.

Continuará...

jueves, octubre 27, 2005

Aclarando un poco más: spam <> web 2.0

Tinta-e lleva reactivado poco más de 24 horas. Hace poco más de una hora, un bot me metió esta lindeza en los comentarios:



No es algo terrible. Puedo vivir con ello.

Me parece claro que tampoco es web 2.0.

Si seguimos la dicotomía inicial de O'Reilly (¿Por qué se desprecia tanto el anchor, con lo cómodo que resulta para referenciar un punto específico de un artículo?), podemos hacer una lectura rupestre de la evolución de la publicidad: al usuario no le importa el google adsense, pero le revientan los pop-ups y todo tipo de publicidad intrusiva calcada de los mass media. Ni te cuento lo que ocurre con el spam.

Tanto si web 2.0 llega a algo, como si la evolución de Internet pasa por caminos diferentes, parece evidente que el spam tiene los días contados. El Spam es propio de los tiempos pioneros, cuando algún recién llegado podía picar con un email para comprar medicamentos que le alargar an el pene o tratar de recuperar la herencia del presidente de Nigeria. Es sencillamente incompatible con el blogger o, en general, con todos los millones que usamos todo tipo de plataformas colaborativas. Si se me permite la analogía, el spam terminará siendo como un dodo que tuvo una diarrea imposible, y que en vez de ser víctima fue verdugo del e-mail antes de desaparecer.

Lo importante es participar: ¿democracia?

Quizá lo que engloba tanto la producción como la cosecha de las que hablaba Poliorcetes sea la participación. Una participación que se da ahora de muy diversas formas: crear, mantener y forkear aplicaciones; crear, discutir y distribuir contenidos, escribiendo, compartir información, archivos y recursos; clasificar la información vertida...

Sin embargo, no nos encontramos ante un panorama democrático, en el que Internet es del y para todo el pueblo. Las distintas iniciativas que las administraciones españolas llevan a cabo (la última, ayer), ponen una y otra vez el dedo en la llaga de que sólo una minoría disfrutamos de esta revolución contínua. No es algo tan obvio como parece, sobre todo para los que cada día nos zambullimos varias horas en nuestro pequeño pandemonium local.


referencia de blogespierre, tomada a su vez de ''Métrica de la blogosfera" de JJMerelo y Fernando Tricas en Telos.

No se puede descartar que la creación y evolución de los buscadores haya respondido a un afán de democratización de la información, un deseo de que toda la información mundial termine por estar al alcance de todos (aunque puede ser al contrario XD). Hace unos meses, durante nuestra conferencia anual, Amando de Miguel afirmó que las tesis doctorales de nuestros días ya no pueden ser una recopilación exhaustiva de información sobre un tema específico, porque eso ya está al alcance de cualquiera y ya no requiere tanto esfuerzo como antes. Efectivamente, la información está ahí.

Google está ahí para todos, pero ¿Todos sabemos buscar? La web se está abriendo a la participación de cualquiera que quiera colaborar con su trabajo e ingenio, pero ¿quiénes pueden aprovechar esta apertura? En definitiva, se ha iniciado (lleva ya tiempo) una revolución en la generación y compartición de conocimiento colectivo, pero ¿será un conocimiento de y para unos pocos elegidos? ¿Darán gobiernos y empresas con el chiste de la alfabetización digital?

Por otro lado, se me ocurre pensar acerca de la calidad del conocimiento acumulado y de los peligros de las herramientas que se ponen a nuestra disposición para su construcción. Portales del tipo del.icio.us o del.irio.us pueden convertirse en generadores de núcleos parcelados de conocimiento, donde unos usuarios se alimenten de las búsquedas y tags de otros y todos acaben sabiendo lo mismo (a partir de las mismas fuentes) de las mismas cosas, etiquetándolas además del mismo modo. Un potencial problema que se resuelve de una forma sencilla: no cayendo en la tentación de fagocitar búsquedas unos usuarios de otros y procurando alimentar los portales con fuentes externas, procedentes de blogs, buscadores y navegaciones individuales por la red.

