Leo en Teleread: Vodaphone launches world’s first operator-branded mobile ebook store
Ojo, lanzar, lo que se dice lanzar... la cosa es más complicada
Vodafone and GoSpoken have sold books to Vodafone customers for more than a year but together are offering an enhanced end-to-end user experience to purchase and read bestselling titles on mobile handsets following the success of millions of books downloaded from the iPhone
Vamos, que no es comprar, ni lanzar, sino generar una sociedad para mejorar una e-librería existente. E librería que, por cierto, no dispone a día de hoy de un fondo de biblioteca de primerísima línea. Véase:
El único que me motiva es ...und wünschen Ihnen für die Zukunft alles Gute! de Sebastian Christ, signifique lo que signifique. En fin, es de esperar que el músculo comercial de Vodafone obre su efecto en cuanto se ponga a trabajar e incorporen obras más... ¿legibles?
Otra cosa que me llama la atención son los precios: Dos años lleva Kindle demostrando que el precio de oro baja de 10 unidades monetarias, me da igual el nombre específico, y la mayoría de los títulos los superan. No dudo de que Das Geschlechtsleben bestimmen wir de Anna Maria Sigmund atesore una perla de sabiduría detrás de otra pero, oiga, pagar 18 eypos por un libro que voy a leer en la pantallita de un nokia es un poco fuerte.
Bromas aparte, lo realmente importante es que una operadora de móvil dé ese paso. Esto es, que no se conforme con ceder la infraestructura telemática a cambio de un %, sino que haga suya una plataforma de venta. Dejando aparte el horror de leer en una pantallita retroiluminada una novela, la conexión por móvil tiene una ventaja que Amazon ha explotado con alegría: incorpora un método de pago muy seguro y, sobre todo, transparente y con enorme potencial impulsivo. Los libros están a un clic de distancia. Y para más INRI, las redes de telefonía móvil cubren la práctica totalidad de los territorios nacionales europeos.
Entrando en detalles, la asociada gospoken.com presenta un modelo de negocio que incide en la sencillez (y por debajo, en la impulsividad)
Dejando aparte el hecho de que no veo la limitación a un móvil, hay un tema esencial, ¿Dónde está el DRM?. Me he puesto a indagar y he encontrado esto:
Several devices I tried wouldn’t even start the d/l – I got ‘protocol error’ messages. Now this may have something to do with the OMA DRM, maybe not. I understand GoSpoken are working on a non-DRM format, which ties in with the iTunes/Amazon/man&dog realization that DRM is a dead duck that scares off purchasers and makes device upgrades hell for users. If so, great – one hurdle down.
GoSpoken no aclara el tema en absoluto, con lo que de momento la cosa queda así. Tan radical, a estas alturas de partido en el que los demás proveedores limitan la copia no autorizada usando Adobe Digital Editions, Mobipocket o cualquier otro esquema DRM cocinado en su casa. Por una parte, la impulsividad asociada a la compra por móvil puede compensar el lucro cesante por las copias no vendidas... pero lo cierto es que kindle para iphone no vende ebooks sin DRM, por poner un ejemplo.
No es por nada, pero me resisto a creer que autores y editores españoles se planteen vender ebooks sin DRM. Así que no veo cómo Vodafone puede lanzar con éxito algo así en España.
¿Telefónica? ¿Orange? ¿Pepephone?
Errata: En el título has puesto Google en vez de Vodafone ;-)
ResponderEliminarLuarna vende libros sin DRM en España.
ResponderEliminarEso no es una buena receta para que las editoriales españolas se lancen, visto que aún con DRM no lo hacen :(
ResponderEliminarPues yo tengo claro que no voy a comprar eBooks con DRM. Podría hacer alguna excepción, pero sólo si tuviera la garantía de que le voy a poder quitar el DRM nada más descargarlo (cosa que haría, por supuesto).
ResponderEliminarComo consumidor no estoy dispuesto a tolerar abusos como los de e-libro.net: "si tiene más de una computadora tendrá que comprar un ejemplar para cada una de ellas".
¿Y sabes cómo llegué a e-book.net? Es una de las tiendas online donde se venden los libros del proyecto ENCLAVE. Una vergüenza.
El DRM nunca debería formar parte de la receta. Las editoriales deberían fijarse en lo que ha pasado con la música y tomar notas para no cometer los mismos errores.
ajvico, no es tan sencillo ni mucho menos. Personalmente creo que el principal problema del DRM es que no es garantista tal y como se implementa. No lo sería si fuera implementado con garantías, si lo pudieras leer en cualquiera de tus aparatos y no dependieras de cambios de política de la editorial o del fabricante del aparato.
ResponderEliminarEs además sencillo: los ereaders no van a tener un ciclo de vida superior al de otros dispositivos. ¿Qué pasa, que dentro de 3 años tenemos que volver a hacer el desembolso de cientos de ebooks porque no los puedo mover al nuevo ereader? Es absurdo.
¿El problema es la implementación del DRM o el DRM en sí mismo? Dicho de otra forma, ¿existe algún DRM que ofrezca esas garantías para el que compra el ebook?
ResponderEliminarCon la copia física los derechos de cada parte están claros, y la forma de garantizarlos también. La copia digital cambia las reglas del juego y va a ser necesario adaptar el modelo de negocio para que sea viable y beneficioso para ambas partes.
Nadie parece haber encontrado aún la receta mágica que permita que el libro digital ofrezca los mismos derechos y garantías para todas las partes que el libro en papel. Por lo que todo apunta a que será necesario que todos los implicados renunciemos a algunos de los derechos que nos ofrecen las copias en papel a la hora de pasarnos al mundo digital. Todavía hay que evolucionar bastante.
