Hay que ser justos, o al menos tratar de serlo: no creo que Amazon sea la principal responsable del ocaso de las librerías locales. Aquí no tenemos Amazon, pero otros locales mayoristas se han llevado por delante a gran parte de las librerías. En el centro de Madrid, lugar tradicional de librerías, FNAC y otros acabaron con casi todas. Quiero pensar que no tiene que ver demasiado con los hábitos de lectura porque, se diga lo que se diga, ni en los 80 ni en los 90 éste era un país de lectores.While I was wrong the other day about Google's AppEngine being a lock-in play (see the comments on that post), I don't think I'm wrong that Amazon has serious plans for vertical integration of the publishing industry. Having got retailers on the ropes, they now are aiming at publishers. From a Publisher's Weekly article entitled As Amazon soars, bookstores creep:
With Amazon's growing power in book sales, it's understandable that publishers may be a bit anxious on learning that in Amazon's 10-k filing with the Securities and Exchange Commission, the company lists among its many competitors not just bookstores but also publishers.
Y eso que Amazon creció en el sentido contrario, generando un gran valor para los editores al darles nuevos y fructíferos caminos por donde colocar sus obras
Amazon has, so far, created huge value for the publishing ecosystem. Now, as they become more powerful, they need to be especially watchful that they don't irreparably damage an industry on which they too depend.En cualquier caso, harían bien los editores españoles en analizar los pasos que está dando Amazon, porque no es imposible que pudiera acabar sucediéndoles -al menos, en parte- lo que les puede suceder a los editores americanos: que en la transición (parcial) de los libros a los e-libros, les salga un competidor demasiado poderoso, con ese bonito cierre (lock-in) que introduce en el proceso editorial con su kindle. Lo que en principio podría parecer el camino a la tierra prometida, poder vender libros sobre los que las editoriales han comprado derechos y que un tercero les asegure que no pueden ser pirateables y les evite los costes de distribución, puede convertirse en un nuevo escenario de integración vertical del panorama editorial, con un sólo actor decidiendo precios y otras condiciones (como el printing on demand)
Sintetizando: hasta hace poco veía al kindle y a Amazon como la vía más sólida de despegue de los ebooks, al ofrecer una plataforma que -eso pensaba- ofrecía las máximas garantías al editor. Dándole otra pensada, he llegado a que es la antítesis de un nuevo ecosistema de producción cultural. En vez de una pobladísima constelación de autoeditores, microeditoriales, colectivos, pequeñas editoriales, etc., todos liberados de los problemas de impresión, almacenaje y distribución, tendríamos un cuello de botella concentrado en un único actor al que sólo le haría falta decir "All your bases belong to us"