lunes, mayo 31, 2010

Asus EEE Tablet, un dispositivo muy prometedor

Computex 2010 ha empezado muy fuerte: como quiera que jugaban en casa, ASUS ha aprovechado para dar la campanada: han anunciado la existencia del ASUS EEE Tablet, que supuestamente saldrá al mercado en septiembre de 2010. Podéis verlo en Engadget, Gizmodo, JKKmobile y Techstyle, siendo éste último el que ofrece una galería de imágenes más completa.



En estos meses se ha acumulado la impresión de que la nueva hornada de Tablex (no sólo el iPad) son una solución en busca de un problema. No acabo de ver con claridad en qué escenarios presentan ventajas decisivas respecto a lo que ya hay (portátiles y netbooks), y sobre todo no me entra en la cabeza un dispositivo centrado en el consumo de contenidos más que la creación. Me siento un poco viejo, porque los 18 años que llevo en Internet he terminado por asociar irremediablemente presencia online con actividad propia antes que con consumo de mass media.

Pues bien, la primera impresión que tengo del ASUS EEE Tablet es que es una solución diseñada para un problema: tomar notas y trabajar los textos con ayuda de un lápiz. No tiene nada que ver con los inopinado los casos de uso del tipo "la experiencia de navegación con el iPad es diferente y revolucionaria". Lo que hemos podido ver en la presentación de ASUS es un dispositivo dedicado, probablemente con una matriz activa wacom y quizás con una adaptación de android (lo digo por los iconos del margen derecho superior, aunque puede ser cualquier adaptación de linux, dado que usa rutas tipo home/netbooks), en la que podemos ver como se trabaja con un área de dibujo y con textos y un teclado virtual.

Como siempre, el precio va ser esencial para definir las posibilidades de éxito de este producto. ASUS ha anunciado entre 199 y 299 $, y por experiencias previas con esta misma marca y sus series EEE, me inclinaría a un precio más cercano al límite superior que al inferior. Si fuera así, me parecería bastante excesivo para un dispositivo dedicado como este, pero son tantas las lagunas de información de momento que es pronto para emitir ningún juicio definitivo.

Por ejemplo, hemos visto una interfaz bastante completa para las anotaciones, pero no hemos visto si el aparato ofrece un navegador ni ningún otro tipo de software que no sea el de lectura y anotación. Que el dispositivo esté centrado en un conjunto reducido de funcionalidad es centrales no tiene por qué implicar que no disponga de algún complemento interesante como podría ser éste. De momento, las otras funcionalidades que hemos visto (memos, to-dos, calendario, album) están bien pero no son nada del otro mundo.

En cualquier caso, lo que parecen querer dejar claro es que es un dispositivo principalmente centrado en las aulas. De hecho, los poco claros casos de uso iniciales apuntan todos en la misma dirección, desde la Cámara pensada para sacar fotos de las diapositivas de las clases hasta el énfasis que se le pone en que la tecnología LCD escogida es mucho más descansada para la vista de cara a la lectura prolongada.

Otra incógnita a resolver es la tecnología de LCD que van a emplear. El hecho de que no hablen de una pantalla dual color/blanco y negro me invita a pensar que, una vez más, pixel qi se ha quedado fuera de la fiesta. Esto no deja de ser un problema, no por pixel qi sino porque los casos precedentes de ereader con pantalla LCD sin retroiluminar (aluratek, por ejemplo), son bastante decepcionantes y ofrece una experiencia de lectura inferior a la que ofrece la tinta electrónica. Por otra parte, ASUS no es Aluratek precisamente y es posible que hayan ofrecido un producto más pulido y cómodo para la vista. En cualquier caso, si querían sacar un producto antes de 2011 tenían que pasar por LCD si querían una pantalla con velocidad de respuesta lo suficientemente aceptable como para que el lápiz (activo, esperemos que no sea resistivo) no sea un chiste y sea una oferta sensata.

A la espera de verlo en persona y conocer sus especificaciones, el concepto al menos me parece mucho más interesante para las aulas e incluso para las salas de reuniones que los netbooks o los tablets que se quieren meter con calzador en las aulas. En primer lugar, es muy positivo que un gran fabricante haya decidido apostar en serio por el lápiz, porque esta interfaz sigue ofreciendo ventajas sustanciales no sólo para la toma de notas sino para muchos otros actos creativos: esbozos, esquemas, etcétera. Eso si, estamos a expensas de saber si el dispositivo para grabar audio y, sobre todo, si va a sincronizar ese audio con las notas que estés tomando (porque lo cierto es que graba notas de audio). Si es así, la ventaja que ofrecería para las aulas y las salas de reuniones sería muy importante. En cualquier caso, tanto si grabar audio como si no la concentración en la lectura y en la toma de notas me parece esencial para integrar al alumno de cualquier ciclo formativo en las dinámicas del aula.

Lo dicho: esperar y ver, que tiene muy buena pinta. Es posible incluso que acabe siendo lo que prometía el Courier: un cuaderno digital con unas posibilidades realmente interesantes. Posiblemente menos cool que el Courier, pero más vale EEE Tablet en mano que Courier renderizado.

Y por cierto, Microsoft, ya os vale: vosotros inventaste es todo esto y ahora lo estáis dejando escapar. Guillermo puertas tenía que estar dandoos de capones a toda la plana mayor.

sábado, mayo 29, 2010

Otra prueba universitaria del kindle DX con resultados inopinados.

Hace 11 días posteé acerca de una prueba del Kindle DX en Princeton. Me permití el lujo de desplazar la culpa del fracaso tanto a un choque cultural como a una falta de planificación por parte de los responsables de la iniciativa.

Pues vuelta la burra al trigo. Gracias a Nate the Great he dado con esta interesante entrada: Kindle DX got a failing degree at Reed College.

Empezaré señalando, sin rubor ni vergüenza alguna, que las pruebas que estamos conociendo fallan, para empezar, porque no hay un especialista detrás, alguien fino a la hora de observar y dialogar acerca de la experiencia de uso. En su lugar, se lían la manta skinneriana a la cabeza y
The Reed College Kindle DX program covered 43 students in 3 upper level classes. Students agreed to fill out online surveys twice during the semester, join in group discussions, and respond to emails during the semester. The results reported by the students aren’t too surprising. There was quite a lot of detail in the 11 page report, and here are some of the highlights:
O sea, les reparten los cacharros y que D*s reparta suerte. Lo mejor que tiene es que me siento menos mal, porque es exactamente la "metodología" que empleamos en España: repartimos los cacharros pensando que infunden la solución por proximidad física o mero contacto. No es broma, mirad lo que dice el propio informe

A "getting started" sheet was distributed to students when they received their Kindles at the beginning of the semester. Beyond the help sheet and some very basic guidance, there was virtually no end-user support provided by the College. Questions about how to use the device were well answered by the documentation contained on the Kindle itself

Lo dicho, Skinner en estado puro. Cuánto daño ha hecho Burrhus a la sociedad. Quiero decir, ¿soy el único al que le rechina ver cómo se emplea a la gente como ratas de laboratorio, observando "científica y objetivamente" su comportamiento en vez de, coño, hablar con ellos y estar a su lado? ¿Y qué hay de dedicarles un poco de tiempo inicialmente para hablar no del manejo del aparato, sino de sugerencias para buenas prácticas?

