lunes, mayo 11, 2009

La cultura no es un juego de suma cero

La cultura no es --y sobre todo no debería ser-- un juego de suma cero entre sus protagonistas: los creadores y la ciudadanía.

Perdonadme la explicación: el juego de suma cero es un concepto básico en teoría de juegos: dadas unas reglas, condiciones y jugadores, un juego es de suma cero si todo lo que gana un jugador lo pierde otro. Esto no obliga a que haya un ganador, porque puede no ganar nadie, pero si hay un ganador, hay un perdedor. La mayoría de los juegos siguen este principio, desde el ajedrez a buena parte de los juegos de mesa.

Un juego es de suma no-cero si no es obligatorio que haya un perdedor, si todos pueden salir ganando. Ejemplos de esto serían los juegos de rol, o numerosos aspectos de la vida real: una transacción legítima no tiene por qué involucrar pérdidas para ninguna de las partes, aunque haya casos en los que acabe siendo así. Todos los actos cooperativos también se pueden modelizar como juegos de suma no-cero.


¿Por qué un post dedicado a esta obviedad?

Porque estos días parece que vivimos lo contrario: una dura pugna entre autores y público.

Aunque haya bajado un poco el souffle tremendo que creció como consecuencia de la ministra de Cultura, es obvio que el problema no ha desaparecido. Estimo (no afirmo, ni remotamente, porque no he puesto en marcha una investigación al respecto) que hay un perfil de opinión bastante frecuente que divide la cultura en dos bandos: 1) las sociedades de gestión de derechos de autor (sería relativamente infrecuente que se establecieran distinciones entre SGAE y las demás, léase DAMA, CEDRO, etc.), que criminalizan la actividad de una parte importante del público, y ese mismo público, que identifica a todas las sociedades de autor en la SGAE y las conecta con los sucesivos cánones compensatorios (que rompen el principio de presunción de inocencia) y que asisten a una campaña mediática destinada a criminalizar lo que según el ordenamiento jurídico español sigue siendo legal, la copia privada sin ánimo de lucro.

Tratando de situarme fuera del tema por un momento (vosotros diréis con qué éxito), diría que ambos bandos definen el problema como un juego de suma cero: todo lo que ganan los otros lo perdemos nosotros.

Dejemos a un lado aspectos del problema que van a traer cola, tales como los lodos que confunden la parte con el todo, el comportamiento de la SGAE, con la totalidad de los protagonistas de la cultura. Esto, con ser muy importante (estoy convencido de que se está sembrando la semilla de algo realmente malo, un rechazo cada vez más general al made in Spain) lo es menos que los temas que me interesan para este post.

¿Qué significan las pérdidas?

  1. Para la población, la culminación de los planes de la SGAE y sus voceros mediáticos significaría mantener el pago de cánones compensatorios y la supresión de la totalidad del P2P, incluyendo aquellos usos completamente sin discusión como podrían ser la compartición de contenidos con licencias libres o el software libre. Si se llegaran a concretar los planes de la mencionada entidad recaudatoria, no podríamos emplear bittorrent para descargar una distribución de linux - la única forma legal de impedir el P2P sería cerrarlo al completo, porque distinguir lo que está haciendo un usuario de P2P sin autorización del juzgado violaría el secreto de las comunicaciones del usuario. Esto se concretaría en:
    1. A la población se le negaría de un plumazo la promesa de la era de Internet, que es el acceso universal (que no gratuito, o no completamente gratuito al menos) a la cultura. El soporte digital elimina los costes de distribución y el concepto de copia limitada, y con ello la sociedad accede a un cueropo cultural cada vez más variado y completo.
    2. Derivado del anterior, el fin del P2P provocaría que en muchos hogares se eliminara el coste derivado del acceso a Internet, máxime en una época de crisis como ésta. Guste o no, el P2P ha sido un actor central en la popularización de Internet
  2. Para los productores de cultura, escritores, ensayistas, actores, guionistas, directores y un etc. todo lo largo que queramos extender, la ausencia de retribución por su obra (si el P2P llegara al paroxismo) eliminaría la posibilidad de que vivieran de su arte. Permitidme que, a partir de ahora, me centre en la autoría de textos, sea novela, ensayo, divulgación, etc. Lo cierto y verdad es que las mismas tecnologías que permiten a la población tener un acceso crecientemente universal a la cultura, dan la posibilidad al autor de divulgar su obra y obtener un beneficio impensable, tanto por impresión a la carta como por ebook. Recordad al simpático sinvergüenza que tantas veces cito. Otro ejemplo: el trabajo de diez años de mi madre, sus índices comparados de la biblioteca árabe de los manuscritos de El Escorial, fueron publicados sin que viera un euro, y aún hubo suerte.
    1. Si se culmina el proceso de pérdidas por suma cero, nada de nada. El autor que sacara un ebook que recogiera su esfuerzo de años no vería nada a cambio. La promesa de primavera intelectual se vendría abajo
    2. Si se culmina la victoria contra los P2P, estimo que el rechazo de los "perdedores" de este juego de suma cero sería tan generalizado que difícilmente habría oportunidades para que despegara este nuevo mercado. Ojalá que me equivoque y exagere, pero el sector más tocado, el cine, ya experimenta una identificación negativa que, como espectador de dicho cine, me preocupa
Hasta aquí mi resumen incompleto, que con todo espero que sirva como food for thought.

