sábado, febrero 27, 2016

¿Qué tendría que llevar un dispositivo de escritura perfecto para ti?

Eso es lo que me preguntaba Victor en los comentarios de mi último post. La pregunta salió a partir de mis comentarios negativos sobre el freewriter, que se podrían resumir en una sola pregunta: ¿Hay algo que pueda competir en importancia con mejorar la experiencia de escritura y sus resultados?

El punto de partida debería ser el siguiente: muchos siguen (¿seguís?) empleado para escribir un tipo de editor que sigue la metáfora básica de una máquina de escribir con esteroides: WYSIWYG. Word, writer, esas cosas raras que hacen en Apple, incluso wordpad o el google docs imitan visualmente a una máquina de escribir, y las operaciones son las de una máquina de escribir mágica: escribir, borrar, mover, dar formato de carácter o de párrafo, etc.

Conforme un usuario ha nacido a partir de los 80, es menos probable que haya visto una máquina de escribir física en funcionamiento cuanto más joven sea, y no digamos que la haya usado en serio. Yo nací en 1971, y las usé realmente poco, porque a partir de los 16 palos ya estaba usando wordstar.

¿Tiene sentido que una persona nacida a partir de 1990 emplee una máquina de escribir que jamás ha conocido en la realidad?

Otra alternativa es la "escritura sin distracciones". Con mucha cabeza, algunos autores han renunciado a cualquier cosa que no sea escribir (siendo cosa=formatear, maquetar y en general joder la marrana). Para eso vale el notepad, o su versión ++, cualquier editor de texto en cualquier plataforma y, por supuesto, el überpoderoso VIM (o EMACS si tienes más de 10 dedos en las manos o más de 30 articulaciones). La ventaja es evidente, pero también lo es la limitación: ¿seguro que con máquinas con zillones de transistores, lo mejor que podemos aspirar es a un notepad?

Luego tenemos el modelo outliner, que descubrí gracias a scrivener. Si no lo conocéis, prefiero que indaguéis por vosotros mismos. Hace poco que un tipo la mar de amable ha lanzado una alternativa libre, manuskript, con un gran potencial. Lyx ofrece también un outliner, que no manejaba en todo su potencial debido a que no entendía el concepto en su totalidad, y encima se basa en la escritura sin distracciones. Es mi herramienta por defecto, pero no es perfecta (e.g., si necesitas otra cosa que no sea latex/pdf como formato de salida).

Y aquí acabo... por ahora. Creo que es un buen resumen para tomarlo como punto de partida.

Pero no quiero continuar sin vuestras ideas. Si seguís leyendo tinta-e, y si habéis leído el post hasta aquí, es porque la mejora de la experiencia de escritura es un tema que os interesa. Querría plantearos una pregunta inicial, a responder en los comentarios:

¿Qué creéis que hace falta para mejorar la experiencia de escritura respecto a lo que tenemos actualmente?

Y ojo, no incluye la parte sistema (con qué programas hay que convivir, o hasta dónde se podría simplificar el entorno de trabajo para ayudar a la concentración en la escritura) ni la parte hardware (qué novedades ofrecerían una ayuda real para la escritura). Sólo querría discutir acerca del software de escritura como punto de partida para llegar al Sión del aporreo de teclado.

No os cortéis, porfa. Tengo las ideas más o menos claras, pero seguro que se os ocurren cosas que no he tenido en cuenta. Y si leéis el post en RSS, por favor entrad al post para mantener la discusión unificada.

¡Gracias de antebrazo!

viernes, febrero 26, 2016

Freewriter, el error de anteponer la forma a la función



Los que me leéis desde tiempo ha sabéis que persigo un concepto: el e-writer, el dispositivo o montaje que permita escribir con la vista descansada, con las menores distracciones posibles, bajo el sol, sin preocuparte con la batería...

Pues bien, a lo largo de esta semana han salido publicaciones en las que se anuncia la próxima venta del freewrite (antes hemingwrite), un dispositivo que, en teoría, cumple con todo esto. Encima, emplea un estupendo teclado mecánico con switches cherry red.

Yo tendría que estar dando palmas con las orejas y lanzándome como si no fuera un mañana a por él, sin importar el precio.

¿no?