El problema es que el modelo que proponen los editores, basado en DRM, está muy lejos de ese equilibrio. El DRM busca proteger todos los derechos de los productores literarios (en algunos casos, incluso más derechos de los que tenían con el papel) a costa de pisotear los de los consumidores.
Y yo, que me encuentro en el lado de la balanza que sale perjudicado, no estoy dispuesto a seguirles el juego.
Los editores están usando el DRM para intentar hacer con las copias digitales lo que les hubiera gustado hacer con las de papel (y que hubieran hecho, de haber podido): impedir que alguien más, aparte del que compró el libro, pueda leerlo sin pagar de nuevo por él.
Mientras el negocio siga basado en la venta de copias, yo quiero que las copias digitales que adquiera tengan el mismo valor que las copias físicas que llevo años adquiriendo. El DRM hace que las copias pierdan ese valor.
Por eso yo apoyo iniciativas como las de Luarna, que ofrecen esas garantías para los consumidores al tiempo que tratan de proteger a los productores (no sé si con éxito o no, habría que preguntarles a ellos). De hecho, a día de hoy es la única tienda en la que he comprado ebooks.
Si buscas DRM en tinta-e, encontrarás una propuesta que pensé en su momento: un estándar público y libre de DRM, basado en GPG, para evitar los inconvenientes que mencionas.
ResponderEliminarNo puedes aplicar los criterios del p-book al e-book. Para empezar, a pelo no puedes vender un e-book como particular, porque no dejarías de tenerlo a menos que voluntariamente lo borraras de tu ordenador. Nook ha implementado una funcionalidad en este sentido, pero sólo para préstamos.
Sólo con un DRM como el que propongo se podrían vender los ebooks como se venden los pbooks. En este caso, un tercero confiable podría re-encriptar tu ebook para la persona a la que se lo vendes, siempre que primero hubiera constancia de que no lo tienes.
La opción de Luarna está centrada en libros bajo dominio público, por lo que es lógico que no tengan DRM al ser la copia perfectamente legítima. Pero libros recientes... tal y como está el patio, vender una copia de un ebook mínimamente popular sin DRM es correr un riesgo muy elevado de perder el control y que acabe en P2P.
Por otra parte, al no existir un canal de venta en español y a precios atractivos, los propietarios de ereaders están prácticamente forzados a leer a Pérez Galdós o a irse al P2P para encontrar ebooks en español. Pero sin DRM u otra solución (un spotify para libros, algo así como un círculo de lectores 2.0), los libros recientes no van a saltar a e-.
Acabo de leer la propuesta que mencionas y la veo bastante difícil de llevar a la práctica. No sólo por tener que tener un "banco" de claves privadas en manos de alguna "entidad confiable". Tampoco veo cómo se supone que se cargaría la clave en cada dispositivo que quieras usar para leer los libros. ¿Habría que llevarlos personalmente a las dependencias de la entidad que guarda las claves privadas? ¿o cualquier fabricante o vendedor de dispositivos tendría acceso a la base de datos?
ResponderEliminarNo sé, igual es más sencillo que todo eso. Se supone que con el DNI electrónico llevamos una clave privada encima, que no se puede leer (o eso entendí, igual estoy equivocado). En lugar de meter la clave privada en cada lector, basta con que el lector solicite la presencia del DNIe para poder abrir el libro.
Volviendo a lo que yo defiendo: si nos limitamos al significado general de las siglas DRM, entonces Luarna SÍ vende libros con DRM. En concreto, con el "DRM social" que comentabas en otro de tus posts.
Cuando hablo de no comprar libros con DRM me refiero a ese DRM que ata el ebook a un proveedor y un dispositivo, que es el que están implementando la mayoría de las tiendas online, limitando el número de dispositivos que puedo tener en toda mi vida (o peor, en la infinita vida del ebook) o decidiendo dónde puedo leer el libro y dónde no.
Y no los compro porque eso pisotea mis derechos como consumidor, porque me venden una copia sin ninguna garantía de que mañana vaya a seguir teniéndola, y porque todos estos sistemas van destinados a prolongar (sólo un poquito más) la vida de un modelo de negocio que va a acabar irremediablemente obsoleto, como ha ocurrido con la música.
De una forma o de otra todos los libros van a acabar digitalizados y libremente accesibles en Internet. Es inevitable.
El DRM lo puede retrasar un poco, pero a costa de perdernos a los que hemos comprado libros toda la vida.
Posiblemente se acaben implementando modelos en los que no se compran copias, sino "licencias de lectura" (que mal suena, espero que alguien con más sentido del marketing que yo encuentre un nombre mejor). Es decir, no pago por tener un archivo en mi lector, sino por tener una licencia que me permite leer el libro, que estará en Internet (en la "nube" que se dice ahora).
E incluso así, dará igual. Porque lo que se puede leer se puede copiar. Siempre.
Así que la única solución que se me ocurre es proporcionar comodidad y valores añadidos, además de precios realmente razonables.
Si por muy poco dinero (o incluso por una tarifa plana) puedo leer el libro que quiera, cuando y donde quiera, sin errores de escaneo, perfectamente adaptado a mi lector y sin trámites tediosos, ¿para qué me voy a complicar la vida buscando en cientos de páginas y foros, haciendo conversiones de formato y correcciones, etc?
Por cierto, en Luarna no sólo hay libros de dominio público. Hace unos días compré un libro editado en 2009.
ResponderEliminarSu catálogo es muy reducido aún, pero poco a poco van añadiendo libros y muchos de ellos son bastante recientes.
Y ninguno lleva DRM restrictivo.
Y que conste que no tengo más relación con esta tienda que la de ser cliente suyo.