Si efectivamente fuera un juego de suma cero, nos podríamos dar por jodidos, como el chiste del cartero. Todos perderíamos: si el P2P gana de forma absoluta, afectará a la creación. Si el P2P se elimina, se cerrará el acceso de la población a la nueva fuente cultura.

Hay otra posibilidad, y es que la actual situación no sea un juego de suma cero y que puedan ganar todos. Voy a elaborar la posibilidad centrándome en los ebooks.

¿Qué os parece? ¿Es un juego de suma cero, o no?

23 comentarios:

  1. Buenas,
    Con todo respeto, se podria empezar delimitando que cosa sea eso de " la cultura".Tema largo y nada simple. Y además,cuando se mezclan cultura/industria seguramente se hace imposible saber de qué estamos hablando.El titulo es en si mismo una falacia tramposa.
    Yo conozco solo un poco la industria musical, y puedo decirte que el p2p ha supuesto enormes ganancias para los musicos ( más visibilidad,más conciertos, liberación de las cadenas de las editoras) y menores beneficios para las editoras.Menores, pero no perdidas.Y creo que lo mismo puede pasar con los autores.
    Un ultimo apunte: me hace tremenda gracia que la posibilidad de acabar con el p2p ocurra cuando está siendo masivamente abandonado por sus usuarios por otros procedimientos más rápidos y seguros.
    Y es que no se pueden poner puertas al campo.

    ResponderEliminar
  2. Anónimo10:35 p. m.

    parece que vivimos lo contrario: una dura pugna entre autores y públicoComi bien dices... parece; pero no es.

    Plateemoslo de otro modo.Imaginemos que la gente deja de "consumir" la cultura de a tanto la copia y solo se bajan cosas libradas bajo explicita autorizacion de copia privada, esto no asociada con transacciones lucrativas. Claro, he dicho imaginemos. La "catastrofe" es la misma para la industria del ramo y los autores casados con ella. Por ello mismo la presion contra internet, la internet tal y como es ahora, no aflojaria. Sobran excusas para exigir su "regulacion" esto es configurarla de un modo tal que se tenga que pagar y solo se pueda publicar bajo caucion...para evitar horribles males y delitos que en caso contrario serian deletereos para la vida, la convivencia, la democracia, el futuro del planeta...y por supuesto la cultura.

    Sencillamente la existencia de internet, el ser tal como es, la tecnologia digital y la difusion social de la misma, determina que el negocio de la copia se ha acabado, dado que no tiene sentido.

    Los canones no sirven para nada, pues solo pueden "compensar" al pasado, ya que no tendria sentido remitirse a la publicacion de unas copias innecesarias, y por lo tanto no vendidas, para "calcular" luego el reparto del canon compensatorio. Personalmente, creo que tampoco funcionará el pago por licencia de acceso o subscripcion, dado que la competencia no es perfecta, sino que los ganadores cortan el paso a nuevos competidores avisandoles, por la buenas y por las malas, de que no hay pastel para todos. Si no se toca la neutralidad de Intenet no cabe aquella competencia imperfecta que posibilita emporios de negocios controladores de "cultura".