Pues no. Ni de broma. Y paso a explicarme

El 18 de octubre de 2014 escribí al respecto por primera vez. Ya en aquellos días decía que

lo cierto es que no soporto el hipsterismo. No soporto cuando el diseño se antepone a la función, para empezar porque la función en un dispositivo es la que define su belleza ante mis ojos. Por ejemplo, un teclado IBM serie M es bello por lo que es, el culmen de la perfección de los teclados.
Y lo que vemos aquí es diseño anteponiéndose a la función. Los creadores hablan de un entorno libre de distracciones, pero para eso basta y sobra con un editor de texto como el que uso para escribir este post (en este caso, como es Android, un clon de ed llamado Jota que creó un japonés muy amable). Para ese viaje, no hacen falta esas alforjas, esas palancas steampunk, neogóticas o como las querramos llamar. Aumentan el coste de manera absurda, y de hecho se coloca parte de la carcasa tapando la pantalla e-ink para que simule ser una segunda pantalla elíptica.
Y no he cambiado de idea.

Lo que más me flipa es que, por cosa de la moda y el postureo, los bugs se transforman en features.


  • Ahora está de moda el dispositivo anoréxico. Más delgado == mejor, como vemos en el absurdo en el que se cae con el macbook 12 y su teclado de menos de 1mm de recorrido. Pues bien, este ladrillo imitativo de una máquina de escribir mide 5 cm de profundidad
  • Puedes escribir en cualquier parte... cargando con 1,8kg. Casi dos kilos de peso. Los mismos analistas que echan pestes de un equipo que supere el 1,2kg, o menos aún, ahora alaban al mamotreto éste


Y es todavía peor.

Si no se conoce el sector, se pueden dar por buenas todas las afirmaciones. No se tiene en cuenta el "pequeño" problema de diseño de que la pantalla está paralela al teclado y, por lo tanto, el usuario la verá de inclinada a muy inclinada. Por ejemplo, será francamente incómoda de usar encima de las piernas. La práctica totalidad de las fundas-teclado dan cierta inclinación a su dispositivo para que sea lo más perpendicular posible al ángulo de visión del usuario.

Más madera: la pantalla. Por lo que se ve en los videos, me juego algo a que es una pantalla pearl. Tecnología probada, y tal, pero el contraste está muy superado por carta.

Más madera: la controladora. Ahí sí que tenemos la madre del cordero. En los pocos vídeos en los que sale una prueba REAL del usuario escribiendo, veréis un lag importante entre la pulsación y el carácter. De hecho, los muy cucos salen en la mayoría de los vídeos sin escribir en tiempo real, con el texto de la futura novela inmortal reposando quieto en la pantalla. El problema es que las controladoras que llevaba Pearl (realmente EPSON de la época, quizás en casos minoritarios alguna otra pero hay muy poca variedad) no permitían un refresco aceptable. En los Onyx Linx T68, p.e., hay un modo blanco y negro A2 bastante rápido, que permite una escritura razonablemente rápida hasta el punto de poder escribir en ellos sin volverte loco por el lag. Tenéis la prueba en 4:31



Y es que el lag en escritura es una cosa muy chunga. Estamos tan acostumbrados a escribir sin lag que damos por supuesto que una pulsación en el teclado corresponde a la aparición instantánea del carácter correspondiente. Si podemos escribir sin mirar al teclado, vamos revisando de manera constante nuestro texto, a la caza de errores o pensando en las siguientes frases y párrafos. Por experiencia de manejar el T68 sin el modo A2, he comprobado que un lag significativo entre el teclado y la pantalla me descarrila el tren de pensamiento. Traté de escribir textos mínimamente desarrollados, y una y otra vez se me iba la pinza al cabo del rato, por el desfase entre lo que pensaba, lo que escribía y lo que salía en la pantalla.

¿Queréis escribir sin distracciones?

Echadle huevos al asunto, internos o externos. Abrid un editor de texto plano sobre fondo negro y poneos a escribir. Resistid las tentaciones de abrir el correo, twitter, navegador o whatever. Seguid escribiendo. Si tenéis que trabajar con textos complejos, os recomiendo Scrivener o Lyx. Y si queréis un aspecto perfecto, también os recomiendo Lyx. Es cosa vuestra.

Depende de vosotros.

No depende de la tarjeta de crédito

Depende de vuestra fuerza de voluntad

Ojo, ojalá que saliera un ewriter con las ideas claras y con la función anteponiéndose a la forma. Todavía tengo esperanza que los nuevos N96 o el Max de Onyx den suficientemente la talla. I want to damn believe. Quiero escribir bien al sol en primavera y verano

Pero antes está escribir. Que no se cansen tanto los ojos está bien, pero es más esencial disponer de un entorno sin distracciones y en el que puedas organizar bien tus ideas.