Si encima eran de letras, los resultados eran previsibles, como señala Nate.

  1. PDFs couldn’t use the DX’s annotation features
  2. images & color
  3. the process of finding compatible content was hit or miss
  4. loading PDFs was difficult
  5. library functions were disappointing
  6. page refresh was slow enough that it hampered the students
  7. it was impossible to have multiple texts open at once
  8. highlighting and annotation features were diffcult to use
(1) es cierto, y ya les vale.
(2) ¿Images? ¿Pero no sois de letras? ¿No son suficientes imágenes con la calidad que ofrecen las de los salvapantallas de kindle?
(3) ¿ein? ¿Y a nadie se le ocurre comparar con un p-book donde hay que buscar a ojo? ¿Qué diferencia hay entre buscar con un kindle y un procesador de textos?
(4) Veamos... monto el kindle, el PC lo usa como una unidad de memoria USB, copio el PDF, lo pego en el kindle, desmonto. ¿Saben esos estudiantes universitarios cómo usar un pendrive?
(5) A saber, pero el problema es en cualquier caso evidente: repartes a la buena de D*s cacharros, en lugar de pensar en una plataforma completa, hardware y software, local y servidor, para dar respuesta a las necesidades educativas.
(6) Otra idiotez. Si el formato es nativo, es medio segundo. Si es PDF, depende, pero tampoco es aberrante. Y, en cualquier caso, bastaría con convertir a nativo. Eso, si el texto no está trufado de tablas, porque entonces hay que tirar la toalla. A ver si iDPF y Amazon espabilan e implementan de una vez las tablas correctamente porque, señores, muchísimos textos tienen tablas y son necesarias.
(7) Vale. Nadie dice que no haya trade-offs, que no haya que pagar un precio por beneficios obtenidos. Pero el Kindle o cualquier otro ereader compensan sobradamente eso con la posibilidad de tener tus referencias de todos los cursos en un dispositivo que no llega a los 600gr (o a la mitad, en los casos más pequeños).
(8) Aquí sí que me he tenido que ir a tomar un zumo y volver. Por una parte, me pregunto qué hacen los chicos que responden eso en la Universidad, y qué está haciendo la universidad con ellos. Porque vamos, desplazar un cursor y empezar a escribir o dar a un botón no requiere una preparación técnica salvaje. Por otra, el fallo fundamental sigue siendo de los responsables de la iniciativa. En críticas absurdas como ésta se revela el fallo terrorífico de lanzar un proyecto sin preparación a los usuarios, sin formación, sin apoyo. Cada nueva aplicación o plataforma requiere una planificación de implantación, formación, asistencia, etc. ¿Cómo se les pudo pasar siquiera por la cabeza dar el salto dramático del papel al libro digital sin apoyar en la superación de la curva de aprendizaje? Máxime, cuando en muchas universidades americanas se lleva al alumno de la manita, no sea que se estrese.

Cada vez me interesan más estos casos de implantación, porque son una prueba muy gráfica de los errores de base que se están repitiendo sin cesar a la hora de implementar soluciones digitales en las aulas. Son pruebas perfectas de la urgente necesidad de invertir el orden de prioridades: mañana tendrían que ponerse primero a las personas, luego a la metodología, después a la plataforma completa de distribución de contenidos y, finalmente, a los dispositivos.

viernes, mayo 28, 2010

WorldReader y OLPC XO, dos formas de dar

Jesús Barrio y Dubitador me han puesto sobre la pista de un interesante post de Enrique Dans, Worldreader: llevando el kindle a un entorno diferente. Por no repetir su contenido, me limito a mi emoción: cómo me gusta (la iniciativa, claro).

En una semana tengo que dar una conferencia sobre un tema cercano. Con la marea de portátiles y proyectores en las aulas, pienso en esos niños de Ghana que cuentan con kindles cargados de contenidos educativos. Niños que, a buen seguro, no estarían tan surtidos de libros como los nuestros. Pienso en la comodidad de una pantalla EPD para la vista de los niños, en el diccionario y en el text-to-speech para los adultos, y me da la impresión que los países desarrollados deberían centrarse en algo así por encima del puñetero multimedia cuyos productores llevan 20 años tratando de encasquetárnoslo a toda costa en las aulas.

No tengo claro si Ghana entra dentro del alcance de la conectividad del programa de Kindle International. Si fuera así, tendrían acceso a wikipedia... lo cual es bueno y malo. Los niños por debajo de cierta edad necesitan una wikipedia adecuada, tanto expurgada como concentrada en el esfuerzo educativo. Habría que ver si el navegador web es funcional y accede a toda la web, porque entonces el problema se resolvería de un plumazo: se monta un servidor local que gaste la menor energía posible y que los alumnos accedan a su copia de la wikipedia para niños. Bien pensado, dado que kindle ha liberado su SDK se podría crear una pequeña aplicación para lograr un efecto como el wikireader. Además, calibre podría ser la base para gestionar la e-library de la escuela y pasar los libros a los alumnos.

Lo que no me ha gustado tanto es esto:

How much will e-books cost?
Our model is that the books initially loaded on the e-readers will be included in the donor-subsidized price paid by local schools and communities.  Beyond that, bestselling e-books cost from $6.00 - $12.00, an average of one-third to one-half of the retail price of paper books, and many older and promotional books are free.   This level of discounting already provides great leverage for our donors, and we hope to work with publishers to further drive down e-book prices in developing markets.

O sea, coleguita, que esto es ayuda al desarrollo y filantropía. Best sellers en el aula? WTF? No digo conectar a una página de descargas de ebooks con copyright, pero creo que la iniciativa se queda coja si no maximiza la inversión en aparatos y se centra en ebooks gratuitos, tanto de contenidos educativos producidos bajo alguna licencia CC como de dominio público. No sé si es que Amazon quiere renegar ostentosamente de todo lo que suene a ebook gratuito para tranquilizar a las editoriales o a sí misma, pero ese párrafo me ha parecido lamentable. Lo rematan así:

Who decides which books are loaded onto the e-reader?
Each community will decide which books are pre-loaded onto e-readers, based on their needs and interests. The e-readers themselves typically have access to hundreds of thousands of books for purchase, although many may be initially priced too high to be of significant local interest.