    Vaticino pues que se va a meter mano a internet para que se convierta en un lugar "ordenado" donde se pueda hacer negocio y determinar quien puede hacer y decir que.

    El sistema anterior no era un juego de suma no cero entre creadores y consumidores de creaciones, sino que esa relacion entre autores y consumidores de sus creaciones estaba mediatizada por un aparato de gestion del poder y el negocio.

    En realidad has preguntado muchas veces como se retribuira el trabajo de los creadores. La respuesta es simple, nunca se ha retribuido, sino que unos han obtenido algo, muchimos nada en ambsoluto y los superventas tocaban el cielo con las manos, en virtud de una apuesta en la tombola imperfecta del mercado.

    ResponderEliminar
  3. @ mrgu: lamento que deduzcas que el título del post encierra una falacia. Lo cierto es que me siento anticuado, porque me identifico con un concepto histórico de cultura que 1) es general, y encierra a las 7 artes y a las que han venido después y 2) no es "producto industrial", sino obra. Algo en lo que la actual SGAE y su armada de abogados no encajan, pero la SGAE tiene casi 100 años y no siempre ha sido así.

    Me he centrado en los autores de textos por ser lo que conozco de primera mano, y tengo que recordarte una diferencia obvia respecto a la música: estos autores no dan conciertos.

    respecto a la forma específica de P2P, puede que sea un dilema de flecha y armadura, y básicamente no me parece relevante. El concepto de red horizontal está antes que la tecnología específica.

    @dubitador: y de qué viven esos autores "no casados con la industria del ramo"? de ese trabajo? De acuerdo que escribir es vocacional, y que con la tecnología previa (P), sólo podían vivir unos pocos de ello por sus limitaciones. Pero ahora imagina que un autor obtiene 2 euros de beneficio por copia/descarga y que 5.000 personas deciden gastar 5 euros en comprar y descargar lo que le ha costado escribir años. Puede que 10.000 euros no sea una fortuna que te permita retirarte a capri, pero me parece una compensación siquiera razonable, muy lejos de lo que casi todos llegan a cobrar ahora. y 5.000 lectores no es una cifra desorbitada, máxime cuando no hay estanterías de librerías que ocupar, ni un desembolso que te haga pensar las cosas dos veces.

    Disculpa si te he entendido mal, pero precisamente dibujas dos bandos cuando yo veo más: el gratis total/público pagando una cantidad razonable/autores recibiendo un pago razonable/industria perversa. Te doy la razón en lo que se refiere a que la "catástrofe" es dejar de cobrar los beneficios aberrados que se han llegado a producir en las distintas industrias "culturales". Pero negar espacio al autor que complementa sus ingresos con su creatividad, o al profesional que llega a vender centenares de miles de copias de su trabajo, no me parece coherente con nuestro sistema económico. Mientras el resto de la sociedad no "Regale" su trabajo (y sería magnifico si se consiguiera!) no acabo de entender cómo la creación de intangibles ha de ser gratuita y el ejercicio de otras actividades no.

    También coincido en que el negocio de la copia pertenece al pasado, al p-book de gran tirada con cadena de distribución, al CD vendido a precio insultante. Precisamente Internet, como venía diciendo, rompe esas reglas y permite que autor, editor y público ganen... a costa de los que se posicionan como cuello de botella sin aportar valor añadido.

    A mí los cánones me ofenden. Rompen con el principio constitucional de presunción de inocencia. Sin el imperio de la ley, viene el más fuerte e impone su voluntad. Y aún sin precisar de este modo, la población tiende a rechazar lo que es una imposición de un agente que no sea el Estado. En teoría, por la UE, el Estado español tendrá que definirse como agente recaudador universal, pero esta legislatura es difícil que ocurra algo así.

    No quiero detallar lo del pago por subscripción, porque lo reservo para una segunda parte del post. Eso sí, siguiendo la idea principal, confío en que aparezca una forma en la que ganemos todos, porque la pérdida de una Internet libre y neutral sería la gran derrota mundial de nuestro siglo, algo completamente inaceptable.

    El sistema actual, finalmente, no es nuevo. Vale, pero es una aberración exagerada del orden anterior. Las editoriales eran muchas y no eran fábricas de best sellers, de hecho tendían a ser negocios más bien para salir del paso a base de vocación, con salvedades. Y las discográficas son un destello relativamente reciente, que acabará por desaparecer. Ha habido música antes de las discográficas, y la música les sobrevivirá.

