sábado, agosto 13, 2011

Madurando las impresiones de uso del HTC Flyer

Hace mes y medio os dejé la última entrega de mis impresiones tras un mes de uso del Flyer. Hoy toca nueva entrega, en la que resumo cómo ha terminado por encajar el Flyer en mi vida diaria y de fin de semana.

Llevo tres meses ya con el flyer a cuestas. Lo he llevado encima casi todo el tiempo, y he podido comprobar sobradamente su primer trade-off: no es tan inmediato de usar ni tan cómodo en la calle como un smartphone (por ejemplo, sus cámaras son útiles para documentar algo que te encuentres, pero no para una foto rápida), pero a cambio permite consultar y generar información con mucha más solvencia que un smartphone. Todo esto, en menos tamaño y peso que un netbook, no digamos ya un portátil de 13 pulgadas o más.



Evidentemente, a poco que tenga que hacer algo serio tiro del portátil, con su teclado y su sistema operativo y navegador completos. Pero, insisto, el portátil no está conmigo en todo momento. Para aquellos momentos como esta tarde en el parque, tener a mano el flyer me permite escribir un texto como el que estáis leyendo. Y disponer de la opción de generar texto digital en todo momento me resulta una ventaja en sí misma, porque estoy en un momento en el que tengo la sesera a fuego lento en todo momento, y traducir la siguiente idea en texto digital es una ventaja importante de cara a mantener, digamos, el ritmo de crecimiento.

Para escribir uso jota text editor junto con mi viejo y fiel teclado bluetooth Go! stowaway (6 años que tiene ya y sigue yendo como la seda). Jota es el equivalente a Ed en Android: un editor de texto minimalista de verdad, con el beneficio añadido de ocupar toda la pantalla con texto a buen tamaño. El teclado bluetooth al menos sincroniza con el tableto, lo que es toda una hazaña tratándose de HTC, pero el uso de acentos y eñes es un coñazo: hay que dar una pulsación larga en el teclado, lo que lanza en pantalla un menú donde seleccionar tu curiosa y claramente extranjera vocal acentuada. Con todo, la velocidad con un teclado bluetooth es claramente superior, pero no deja de ser un inconveniente que no logro explicar ni justificar en 2011.


Disculpad el momento "rey del desenfoque". Tras esa foto con el móvil, tuve que salir zumbando porque mi pequeño atavismo casi se cae desde los 4 metros de la pirámide de cuerdas.


Dejando aparte el cliente de email, el navegador y el lector RSS, otra herramienta que me está resultando útil es thinking space, un programa muy maduro para generar y editar mindmaps en Android. El programa es interesante pero no demasiado usable en un smartphone normal, pero en la pantalla de 7" se nota realmente la diferencia.



EL lápiz no lo uso de continuo, pero no es algo que me sorprenda después de mi experiencia con tablet PC. Eso sí, en momentos puntuales, cuando quiero anotar una foto, tomar una nota rápida estando de pie o en una reunión, le estoy sacando partido. También es verdad que disfruto usando un lápiz: en ocasiones necesito pintar las ideas, no escribirlas. Pero entiendo que el sobreprecio del lápiz no lo justifique todo el mundo, sobre todo cuando la experiencia es adecuada pero no tan fluida como con un tablet PC.

Además, la cosa ha empeorado un poco. El lápiz se arrastra un poco más desde que le he puesto una película de protección de pantalla (invisible shield). Refleja un poco más la luz natural que la pantalla a pelo, pero después de tener un pequeño rayajo (casi imperceptible) el que me rayé fui yo y decidí proteger la pantalla. Ahora ya me he acostumbrado a los reflejos (como veis en la foto, sigue siendo perfectamente usable en un parque), y me ha dado tranquilidad. He completado la tranquilidad con una funda de silicona de 2mm que aumenta un poco el peso pero da un agarre mucho más sólido y protege de golpes el invento.

No hay rosa sin espinas: si llevas un dispositivo contigo a todas partes, se lleva más golpes.

En distintas ocasiones he puesto a prueba mi idea acerca de la bondad de los tabletos para presentar de forma inmediata datos o resultados de proyectos. Es un eficaz complemento a los dispositivos de presentación más convencionales. Si con estos tienes todos los medios a tu disposición, puedes sacar el tableto del bolsillo de la chaqueta en cualquier momento y enseñar un número reducido de diapositivas, unas cuantas fotos o diagramas o un video. En cualquier momento puedes sacar tus datos a pasear, y eso ofrece resultados :)

Y recordando lo que escribí no hace mucho acerca de la necesidad de los tabletos, contextualizo: el flyer no me resulta necesario, pero sí conveniente. Me resulta mucho más necesario el smartphone, y no comparo con el portátil por lo absurdo de ni siquiera pensarlo. Pero llevar siempre encima un dispositivo de pantalla más grande que un smartphone y que no aumente la carga de peso o el bulto como lo hace el portátil me está mereciendo la pena.

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