Lo siento, no trago. El libro, sea e- o p-, debe ser un instrumento de liberación y trascendencia antes que objeto de venta y consumo. No puedo aceptar que el modelo de whispernet y pago por ebook se implante en un entorno como el que describen, cuando de lo que se trata es de que los niños adquieran el gusto por la lectura, no que las comunidades gasten sus pocos $ en ebooks confiando en las oportunidades que se darían a sus hijos. Sobre todo, habiendo el abanico de alternativas que hay, empezando por wikibooks y acabando donde os plazca.

Luego está OLPC. Ya sabéis que siguen siendo la niña de mis ojos, que la idea es demasiado bonita como para que la empañen hasta las decisiones de gestión más aberradas (y eso que ya atesoran una linda colección). Creo que han errado, cual versión académica de groo, con su nuevo XO.

"nuevo" no es, precisamente. Han quemado puentes con los fabricantes anteriores, hasta que sólo les ha quedado Maxell, al parecer. En lugar de generar otro original diseño con alegres toques de falta de practicidad, OLPC se ha quedado en ponerle el brand a un diseño de referencia de Maxell.

Por si eso no es malo, por si aún seguimos sin saber si van a seguir con las pantallas 3qi, encima se han superado con un tablet que saldrá a finales de año. Claro, es lo que ofrece Maxell.

Pero no lo olvidemos, OLPC es un proyecto para que los niños de los países en vías de desarrollo mejoren sus oportunidades vitales gracias a los ordenadores. Y un tablet moderno es un dispositivo, mejor o peor currado, pero no un ordenador en el sentido generalista y de usuario.

Un tablet es un dispositivo para consumir contenidos mucho antes que crearlos. Ya se ha visto hasta la saciedad con el iPad, pese a los ridículos esfuerzos por tratar de que nos traguemos el sapo de que puede sustituir a un netbook para trabajar. Si el teclado sigue ahí, señores, por algo será. Porque nos ofrece una realimentación táctil esencial a la hora de ir construyendo las palabras letra a letra.

Que sí, que puede estar genial que el OLPC XO cumpla con la promesa inicial y cueste 100$. Dicen que al no tener formato netbook ahorra costes. A otro perro con ese hueso, oigan. Que el coste de un teclado, las bisagras y el conector del display a la tarjeta de video son el chocolate del fabricante, digo del loro. QUe las pantallas 3Qi fueron admitidas en primera instancia por la rebaja en los costes de producción que suponían.

El OLPC XO va a ofrecer un teclado virtual con realimentación táctil. Vale. Me alegro. Ya me gustará ver a los niños escribiendo cómodamente con eso. Sobre todo porque, con la puñetera manía de que todas las pantallas han de ser acariciables, la tecnología resistiva y la de matriz activa de wacom han quedado totalmente uncool y pasadas de moda.

Resultado: los niños con OLPC no dispondrán ni de teclado ni de lápiz o puntero. Escribir, con un teclado virtual. ¿Y Pintar? ¿Y escribir a mano? ¿Y bocetar?

Un tablet de 100$ me parece una pasada. Para los consumidores finales ricos, con dinero para querer un bonito artículo de consumo en el que consumir contenidos de todo tipo. Pero una penosa herramienta educativa, porque será un ebook ineficiente (salvo que medie 3Qi), y los chavales no podrán ni dibujar ni escribir con comodidad.

No sé si la culpa es de Negroponte o de quien. Lo cierto es que tendrían que espabilar de una puñetera vez, centrarse en soluciones probadas (como los netbook de 2009) y centrarse en la plataforma software y en publicitarlo por todos los países. No es por nada, pero un tablet no le llega a la altura de un netbook o portátil normal a la hora de ser una herramienta productiva en el aula.

Estos dos proyectos me tensan. Me emocionan, decepcionan y vuelta a empezar. Creo firmemente que la mayor esperanza de las poblaciones en los países en desarrollo pasa por acceder a Internet, comprobar como se vive en otras partes, adquirir conocimientos y organizarse para trabajar. Pero es un sueño demasiado bonito con tanto buitre e hijo de puta oscureciendo el aire según planean para hacerse más ricos todavía a costa de los que menos tienen

lunes, mayo 24, 2010

Ya les vale con la tontería

Estamos en 2010, y entradito. Algunos ereaders han sido ya un éxito.

¿A qué esperan las revistas en internet para sacar versión en .epub y .mobi además del obligado .PDF? ¿Cómo puede seguir siendo excepcional que las revistas Open Access ofrezcan algún formato nativo de ereader?

Quizás el tan manido salto a internet de las revistas académicas e incluso de los webzines no sea tanto, quizás el formato (periodicidad, estructura del documento) les sigue anclando mentalmente al papel.

¿Qué os parece? ¿A qué revista le pediríais que se bajara Calibre y empezara a convertir a epub y mobi?

edito: no me refiero a las revistas de papel, sino a "revistas" o como queráis llamar al formato de las publicaciones periódicas. http://edge.org/ , http://firstmonday.org/ , (de mi rollo) http://www.qualitative-research.net/index.php/fqs , las revistas Open Access o aquella publicación más o menos periódica, estable y colectiva.

domingo, mayo 23, 2010

Ereader como herramienta para textos 2: comentario y extracción de citas

Hace unos días comentaba una noticia en la que alumnos de Princeton habían rechazado al Kindle como herramienta de estudio pero no como lector de ebooks. Por otra parte, en la entrada anterior comentaba el uso que le estoy dando al kindle como herramienta para la corrección de textos. Como avisé, hoy toca dar un paso más hacia adelante y hablar de un uso más intenso y activo: un ereader (kindle en este caso) como base para el trabajo, comentario y extracción de citas de textos.

Uno de los múltiples beneficios que me han aportado los ereaders ha sido la lectura más frecuente de fuentes web, revistas o similares, que no leía por no imprimir y no dejarme los ojos. Sí, no tengo ningún problema en reconocer que soy un tiquismiquis con las pantallas de ordenador, porque por algun motivo la pantalla retroiluminada parece que me cansa más que a mucha gente. Era peor aún con las viejas CRT: en alguno de mis primeros curros me las veía y me las deseaba cuando la frecuencia horizontal de esos monitores baratos no se podía subir por encima de 65 Hz y al par de horas las líneas de texto empezaban a dejar rastros de ghosting en mi visión. Sea como fuere, los textos un poco largos saltan directos de la pantalla LCD al ereader que esté usando en ese momento.

