Año 2010
Mirad esa misma estantería en el Anno del Señor de 2011
Comentarios:
- Ha habido un filtro brutal de los ereaders. Ya no quedan cybook o hanvon equivalentes
- Hay muchos más lectores con pantallas sipyx
- Aunque no se vea, el precio es de casi 100 euros menos que el año pasado de media
- No todos implementan Adobe Digital Edition
- Hay restos de series de hace 6 meses / un año.
- No hay ninguna primera marca (en términos de ventas) excepto Papyre y Booq
- Aunque no se vea en la foto, de un año a esta parte sigue sin haber una oferta decente de ebooks en español, ni en precio ni sobre todo en fondo de catálogo. Y el que diga lo contrario está muy entretenido luchando contra el principio de realidad
- