Para empezar, no pienso en plagio y sí en evolución convergente, como tiburones y delfines. Pero vamos, hace casi tres años un taiwanés muy majete (aunque, comparado con Gregoire de Always Innovating, parece un ortodoxo de la computación) sacó al mercado el noahpad, un UMPC con un teclado curioso que permitía girar 180 grados (como el entourage edge), y que podías escribir por detrás. Como desde aquel entonces se han fundido el video, os pego otro para que veáis el impresionante invento en todo su esplendor. Por detrás a partir del minuto 2:38, en este caso con una impagable banda sonora de música de ascensor y pequeñas turbinas.
Con todo, el AlphaUI presenta alguna mejora respecto al NoahPad, porque cada tecla es independiente y el invento ofrecería posibilidades de más velocidad respecto a la tecla gigante del pionero taiwanés.
Pero da un poco igual. La pregunta del millón acerca del AlphaUI no sería un obvio ¿Pa qué?, porque si necesito un teclado, lo necesito porque estoy acostumbrado a él, no por redescubrir el uso de un periférico usándolo al tacto. Si necesito escribir, y necesito hacerlo de pie, tendríamos el maravilloso y aún por reinventar HP TC1100, un tablet PC que sigue pareciendo revolucionario y que permite escribir de pie como se ha hecho cientos de años... con lápiz.
Captura de The Big Bang Theory
El AlphaUi lleva mi tren mental por otros derroteros, y algunos os lo imaginaréis, y hasta puede que os ocurra algo parecido: los tabletos no llevan teclados porque están pasados de moda, pero la necesidad de escribir mínimamente en serio (como las 761 palabras de este post) acaba llamando de vuelta al teclado (o a algo igualmente productivo, como podría ser el dictado de voz con el que os llevo amenazando desde hace meses, pero que nunca encuentro tiempo para preparar el post en condiciones).
¿Cómo conjugamos la necesidad de teclado con evitar el pecado de que se vea un teclado, cual paupérrimo netbook?
¡Por detrás! (me gusta más)
No sé vosotros, pero este AlphaUI invendible (eso espero) me acrecienta la impresión de pérdida de norte. Los PC en general, y los portátiles en particular, no están de moda... porque "todo el mundo" los tiene (situación a la que contribuyeron los netbook en no poca medida). No es atractivo, ni remotamente novedoso, usar un dispositivo con la configuración de un portátil de toda la vida (de concha o clamshell, que la llaman los gringos). Es númelo 1 usar un dispositivo sin teclado, para hacer lo mismo que hacemos con un ordenador (si acaso) y sosteniéndolo a pelo en vez de apoyarlo en la mesa o en las piernas. Pero volvemos a echar de menos escribir en serio, queremos recurrir al teclado... pero hasta un teclado Bluetooth rompería la pureza inmaculada del todo pantalla.
¡Qué solución más ingeniosa, la pantalla tapa el teclado, ese repudiable equivalente a las hombreras femeninas de los 80!
Lo que me jode realmente de todo esto es que ese "todo el mundo lo tiene" es obscenamente falso. No lo tiene todo el mundo, no ya fuera de Europa, sino tampoco nuestros conciudadanos que, ya sea por dificultades económicas o, sobre todo, porque siguen en el lado malo de la brecha digital y padecen barreras insuperables para el ordenador. De ahí ese significado pernicioso, de moda indolente, que veo en los tabletos.