El fin de semana no se ha hecho para estar en casa salvo causas de fuerza mayor. Y aunque mi alergia al polen de las gramíneas me tiene pensando en el Napalm urbano toda la semana, llega el fin de semana y hago tripas corazón. Como voy a estar hecho polvo de cualquier manera, agarro mi tumbona de Alcampo de 7 euros (tengo que dedicarle un post, pedazo de invento) y me tumbo a la bartola a la sombrita a leer. Los usuarios de ereaders ya gozáis de la ventaja gozosa de las pantallas EPD, que al contrario que las LCD (multisobadas incluidas) se pueden leer a la luz del sol con toda comodidad

Pues bien, he vuelto a coger con gusto una revista, Edge, que no leía últimamente tanto por tiempo como porque han tomado una deriva vedettista que deja a cierto egocentrísimo que yo me sé como tímido y retraido muchachuelo que jamás habla de sí mismo. Con todo, tras las celebraciones multitudinarias de crosslicking egos en sitios chic y gafapastismo rampante, de vez en cuando quedan contenidos como los de antes, provocadores y chulos. Un ejemplo: Digital Power and its Discontents.

Me ha motivado lo suficiente como para trabajar con él. No sé si acabará en un paper, protopaper o al cajón de los borradores, porque como ahora escribo por gusto me da un poco igual. Lo cierto es que he empleado las funcionalidades que todo ereader que quiera acabar en manos de estudiantes debería implementar de forma sencilla y eficaz: subrayado y anotado. En el Kindle, para subrayar tienes que desplazarte con el joystick ...

(No hay que sobar la pantalla! Penitenziagite!)

... Increible, ¿eh? Usar un joystick movido por el pulgar para desplazarte dentro de un texto.

Penitenziagite!

decía, te desplazas por el texto con el joystick, pulsas con el botón central si quieres empezar a subrayar y te desplazas carácter a carácter o línea a línea hasta que alcanzas a subrayar lo que deseas. Una pulsación del botón del joystick acaba con el subrayado. Y para las notas, tienes que situarte al principio de la palabra sobre la que vas a anclar la nota y ponerte a escribir con el teclado. Ya dije que el teclado da poca más velocidad que la de un smartphone, pero resulta más que suficiente para notas de menos de 20 palabras, que vienen a ser las que se emplean para la marginalia en los textos de papel de toda la vida. Un ejemplo:
No es sólo la comodidad de llevar encima tu biblioteca y poder anotar y subrayar. Al contrario que lo que dicen en el curioso artículo del Daily princetonian, subrayar con un kindle es algo más rápido y sobre todo exacto que usar un fluorescente de cuando yo era chaval, a menos que la mina del fluorescente sea de 3cm de grueso y permita subrayar párrafos con tres pasadas. Quiero decir, cada clic hacia abajo es una línea subrayada y te haces 3 clics al segundo por la velocidad de la pantalla EPD. Anotar, sí, puede ser más lento que escribir a mano, pero... tus notas no son dato muerto.

Efectivamente, cuando acabas de currar conectas tu kindle a tu ordenador, abres el archivo My clippings.txt y copias al portapapeles tus subrayados y notas que has ido haciendo. La primera vez que me percaté de que los subrayados eran citas y que, más aún, me habían ahorrado el nada despreciable trabajo de picármelas me di cuenta de que estaba ante algo gordo. Un ejemplo:

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Edge.org DIGITAL POWER AND ITS DISCONTENTS (Juan Luis Chulilla)
- Highlight Loc. 106 | Added on Saturday, May 22, 2010, 08:36 PM
internet utopians.
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Edge.org DIGITAL POWER AND ITS DISCONTENTS (Juan Luis Chulilla)
- Highlight Loc. 111-16 | Added on Saturday, May 22, 2010, 08:37 PM
It was published a week after yet another overhyped wave of Iranian protests came to nothing. But this time something was different in how that failure was explained in the media. Suddenly, I could sense some public frustration — even in The New York Times — about how the Internet could have actually thwarted the protests, making them more disorganized. That's something I really wanted to play with in that essay. But since the Wall Street Journal  wanted me to offer a critique of techno-utopianianism, I had to venture beyond recent events and see what kind of ideas are guiding governments in this space.
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Edge.org DIGITAL POWER AND ITS DISCONTENTS (Juan Luis Chulilla)
- Note Loc. 115 | Added on Saturday, May 22, 2010, 08:37 PM
enemigo del empoderamiento
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De repente lo que tenía, sin haber hecho otra cosa que leer, subrayar y anotar, eran fragmentos del esqueleto de mi artículo: citas textuales, citas de las que me iba a quedar la idea y mis propias paridas.

Lo dicho, lo que le falta a los ereaders es una pastillita con olor a papel acidificado (viejo) que vaya liberando la esencia poco a poco. E imitar al iPad y que el altavoz deje sonar un suave "wuoooosh" cada vez que pasas la página.

Amos, hombre. Menudo salto. No es sólo obviar el papel, su carga en la mochila, sus costes de todo tipo. Es producir dato vivo mientras trabajas con él. En vez de tener que dar dos pasadas al dichoso paper (como poco), una para leer, subrayar y anotar y otra para recoger tus notas, cuando acabas de leer y trabajar el texto las citas e ideas sugeridas ya te están esperando.

PS. Avanzando en el artículo me encontré con una referencia a Here Comes Everybody de Shirky. El contexto del artículo me despertó las ganas de leerlo y, mira por donde, estaba con un Kindle en las manos. Lo conecté a la tienda y me descargué el capítulo de prueba en 20 segundos, me lo liquidé y me gustó. No me lo compré porque era justo la hora de volver para casa, pero me lo pillaré en breve... y me quedé con la copla (y el miedito) a la facilidad que da la plataforma Kindle para acceder a los ebooks.

Ahora compárese este modelo (precio mejorable, pero decente, inmediatez, in-me-dia-tez) con la ocurrencia serendípica de comprar ebooks en librerías físicas, no sólo cañí sino al parecer que se va a adoptar por un consorcio francés. Por 1 euro, díganme fórmulas de éxito y fórmulas de fracaso en el modelo de negocio de ebooks, 1-2-3 responda otra vez.

viernes, mayo 21, 2010

Ereader como herramienta para textos 1: corrección

Hay un informe final que me está dando más quebraderos de cabeza de los acostumbrados. Es el primer informe que escribo al completo con Dragon Naturally Speaking, y los resultados son básicamente excelentes. He llegado a escribir 25 páginas al día, y en algo más de una semana he finalizado un documento contundente.

