Parecen españoles, oiga. De calvo a tres pelucas. Puede que eso sea algo menos patrio y más humano de lo que pensamos, y el chauvinismo no es nada de lo que una persona sensata se pueda enorgullecer - y espero que haya otra persona en el mundo que esté tan harto como yo de los chistes de un francés, un inglés y un español. A lo que voy.
En un primer momento mola. Afirman que la tecnomanía de algunas aulas actuales es un error, y que ni por lo más remoto un iPad garantiza mejores resultados en el aprendizaje de los niños.
“The idea that an app on an iPad can better teach my kids to read or do arithmetic, that’s ridiculous.”
Advocates for equipping schools with technology say computers can hold students’ attention and, in fact, that young people who have been weaned on electronic devices will not tune in without themEso lo entiendo correcto, porque creo que la cagamos cada vez más. No por el iPad, sino por todo dispositivo que se use de forma generalizada en el aula y que absorba la atención del alumno (sea cual sea su edad) en detrimento tanto de la explicación como de la dinámica del aula con otros alumnos.
Ahora, lo que me ha reventado son frases como ésta:
Those who endorse this approach say computers inhibit creative thinking, movement, human interaction and attention spans.Consumir contenidos todo el rato no es creativo. Vale. Diluirte en multitarea vana y frenética, difícilmente. Ahora, ¿el ordenador inhibe la creatividad?
Pues sí. Sí, si el alumno busca con google y copia y pega. Pero el pecado es del docente, que no emplea cualquier buscador para cazar en segundos los plagios. Que estamos en 2011, oiga.
Pero sobre todo pienso en otra informática. No en tabletos y en apps y en dispositivos cerrados. En PC. En esos OLPC que sólo se destinan "al tercer mundo". En esos netbooks "que son de pobres", por costar 300 euros o menos. En esos dispositivos despreciados "porque los tiene todo el mundo", pero cuyo único límite gracias a Internet son las ganas de aprender.
A finales de los 80 entraban los PC en mi colegio. No lo mencionaré, porque ahora está introduciendo iPads a saco. El caso es que la minoría de niños que nos maravillábamos ante sus posibilidades, hacíamos los deberes como todo el mundo, esos pequeños programitas que hoy serían Lineal-A para muchísimos escolares, y luego tratábamos de indagar más... y más... y no teníamos dónde rascar. No puedo ponerme en el lugar de un chico nacido en 1995, porque con un buscador tiene acceso a más recursos sobre cómo aprender lo que sea relacionado con ordenadores de lo que tenían los estudiantes de ingeniería informática cuando él nació.
Por no seguir con las batallitas del abuelo cebolleta, prefiero mencionaros el esfuerzo de Mahjong, uno de mis compañeros en wintablet.info, para popularizar el uso del lenguaje scratch de programación para niños. Poned a Scratch, o al viejo LOGO, o a Guido Van Robot, o a RUR-PLE. No, claro. Es imposible que los niños puedan ser creativos con los ordenadores. Todo lo más, son útiles para los niños del tercer mundo, que como no pueden tener libros, que tengan esos OLPC o esas tabletas indias taaan cutres comparadas con un iPad.
O como dijo cierto beato, los netbooks son baratos.
Y ahí, amigos, está la madre del cordero.
Las escuelas del artículo que menciono cobran 17.000 $ por niño y año. No sé si se mencionan suplementos. Es igual. Pensando en ejemplos más cercanos, da igual el paradigma constructivista educativo, el ipad hasta para el wáter, la pizarra digital o la letra con sangre entra: lo que está ausente de los colegios de la elite es la informática como la conocimos los cuarentones. Aprender rudimentos de programación.
¿No es creativo aprender a que un ordenador haga lo que tu quieras que haga, por tus propios medios?
Pues no, amigos, porque eso es cosa de "el informático". Del pringao. Los cachorros de la élite no pueden ser pringaos, porque el día de mañana tendrán "al informático" a su servicio. Tener conocimientos técnicos hoy en día es contaminante, porque esas cosas no las hacen los que están en el machito. El instrumento del directivo es el teléfono móvil, la sala de juntas y el restaurante de 5 tenedores. O el iPad, aunque sea para ponerle post-it a su funda de Louis Vutton o como se diga ese diseñador.
