domingo, enero 31, 2010

el iPad: el iPod de Bilbao

No es una frase mía, (la referencia que he encontrado es de @txente, y me la comentó mi amigo Gusiluz a.k.a. Mariano), pero me parece absolutamente redonda para definir el último intento de cambiar el mundo por parte de la gente de Cupertino. Para los que no seáis españoles, lo de iPod de Bilbao viene de que los bilbainos tienen fama de exagerados ("va un bilbaino a una librería y pide, '¿Me da un mapamundi de Bilbao?'"). Y, en esencia, el iPad ha demostrado ser un iPod touch para bilbaínos, de tamaño exagerado. Vamos por partes, que la cosa se las trae:
  • No tengo nada en contra de los productos de Apple per se. De hecho, me parecen bien acabados y presentan algunas ventajas decisivas: OSX es un SO muy maduro y eficiente, donde prácticamente todo funciona y con un Unix por debajo. Del mismo modo, hay que reconocer el increíble acierto que supuso el iPhone en timing y concepto: el mercado premium de móviles llevaba 3 años estancado, y la compañía de Cupertino ofreció un producto centrado en una interfaz novedosa (comprada a otros) y en Internet que le dio la vuelta al mercado. No estamos ante el caso del iPhone, eso no lo duda nadie con dos dedos de frente.
  • Miento, hay algo que sí me joroba en ellos, especialmente en ellos aunque no sólo: el elitismo. Por mi trabajo actual, muy centrado en la brecha digital, soy más consciente que nunca del poder transformador del acceso eficiente a Internet. Por más que tenga su buena ración de espinas, lo que puede aportar a la calidad de vida individual y colectiva es inédito en la historia de la humanidad, desde el acceso a la Cultura hasta la posibilidad de que, quien quiera, pueda tener voz. Este efecto se puede conseguir cuando todos los requisitos físicos (conectividad, por un lado, y máquina, por otro) sean lo más universales posibles, lo más accesibles. En términos económicos, lo más baratos. El netbook aceleró un proceso de bajada constante y cuya meta es la transformación del medio físico de acceder a Internet en una commodity, en algo al alcance de la mayoría de la población española. Pues bien, cuando veo la displicencia y desprecio con el que Jobs trató a los netbooks en la presentación de su iPad, ante todo por ser baratos, me encendí. La combinación de dicho desprecio con esa bonita afirmación "Increíblemente barato: 500$" me dejó claro que estamos en lados opuestos de una trinchera que recorre el mundo.
  • En lo que se refiere a uno de los temas que más me interesan, los ebooks, la ridiculez ha sido épica. Para empezar, el ansia de exclusividad les ha forzado a rebautizar a los ebooks como ibooks. Esta imbecilidad es ilustrativa del nulo valor de su propuesta, un ejercicio de soberbia que, aunque digan lo contrario, no ha tenido en cuenta el mercado de los ebooks y su evolución reciente. De cero van a poner en marcha una tienda de ebooks basada en epub (el único acierto, parece, aunque hay que ver si los epubs del ipab van a poderse leer en otros dispositivos, que me da que no). Si eso no es tan obvio como parece (Amazon lleva una ventaja muy considerable, Sony podría recuperarse si fusilaran a sus responsables del área de ebooks y B&N y otros no se van a estar quietos), lo que ofrecen para leer es un dispositivo con pantalla retroiluminada. Discutía precisamente con Mariano y con robjperez este sábado el efecto de la pantalla retroiluminada: a más tamaño en el campo visual y más luminosidad, más cansancio va a producir. Por más que sea un tema trillado, les ha dado igual: el iPad va a ser también un ereader (o ireader? A saber). A cambio, los lectores podrán disfrutar de una bonita animación semi-3D del paso de página, con lo que invitarán a usar el iPad a aquellos que se han resistido al ebook hasta ahora porque, aunque no sean ciegos, les importa "el tacto de los libros". No es lo mismo que el tacto del papel, pero vaya, se podrán multisobar y hasta hacer scratching si se multisoba rápido: "En-en-en-un-lug-lug-En-un-lugardelamancha". En resumen, que parece que están inventando un sector que lleva ya su recorrido, y quiero pensar que los lectores que hemos dado el salto al ebook valoramos otros factores por encima del multisobo.
  • Más allá de lo que más me interesa, el iPub me parece vulgar en lo que a componentes se refiere. Me ha resultado una decepción: para empezar, la pantalla no es novedosa en absoluto. Para continuar, no hay nada nuevo en su SO. Sus tripas han alcanzado un nuevo grado de ridiculez, porque emplean una variante de las tripas (tegra) del Microsoft Zune pero, por mística de la marca, han decidido llamarlo Apple A4. Teóricamente es una variante de Tegra, y este semestre sale la segunda generación, el Tegra 2, que le da ciento y raya a su antecesora. El peso es excesivo y la configuración final es "quien mucho abarca, poco aprieta". Quiere servir como ereader, como PSP o nintendo DS, como MID para acceder a Internet, como reproductor de video portátil... y, por ejemplo, la solución para el teclado es la "revolucionaria" solución de un teclado virtual que ocupa la pantalla entera. Vamos, lo que ofrece Microsoft para sus tablet PC desde 2005, y desde 2008 con multisobo. De hecho, me parece mucho más conservador y menos útil que el teclado virtual del proyecto origami, con dos cuartos de círculo para usar el UMPC con más comodidad cuando se sostiene en las manos. Y, si hay que trabajar (con el iWorks), se coloca el iPad en un dock con teclado... que es un chiste. Para que no parezca en lo más mínimo un laptop o netbook, ponen la pantalla en vertical. Bonita receta para que salga volando al menor movimiento de piernas. Veamos unas ilustraciones (teclado origami 2006, teclado virtual revolucionario ipadiano, dock stilissimo):