He dicho "básicamente" porque, aunque la velocidad ha sido tremenda, los errores han sido más insidiosos de lo habitual. No ha habido ni una falta de ortografía ni un fallo mecanográfico o typo. Ambos errores eran imposibles porque, si Dragon reconoce bien el texto, lo transcribirá sin fallos.

Los dos fallos anteriores son beneficiosos para los autores porque, como animales concentrados en los patrones que somos, los antipatrones, la ruptura de las reglas, nos salta a la vista. A veces, nos hiere


Limpiar de errores un texto que no sea tuyo es pesado pero sencillo, por nuestra sensibilidad por el antipatrón. El problema está cuando el error no es un antipatrón, cuando se trata de una palabra que Dragon ha interpretado mal... y la sustituye por otra. No salta a la vista, es insidioso y chungo precisamente porque no se reconoce. Por ejemplo, equivocarse y transcribir "al ahora" en vez de "a la hora". Buscar eso en pantalla es una tarea que tara irremediablemente, que cansa sobremanera por la atención que hay que dedicar al texto retroiluminado.

Por otra parte, cada vez me fastidia más imprimir nada que no sea el entregable material, y eso se lo encasqueto cada vez más a la reprografía. No sólo por dinero y por ecología, sino porque cargar con resmas tremendas de folios no contribuye a la relajación de mi espalda y a mi paz espiritual. Como quiera que el repaso fino de textos cansa mucho si tienes que leer en una pantalla retroiluminada, desde hace 3 años he encontrado en los sucesivos ereaders que he tenido o he probado un aliado estupendo para no cansarme ni matar árboles por borradores, que no soporto que un árbol valga menos que lo que un borrador de un texto.

Hasta ahora, por más que las pantallas fueran cómodas, el anotado era inexistente o absurdamente basado en bitmaps, en lápices que pintan en pantalla. Esas anotaciones nacían muertas, inútiles, porque no podían ser recuperadas por separado y, sobre todo, reutilizadas.

Desde hace 2 semanas tengo un Kindle DX. Me lo he comprado tras comprobar sus funcionalidades de marcado y anotado, que me han convencido por completo. Por eso, y porque para la empresa y para mí compro en Amazon con regularidad, y me compensa tanto el ahorro como, sobre todo, la inmediatez. Como dato negativo, no estoy del todo contento con el contraste entre fondo y tinta, que es aceptable pero es inferior al de las pantallas PVI más modernas.

A lo que voy. Estaba hasta los pies de buscar fallitos de dictado de voz. No iba a imprimir un borrador, porque además de lo dicho produciría dato muerto. Así que saqué al DX de su funda, actualicé la copia del informe gracias a Calibre (por cierto, hay que ver cómo ha evolucionado, sigue teniendo una interfaz tan asquerosa como antes pero es mucho más potente), y me puse a la tarea con la luz adecuada.

Hay que decir que el teclado no es muy rápido, pero no es insufrible. Le daría una velocidad relativamente superior a la de los smartphones. El truco para la correción lo encontré en minimizar cada anotación correctora. No era difícil, porque no es lo mismo que comentar textos.

Una vez repasado el texto, lancé la funcionalidad de My notes & Bookmarks, que realmente es una pasada para esto y marca la diferencia, no sólo el texto. En pantalla salen las anotaciones y subrayados, y si pasas el cursor por ellos te lleva a la página de referencia. El problema que tenía esto es que recorrer el menú una y otra vez, ida y vuelta del texto a las anotaciones, era innecesariamente lento. Y aquí afiné (no digo nada nuevo para el dueño de un kindle), gracias al contexto, a las 3 líneas que el Kindle incorpora del texto original por nota. Haciendo búsquedas mínimamente finas en el texto, daba en segundos con el fallo, y a por el siguiente.

90 minutos para los más de 150 folios. Nada mal.

En la continuación de este post, comentaré ejemplos claros sobre lo inapropiado de calificar al Kindle como herramienta inadecuada para el estudio.

miércoles, mayo 19, 2010

La perturbadora trayectoria de la tecnología móvil

Me han publicado un post en umpcportal que se llama como éste, pero en inglés. Le doy una vuelta de tuerca más seria (y preocupada) a mi serie sobre el iPad. A veces me siento viejo y obsoleto, no sólo por las canas sino por preferir un ordenador a un dispositivo, por lamentar lo que podía haber sido el OLPC y lo que se quiere poner en las manos de la gente. Después de todo, el iPad es sólo un epifenómeno, una anécdota (aunque relacionada) al lado de ACTA o de las amenazas a la neutralidad de la red.

Viendo esos trailers de Web, el documental al que le queda un año para llegar a las pantallas, me emocioné y pensé en lo insulsos que son los debates techies comparados con las repercusiones básicas que tienen nuestras tecnologías para el futuro de la humanidad. Y no puedo evitar caer en la tentación de ver una dualidad inmiscible: el empoderamiento hacia la trascendencia, la extensión global del conocimiento, la eliminación de fronteras... o la TV 2.0., el fin de la Internet tal y como la conocermos para ser sustituida por un conjunto de redecitas de pago.

Ojalá me equivoque y exagere. Pero, de momento, ya me tiro de los pelos pensando lo que podía haber aportado OLPC al mundo. Imaginaos simplemente portátiles baratos, con una gran batería, con pantallas 3qi y ni siquiera internet en todos los casos, un servidor local de contenidos basado en un Pentium III conteniendo una selección apropiada de la wikipedia para niños...

lunes, mayo 17, 2010

¿Qué significa exactamente que los alumnos de Princeton rechazan el Kindle DX?

Leo en Ars Technica (una de LAS referencias en tecnología desde que Internet es, por si alguno no habéis entrado): Business school ditches Kindle DX after trial run

¿Qué es lo que han rechazado exactamente los alumnos?

Vamos a ver qué dicen de primera mano los usuarios:
“Much of my learning comes from a physical interaction with the text: bookmarks, highlights, page-tearing, sticky notes and other marks representing the importance of certain passages — not to mention margin notes, where most of my paper ideas come from and interaction with the material occurs,” he explained. “All these things have been lost, and if not lost they’re too slow to keep up with my thinking, and the ‘features’ have been rendered useless.”
¿Lost and if not lost?


Too slow to keep up with my thinking?


