Exactamente. No comparéis sus especificaciones con las de un tableto moderno, si en algo valoráis vuestro tiempo y a vosotros mismos. No os dejéis arrastrar por la decadencia del análisis de productos de tecnología, que ha pasado de las conclusiones tras pruebas llevadas a cabo por analistas con experiencia a la mala traducción de resúmenes picados a toda prisa, añadiendo errores de cosecha propia y cayendo en el error numérico de las 16 válvulas: al igual que en los 90 el coche fashion de la muerte tenía que tener 16 válvulas, hoy el gadget de turno se mide en Gigahercios de velocidad de la CPU, Mb de RAM y poco más. Sin pensar en ningún momento en el beneficio que le va a sacar su usuario, claro, o las necesidades objetivas e indiscutibles. El problema de fondo es que el consumo ligado al status tiene poco que ver con el uso y los beneficios prácticos, dado que está centrado en mostrar y demostrar capacidad de adquisición y estar a la última.
El Aakash está en las antípodas de un tableto de última generación, pese a que acabe de salir. Sus especificaciones técnicas son de hace al menos dos años. Su diseño no hace concesiones a nuestro concepto estético de diseño, esa cualidad vaporosa que compite con éxito con la utilidad. Sobre todo, su precio y el público al que está destinado lo contraponen con los tabletos de moda: si los tabletos los compran usuarios occidentales de cierto poder adquisitivo, quienes poseerán además al menos un PC y probablemente un smartphone, el Aakash va destinado a usuarios indios que no disponen de ninguna alternativa.
Sí, amigos. El Aakash es para pobres. Para personas para las que pagar 35$ les supone un esfuerzo muy considerable. Nada de status en nuestros términos... aunque allá puede que marque la diferencia entre quienes puedan pagarlo y quienes no. Nuestros instintos simiescos son demasiado poderosos, a menos que logremos trascender.
Recalquemos la idea principal: es un instrumento para quienes no tienen otra opción. Para quienes va a ser su primera opción. Para unos estudiantes de bachillerato o universitarios que van a poder consultar información e incluso elaborarla, caso de que puedan acceder a un teclado USB. Mirad a partir del minuto 3 del siguiente video para haceros una idea.
El dispositivo cambia completamente si lo consideramos bajo una óptica diferente a la habitual: si nos centramos en que es un dispositivo que permite usar un navegador conectado a Internet y que permite escribir con fluidez, tenemos el coste más bajo conocido hasta ahora para que un estudiante pueda acceder a contenidos educativos con los que profundizar en su materia y redactar papers.
Finales de 1998. Estoy en las meonot (residencias) Idelson, en Jerusalén Oriental. Mi beca es anecdótica, y por supuesto no dispongo de un ordenador portátil, que en aquella época costaban más o menos 350.000 pelas de las de antes (algo más de 2.000 euros, para los yogurines). Mi acceso a Internet eran unos pocos minutos en la sala de PCs con Windows y Netscape, las horas que quisiera con PC XT sirviendo de terminales para Unix, o los ruegos a mi compañero de cuarto, gringo de 2 metros de buena actitud pero que, claro, necesitaba su ordenador para sus usos. La parte final de mis estudios mejoró cuando un compañero me contó que iban a tirar un 8088 con monitor de fósforo verde, que pude recuperar e instalar en mi cuarto. Como no podía conectarlo a red, y como en aquella época no tenía conocimientos para instalar Linux o algún sabor Unix, tuve que preparar mis papers con MS-DOS y Edit.
Pero lo pude hacer, en silencio relativo (sólo truncado por un chaval gringo bastante hijo de puta que vivía encima nuestro y perpetraba cualquier cosa con su guitarra acústica) y aprovechando los tiempos que tenía disponible. Nunca he agradecido más un ordenador que ese viejo XT con el que sólo podía escribir, y una y otra vez tengo que recordarme esa lección: escribir sin distracciones, sin nada más abierto a la vez, sólo el texto y yo.
Si el Aakash permite escribir como vemos en el video (a cambio de desembolsar, qué se yo, 9,8$ por un "indestructible" teclado flexible o 16,13$ por un teclado rígido), se trata de una solución perfectamente válida. Para el estudiante que lo va a usar... y para que nosotros nos paremos un poco a reflexionar
¿Qué es lo que necesitamos para trabajar, o para acceder a contenidos de todo tipo?
Y por favor, que no se agarre el rábano por las hojas: no-recomiendo-el-aakash-para-trabajar. No. Lo que digo es que el Aakash ofrece una interesante lección sobre el dinero que gastamos en tecnología y lo que obtenemos a cambio.
Habréis visto que esto no es una review. Si queréis una en profundidad, a mí me ha gustado ésta.
Cada día me doy unas vueltas por la blogosfera tecnológica y comento lo que me llama la atención con los colegas. Aquí pretendo hacer otro tanto. Algunos de los temas reincidentes serán Tablet PC y e-ink, y ya de antemano espero que los espíritus sensibles no se lleven las manos a la cabeza si con peor o mejor fortuna explico de forma llana algunos de los temas que trate, porque lo que pretendo es que esto no lo lean sólo los frikis, geeks y demás gentuza como yo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hace dos meses susumbí al deseo de mi mujer de cambiar de móvil, y sólo tras perder tres teclas de mi SonyEricsson capaz de correr programas Java y 3G, qué más quiero?
ResponderEliminarY ahora, con mi LG Optimus One sigo haciendo lo mismo, pero en lugar de usar el tablet chino de 80 dólares para leer, uso el móvil. Mi productividad no ha aumentado, mi cuenta corriente ha descendido, pero ahora se lo enseño el portero de casa.
Y mi mujer piensa que estoy más feliz.
Cuiosamente tengo en mi habitación ahora mismo mi primer PC, un 486 (antes usaba los 8086 de la facultad, hasta que ya en segundo de carrera mi padre confió en mi habilidad para estudiar y la utilidad de un PC en casa). Anécdotas a parte recordaba como tenía instalado en él una Slackware 3.1 con varios terminales virtuales o como programaba en Modula-2 y escribía en Wordperfect. Yo también creo que se puede hacer lo mismo o más con menos tecnología. Hace no mucho leí un artículo en el que un comentarista se mofaba de Stallman por usar un portatil en modo texto. El texto puro es mucho más productivo que el gráfico para ciertos trabajos, mi 486 no tiene tarjeta de red, y no creo que encuentre una ISA para pincharle, pero no lo voy a tirar, si arranca probaré a ver si encuentro un Linux en modo texto que pueda instalarle... aunque sea sólo por los viejos tiempos.
ResponderEliminar