De hecho, la organización de las ideas es más importante que la escritura sin distracciones. Un editor de texto plano está bien, pero un árbol de textos o de secciones del texto como ofrece un outliner es más importante a poco que sea complejo el texto. Con un outliner, puedes bocetar tus ideas principales y aprovechar la no-linealidad de tu mente creadora. Puedes saltar de una sección a otra, apuntar algo que va a funcionar después pero no ahora, y no volverte loco en un texto enorme con anotaciones página tras página. Superar el paradigma de la máquina de escribir y aprovechar que estás usando un ordenador para escribir marca la diferencia a la hora de desarrollar un texto ordenado, realmente cómodo de leer y que ayude a convencer de las ideas que expresas en él, o a meter al lector en tu narración.

Precisamente ése es el problema del freewriter. Que por postureo hipstérico, imita físicamente a una máquina de escribir, cuando la máquina de escribir es una metáfora fósil que hay que superar para aprovechar mejor el tiempo que pasas aporreando teclas.

jueves, febrero 11, 2016

La tinta-e se mueve en 2016 (1) Onyx Boox N96 y N96ML

Mira que Onyx ha sacado productos a medio acabar. Mira que hay más de una vez que con su implementación de Android te entran ganas de poner el cacharro en modo vuelo, como dice mi compi el @elrfog. Nadie puede negar que sus productos son mejorables.

¿Pero sabéis qué?

Que lo siguen intentando. Que, acojonantemente, no han tirado la toalla y este año lanzan modelos nuevos. En esta entrega y la siguiente, os voy a hablar de sus dos novedades que me han parecido más interesantes: el N96, con y sin palito, y el Onyx Max, con la fantabulosa pantalla mobius.

La parte software es suya. Imagino que lo podrían hacer mejor, pero también asumo que tienen los medios que tienen. Además, android no ayuda precisamente: ni siquiera el abandono de la máquina virtual anterior (Dalvik) por la nueva (ART), ha conseguido que el sistema sea comparable en ligereza a una máquina en la que corra software nativo, no virtualizado. En fin, las delicias que no para de proporcionarnos Android.

Y tampoco es que me pueda quejar demasiado. Android ha traído smartphones y tablets que proporcionan a más de mil millones de seres humanos capacidades antes impensables. Vale. Pero eso no quita para que, en un e-reader, contribuya a que el cacharro se arrastre.

Sin embargo, lo que más contribuye a que el invento no vaya muy fluido es el desarrollo de la tecnología de pantalla y, sobre todo, de las controladoras. De acuerdo que respecto a 2007 el refresco de pantalla no tiene nada que ver, pero cuando ves un editor de texto en una pantalla EPD, siguen siendo evidente sus limitaciones.

Precisamente, como se trata de Onyx, pude comprobar que en la esquina superior derecha de ambos equipos sigue el icono del modo A2. Los propietarios de un modelo Onyx relativamente reciente lo podréis reconocer: se trata del activador de un modo de pantalla monocromo (en lugar de los 16 tonos de gris normales) que permite que la pantalla vaya realmente rápido a cambio de perder el antialiasing. Para escribir merece mucho la pena.

Ambos modelos montan una pantalla de 9.7", similar en tamaño a la del iPad, y todavía no se conoce la generación de pantalla. Yo apostaría por Pearl, porque no conozco una pantalla carta de ese tamaño, ni mobius. La resolución es de 1200x825, raruna y escasa.



Con todo esto dicho, pasemos al N96. Realmente son dos modelos, el Boox N96 y el Boox N96ML. Son, como dice Nate Hoffelder, evoluciones del viejo modelo de 2013. Y como dice también, una evolución a mucho mejor.

Ambos equipos van a montar Android 4.0. Eso implica, desgraciadamente, Dalvik. Sin embargo, es Dalvik con 512mb de RAM o con 1Gb según modelo, lo que ya es otra cosa. Android puede funcionar muy bien con 1Gb si no haces el cafre con demasiados programas a la vez, y aceptable con 512, sobre todo si usas poco a la vez.

Además, incluye conexión Wifi, Bluetooth (que por narices es compatible con un teclado externo, porque los modelos anteriores ya lo eran), slot microSD y entrada y salida de audio. Lo de la entrada y salida es hasta anticuado para los estándares de jack único de nuestros días, pero a mí me vale.

450 gramos (bien!), paso de deciros el grosor (cada vez me parece una gilipollez más gorda). La batería de 3000 mAh le va a dar una autonomía razonable, incluso no el teclado



La diferencia entre los dos modelos es que el ML va a montar un lápiz activo

Hay que esperar a que se liberen las especificaciones y a ver reviews en vivo y en directo. Me tentaría, si no fuera porque va a salir también el Onyx Boox Max... que es otra historia que contaré en breve


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...