¿Tienen sentido los ebooks a largo plazo?

Cuando empecé a usar ereaders de primera generación, algo me frustraba sobremanera: la imitación literal que hacían con mejor o peor fortuna del libro de papel. Pasabas página, escogías un libro de una biblioteca, pero no implementaban buscador de palabras, marcado, anotado, etc. Me fastidiaba enormemente la falta de imaginación o el miedo al conservadurismo del usuario, porque cuando tenías un ereader de primera generación en la mano quedaba claro que se trataba de un dispositivo dedicado, de un pequeño ordenador con una pantalla especial y que, al imitar al libro de papel tan fielmente, renunciaban a muchas posibilidades a las que el libro de papel no puede acceder. Entre ellas, a que los metadatos que generamos cuando anotamos digitalmente superen la barrera del dispositivo y sean aprovechables una y otra vez.

Este tema ha sido superado por algunos ereaders posteriores, y los ereaders que no lo hagan quedarán como dispositivos de nicho, como aparatos "tontos" y realmente baratos, en la base de la cadena alimenticia del ecosistema ebook. No dará miedo perderlos, y serán cómodos para leer ficción pero, a poco que hagan falta otras funcionalidades, se quedarán irremediablemente cortos.

Le acabo de dar la vuelta a este pensamiento al recapacitar sobre lo que van a suponer las nuevas tecnologías de pantalla que convivirán en breve con la e-ink y que la harán evolucionar rápido, si no se quiere quedar definitivamente relegada. Los dispositivos que monten estas pantallas le van a permitir al usuario leer con comodidad, sí, y muchos otros usos básicos de consumo de contenidos, desde la web y el email hasta el video.

Un ereader es un dispositivo dedicado a la lectura, en el caso más extremo, o que al menos facilita una experiencia de lectura cómoda y descansada, que invita a invertir tiempo concentrado en el texto.

Texto.

Es un matiz esencial. Hasta ahora, las pantallas de ordenador, con su retroiluminación, generan un límite doble a la experiencia de lectura. No es sólo el hiperestímulo de los contenidos de Internet el que impide la concentración en un sólo texto durante largos periodos de tiempo. Es también el cansancio visual ocasionado al leer en pantalla así durante largos periodos de tiempo, mientras que los textos que leemos en Internet, con su longitud limitada, invitan a la parada y al descanso. Cuando un forero dice "perdonad por el tocho" ante un post largo no sólo refleja su incomodidad ante un texto largo amenazado por el hiperestímulo, sino también por la dificultad de leer del tirón centenares y centenares de palabras en una pantalla.

El ereader elimina la barrera de la incomodidad fisiológica. De hecho, los aparatos de primera generación, desconectados de Internet, eliminan de un plumazo el problema del hiperestímulo... si no fuera porque estamos habituados a él y no tendemos a considerarlo como problema. Yo me he encontrado leyendo en un ereader y con tentaciones de salir del texto e ir a otra cosa. Soy subjetivo y me baso sólo en la reflexión acerca de mi propia experiencia, pero siento la presión dispersadora del hiperestímulo mucho más con un ereader que con un libro tradicional. Sé lo que esperar de un libro, pero me parece que el ereader, al ser un aparato, me sugiere de algún modo que podría hacer más cosas a la vez.

En cualquier caso, el ebook es la repetición literal y artificialmente limitada del pbook. Por más que un ereader de siguiente generación me dé posibilidades muy apreciables, como el marcado y anotado, el ebook en sí no deja de ser una traducción literal del libro de papel: un texto corrido único, con una serie de convenciones de estructura. En otras palabras, se trata de limitar a un dispositivo que nos permitiría leer mejor, pero no sólo libros sino cualquier texto largo.

Cuando conocí en detalle la propuesta de plataforma Copia, me saltó una chispa que ha desembocado en este post. Esa plataforma es la primera apuesta concreta para superar y trascender los límites textuales del libro. Si les sale bien la construcción de sus comunidades lectoras, los lectores añadirán(mos?) capas de información adicional sobre lo que estén leyendo, las compartirán y discutirán. El libro dejará de cerrarse y las hiperglosas, esos metadatos encima del texto principal, lo mantendrán vivo mientras despierte el interés de la gente.