    ResponderEliminar
  4. Me gustó mucho tu planteamiento de la suma cero. No lo conocía y creo que es adecuado para plantear los términos del debate.
    Creo que uno de los aspectos del problema es como se entremezclan distintas cosas; relacionadas, sí, lo mismo, no: autores e industria. Y aquí, quien se está pasando es la industria, usando como armas/escudos a los autores cuando son ellos los que más pérdidas tienen (en todos los ámbitos).
    Eso es lo que más me indigna de todo esto. Soy más partidario del diálogo moderado (algo a lo que parece que la industria no está dispuesta) que de la exageración y la calentura de ánimos con que se suelen manejar estas cosas.
    Porque hay ciertos aspectos que son ineludibles. Por ejemplo, los intermediarios. Siguen siendo necesarios, por supuesto. Y sí, deben llevarse su parte proporcional, no la del león. ¿El lector? Tiene que poder elegir entre la vasta oferta existente de manera coherente, no empujado por estrategias de marketing encarecedoras del producto (que termina por pagar él) y otras estrategias de distribución que terminan arrinconando títulos que serían más de su gusto (anda que no hay novelas que he leído por medios electrónicos y por las que estaba dispuesto a pagar... si el precio no hubiera sido abusivo o si hubieran aparecido por estos lares aunque sea).
    Y el autor, pues debe llevarse, como tú dices, un margen razonable por su obra, y siempre el mayor. Esto tiene que ser una situación de win-win entre todas las partes involucradas (o, como dices, suma no-cero).
    Hasta que los ánimos no se serenen y no se empiece a hablar con mesura, dejando de lado las posturas radicales, no se va a llegar a ningún lado. Y al final, perderemos todos.

    ResponderEliminar
  5. ...creo que habría que introducir LA variable:la abundancia de contenidos en la Red es inmensa,no hay límite físico como en una librería,por lo tanto el precio tiene que estar acorde,si no es así,se me antoja imposible evitar la "piratería".
    PD:Muy bueno el artículo.

    ResponderEliminar
  6. @ Iván Lasso: efectivamente, un problema muy jodido es que se está confundiendo la parte con el todo. Se confunde a una empresa privada, la SGAE, que está pisando el acelerador porque sabe que el recaudador único (aka Estado) va a venir y quieren maximizar recaudaciones mientras tanto. El peor parado es el cine, porque se identifica a todo el cine español con los paniaguados de la SGAE... pero tal ha sido la presión y la campaña mediática de esa empresa, que cualquiera que hable de derechos de autor y protección de los autores se le va a identificar con los intereses de la SGAE.

    Cuando llegue el recaudador único, la SGAE dejará de recaudar por su cuenta. Eso es obvio. Lo que no es tan obvio, y va a traer cola, es que la recaudación tiene que reclamarse por cada sociedad desde una posición de cuentas transparentes y auditables.

    Hay un aspecto en el que no estoy de acuerdo contigo: los intermediarios. Sencillamente, son prescindibles en la distribución por internet. Como vengo diciendo, son prescindibles todas aquellas etapas que no aporten valor añadido. El editor colabora, a veces decisivamente, en la conformación de una obra de éxito. Esta figura, p.e., no tiene discusión en USA, y allí los libros de éxito siempre recogen una mención a su papel. La inclusión de la obra en una tienda o portal en Internet conlleva cierto esfuerzo que el autor puede querer llevar a cabo, o no. Y en cuanto a la publicidad y el posicionamiento, un especialista lo va a hacer mejor que el autor por término medio. Sin embargo, las etapas de distribución son literalmente innecesarias: una vez que el libro es editado y pasa a la tienda y es publicitado, la siguiente etapa es el público.

    En cualquier caso, el gran potencial que veo a la distribución por Internet es su capacidad de generar acceso universal a la cultura. En mi siguiente post voy a hablar precisamente de eso, del daño que se produciría si no se sigue avanzando por ese camino.

