Las tabletas que sirven para múltiples propósitos van a experimentar un tremendo crecimiento de acuerdo a la empresa de análisis inglesa Informa Telecoms and Media, dado que los consumidores los van a elegir preferentemente antes que los ereaders dedicados como el Kindle de Amazon. Pronostican que las ventas de tabletas van alcanzar los 50 millones de unidades para el 2014, un salto dramático de alrededor del 1200% respecto a las 3,65 millones de unidades que se han vendido este año.
Estos días están pudiendo ver una gran variedad de tabletas basados en el sistema operativo android en [el Congreso] IFA en Alemania. Los analistas de Informa predicen que la categoría tableta, popularizada por el iPad de Apple, se terminará haciendo un hueco en la cuenta de gastos de los usuarios. Estos dispositivos servirán a múltiples propósitos, tales como la navegación por Internet y el uso de redes sociales, que les darán un fuerte valor añadido comparados con los ereaders dedicados a un solo propósito. Más importante aún, estas tabletas pueden leer los mismos libros electrónicos que se puede leer con los ereaders dedicados de Amazon, Barnes & Noble y Borders gracias a las apps que ya están disponibles para Android, iPhone e iPad, eliminando la necesidad de un ereader dedicado.
Aunque algunos ereaders tienen integrada conexión Internet por móvil, esta característica está limitada en su mayor parte a la compra y descarga de libros electrónicos. Las tabletas pueden usar la conexión de datos para hacer muchas de las cosas que normalmente se hacen en ordenadores más grandes. Esta es la razón por la que los operadores de telefonía móvil van a colaborar en el lanzamiento de tabletas, y el subsidio de los precios de dichos dispositivos que suelen ofrecer para los teléfonos móviles bajará el coste de las tabletas al nivel del coste de los ereadersMe ha sorprendido cómo un bloguero tan veterano como JK y con tanta experiencia en distintos tipos de tecnologías móviles ha dejado pasar errores tales como que la conexión a Internet de algunos ereaders está limitada a la compra y descarga de libros, si precisamente una de las evoluciones más destacables de los ereaders más avanzados está en ofrecer un navegador con características plenamente comparables a los navegadores de las tabletas, al estar basado en webkit.
Empiezo a pensar que la explicación de la diferencia entre las pantallas retroiluminadas y las pantallas que no tienen retroiluminación es como montar en moto: a quien está convencido de la moto no hay que convencerle de nada, y al que no está convencido es imposible convencerle. Llega un momento en el que me resulta improductivo volver e insistir en la diferencia entre el leer un libro electrónico en una pantalla de e-ink y leerlo en una pantalla LCD.
Todavía quiero permitirme un resquicio para el optimismo y pensar que este debate va a resultar más o menos inútil si terminan de desarrollarse las distintas tecnologías conocidas que puedan permitir una pantalla sin retro iluminación, con mejor refresco y/o a color... si pixel-qi, liquavista, mirasol o un desarrollo sin nombre de e-ink consiguen algo así, la distinción entre tableta y ereader es muy posible que se reduzca a términos del coste: la pantalla e-ink en blanco y negro o la pantalla LCD las más baratas, y las nuevas pantallas con precio premium que seguirá la evolución habitual, rebajándose en cada trimestre. Pero he hablado de resquicio y no de futuro más probable en tanto que la evolución de los acontecimientos no invita a pensar en otra cosa precisamente.
Si en menos de dos años no se da un cambio sustancial en las tecnologías de pantallas, seguiremos básicamente en la misma situación que ahora. Si ése es el caso, las tabletas multipropósito condenadas al éxito seguirán siendo lo mismo que ahora: dispositivos todo pantalla LCD. En esa situación, me queda una pregunta esencial que hacer:
¿Qué se puede hacer con una tableta que no se pueda hacer con un netbook?
La pregunta sólo debe entenderse en su sentido literal. No pregunto por las diferencias respecto a cómo hacer las cosas, sino a qué cosas se pueden hacer.
Como desarrollaré en los próximos días, cada vez me convenzo más de que el problema es que, como lo que se puede hacer con un ordenador conectado a Internet ya se da por supuesto, los mecanismos de consumo y diferenciación por status de nuestra sociedad están presionando para marcar diferencias en el cómo, ya que el qué está al alcance de todo el mundo. Precisamente, teniendo en cuenta que con un netbook se pueden hacer más cosas que con una tableta, empiezo a pensar que es un problema de dinero: un netbook se identifica con un dispositivo barato. En otras palabras, un dispositivo que no distingue en absoluto a quien lo usa en público.