    Razonablemente cómodo si sostienes el UMPC a dos manos

    ¿No os parece una tomadura de pelo? ¿Esto es mejor que un LAPtop?


  • La configuración me lleva a otra consideración que entiendo decisiva: el iPad es un dispositivo (un appliance, más que un ordenador) destinado a consumir mucho antes que a producir contenidos. Uno de los puntos más fuertes de la presentación fue la retahíla de acuerdos alcanzados con productores de contenidos para el iPad. Esto no tendría por qué ser malo, pero si lo ponemos lado a lado con las tremendas capacidades de producción de contenidos (teclado virtual, dock ortopédico, sin cámara), el mensaje está claro: siéntate en tu sofá y compra contenidos a mis clientes, que eso de ver videos gratis en YouTube es de pobres (no reproduce flash, adiós youtube). Esto es bueno tanto para Apple como para los productores, pero no lo veo tanto para nosotros, los usuarios. Sobre todo, cuando probablemente su esquema DRM, como veremos de forma inmediata, alcanza cotas nunca vistas de control de lo que el usuario puede o no hacer. En cualquier caso, la comparación en este punto con los netbooks es clara: el iPad es un dispositivo anti-participación, anti-internet en última instancia. Internet es para el iPad lo que siempre quisieron los malos: el canal definitivo de venta. Liliputing desarrollan muy bien el tema de consumidor pasivo vs participante activo.
  • La campaña defective by design no deja lugar a dudas: el iPad lleva el DRM a cotas nunca vistas. Tal y como llega a las manos, el iPad es un dispositivo sobre el que el usuario no tiene ningún control respecto a las aplicaciones. No puede instalar lo que quiere, sino lo que le dejan. No sé vosotros, pero eso me resulta inaceptable para una máquina de propósito general. Y me parecería completamente ridículo hacerle un jailbreak para librarte de ese problema. Como dice Rich Adin en Telebreak (refiriéndose a la idiotez que cree que están cometiendo los editores que vean en el iPad a su salvador), if there is a bigger control freak in the media industry than Jeff Bezos, it is Steve Jobs. O como dicen en Slashdot
    "FSF's John Sullivan launches the Defective by Design campaign and petition to rain on Steve's parade, barely minutes out of the starting gate. 'This is a huge step backward in the history of computing,' said FSF's Holmes Wilson, 'If the first personal computers required permission from the manufacturer for each new program or new feature, the history of computing would be as dismally totalitarian as the milieu in Apple's famous Super Bowl ad.' The iPad has DRM writ large: you can only install what Apple says you may, and 'computing' goes consumer mainstream — no more twiddling, just sit back, spend your money, and watch the show — while we allow you to."
  • Otra forma de ver la cuestión es pensar a qué demanda de los ciudadanos está respondiendo Apple con su iPad. Una de las primeras cosas que se me vinieron a la cabeza cuando la presentación fue la vieja pero efectiva frase de "una solución en busca de un problema". Y Thom Holwerda lo desarrolla estupendamente: Did Apple Succeed in Asking the Question?