    @ Victor: la mejor receta contra la copia no autorizada (distingamos, por favor, de la piratería) es el precio. A toda persona de bien, digo yo, le gusta saber que el autor de lo que está disfrutando recibe una compensación económica por su trabajo. Si el precio es acorde a lo que cuesta poner el libro en circulación, si baja a un entorno de 2-6 euros, la tentación de clicar sobre "pulse para añadir al carrito" es muy fuerte, porque además serviría para justificar internamente el desembolso en el lector de ebooks. Y gracias por tu opinión, realmente el post se inspiró en todos los comentarios del post anterior, fue casi inevitable

    ResponderEliminar
  7. La cultura es una cosa muy amplia y no me parece muy buena idea utilizar la palabra cultura cuando nos referimos solo al entretenimiento, que por otra parte no ocupa precisamente los escalones más altos dentro de la cultura.

    Es muy improbable que se de la suma cero por que los consumidores de entretenimiento son mucho más numerosos que los creadores.

    La inmensa mayoría de los escritores no lo hacen por el dinero que pagan las editoriales por que las cantidades que perciben la mayoría son bastante ridículas, por lo que libros va a seguir habiendo a montones. Por el contrario si la distribución de libros se hace mucho más sencilla y barata y desaparecen los filtros de los editores la cantidad de libros se va a disparar.

    Por supuesto la calidad media va a bajar mucho, pero para eso están las críticas, los blogs, las recomendaciones, etc. Todo esto casi siempre escrito también por aficionados.

    Los escritores ganarán menos dinero por la venta de libros, pero seguirán teniendo sus otras fuentes de financiación como las conferencias, tertulias de radio y televisión, publicidad, etc.

    Puede que en realidad en el futuro sea más fácil ser escritor profesional de lo que es ahora eliminando regulaciones.

    ResponderEliminar
  8. En el caso de los libros técnicos está muy claro que el P2P beneficia a la mayoría.

    Lo que cobran los autores de libros técnicos por la publicación suele ser una miseria. Estos libros se escriben por vocación y orgullo personal y/o para hacer currículum, darse a conocer y aumentar la reputación del autor para poder conseguir mayores ingresos por otras fuentes como la asesoría, ejecución de proyectos, aumento de sueldo, etc.

    Con el P2P se pierden unos pocos ingresos por publicación, pero se multiplican el resto de beneficios proporcionados por la escritura de libros técnicos.

    ResponderEliminar
  9. @ Alfredo Novoa: fíjate que yo pensaba en cualquier (producto, contenido, elemento) cultural transmitible digitalmente.

    Ojalá que tengas razón, pero si solo ganan unos será suma cero. Y ya sabes quien suele perder todas, todas las batallas.

    Pero estás asumiendo bases falsas acerca de la escritura - del tipo que sea, ya sea literaria, divulgativa, académica o técnica. Si el escritor (y me igualo a un literario o a un técnico) disfruta con su trabajo, posiblemente disfrutaría dedicando una gran parte de su esfuerzo profesional a la escritura, sin por ello tener que sacrificar el sueño y la salud o el tiempo con los hijos. Tanto el P-book en sí como el sistema de p-books hacen que ese sueño sea muy difícil de alcanzar en plenitud. Si se eliminan los costes físicos y los cuellos de botella, entiendo que sería algo más probable que una obra le reportara a su autor una compensación económica que, cuanto menos, le permitiera compaginar profesionalmente la escritura con otras actividades afines como las que comentas.

    Por conferencias y tertulias no se paga al escritor, sino al paniaguado, al networkero, etc. En cuanto a lo que dices del P2P y los libros técnicos, me parece que generalizas en exceso.Es cierto que ha habido casos puntuales en los que el éxito del P2P ha propiciado un aumento de ventas en papel, o ha colaborado en que la persona sea conocida, pero hay otros muchos en los que un proyecto económico se va al traste por ello.

    ResponderEliminar
  10. Juan Luis, no te entiendo casi nada.

    Si lo que ganan unos es lo mismo que lo que pierden otros es suma cero, como por ejemplo una partida de poker entre amigos.

    Si el organizador de la partida de poker cobra una comisión entonces la suma es negativa como en las loterías del estado.

    Si solo ganan unos y los otros no pierden nada es suma mayor que cero.

    Imagina que hay 10 millones de lectores y 1000 autores. Si cada lector gana 100€ entonces cada autor tendría que perder un millón de euros para que hubiese suma cero.

