Hace dos semanas os enseñé el primer montaje con la pantalla pixel-qi. Era una prueba de los conceptos fundamentales, que culminó con la desconexión de la alimentación de la lámpara y la puesta a prueba del modo reflectivo. Oh, sí, nena.
Unos días antes enseñé un boceto del montaje. El concepto me convencía sobre todo porque vale tanto para monitor externo como para ordenador completo con ayuda de una raspberry. Pero algo no me acababa de convencer. Normal, eso de llegar y besar el santo es antes pereza que milagro, y lo suyo es iterar, iterar e iterar hasta que te satisface lo que estás creando.
Por último, pensé que el primer prototipo iba a ser construido en cartón corrugado, material tan barato como cómodo de trabajar. Hace pocos días os enseñé un diseño de la base más evolucionado (de hecho, con una precisión de 0.05mm), listo para cortarlo en cartón.
Y dicho y hecho. Un par de horas cortando y pegando cartón y ya está listo el primer montaje. Nota importante: si pegáis varias capas de cartón corrugado, no pongáis mucho peso o se comprimirá. Cuando estaba trabajando ya con muy poco margen (la pantalla tiene una profundidad de 4,9mm y la pieza en L interna tiene una profundidad de 4,6), la pérdida de grosor provoca que la pantalla entre a un poco de presión. Afortunadamente es cartón, con lo que no puede dañar el marco de aluminio... y queda muy bien sujeta.
Vista frontal
Las dimensiones de la caja que corté iban como anillo al dedo No sólo sujetan la pantalla y dejan hueco para la controladora, una raspberry y si se necesita una batería, sino que se puede colocar la pantalla en diferentes ángulos
Vista lateral
Huelga el decir que esta entrada ya la he redactado con el montaje. No me ha resultado ninguna sorpresa que la raspberry se arrastre un poco al editar con Midori, pero nada que no se pueda arreglar editando con un editor de texto externo (en mi caso, VIM), y copiapegando después. De hecho, otra tarea paralela es salir lo más posible del navegador para trabajar con consola, pero con tiempo y una caña o con paciencia y saliva.Como podéis apreciar, hay espacio de sobra. Un tema que me queda por solucionar es pillar un cable HDMI lo más corto posible para ahorrarme parte del follón de cables actual. De hecho, en posteriores versiones la controladora estará fija, con las salidas de video y la entrada de corriente asomando por el lateral. La raspberry es un tema más complejo, debido a que la entrada USB está en el lado opuesto que la entrada de corriente por microUSB. Pero vaya, ni siquiera tengo completamente asegurado que el diseño sea el definitivo. A continuación podéis ver al modelo reflectivo en su limitada gloria nocturna.
Modo reflectivo. Oh, sí
Finalmente podéis comprobar la primera solución para el bus de datos para la pantalla. Delicadito, de mírame-y-no-me-toques. Lo mejor de la relativamente inesperanda falta de holgura de las piezas en L es que la pantalla está completamente fija, y por lo tanto el bus no se puede mover, hacer palanca y hacerme llorar.
Ahora mismo ya es transportable. Uso la caja en la que me llegó la pantalla pixel-qi, bien envuelta en plástico de burbujas y una bolsa antiestática De ser necesario, cabe la raspberry y su alimentador. Por otra parte, llevo el soporte de cartón, que pliega muy bien y es resistente.
En los próximos días lo iré probando en diferentes entornos. Hasta que logre volver a hacer funcionar el maldito pincho wifi de la raspberry, tengo que estar cerca de una toma de red. Estoy sopesando modificar la actual tienda de campaña por una tienda-con-sótano, y colocar una caja debajo del rectángulo que albergue bien protegida a la controladora, con una ventana para la botonera y una forma sencilla de colocar y asegurar la raspberry. Antes de eso, tendré que cambiar el cable HDMI y colocar una base de poliestireno, donde tallar el hueco de la controladora y asegurarla, en lugar de estar bailando.
Despacito. Sin prisa, que el tiempo da para lo que da. Espero que esto anime a alguien a montar su propia versión de un PC de cartón :)