    I think the big difference between the launch of the iPad and the iPod & iPhone, which also happens to be the reason why the tablet launch is such a big deal to Apple, is that this is the first major product launch where Apple does not "only" have to unveil a great product, but also tell us why, exactly, we need it. In other words, not only must they provide the answer - but the question, too.
    If we go back to 2001, the situation is different. Looking back, we often focus on strictly the portable mp3 player market, and we make it seem as if Apple kick-started that market. In all fairness - they probably did. However, can you really classify the portable mp3 player market as something separate from the portable personal audio market?
    The reason I'm asking this is simple: the iPod did not have to create demand. The iPod did not have to ask the question - it "merely" had to answer them. The portable personal audio market was old, and huge; it was kickstarted by Sony in 1979 with the launch of the Walkman, which was so incredibly successful that "walkman" became a generic name for portable cassette players.
    Everyone had a portable personal audio device, whether it be cassette, CD, MiniDisc, or even DAT-based. When the iPod came onto the scene in 2001, it didn't have to ask the question - Apple already knew well and good that people wanted portable personal audio. What Apple needed to do was investigate the existing market, and design a product accordingly. It did so, and it did so well.
    The iPhone was launched in pretty much the exact same way. The mobile phone market was already completely saturated by the time the iPhone arrived in 2007; just like 6 years earlier, Apple already knew that people wanted mobile phones. Everybody already had a cell phone. Again, it was Apple's job to analyse an existing, saturated market, and come up with a product accordingly.
    In both cases, the question didn't have to be asked. Apple "only" had to provide the answer. The reason I'm putting the "only" between quotation marks is because I do not mean "only" in the sense of "that's easy".
    Fast-forward to today, and the tablet market. Quite bluntly, there is no tablet market, and there never has been. There is no market, and there's no saturation. As such, there's no existing market, filled with happy and/or disgruntled customers, for Apple to study and learn from.
    It's been a while, but the iPad is the first major Apple product in a long time where not only does Apple have to come up with a great product, but it also has to explain to us why we want it.
  • Incluso ha habido un momento para un owned antológico. Si recordáis, Jobs dijo hace algún tiempo que los ebooks y ereaders no son importantes porque la gente ya no lee. Pues se ha tenido que comer las palabras, con tanto arte que, encima, un periodista le ha hecho una pillada de antología:

     When Walt Mossberg caught Jobs after the unveiling for a little gonzo-style interview he asked about this, and Jobs said "you're not going to read for 10 hours...you just end up pluggin' it in." So, Steve now concedes that people do read, but apparently they don't do it for long without coming close to a power receptacle

    O sea, que la ventaja que da el iPad como ereader es el multisobo a costa de ofrecer 28 veces menos tiempo de lectura y mucho más cansancio visual. Ajá.

Probablemente me deje aspectos importantes en el tintero, pero este post se está saliendo de madre y el iPad no merece una serie de posts. Hay varios que me habéis preguntado si merece la pena el iPad, y resumo lo dicho líneas arriba: es un chiste como ereader, es caro y no soluciona ninguna necesidad esencial de los usuarios de una forma netamente superior a cómo lo hace la competencia. Apple me ha decepcionado sobremanera con este producto, y no me parece una opción a considerar en serio.

Y no todo es malo, ojo: va a obligar a los demás fabricantes a revisar sus precios a la baja. Algunos ya lo iban a hacer, pero el que quiera sobrevivir saben que el listón de apetecibilidad ha bajado de pronto a 350-399$, porque, si no, "para eso me compro un ipad".

Un ejemplo posible, el futurible tablet de freescale. No tuve tiempo para comentarlo cuando lo sacaron en el CES, pero ofrece el core de funcionalidades del iPad a menos de la mitad de precio. Para mi gusto, además, la solución del dock es mucho menos estilosa y mucho más útil que la del ortopedic-keyboard del iPud: es la disposición tradicional, el clamshell de los portátiles, perfecto para ponerlo en las piernas o en una mesa. Lo mismo que un netbook, pero con la comodidad de contar sólo con la parte tablet si hace falta o con un sistema de productividad adecuado. Además, como se trata de un dock y no de un clamshell real, puede ofrecer un tamaño de teclado superior al de pantalla sin ningún problema.






Confío en que haya que agradecer a Apple el esfuerzo que forzó a otros fabricantes a ofrecer productos más adecuados a algunas necesidades (ereaders con nuevas tecnologías de pantalla, p.e.) a un precio más barato del previsto.
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