Como dice en el artículo
On a recent Tuesday, Andie Eagle and her fifth-grade classmates refreshed their knitting skills, crisscrossing wooden needles around balls of yarn, making fabric swatches. It’s an activity the school says helps develop problem-solving, patterning, math skills and coordination. The long-term goal: make socksTócame los pies. Hacer un calcetín de calceta es el no va más de la creatividad infantil, pero lograr que una tortuguita avance por una pantalla es alienante.
Y claro que lo es: es alienante porque el día de mañana lo harán pringaos. Gente sin status. No gente creativa que está en lo más alto porque se lo merece.
Desapegarte de los ordenadores es una parte importante de nuestro retrato de época. Es absolutamente deprimente, porque con ello se pierde el potencial liberador de los ordenadores, del aprendizaje sin final, de la independencia de los grandes proveedores. Es mucho mejor, tanto por vagancia como por lo que implica para el status, emplear dispositivos no programables y depender cada vez más de los servicios en la Nube.
Totalmente de acuerdo con el artículo "A Silicon Valley's School That Doesn't Compute" de mí buen amigo Matt.
ResponderEliminarBrillante su testimonio en el caso unabomber y su contribución a la asociación de jóvenes cristianos.
De acuerdo, siempre y cuando no se caiga en el idealismo de pensar que, en un colegio normal, los niños van a catar la informática real, la programación. Eso es responsabilidad de los padres que estén puestos y que entiendan sus beneficios. La introducción de la tecnología en los centros educativos está muchas veces en manos de personas que entienden por informática el uso de ofimática y la navegación por Internet. Vamos, todo un peligro.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en el núcleo de tu artículo, por supuesto que se puede ser muy creativo con un ordenador, y, más aún, el ordenador puede ser un factor potenciador de la creatividad. Pero en cuanto a la educación en programación creo que también hay que tener muy en cuenta el factor coste-beneficio. está muy bien dar a las criaturas los rudimentos de cómo se programa, pero llegar a hacerlo medianamente bien, más allá de hacer algún jueguecito sencillo, requiere mucho esfuerzo, trabajo y conocimiento. Como, por ejemplo, llegar a ser un buen cocinero o un buen joyero artesano. Las élites prefieren pagar por el producto de este esfuerzo que adquirir ellos mismos las competencias, pero eso siempre ha sido así.
ResponderEliminar¿Tiene utilidad la clase de manualidades? ¿El día de mañana todos los chicos serán ebanistas o alfareros? ¿Y qué decir de la de pintura? ¿Y la de filosofía?
ResponderEliminarNo se trata de que los chicos sean todos programadores. Se trataría de que aprendieran (y mejor, jugaran) con los rudimentos de la programación, como hacen con los rudimentos del resto de las ciencias y artes con las que practican.
Además del beneficio intelectual, de la lógica, el orden, la descomposición de problemas, etc., habría un beneficio adicional inmenso: los chicos experimentarían que un ordenador es un instrumento a su servicio y a su disposición
O un retroceso increible desde los años 90. La programación para niños es la asignatura pendiente en nuestro sistema escolar
ResponderEliminarCierto, en este sentido tienes toda la razón, es un elemento muy educativo incluso a niveles básicos, y además puede ser muy divertido. No hay más que ver cómo les flipa saber que se puede programar de forma sencilla lo que tiene que hacer un robot como el Lego Mindstorm o (más complicado) con Arduino. Yo ahora estoy intentando enganchar a mis retoños con Scratch y Game Maker, aunque de momento con resultados bastante limitados (no hemos podido dedicarle mucho tiempo, culpa mía).
ResponderEliminarJunto a los beneficios que habéis señalado, estaría también el de "desentrañar el misterio", comprender que los ordenadores no son mágicos, que hay un trabajo y una lógica detrás que les permite hacer lo que hacen. Si se aproxima al niño a la programación, se le abre una puerta imprescindible hacia la comprensión del mundo que le ha tocado vivir, plenamente informatizado y completamente dependiente de la informática.
ResponderEliminarExactamente. Que no tiene por qué consumir sólo, sino que puede crear lo que le apetezca, a cambio del módico precio que aprender.
ResponderEliminarA los niños hay que enseñarlos a pescar o a potabilizar el agua ante una posible apocalípsis nuclear. Lo de los ordenadores y la informática pienso que es secundario o en todo caso asignatura optativa. EL RECTOR
ResponderEliminarParece escrito por el ludditas, que todos llevanos dentro
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