Está el tema malo, y no sé qué tiempo voy a tener, pero quisiera cubrir el plugin de del.icio.us que podéis ver en el marco lateral desde hoy y esta tremenda encuesta de la fundación BBVA sobre internet que han referenciado en merodeando y dirson.
La verdad es que la tengo ganas. Otra vez, se trata de analizar la realidad social (española) de Internet... desde fuera. Para qué vamos a probar otra cosa, con lo bien (?!) que funcionan las encuestas a pie de calle o telefónicas.
Como mínimo, os dejo con estas dos perlas impresionantes:
O esta comparación peregrina, que en mi dialecto se identifica con la duda ontológica: "qué tendrán que ver los cojones con comer trigo"... a pesar de que "mail" y "e-mail" se parezcan XDXDXDXD
Poliercetes,
ResponderEliminarNos vamos persiguiendo de un sitio a otro. Qué difícil es esto de la conversación blogosférica.
No termino de entender una parte de tu crítica. El primer gráfico, claramente se puede interpretar como una pregunta general incluso a gente que no tiene Internet (pero sí ordenador). Y eso no hay forma de hacerlo más que por teléfono o a pie de calle (es como lo que te decía en Merodeando, de que no puedes conocer el porcentaje de Internautas sólo preguntando por Internet, porque eso te daría el 100%).
En segundo lugar, usar el ordenador para bases de datos (las facturas, envíos de correos, etc) puede ser algo perfectamente normal (mucho más, por ejemplo, que leer blogs). Siempre recelo de mi extrañeza cuando leo este tipo de informes, porque quizá soy yo el que estoy alejado de la realidad (como cuando se hacía la mili, vaya).
Y por último, la encuesta que hace la AIMC a través de Internet (una vez al año, creo), y que usa métodos "no tradicionales", por así decirlo, no deja de estar terriblemente sesgada, como analizaba yo aquí).
Los lectores que quieran seguir nuestro duelo dialéctico lo llevan poco claro. El primer envite fue en merodeando (lo linkas tú en tu post). El segundo, en abladías.
El tercero aquí.
si, es bastante complejo lo de hablar saltando de blog en blog. Eso da que pensar... :)
ResponderEliminarTienes razón en lo que se refiere a buscar métodos físicos para dar con los informantes fuera de internet... pero hay muchas posibilidades más allá de la encuesta. Yo contextualizaría con datos públicos que ofrezcan los proveedores de telefonía y de internet : la relación oficial entre número de líneas de teléfono fijo y conexiones a internet es 1 conexión por cada x,xxx líneas de teléfono. No digo en ningún momento que la encuesta tenga vicios de forma (no he accedido al informe completo y, de todas maneras, algo respaldado por la fundación BBVA va con garantías por delante). Simplemente, la encuesta es falible, y que se lo digan si no a los que se meten tortas periódicas con las encuestas electorales.
De todas maneras, ese porcentaje básico es hasta grosero por sí mismo. Si no se hace una división básica entre tamaños de localidad, nivel educativo y de ingresos... se puede comparar con el porcentaje equivalente de móviles y llegar a todo tipo de conclusiones peregrinas.
También te tengo que dar la razón respecto a tus recelos. Lo malo de estar muy adentro del lado bueno de la brecha digital es que es muy peligroso extrapolar tus preferencias. Sin embargo, teniendo esto en cuenta, me sigue pareciendo sin sentido tanto la tarea "bases de datos/ficheros" (por el increíble término escogido- las usa, las crea) como la tarea "operaciones matemáticas" (o se refiere a los tremendos usos que el personal hace de excel o ya me contarás a qué se refiere).
En resumen, una de las habilidades más complejas del diseño de encuesta es la definición clara, transparente pero exacta de las preguntas y los términos empleados en las respuestas. Y esa, al menos, parece probable que haya sido redactada por alguien en el lado malo de la brecha digital, alguien que ha oido campanas, lo que no es nada raro siendo sociólogo :D :D :D
Muchas gracias por la referencia a la encuesta de la AIMC. Nada que decir de tus críticas, son completamente de cajón. El problema, a mi modo de ver, es la im-presionante falta de imaginación (por decir algo) de no pocos de quienes hacen investigación social en este país. Esta vez sí que se hace el trabajo de campo dentro de internet... pero se emplea una técnica de más de 100 años y con límites de sobra conocidos, que en no pocos casos podrían definirse con esa inmortal frase de Hannibal Lecter: (refiriéndose a una encuesta): Oh, Officer Starling... do you think you can dissect me with this blunt little tool?
Hay una alternativa, como poco: huir de porcentajes más allá de los objetivos (datos de los ISP y todo dato mecanizado), y preguntar a los informantes en sus propios términos y en su terreno. Olvidarse, digo, de la preocupación por unos porcentajes que pueden decir lo que querramos que digan y preocuparnos por la forma que tienen los internautas de ver "su" medio.
El cuarto post (espero que lo haya!), en abladias, aquí, ¿dónde?
Aquí, pero muy cortito. Me gusta la idea que propones de que un estudio "el que sea", se complete con datos externos, como las líneas ADSL contratadas, etc.
ResponderEliminarAsí lo hace la Fundación AUNA en el informe e-España (publiqué varios artículos sobre el de 2005), uno de los más completos que se publica en España. Aún así, este informe peca quizá de falta de datos propios (encuesta).
In medio stat virtus
Fernando:
ResponderEliminarno sé decirte... podría colegirse de lo que dices que los datos propios de un estudio que sean relevantes desde un punto de vista empresarial son los nacidos de una encuesta
Y tendrías razón en no poca medida :(
Ya sé que no debo deducir eso, porque tu empresa oferta un tipo de servicio completamente diferente (y con toda sinceridad, superior a la encuesta en el ámbito que lo aplicáis). Pero entiendo que de lo leído en tu bitácora, os costó Dios y ayuda vender un tipo de servicio de información social distinto al más divulgado. ¡Como no lo voy a entender, con lo que me cuesta vender servicios de etnografía!
No quiero denigrar por completo a la encuesta. bien hecha, tiene un rango de aplicaciones amplio y es perfectamente vendible. El problema es doble: en España se ha abusado de la encuesta y en no poca medida se ha puesto en prácticamal (un ejemplo de pregunta mal hecha, la que compara el correo electrónico con el correo postal en la encuesta BBVA).
Aunque tiendo a ser algo agresivo respecto a esta cuestión, no me alejo de lo que se palpa como un sentir cada vez más generalizado: las encuestas van de capa caída (por esos dos motivos mencionados, entre otros), y con ella la sociología profesional. No es imposible que a largo plazo los estudios de mercado y los servicios de prospectiva social, en general, se disocien de la figura del sociólogo. Y como la necesidad permanecerá (si no es que crece, como barrunto), veremos quién sustituye a ese sociólogo, a "mi primo" como digo en esta entrada