    Y cualquier suma positiva incrementa la riqueza.

    En este país la gran mayoría de los escritores supuestamente profesionales gana mucho más dinero con las actividades paralelas que con los derechos de autor.

    Con los músicos pasa igual. La inmensa mayoría vive de las actuaciones y no de los derechos de autor. La guerra no es entre público y autores sino entre público e intermediarios que son los grandes perdedores de la digitalización.

    Si una persona no es capaz de ganarse la vida escribiendo cuentos pues tendrá que buscarse la vida de otra forma igual que el que no es capaz de ganarse la vida jugando al Mus por mucho que le guste.

    ResponderEliminar
  11. Anónimo7:23 p. m.

    Juan Luis:

    La realidad es que no es posible imaginar cual va a poder ser la forma de retribucion para quienes escriben libros. Sencillamente habrá que ir probando cosas, incluso por disparatadas que puedan parecer. Puede parecer disparatado ofrecer obras a euro la descarga, pero podria ser que funcione si no se menosprecia el vinculo emocional entre autor y lector, que bien pudiera dar lugar a que en ocasiones produjera autenticas riadas de dinero.

    Pero, ya no se puede administrar un flujo de copias que no son necesarias puesto que se hacen solas.

    Tampoco tiene sentido invocar la etica para tratar de frenar las copias no autorizadas, puesto que las autorizadas no son necesarias, no tienen sentido, tan siquiera en el supuesto de que los internautas nos abstuvieramos piamente de generarlas y difundirlas y solo accedieramos a aquellas que nos fueran libradas bajo paso por taquilla.

    Vale ¿que precio mereceria cada unidad de "producto"? La respuesta es que no hay una referencia objetiva, porque si bien se puede dar el caso de que un p-best-seller resulte practicamente una maquinita de "imprimir" dinero, tampoco implica el mero darle a un boton para que se vaya haciendo el solito, pues hay que producir cada unidad y costear toda la linea de distribucion y venta.

    Se pone en duda la etica del internatua que se baja copias no autorizadas, pero ¿por que no se hace lo propio tambien con la etica de toda la cadena que se nutre de la generacion y trafico de copias? ¿realmente se ha mantenido una etica intachable en el proceso que enlaza al autor con el lector? La pregunta es absurda, ese proceso no tiene que ver con la etica, si se dejan a parte posibles conductas de engaño y coaccion que no son constitutivas de la relacion. Es un negocio, o sea una cuestion de oportunidad, que depende tanto de la posicion de cada agente considerado como de las acciones y elecciones realizadas. Parece que te quieren decir algo asi como: tu sé etico que yo seré lo que tenga que ser.

    Si internet no es mangoneada de cierta manera, cabe afirmar que la era del autor que se hacia rico y famoso ha terminado. El escritor podrá aspirar a ser famoso e infliyente, pero ya no a percibir retribucion, o incluso una enorme retribucion, pecuniaria por el mero hecho de que se difundan solitas copias de sus creaciones.

    A lo mejor hay sorpresa y pasa lo que con la radio y el teatro, ya que no han sido eliminados por el cine ni la television, aunque naturalmente perdieron el protagonismo y esplendor que su momento les concedio. Pero en fin, en cuanto los escolares se acostumbren a generar y trajinar casi exclusivamente materiales digitales...

    ResponderEliminar
  12. La radio y el teatro son buenos ejemplos. Se han tenido que reconvertir y ya está. No se ha acabado el mundo por eso.

    Lo que hay que hacer es evitar caer en el error de intentar frenar procesos naturales e imparables, como por ejemplo regulando Internet o subvencionando formas de entretenimiento que no interesan.

    ResponderEliminar
  13. Hasta dentro de un buen rato no puedo elaborar. Sólo quería explicitar, por si hacía falta, que mi intención es evitar bandos (recogidos con mejor o peor fortuna en mi uso del concepto de juego de suma cero) y concentrarme en elaborar un escenario en el que ganasen todos.

    ResponderEliminar
  14. Más o menos de acuerdo en todo.

    Hasta ahora el bálsamo tipo "conciertos" era "libro digital como promoción del libro impreso". Pero, claro, ahora el libro digital se está convirtiendo en el producto en sí mismo... la idea de dejar gratis los ebooks a lo Cory Doctorow pierde sentido.

