En las últimas semanas he hablado lo suyo del kindle. Si leéis el historial, comprobaréis que tenía mis reservas por el modelo de negocio, pero acabé cediendo ante las funcionalidades: puedo marcar y anotar, y despertar al ebook son cinco segundos. Cuando cascó la pantalla de mi DX y me lo sustituyeron, lograron un converso. ¿Cómo no?
Lo cierto es que hasta la semana pasada no lo he usado como lo planeaba Amazon. Le he pasado hasta la semana pasada textos de Internet y textos de mi trabajo. Durante el verano he disfrutado ocasionalmente de la conexión a Internet que ofrecían gratis; aunque no ha sido el uso principal, se ha agradecido.
La semana pasada encontré un libro que les quería comprar, vinculé el Kindle a la tarjeta de crédito y lo compré. Hasta ahí, todo funcionó según lo previsto: una vez vinculada la tarjeta, el proceso de compra fueron 3 clics, literalmente hablando, y 40 segundos de descarga. La diferencia de un 10% a favor del ebook (si sumamos portes del pbook) no era tan importante como empezar a leer el libro.
La saga ha empezado porque, cuando he querido volver a conectarme a Internet con el Kindle para consultar instapaper... nada.
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¿Comor? ¡Pero si estaba navegando hasta ayer!
En lectoreselectronicos.com hemos debatido el tema, y parece que no hay solución clara. Tampoco está el tema cerrado, pero desde luego no tiene buena pinta.
La pregunta es clara, y la respuesta no: Con los datos que tengo en mi mano, sale mucho más a cuenta no comprar nunca un libro por whispernet y disfrutar de la conexión por la patilla, que comprarlo y perder toda conexión que no sea a whispernet o a wikipedia.
Uno pensaría que el responsable directo de este desatino merece una maratón de collejas, pero la cosa no está tan clara: ¿Qué fondos en español tiene Amazon? Hasta ahora, las editoriales le han dado la espalda, y el número de textos en español es muy escaso comparado con el fondo total. Si/Cuando Libranda llegue a un acuerdo con Amazon, hará de intermediario y cobrará "su parte". Resultado: aún cuando aumente la oferta en español, los precios no podrán ser muy baratos, porque digo yo que las editoriales no van a compensar en el precio la intermediación de Libranda.
Por lo tanto, a corto plazo no podemos asumir que la oferta de ebooks en español en Amazon vaya a dispararse. Ojalá me equivoque, claro, pero de equivocarme sería una revolución, una ruptura completa con todo lo andado. Y si es así, si la oferta va a crecer despacio y no va a ser extraordinariamente barata, los países de habla hispana no van a ser un mercado preferente para Amazon.
Así están las cosas. No doy todo por perdido, pero la cosa no tiene buena pinta: ni para mi conexión 3G por la patilla, que ya añoro, ni por la oferta de libros en español por Kindle.