Bueno, el teclado no es precisamente tan rápido como un teclado estándar, pero es aceptable para menos de 20 palabras. Y no sé vosotros, pero yo anotaba los textos con claves concisas que extiendo en otra parte si es menester. En cuanto al subrayado...
“I require a very close reading of texts. I encourage students to mark up texts, and … I expect them to underline and to highlight texts,” Katz explained. “The question is whether you can do them as effectively with a Kindle as with paper.”
Precisamente el subrayado es más rápido con un kindle que con un fluorescente sobre unas fotocopias (no sobre un libro, ¡Por D*s!). 


Para saber de qué estamos hablando realmente, hay que proseguir en el interesante artículo (por cierto, momento proletario, me ha parecido tremendo leer "el periódico del campus", casi me da un ataque de alergia ante tanta pijería).


Katz also added that the absence of page numbers in the Kindle makes it more difficult for students to cite sources consistently.
“The Kindle doesn’t give you page numbers; it gives you location numbers. They have to do that because the material is reformatted,” Katz said. He noted that while the location numbers are “convenient for reading,” they are “meaningless for anyone working from analog books.”

Esto ya me parece más sensato. Evidentemente, necesitas páginas para pagar el impuesto académico de la cita correcta. Y es muy interesante: pensemos que el trabajo de estudio y análisis hasta hoy mismo depende del puñetero papel. Por lo tanto, la localización concreta de una cita está encadenada a la versión de papel del artículo, la que van a leer tanto los lectores al día como los que imprimen sus email.

Vale, principio de realidad. Hay que citar por página impresa, y el kindle trabaja por localizaciones, usando como unidad el párrafo.

Que todos los problemas sean como ese. ¿De verdad que nadie en el programa de introducción del kindle tuvo en cuenta este problema y no se le ocurrió un script de 2 líneas que transformara localizaciones en números de página?

Lo que parece que tenemos entre manos es un problema social y cultural, no tecnológico. Por una parte, los responsables del programa no han hecho los deberes. Dado que es una experiencia piloto pública, con repercusiones muy fuertes, lo suyo habría sido hacer trabajo de campo previo para detectar valores y necesidades. Nada revolucionario, un primer grupo de usuarios al que dar aparatos, verles como los usan y hacerles preguntas. Algo que, debería holgar el decirlo, debería hacerlo un profesional. Pero aún hay más.

“A huge benefit to the Kindle is having large quantities of reading available at your fingertips and not having to print and lug around books and articles,” she said. “Some disadvantages are the necessity to charge the Kindle and the impossibility of ‘flipping through’ a book.”
George also said the annotation software was “useful but not as easy or ‘organic’ feeling as taking notes on paper.”
“For some people,” she explained, “electronic reading can never replace the functionality and ‘feel’ of reading off paper.”

Pabernos matao, señora. Ahí quería yo llegar. El trabajo con textos, para muchos protoacadémicos o académicos, es una actividad ritual y central en sus vidas que no puede mezclarse con el insulso y mundano byte. Es imperativo recorrer, como el aprendiz de brujo, un volumen hojeándolo a toda velocidad, entiendo que para capturar cabalísticamente una palabra aquí y otra allá que nos transmita la esencia del texto. Sobre todo, al texto electrónico le falta el "feel", ya sea tacto, gusto u olfato. Sobre lo último, empiezo a pensar que tendrían que poner un dispensador en el refrigerador para que, cuando se calentara, liberara dosis moderadas de la amina específica de "olor a libro viejo", que seguro que la hay.

En otras palabras, ¿Qué significa que la funcionalidad de anotado y comentado del kindle no es fácil y, sobre todo, orgánica?

Para mí está claro: shock cultural. Los propios artículos son herramientas de aprendizaje y estudio que eran insustituibles cuando no había alternativas, pero que ahora suponen un lastre para el aprovechamiento de las nuevas tecnologías de estudio. Y me refiero al artículo como "objeto cultural total", a la suma del recipiente físico, de la experiencia de uso y de los valores que se le asocian.

No digo que el Kindle DX sea perfecto. La función de anotado es muy mejorable, por ejemplo. Pero llevo estudiando con él 2 semanas y creo que las ventajas superan abrumadoramente a los inconvenientes. No me cabe en la cabeza, objetivamente hablando, cómo se pueden siquiera discutir las ventajas de no sumergirte en resmas y resmas de malditas fotocopias, en llevar tus artículos a cualquier parte, en superar el dato muerto y reutilizar marcados y subrayados en otra parte. Por ejemplo, si subrayo con el kindle, puedo exportar lo subrayado y usarlo como material para citas literales. Y ahora vas y lo cascas, digo lo comparas con talar árboles para fotocopiar papers que vas a leer una vez, que tienes que subrayar y anotar a manopla y luego dar una segunda ronda para recuperar todo tu trabajo.

Pero aquí no cuentan razones objetivas, sino las mucho más poderosas razones culturales. El papel es un elemento cultural de un poder insospechado, al que hay que respetar si no queremos que boicotee nuestros esfuerzos de evolución y superación.

Y partiendo de esa consideración, lo que les queda tanto a los señores de Amazon como a su competencia es hacer los deberes bien y ofrecer productos para el estudio tan fluidos y perfectos que sea imposible rendirse ante la evidencia excepto para aquellos que tienen orejas de pana.

domingo, mayo 16, 2010

Por qué el lápiz (electrónico) no ha muerto

Llevo unos días buscando un hueco (esos lapsos de tiempo que se me han vuelto tan escasos en las últimas semanas, a este paso me pega un jamar de esos de los japoneses en la mesa de trabajo) para comentar un artículo de slashgear que me encantó: Apple, iPad & why the stylus isn’t dead.

A posta no he parafraseado por completo el título original. En estos días de tribulaciones, poner en duda que el iPad es la tabla multitouch de Moshe es pecar de lesa majestad, así que he pensado que si lo titulaba así ya iba a condicionar la lectura del artículo. Puestos, prefiero condicionar con un párrafo un poco más largo, como el que estáis leyendo. Y sí, el iPad es el enemigo definitivo de lo que fue y puede ser la informática, del instrumento empoderador que mencionaba Obama el otro día. Cada vez que leo que el iPod de Bilbao revoluciona la forma de navegar porque sostienes durante horas un ladrillito de 600gr. mientras multisobas la página web de marras... hummm...  no sigo, que me cargo este post. Hala, ya he pecado de lesa majestad este fin de semana. A lo que iba.

En la primera presentación del iPad de enero, Jobs se carcajeó del lápiz como interfaz. Con el iPad en las tiendas, parece que el lápiz es cosa del pasado. De los obsoletos cuadernos de notas, o del fallido tablet PC. Pero, como dice Chris Davies, que es un crack de la pradera, sucede que el lápiz es uno de los métodos de input peor entendidos.