    Lo que desde luego sí están haciendo es dejar crecer las descargas no autorizadas en cuanto a la reticencia general a vender ediciones digitales. La gente tiene claro que quiere ebooks, y mientras los editores se piensan si hacer negocio con ello y cómo, quien los quiere ya los consigue. En el foro de ebooks de Publidisa alguien se lamentó de que la demanda de las novelas de Larson desencadenara un montón de descargas no autorizadas que se podrían haber ahogado en su mayor parte sencillamente acercando al público una edición digital.

    Yo pienso que la solución ideal, como dices, será el precio. Un ebook que no pase de cinco euros a buen seguro incluso reportará más beneficios al autor que el margen que pueda tener de un libro impreso al triple de costo. Eso, claro, siempre que quitemos de en medio a intermediarios, los cuales por último tienden a decir a los autores "no, mira, para ti este cuarto de tarta, y no te que quejes que es más que lo que te llevabas en papel" lo cual es absurdo de usura.

    Algo estupendo también lo están haciendo varias editoriales en EEUU y es vender gratis las primeras partes de varias sagas para enganchar a la gente.

    Se puede ser flexible sin eliminar la retribución del autor de la mente colectiva, ni tampoco convertirnos en el típico autor/editor quiero-ser-rico-ya-internet-estorbas, actitud que sólo representa y beneficia a unos pocos.

    ResponderEliminar
  15. Creo que no me expresé bien al mencionar a los intermediaros. Estaba pensando más que en los actuales, en sitios web y en servicios que te ayuden a promocionar tus obras, no tanto que la seleccionen para darla a conocer al público. Ahora, cualquier escritor puede poner en la web su obra pero el problema está en darla a conocer, que el público sepa que está ahí. En ese punto de la difusión, que no de la distribución, creo que son necesarios los intermediarios en forma de... no sé, servicios, portales, etc. En resumen, algo o alguien que ayude a la promoción de un autor sin que él le tenga que dedicar tanto o más esfuerzo que ha escribir, o por lo menos que se lo ponga más fácil que tener que ir sitio por sitio diciendo lo de "Yo vengo a hablar de mi libro" ;-)
    Aprovecho para lanzarte una petición, a ver si me la puedes responder pues es una duda que arrastro desde hace tiempo. Según tengo entendido, en el ámbito anglosajón (E.E.U.U. más que nada, pero creo que también Inglaterra) se llevan mucho dos cosas: las lecturas en directo de los escritores y los audiolibros. Ambas cosas son fuentes de ingresos para ellos. ¿Por qué no se han dado esos modelos en el ámbito hispanohablante (o por lo menos en España)? Por ejemplo, sigo el blog de Neil Gaiman y el menciona varias veces esas cosas. ¿Por qué no se han explotado? ¿O se ha intentado pero no ha funcionado? Ojalá me puedas contestar, o si le pudieras dedicar un post al tema, estaría muy bien. Creo que es algo que tiene potencial, sobre todo los audiolibros bajo un modelo iTunes. ¿Qué opinas?

    ResponderEliminar
  16. @dubitador: yo creo que va a haber una temporada en la que se ensayen diferentes fórmulas de pago por los libros, desde el pago por honor al pago de una cantidad X, muy inferior al del p-book, pasando por una cantidad parecida al p-book (condenada al fracaso, pero veréis cómo se produce), subscripciones mensuales en plan tarifa plana cultural...

    Si nos ponemos muy detallistas con el espíritu de la ley, el derecho de copia desaparecería de las descargas de internet autorizadas. Esto es, yo compro un ebook y por lo que sea hago una estupidez y lo borro, o me roban el lector, o lo que sea. Vale, me lo vuelvo a descargar a coste cero. Esto ya se hace en el kindle, que es otra de sus maléficas y excelentes decisiones de diseño.

    En cualquier caso, como dices, el mercado de ebooks es tan nuevo que no tenemos referencia como compradores para saber qué precio es el apropiado... pero tampoco la tienen los editores. Lo mismo 3€ es un límite bajo, y 20€ es inasumible como precio de un ebook, pero entre medias, quién sabe. Y lo digo por decir algo, porque no lo tengo nada claro.

