Los tablet son uno de los focos de interés de tinta-e
desde el principio. Me atraía, y aún me atrae, lo que se puede hacer con un ordenador
aumentando sus métodos de input: además del teclado y el ratón, la visión de Bill Gates incluía lápiz y datos.
Sí, como habéis oido, la visión de Bill Gates.
Bill Gates es uno de los personajes clave de la informática moderna. Su retiro está apagando su visibilidad (lo que entiendo que agradecerá), y se olvidan sus equivocaciones y aciertos. Bueno, a decir verdad, creo que se olvidan más sus aciertos. Han quedado más en el acervo popular tanto humanas meteduras de pata (el meme aparentemente inmortal de los 640kb) como errores más estratégicos (no prestar atención a Internet en años críticos, lo que es injusto achacarle sólo a él en la empresa de Redmond).
Sus aciertos han sido olvidados incluso cuando hoy se les está vindicando. Uno de ellos, esa visión a la que me acabo de referir, era mentada en su momento como "el juguete", "el hijo predilecto" de Gates, con su creciente ración de ironía conforme el Tablet no despegaba. Y claro, no despegaba... de acuerdo a una pésima gestión de las expectativas,
esa frase maldita de 2001, "dentro de cinco años, decía, los
tablet 'serán el tipo de ordenadores más vendido en EE UU'".
Lo peor es que el tablet ha madurado como solución desde hace al menos 5 años. Por una parte, el reconocimiento de trazos del lápiz es estable y con muy pocos errores desde WinXP Tablet Edition, y lo ha seguido siendo en Vista y ahora en Seven. Por otra parte, el reconocimiento de voz es maduro desde la misma época, primero con la madurez de las
soluciones comerciales y después con un pequeño set de funcionalidades de Windows Vista que, igual que las funcionalidades e-ink, han pasado sin llamar la atención del gran público.
Hablo por experiencia directa: soy antropólogo, y en mi trabajo le he sacado buen rendimiento tanto al dictado de voz (para dictar registros de campo, entrevistas, grupos) como a la e-ink de microsoft (para
toma de notas en sesiones de campo, sincronizando las notas con la grabación de voz y sacándoles más partido que, en mi juventud, cuando llenaba cuaderno tras cuaderno que luego iban a criar polvo a las estanterías, almacenados con reverencia y sin utilidad). Del mismo modo, en la docencia (
1,
2) también le he sacado utilidad al tablet PC, puesto que, conectado a un proyector, le da cien vueltas a un portátil normal y lo encuentro como una solución más versátil y productiva que una "pizarra electrónica" como están llamando a los inventos de proyector + lápiz digital; para empezar, no me rostizo la vista mirando a los alumnos como en el caso de la pizarra electrónica.
Eso es Tablet PC desde el punto de vista del uso y de las funcionalidades. El problema es que, con razón y sin ella, se ha identificado al tablet PC con el dispositivo y, más concretamente, con la variante sin teclado
Estos dispositivos nacieron como dispositivos de nicho, para aquellos profesionales que los necesitaban para usarlos en movimiento, preferiblemente de pie: para aparejadores, médicos, etc., que durante su trabajo no iban a emplear un teclado de todas formas. En esos casos, y con el software apropiado, los slate aportan una ventaja significativa para el profesional.
Para la mayoría de puestos de trabajo, la pérdida del teclado no aporta nada comparable a lo que se pierde debido a que, precisamente, el teclado es un método de input primario. Tan sencillo como eso, usamos el teclado de la mañana a la noche. El problemón del tablet en su momento era como el de los anuncios de detergente: señora, ¿y si me llevo su ariel ultra? Y claro, los usuarios lo pensaban unas décimas de segundo, sumaban a esa pérdida el incremento de costes de un tablet (hasta el doble) y respondieron de forma unánime.
En el caso del tablet con teclado (como el que estoy usando para escribir este post), el daño ya estaba hecho, se identificaba a tablet con pérdida y no se visualizaba ni comunicaba adecuadamente las ventajas de un pc con funcionalidades tablet. A eso se le sumaba el precio, y el resultado son las cifras de venta. Una suma de malas decisiones (entre las que destaca la absurda y suicida política de precios de Wacom), que ha impedido que los estudiantes usen la herramienta más apropiada para las aulas. Cada vez que veo a alumnos en clase con la pantalla como barrera entre ellos y yo, y me acuerdo de la diferencia de atención que exige el uso del lápiz o del teclado, me acuerdo también de esta cadena de errores.
He titulado el post como "confusiones sobre tablet". La introducción viene a cuento de que, a partir del año que viene, se presentará al público todo ordenador sin teclado, con interfaz táctil y pantalla más grande que la de una PDA. De hecho, los que van a ser más famosos (el mítico iTablet de Apple, cuando pase de la leyenda artúrica a la realidad, los dispositivos basados en Android), van a ser mucho más limitados que el Tablet original. Van a ser dispositivos destinados al ocio, para navegar, "leer" (como no usen una pantalla apropiada, como pixel-qi, el usuario se va a dejar los ojos) y ver películas.
En el artículo original del NYT,
traducido por El País, un ejecutivo anónimo de Apple afirma (o le hacen afirmar) que:
"Supongo que será como el iPhone con una pantalla mucho más grande, un aparato muy bonito y con mucha capacidad, pero no sé cómo lo encajaría en mi vida", explica un ex directivo de Apple que prefiere que no se sepa su nombre por la política de confidencialidad de Apple, pero que prevé que habrá un tablet de Apple el año que viene. "Son cosas que se debaten desde hace tiempo en Apple".
Sea la cita de verdad o inventada (ventajas del anonimato), si non è vero, è ben trovato. No veo lo que gana el usuario comparando el invento con un netbook barato o con un smartbook. No veo lo que gana a cambio de perder el teclado (imaginad lo que sería chatear con un iTablet), o la protección que para la pantalla implica una configuración clamshell o de portátil tradicional, con la pantalla protegida por el teclado.
En cualquier caso, tablet es una cosa literal en inglés: una tableta, como las que usaban los escolares en tiempos de los abuelos. Tablet es otra cosa en informática, un ordenador con o sin teclado pero que admite input de lápiz o voz. Sería una ironía tremenda, una lección valiosísima de la importancia de una buena campaña de comunicación, que tablet acabara siendo una PDA gorda.