Efectivamente, la masa mainstream como mucho ha conocido los stylus de las PDAs y viejos windowsmobiles. Pasar de ahí a las actuales pantallas capacitivas para interactuar con el software sobándolo parece un salto revolucionario a mejor del que no cabe la vuelta atrás. Y sucede, efectivamente, que la inmensa mayoría de los usuarios no ha probado una pantalla con matriz activa wacom. Una pantalla que no sólo es más precisa que las viejas tecnologías resistivas, sino que permite apuntar sin tocar, así como una percepción de la presión sobre el lápiz inalcanzable incluso para las tecnologías capacitivas.

En cualquier caso, lo más importante es la precisión. Por esenciales que sean los dedos, no son adecuados para las tareas precisas. Un escultor puede moldear con las manos, pero un maquetista usará herramientas que aumenten la precisión de sus dedazos. No se puede escribir a pelo con los dedos, necesitamos un instrumento que aumente su precisión, como se puede comprobar comparando un texto manuscrito en papel del "lava el coche, cerdo", que se pinta en un coche con capas de mierda. Incluso Scott Wade, el onvre que hace arte de la mierda sobre el parabrisas, usa pinceles.

En abstracto, un lápiz sobre pantalla de matriz activa une lo mejor de los dos mundos: la naturalidad e inmediatez de la mano con la precisión del lápiz. Pero cuando pasamos del concepto a la realidad real, sucede lo que ya vengo años lamentando:
What hurt – and continues to hurt, Microsoft’s ongoing efforts notwithstanding – tablet PCs beyond the limited mainstream access was that its good uses of the stylus were hidden behind an admittedly underwhelming UI. Microsoft made the bare minimum of iconographic changes, amounting to little more than the option for bigger versions of mouse-centric buttons, and grafted on an under-appreciated handwriting recognition engine that left users feeling one step removed from the OS and whatever mainstream apps they chose to run. The underlying flexibility of Windows – that you could load any software that would run on a regular, non-tablet PC – only served to emphasise the removed nature of the pen input. Titles like OneNote and the bundled Journal (both of which could leave handwriting in place but, thanks to background character recognition crunching and the accuracy of an active digitizer, allow you to search through your notes as it’d they’d been typed in) made it all the more obvious that everything else was a hodge-podge of mediocre usability.
La historia de Microsoft con el lápiz es una historia de visión (Gates insistió hace poco en ello) que no llega a buen puerto porque el enemigo está dentro, con algunos mandriles en la cadena de mando obstaculizando sin remedio el esfuerzo de años. A nivel de SO funciona y está maduro, pero el software no ha sido adaptado, la herencia del paradigma Office (menú principal/menú de iconos/menú emergente) es demasiado pesada. Incluso el bienvenido Ribbon de Office 2007/2010 no deja espacio claro para el uso del lápiz más allá de integrarlo como submenú, lo cual es muy triste.

Y el autor tiene razón, cuando a renglón seguido afirma que la decisión de Apple por la touchicidad fue llevada hasta las últimas consecuencias. Sin mirar atrás, sin considerar ni por un momento todo lo que se había acumulado en OSX. Y así les ha ido, francamente.

Pero vamos, por bien que esté implementada la interfaz táctil, sigue careciendo de la precisión y versatilidad que te da un lápiz. Los artistas no son los únicos que se habrían beneficiado del defenestrado courier. Todos hemos sido enculturados formalmente con un lápiz. Los niños de hoy siguen expresándose con lápices, y las ideas nacen de un lápiz y del trozo de papel que se tenga a mano. No me veo pariendo un modelo de negocio o las primeras fases de concepción de un proyecto con un dedo en la pantalla, y de hecho el teclado en esos momentos me sobra.

Seguir a Apple porque ha tenido éxito es condenarse a segundón, cuando no algo peor. Me permito con tranquilidad dudar del éxito de Windows 7 Mobile, precisamente porque está en la estela de los que van ahora por delante en vez de innovar por su cuenta. Y con el tesoro de innovación que tienen detrás, cada vez me indigna más que lo mantengan encerrado, sin dejar que vuele.

Comienzo como acabo: el artículo es realmente interesante y hace pensar (el de Scott Wade, el mio vosotros diréis :) ).

viernes, mayo 14, 2010

Dos iniciativas interesantes, crisol.org y 24symbols

Como es lógico, en los últimos días todos los medios se han hecho eco de la futura noticia: va a salir una plataforma de ebooks llamada Libranda, capitaneada por el curioso consorcio formado por Planeta, Santillana y Random House-Mondadori. Dada la coincidencia de intereses y accionistas, es lógico que los grandes medios españoles se hayan hecho tanto eco. Como doy por supuesto que todos habéis leido algo al respecto, sólo me queda mencionar dos cuestiones obvias para los interesados en los ebooks: la inopinada obligación de comprar ebooks en las "librerías" (y el entrecomillado se debe a que donde se van a vender los ebooks fueron los causantes directos de la ruina del pequeño librero), y el al parecer modesto catálogo inicial. Si a eso le sumamos el increible IVA de los ebooks, la receta es genial: tengo que ir a la FNAC a comprar ebooks (a menos que habiliten finalmente un portal de venta directa por Internet, no voy a tener un catálogo muy amplio y los precios van a estar lastrados por la tributación (que conste que la rebaja inicial (presunta) del 25% no está del todo mal).

Un catálogo reducido y la aberrante obligación (si se confirma) de pasar por una tienda de cemento-y-ladrillo para comprar un ebook es una buena receta de fracaso, al menos si la contraponemos con la receta de éxito de Amazon: catálogo amplio desde el principio y la máxima facilidad posible para comprar gracias a Whispernet.

Ellos sabrán

Moisés Cabello me ha comentado dos iniciativas mucho más interesantes y que, por supuesto, no han tenido el más mínimo impacto en los medios de papel: 24symbols y crisol.org.

La primera es una declaración de intenciones. De momento no han sacado nada palpable, pero la idea me parece magnífica. Básicamente, porque algunos pensamos que sería uno de los mejores modelos: si pago mis 9 euros por spotify, no tendría el más mínimo problema en pagar un spotify de libros a precio razonable. No tanto por ahorrar, que también, sino por despreocuparme. Desde el punto de vista de la venta, creo que la facilidad ayudaría mucho más que el abaratamiento, porque con las vidas que llevamos no es fácil que te rente gastar 10 euros al mes (pongamos por caso) leas lo que leas.

En cualquier caso, el modelo es exactamente el de Spotify: freemium. Gratis con publicidad, de pago barra libre. El único problema que me suscita es que amagan, pero no ofrecen algo completamente claro. Y pensando en libranda y su modelo de negocio, me da que los ilusionados chicos de 24symbols no lo van a tener fácil a la hora de acceder a catálogos atractivos. Ojalá me equivoque.