Es el primer ejemplo de superación de los límites artificiales del ebook, pero no será la única. Ya hay experimentos de textos elaborados en Internet desde hace la tira de años. Mi preferido es una fricada absoluta llamado Principia Cybernética Project, que lleva en línea nada más y nada menos que 1989. A mediados de los 90 lo usaba durante la carrera, y de hecho hice una recensión de él en 1998, si no me equivoco. Cuando los textos superaban cierta longitud, los imprimía (¡Me avergüenzo!) para descansar la vista.

Un ereader permite leer textos largos como ebooks o los del principia cibernética (o algunos artículos largos de First Monday o de Edge), con comodidad y con menos gastos de energía mental que se pueden dedicar a la glosa y debate acerca de lo que llame la atención de los textos. Conforme los ereaders se popularicen y a la vez mejoren sus capacidades, la tensión que hemos vivido entre el 2007 y 2009 acerca de la autolimitación impuesta por la literalidad de la traducción p-book / ereader se revivirá, esta vez con la autolimitación que el ebook supone.

No me gusta jugar a bolacristalero. No le puedo poner fecha, salvo que no será este año ni tardará más de 6 años (espero!), y tampoco me puedo anticipar a qué será de los textos largos cuando los ereaders sean maduros y populares, salvo que el "viejo" texto largo, el libro, tendrá que convivir con una diversidad de mutaciones y emergencias. A bote pronto:

• ¿Cuándo un texto deja de ser del autor, a base de glosa y discusión?
• ¿Cuáles serían los límites de las referencias a otros contenidos?
• ¿Se podría dar por cerrado un texto largo?
• ¿Qué limites adaptativos tendrían los textos largos respecto a cambios en sus marcos de referencia, utilidad, relevancia, etc.?
• ¿Van a evolucionar otros tipos de texto de Internet cuando sea posible leerlos en pantalla con la comodidad del papel?

El texto elaborado y de cierto tamaño es tan imprescindible como lo era antes, si no más. Es el mejor resultado que conocemos de la reflexión elaborada, de la concentración prolongada en una tarea o una historia. Es el ladrillo fundamental del conocimiento, siendo muy literal lo de ladrillo en ocasiones. Ahora, hasta el momento ha sido texto corrido por las severas limitaciones de la tecnología analógica de conservación y difusión de conocimiento textual.

Los ereaders maduros permiten también nuevos tipos de textos largos. Los artículos más elaborados de wikipedia corresponderían a la parte más breve de estos textos. La novela podría ir creciendo, por entregas, siguiendo la vida (acelerada) de un personaje. Y así, otras muchas posibilidades que se han ensayado con mejor o peor fortuna, pero con la común limitación de carecer de una base tecnológica para llevarlas a cabo de forma consistente.

El texto largo es el vehículo del pensamiento, con su estructura, orden, elaboración de ideas. Eso es indudable. Pero no tienen por qué seguir siendo todos en el futuro libros, como en mi infancia y las generaciones anteriores. Los nuevos textos largos aportarán un valor añadido a los existentes, y el libro como tal tendrá que afinarse y adaptarse, o quedar a largo plazo reducido a nichos.

Mientras, este post me ha dejado clara una cosa: tengo que modificar y encauzar mis costumbres de uso de Internet y el tiempo que le dedico a la lectura prolongada. No leo ni un15% del tiempo que le dedicaba en la adolescencia., y tengo claro que es un error. El hiperestímulo tiene consecuencias muy directas en el trabajo, porque dificulta la concentración. Me he hecho propósito de enmienda, pero espero que a la n-sima vaya la vencida y que altere el tiempo que dedico a los textos cortos o largos.

¿Qué os parece? ¿El ereader se centrará en ebooks calcado de los pbooks? ¿Cuándo tardará en ampliar su utilidad a otros tipos de texto, a nuevos tipos de texto? ¿Tiene Steve Jobs razón o no?