un ejemplo de web 2.0 para andar por casa

Hace cosa de año y pico, un tertuliano de esos de a duro la docena (la especie más común, con las variantes principales de fascistoide y buenrrollito) soltó una perla que me puso los pelos como escarpias: "Bueno, no sé cómo se está montando todo este alboroto con la salida a bolsa de Gugle, porque esto al final no va a ser más que otro par de chicos colgados tecleando direcciones de internet a toda velocidad". Se los juro que esto se pudo escuchar en un programa de análisis bursátil de alcance nacional.

Esto me lleva a tres consideraciones:
  1. ¿Cómo explicamos que no se extinga la fauna tertuliana en nuestros medios?
  2. Un problema para la web 2.0 es que la brecha digital, como diría warshauer, no es un único abismo entre el que tiene el acceso a internet y el que no lo tiene, sino que hay múltiples barreras que separan a grandes masas de población (incluidos políticos y gestores de empresa), de un uso y disfrute plenos de Internet y las TIC en general.
  3. La evolución de los buscadores puede ser una buena analogía del posible tránsito de web 1.0 a 2.0, si es que se da tal cosa
    1. Los primeros buscadores evolucionan a partir de listas creadas manualmente. Jerry Chang y David Filo crean así Yahoo.
    2. El crecimiento de Internet obliga a los buscadores a crecer a su vez y, durante un tiempo, conviven automatismos crecientes en la captura de información con trabajo manual remunerado.
    3. Google lo pone todo patas arriba, dejando atrás el factor humano directo, rastreando la red automáticamente y priorizando las entradas para cada búsqueda con su algoritmo pagerank, que mide la frecuencia con la que una página que va a aparecer en el resultado de la búsqueda es enlazada por otras páginas.
    4. Aún siendo automático, en realidad es un salto atrás, hacia el usuario, porque lo que mide pagerank es la decisión individual de cientos de millones de contribuyentes a páginas y webmasters de vincular sus contenidos a unas páginas y no a otras.
    5. Del.icio.us ofrece una plataforma elegante y versátil para volver, en cierto sentido, al punto de partida: los usuarios son los que clasifican la Red. En vez de cientos de empleados de una empresa, son millones de usuarios que trabajan tanto en su propio beneficio como en el de la comunidad y, en general, todos los que consultan el servicio. En vez de una estructura jerárquica como los buscadores clásicos, tenemos multitud de folksonomías diferentes a través de las cuales alcanzar información que otros usuarios han considerado valiosa. En vez del hipervínculo anterior, obtenido buscando folksonomy en Google y A9, 1239 usuarios escogieron esta entrada como referencia más compartida entre ellos al respecto.


De momento, y posiblemente para siempre, no se puede comparar las dimensiones de del.icio.us con las de Google: para empezar, los usuarios del primero no van a dejar de usar el segundo. Sin embargo, la evolución de los sistemas de búsqueda y clasificación de webs sigue una trayectoria de incremento constante del poder y las posibilidades de los usuarios: primero un par de usuarios deciden qué y en qué puesto; luego lo hacen unos cientos de empleados; luego, un algoritmo mide cómo los usuarios vinculan entre sí sus páginas; finalmente, una plataforma da plenos poderes a los usuarios para que clasifiquen las páginas y, además, digan por qué. Para esto, y para que ellos mismos puedan observar cómo otros usuarios clasifican y por qué, y para monitorizar ellos mismos la evolución de las clasificaciones.

... y por cierto, buena parte de este post lo he producido a partir de otra plataforma definible como web 2.0 (o que, al menos, cosecha la inteligencia colectiva con eficacia): wikipedia.

miércoles, octubre 26, 2005

Cosechar o explotar la inteligencia colectiva

What is web 2.0, tanto por lo que dice como por quién lo dice, es uno de los artículos que han provocado todo el Alboroto, expectativas (1, 2), o suspicacias (1, 2) que está provocando esto de la web 2.0.