Y precisamente tanto el panorama actual como la falta de claridad sobre nuevos modelos de negocio ha empujado a un grupo de jóvenes autores (todos son más jóvenes que yo, sniffff) a generar crisol.org comon espacio para experimentar. Para empezar, como un lugar de encuentro entre autores y lectores. Para continuar, un espacio donde probar nuevos modelos de comercialización, o adaptar innovaciones de otros.

Creo que iniciativas como crisol.org son la única respuesta posible a los tiempos que corren. No sólo por la ilusión que hace ver como Internet nos empodera hasta tal punto de que permite que conversen el autor y el lector, sino porque, como dice fina pero tenebrosamente Moisés Cabello, El ebook es la mejor oportunidad que tiene el sector editorial para que la gente lea más y el libro no se vea devorado por otras formas de entretenimiento entre la gente joven

domingo, mayo 09, 2010

Porta Portadas, menudo invento.

Una colega de dubitador se ha currado una idea realmente interesante. Comienzo indicando que este post está abierto a incluir la información personal que la creadora cree conveniente, porque soy un talibán de la autoría. A cada uno lo suyo.

La verdad es que es un hack... cultural, y tremendo. Es un buen ejemplo de pensamiento lateral, y es algo en lo que no habíamos pensado casi nadie. De hecho, me parece mucho más importante que el razonamiento espúreo del tacto y el olor del papel respecto al ebook. Os dejo, sin más, con el tutorial... y lo dicho, gracias por mandármelo y compartirlo con todos.


Porta portada para ereader 

Cuando comencé a leer en el ereader, noté que tenía dificultades para recordar los libros leídos, su nombre y autor, algo que nunca me había sucedido antes. Asumiendo que la visión permanente de la información en la tapa de los libros de papel sirve de refuerzo para la memoria, hice una prueba tratando de reproducirlo en el ereader. 



Porta Portada Sony reader PRS 505

Es una funda para la tapa delantera, realizada en plástico transparente. El material usado fue un sobre de los que se usan para proteger láminas, cortado a la medida del ereader, dejando abajo el borde sellado y el corte en el borde superior. Está pegado con cinta transparente a lo largo del lomo, por fuera y por dentro.  (Obviamente por ser transparente no se ve en la foto). Lo ideal sería que el cobertor que trae el ereader tuviera un bolsillo para ese fin.




 Aquí se muestra cómo se introduce una portada encontrada en la web, e impresa con impresora casera, deslizándola entre la tapa y la hoja transparente, por la abertura de arriba, hasta llegar al fondo sellado.




 

Lo mismo se hizo con la cara interna de la tapa, para tener la imagen siempre a la vista.
El resultado es una mejora notable en la memorización del libro leído, su título y autor.


DETALLE DE CONFECCIÓN

Indudablemente es un producto provisional casero con lo que tenía a mano.
Si tuviera que hacerlo definitivo lo diseñaría de otra manera.
Materiales:
·       un sobre plástico de los que se usan para proteger hojas tamaño carta.
·       cinta transparente tipo Scotch



               



              
     Procedimiento                               
1.    Se corta el sobre a la medida del ereader (la línea de corte en rojo)
2.    Queda una especie de esquinero con dos hojas que tienen:
a.    el borde derecho y el inferior cerrados
b.    el borde izquierdo y superior cortados.
3.    Se encaja en la tapa superior de la cubierta del ereader, estirando bien.
4.    Se pegan con cinta transparente los dos bordes izquierdos:
a.    el superior al lomo de la cubierta
b.    el inferior al centro interno de la cubierta (hay que quitar el ereader)
5.    Se vuelve a colocar el ereader en el soporte de la cubierta.
6.    Queda la cubierta del ereader forrada con el sobre plástico, con una abertura por arriba que permite deslizar una hoja impresa recortada. Tanto del lado externo como del interno.

sábado, mayo 08, 2010

Tablet por la calle

Ante todo, disculpas por la tardanza en escribir. He tenido dos diluvios laborales, uno detrás de otro, y mi vida ha sido en estas dos últimas semanas adimensional. Hay mucho que contar en tinta-e, desde una forma de personalizar las portadas de los libros de una amiga de dubitador, pasando por las experiencias de EliuG y mías propias con un Kindle DX, y llegando a un Alex :).

Como tinta-e empezó con tablet PC, quería aprovechar un video que grabé el otro día con el móvil mientras volvía de hacer trabajo de campo. Volviendo al despacho, me topé con una inspectora usando un Tablet PC en la calle, y como la ocasión era tan infrecuente allá que te fui:

Ni guión ni historias, claro. Lo que podemos ver es el nicho vertical en el que los Tablet han acabado encajando: una labor para la que aportan un valor añadido evidente, una labor que se llevaría a cabo con peores resultados y más difícilmente sin ellos y para los que no hay alternativa.

Y una vez más me da mucha pena. Lo que véis se podía hacer ya en 2004, y si no fuera por la combinación de comunicación inexistente, precio desorbitado y ausencia de software específico que aproveche las ventajas del lápiz, los tablet PC se verían en muchas más manos que en las de algunos trabajadores de campo, médicos en hospitales muy específicos y casi para de contar. Incluso el precio, aún siendo importante, es menos decisivo que la ausencia de comunicación y de software que saque partido a los extras hardware y software de los tablet PC.

El otro día EliuG me estuvo comentando que en su empresa compraron un gran número de tablet PC para directivos. Pero con OneNote como único software que le saca partido a las funcionalidades de tablet, el resultado ha sido que los tablet se usan como portátiles estándar en la mayoría de las ocasiones. Ahí el precio importa poco, porque el directivo llevaría un portátil caro de todas maneras. Pero es una auténtica lástima, un desperdicio, que no se haya dado el progreso lógico de sacar partido a estos equipos en ambientes menos marginales que el trabajo de campo, en mesas de reuniones donde el tablet en modo slate podría haber aportado beneficios sustanciales: evitar la barrera de la pantalla erguida, la molestia del tecleo en las reuniones... y un jugo mucho mayor a lo que se produzca en las reuniones, gracias a que las notas son digitales desde el principio y no hay que hacer nada especial para reaprovecharlas.

Yo mismo uso cada vez menos el tablet en trabajo de campo. Y mira que es un nicho donde encaja, pero he encontrado una solución con cierto número de ventajas para el trabajo de campo etnográfico de la que os hablaré otro día: los smartpen. Parecerían un retroceso respecto a un tablet, pero ya veréis que no lo son.
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