Porque, claro, de lo que quiero hablaros no es de un anuncio de quitamanchas. Freescale saca una nueva familia de procesadores que va a afectar directamente a las capacidades de los nuevos ereaders (Navidad? Verano con Kindle y su sorpresa de fresa?).
Además de los límites físicos de las pantallas EPD, la excesiva preocupación de los fabricantes por conservar batería les hizo montar CPUs del género anémico. Total, si sólo se va a leer libros con los ereaders... por lo que alguien se tenía que comer esas remesas de ARM pre-2010 que quedaban, todos los que tenemos un ereader. Pero al loro con el descriptor:
According to Freescale, the i.MX53 family of ARM processors is based on “an enhanced version of the ARM Cortex-A8 core running at up to 1 GHz, and a derivative part designed to deliver up to 1.2 GHz of performance.”Eso les importa más a los que van a montar tablets baratos con él, pero en el video podréis ver que la pantalla EPD va mucho más fluida que en un sony ereader. Pero mucho.
Y no sólo eso. ¿No os parece que el fondo de la EPD experimental es brutalmente claro, mucho más que las actuales?
¡Larga vida al EPD! ¡Espabila, Pixel-Qi! ¡Quiero mi typewriter stroken back!
Creo que esto puede gustarte:
ResponderEliminarhttp://www.zonaebook.com/index.php?name=News&file=article&sid=423
¿Y que te parece esto?
ResponderEliminarhttp://www.xataka.com/libro-electronico/un-almacen-de-libros-digitales-asi-es-libranda
Anónimo, hecho referencia recientemente a las novedades con pantallas pixel-qi. Ojalá que este año terminemos viendo productos con estas pantallas y viendo cómo responden realmente, porque sigo creyendo que tienen un potencial tremendo, que si tuvieran el apoyo adecuado podrían ser lo que los gringos llaman un game-changer.
ResponderEliminarCuando salgan de verdad, con precios finales y disponibilidad, entonces no sólo me alegraré sino que además hablaré de ellas largo y tendido. Pero no voy aguantar la respiración hasta que salgan, porque parece que va para rato y no está tan garantizado como parece, desgraciadamente.
Es pronto para hablar de Libranda. Por una parte, hay una lógica alegría por la posibilidad de poder adquirir de una vez ebooks en castellano, aunque sea con tres años de retraso. Por otra parte, no me parece bien el conjunto de deudas que le pagan a los distribuidores de siempre, porque se trata de un producto diferente que debería comercializarse con reglas que favorecieran más a los ciudadanos al eliminar pasos innecesarios. Finalmente, tampoco me parece bien que sean aún más timoratos con el mercado hispanoamericano, porque soy tan iluso que sigo creyendo que el ebook puede ser un instrumento decisivo de desarrollo económico.
Pero vamos, prefiero esperar y ver como funciona realmente y qué acogida tiene