Las suspicacias se basan en aquello tan bonito: El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Así, hay quien no escarmienta del batacazo del 2001 y se está poniendo en línea de salida para vender humo, hay quien tampoco ha escarmentado y está colocando su cuello financiero en la picota de los primeros, y hay terceros que, al olor de la sangre, acuden en tropel para vender vapor o sustancia, tanto da, pero con la nueva buzzword bien visible.

El entusiasmo, digo yo, deriva de que 4 años dan para mucho, de que es evidente de que los internautas activos, prosumers o como queramos llamar a los que quieren participar y hacer con sus manos están alcanzando o han alcanzado ya una masa crítica, y que estamos en un momento en el que una serie de tecnologías adquieren popularidad y madurez.

Lo de que los wikis para O'Reilly son una de las vanguardias de web2.0 es un buen ejemplo. Ward Cunningham lanzó el primero en el 96, y un servidor los emplea profesionalmente desde 2001. Sin embargo, algunos ejemplos brillantes han puesto el concepto y la buzzword a la vez en el candelero, demostrando contundemente que cuando se piensa y se comunica la tecnología de forma eficiente, cuando logras transmitir a un número suficiente de usuarios los beneficios que van a obtener de una tecnología determinada, la tecnología se crea dos veces: una, por el arquitecto de la tecnología, que se estruja la sesera dar forma a una nueva herramienta; otra, por el pensador de la tecnología(a falta de un término mejor, ¿sugerencias?), que se encuentra con una nueva herramienta para trabajar con información y piensa en unos destinatarios, presentación y uso adecuados. Ward Cunningham y Jimbo Wales, el arquitecto y el pensador de tecnologías.


mi menda

Uno de los aspectos que más me llama la atención de todo este alboroto es la atención que (por fín) está despertando la inteligencia colectiva, o como queramos llamar a colaboración implícita entre un número muy elevado de usuarios que usan la misma plataforma con motivos y fines casi tan diversos como su propio número. En webdosbeta, un asistente comentó la ventaja de superar la relación con tus iguales y colaborar con gente de perfil muy diferente al tuyo (una idea semejante a la aportación de Granovetter a la teoría de redes, la fuerza de los vínculos débiles). Es la buena idea que hay detrás de la tan cacareada multidisciplinariedad, y una de las motivaciones para entrar en Internet más poderosas (junto con exactamente la contraria, buscar gente que no conoces y con la que compartes algo).

La colaboración con gente como tú y al lado de gente diferente a ti ha sido y está siendo optimizada en diferentes plataformas de internet. Estas plataformas no dejan de aumentar la variedad de sus fines, aplicaciones y ganchos. Las más exitosas están en boca de todos, y las demás luchan denodadamente en esta economía de la atención de nuestros días.

El resultado de estas dos plataformas es doble:

  • Por una parte, los usuarios cosechan los resultados de las acciones de todos los usuarios de una plataforma dada, generalmente tanto si participan activamente en ella como si no. La relación de fuerzas varía: un pequeño número de participantes comparado al número de los que cosechan (wikipedia), o un gran número de participantes que cosechan principalmente lo que siembran y se sirven poco de lo que siembran otros (flickr), o un buen equilibrio entre participación y uso de resultados colectivos (del.icio.us), o cualquier otra variación entre las relaciones de fuerzas y resultados.
  • Por otra parte, las empresas explotan los resultados de la acción colectiva más allá de la perspectiva del usuario. Por más que los modelos de negocio sean siempre más complejos y cubran más factores que lo que voy a decir, es trivial que nadie da algo por nada: googlemaps, googlemail, los ejemplos anteriores, todo el ecosistema de servicios gratuitos para el usuario que está explotando en los últimos tiempos. Lo que ofrecen es bastante más que algo, y evidentemente esperan resultados. Por más que los "nuevos" modelos de publicidad sean una realidad, hay un motivo al menos tan importante como ésta: una plataforma web popular permite conocer a un nivel de detalle sin precedentes las preferencias y prioridades de los usuarios. Si bien no se puede conocer sin sesgo detalles ortodoxamente fundamentales tales como edad, sexo, nivel cultural o económico, la cantidad y variedad de acciones que los usuarios llevan a cabo en una plataforma popular compensa sobradamente esta carencia. La explotación de los resultados de la inteligencia colectiva, por lo tanto, es una fuente de financiación complementaria a la "tradicional", la publicidad: comprender a ese nivel determinadas preferencias o actitudes de los usuarios puede llegar a valer tanto como hacer tu producto visible exactamente al perfil adecuado. De esto saben bastante gente como los de dicelared, por ejemplo, y conviene leer la política de privacidad de gmail.
Creo que lo mejor que tiene todo esto que nos está pasando en Internet es que cosecha y explotación de la inteligencia colectiva pueden convivir perfectamente. No son un juego de suma cero (1, 2). Sería infantil contraponer una colaboración altruista entre iguales con la perversidad de una empresa que nos ofrece algo bonito para espiarnos vilmente. De hecho, se le puede dar la vuelta al asunto: sin las vías de financiación (publicidad dirigida, datos para minería), no podríamos disponer de esta nueva hornada de plataformas web tan útiles. Y si somos conscientes de lo que hacemos, puede que no nos importe que conozcan nuestras acciones entre millones más (o que las protejamos, que para eso está PGP o GPG)

martes, octubre 25, 2005

webdosbeta y los futuros de web 2.0

Ayer tuvo lugar el encuentro webdosbeta (entradas en los blogs de jjmerelo, fernand00, o loogic, éste último lo leí por encima del hombro :) ). Bastante denso y sugerente, por la mañana se presentaron en rápida sucesión un conjunto de nuevas iniciativas o iniciativas relacionadas con web 2.0: Aud'asti, Blogómetro, Compareblogs, DiceLaRed, EyeOS, FON, MusicStrands, NectaRSS, Tagzania, (esta posiblemente es la que más me llamó la atención, aunque me quedan algunos puntos oscuros - ¿Hay que buscar el sitio en el mapa a pelo? o Tractis).

Supongo que la mayoría de los que fuimos, con independencia de lo que nuestro nivel de conocimiento, teníamos la impresión de que se está cociendo algo con esto de la web 2.0 (algunas entradas anteriores de /., 1, 2, o el artículo “canónico” de Tim O'Reilly). Hubo quien aprovechó que el Pisuerga pasa por Valladolid para sumar su proyecto, empresa o lo que fuera a este concepto difuso de web 2.0. Una y otra vez se sugirió, aún con reservas, la posibilidad de que esto de la web 2.0 tuviera algo o bastante de vapor (hace tiempo, p.e., segfault direccionó a un post sobre 10 cosas que no son web 2.0).

La parte más negativa de webdosbeta que encontré es que, si bien salí con un buen montón de información nueva, mi duda sobre web 2.0 no hizo sino acrecentarse: ¿Es más vapor que realidad? ¿Viceversa? ¿Van a tener lugar cambios radicales en los próximos 24 meses, o no? ¿Se ha superado el miedo al crack de las dotcom? ¿Hay quien no aprendió la lección?

¿Qué pensáis del tema?

Segundo intento

Tras una prolongada pausa (3 meses), reanudo actividad. El personaje que vemos abajo se ha encargado de que todos mis cálculos de tiempo se vayan al traste, y una de las víctimas, hasta ahora, ha sido Tinta-E. Mira que bien.

Flickr Photo

Mi cerebro está asimilando a buen ritmo el tremendo cambio que me sigue sucediendo, y mi emisión de baba está bajando a niveles civilizados (justo cuando Aurora, mi nena, está en un periodo de pedorretas baboseantes tremendas).

Como quiera que además están ocurriendo demasiadas cosas, toca volver a escribir

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