lunes, enero 18, 2010

Copia, una plataforma de ebooks basada en redes sociales

Confieso sin pudor que se me había pasado esta plataforma. Entre todo el aluvión de novedades del CES, lo que vi fue "otro ereader" y no le dediqué tiempo a la plataforma.

En mi descargo, diría que lo que han presentado los asistentes al CES han sido los ereaders de COPIA antes que la plataforma, y en mi opinión es un error. Los ereaders parecen no destacar demasiado de los demás basados en e-ink de última generación (pantalla táctil -veremos si con los bonitos reflejos que produce el Sony PRS-600 - software más evolucionado para trabajar con textos, pantalla vizplex, etc.). Cuando leí en engadget que integra tus cuentas de facebook y twitter, pensé que era un cóctel de márketing y lo puse en el montón de noticias "a revisar".

Francamente, lo han presentado mal en los blogs que cubrían el CES, porque me parece mucho más que eso. Y eso que los tipos se han cubierto de gloria poniéndonos un video/animación en flash... sin controles de adelante, atrás, pausa. Vamos, como antes de YouTube. Me he tenido que tragar el video entero, y se me ha escapado la parte donde hablaban de tomar notas las dos primeras veces. Horroroso.

Da igual. Al grano:


  • Es una red social de lectores. Puede tener sentido: encontrar a gente con la que discutir (y flamear) sobre esa novela rara que tanto te gustó.
  • A partir de esos gustos compartidos, puedes obtener recomendaciones. Es la versión 2.0 del 

    Customers Who Bought This Item Also Bought

    de Amazon, que le produce a dicha empresa un porrón de beneficios y a nosotros, los lectores, una tentación continua en la que caemos de vez en cuando. De hecho, me parece innegable que han aprovechado el ejemplo previo de Amazon y lo han mejorado dramáticamente.
  • Esta plataforma es mucho más que una biblioteca compartida. Parte de la idea de comunidades de lectores y de lecturas (ocio, estudio, etc.) y da herramientas que, además, saltan a otras redes sociales
  • Búsquedas mejoradas gracias a la inteligencia colectiva. Eso también tiene precedentes obvios.
  • Anotaciones y marcas... ¡compartidas! ¡Eso sí que es coger lo que ha implementado kindle y mejorarlo! No sé cómo lo han implementado, pero la idea en abstracto me parece muy atractiva
  • Compra y mantenimiento: igual que el kindle, compras en la plataforma, y puedes leer en todos los dispositivos que se conecten a ella.
No nos engañemos. Lo que podéis ver en su web es una super-duper-presentación hecha por buenos profesionales, pero sin esos molestos detalles técnicos que tanto nos obsesionan a algunos. Hay dudas por resolver, como los formatos de ebook que va a admitir, la forma de comercializar los ebooks, si tienen o no DRM y de qué tipo, cómo implementan las anotaciones, cómo introducen las redes sociales en el ereader...

Pero, ¿Sabéis qué? ¡Me da igual! (o no, es cuestión de ver cómo materializan y ofrecen su plataforma)

Lo que me importa realmente son tres cosas:
  1. Son los segundos después de Kindle que han visto una de las grandes verdades de los ebooks: el ereader es sólo el "parato", la puerta, pero para tener al cliente satisfecho y a tu producto diferenciado necesitas una plataforma. Un buen fondo de biblioteca y un sistema cerrado que facilite las ventas al máximo.
  2. El "parato" debe superar la barrera que ya va para tres años de la equivalencia literal entre lo analógico y lo digital, entre el papel y el e-paper. El teclado de los kindle no dificulta en absoluto su uso y permite anotar y marcar, entre otras cosas. Un ereader es un dispositivo centrado en una experiencia cómoda de lectura prolongada, no debería ser un "libro electrónico" mal entendido. Este salto a una "comunidad de lectura", a "compartir anotaciones", esta puerta y atajo para la discusión me parece creativo y elegante a partes iguales. Tampoco son los primeros que proponen esto exactamente, pero sí son los primeros que lanzan un producto centrado en ésto. Lo mismo el timing es incorrecto, se adelantan demasiado a su tiempo (si hay gente que rechaza el ereader porque ni huele ni se palpa como el papel, imagínate la acogida que le darían a una comunidad (virtual) de lectores). Ojalá que no, porque me parece un esfuerzo valiente. Me parece además más meritorio que los tablets basados en tecnologías alternativas a e-ink, porque éstos basan su hecho diferencial en permitir la lectura y otras funcionalidades conocidas (navegar, ver videos). COPIA se pretende adentrar en una terra incógnita fascinante: nuevas formas sociales de entender lo que es leer y pensar en lo leído.
  3. Si COPIA o algo semejante acaba por triunfar, leer dejará de ser lo mismo... y para bien. Me noto entusiasmado (aunque al tiempo receloso) por estos conceptos que proponen. Me parece que son los heraldos de la transformación que lo digital va a terminar aportando al libro, aunque también me parece que no son los que dirán la última palabra al respecto.


3 comentarios:

  1. Algo parecido a Copia se podría usar para el problema de las correcciones. Como sabe cualquiera que haya escrito un texto mínimamente extenso, siempre hay errores ortotipográficos, y corregirlos es pesado y consume tiempo. Por si fuera poco, siempre hay alguno que se te escapa.

    Pues bien, una manera de solucionarlos es ¡que los corrijan los lectores! El autor recibiría las correcciones de los lectores, las aprobaría, y el resto de los lectores recibirían automáticamente la corrección aprobada. En cuestión de días, todos los errores serían eliminados.

    Un primer pulido del texto seguiría siendo necesario antes de publicarlo, pero no la caza intensiva de errores que es necesario hacer actualmente.

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  2. La idea de vincular la lectura de libros con redes sociales directamente en el lector me parece estupenda. Lo que no me termina de gustar es que lo hagan en forma de modelo cerrado para un lector concreto (el suyo).

    Empiezo a estar un poco harto de estos modelos de negocio que pretenden controlar a todos los actores implicados. Como a Apple y a Amazon les ha ido bien, todos se apuntan al carro.

    Y mientras, los que salimos perjudicados somos los de siempre, los consumidores, que nos vemos obligados a apostar por una de las plataformas y casarnos con ella prácticamente de por vida, porque cambiarnos a otra implica prescindir de todo lo adquirido y hacer un nuevo (y considerable) desembolso.

    Por mi parte, mientras no implementen esto basándose en estándares y compatible con todos los lectores (o los que permitan anotaciones, al menos), conmigo que no cuenten.

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  3. ¿Redes sociales para leer?. La lectura es un acto íntimo. Para lo otro ya existe internet y un ordenador. Al final queremos convertir un e-reader en un netbook.

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