    Respecto a la posibilidad de hacer dinero, discrepo contigo: recuerdo ORA:CLE, una novela de cifi de Kevin O'Donnell en ultramar, en la que el prota ganaba mucha pasta por la lectura de un artículo en el que describe como vence a un alienígena :D . Por lo mismo, un autor novel no puede esperar vender más que un número pequeño de copias de p-books al principio; sin embargo, no hay límites desde el primer momento al número de ebooks que se pueden descargar. Imagina un ebook que sale en el momento exactamente apropiado y que se vende a 3 euros de los que el autor se queda 1 euro. Imagina que lo leen 2.000.000 de los 400 millones de hispanoparlantes. Haz números :D

    @ Alfredo: la ley HADOPI francesa es precisamente un ejemplo de querer frenar un proceso natural... y por ahora con éxito, para evidente perjuicio del desarrollo de la sociedad de la información en francia.

    @ Moshe: ¡Efectivamente! si el ebook no es material promocional, deja de tener sentido regalarlo... o escribirlo, a no ser que sea por puro gusto. Además, señalas uno de los problemas fundamentales: hoy por hoy los ciudadanos NO PUEDEN adquirir algunos títulos de forma legal en formato digital.

    Además del precio, la solución pasaría por luchar contra los que, a su vez, van a querer luchar contra los ebooks porque son una amenaza directísima contra ellos: distribuidores, logística. Con su pan amenazado, entiendo lógico que usen todos los medios a su alcance -incluyendo lobbying del peor tipo, FUD, intoxicación mediática, etc. - para impedirlo. A medio plazo, no les queda otra que la reconversión, o les pasará como a la industria del sombrero española. Pero lo que no se debe hacer bajo ninguna circunstancia es mantener artificialmente sectores no esenciales. La distribución de libros no es la agricultura, señores.

    Tu último párrafo resume perfectamente mi forma de ver el tema y, de hecho, verás cómo engancha con mi siguiente post respecto a la suma cero de marras.

    @ Ivan Lasso: salvo excepciones incontrolables e impredecibles, me parece que un portal atraerá por defecto a los ciudadanos más que la suma de los portales de cada autor individual, por aquello del internauta como animal de costumbres. Esos portales me parece que aportan valor añadido a la cadena del libro, lo mismo que un editor profesional.

    Hasta donde sé (conozco mejor Israel, el estado de la Unión nº 52 XDDDD), los audiolibros funcionan muy bien... para los coches. Extrapolando, entiendo que las distancias que se comen diariamente los conductores americanos hacen del audiolibro una opción muy deseada, opción a la que se suman los podcast.

    Gracias por la sugerencia. Da la casualidad de que tengo una amiga actriz que hace audiolibros. En cuanto podamos, le hago una entrevista y la cuelgo como post, o como serie de posts.

    ResponderEliminar
  17. Juan Luis, la ley HADOPI es precisamente un ejemplo de lo que no hay que hacer, y lo de que sea eficaz está por ver.

    ResponderEliminar
  18. La ley HADOPI de momento es un éxito clamoroso para sus patrocinadores por el simple pero increible hecho de haberla logrado pasar.

    Da miedo pensar que si los franceses, más proclives a protestar, no han hecho nada internacionalmente visible contra la ley, qué haremos nosotros...

    ... claro que lo más probable es que sí hayan hecho, pero que no sea noticia

    ResponderEliminar
  19. Anónimo7:49 p. m.

    Estupendo este asunto en Facebook como respuesta a la HADOPI

    http://tinyurl.com/pudj5k

    Está en frances, claro; la retranca del texto es genial.

    ResponderEliminar
  20. pero tiene 74 miembros... un poco deprimente, ¿no?

    ResponderEliminar
  21. Anónimo10:44 p. m.

    Buenp, segun he leido, quedan casi dos años hasta la efectiva puesta en vigor de esa ley, pues ha sido denunciada de inconstitucionalidad por los socialistas.

    ResponderEliminar
  22. Y después falta como mínimo otro año para que empiecen a desconectar a la gente, y para entonces seguro que al pequeño tirano ya lo habrán mandado a su casa.

    ResponderEliminar
  23. Cosas veredes. En fin, con lo dadivoso que está el presidente, difícil me parece que copie HADOPI sabiendo el rechazo que iba a generar

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...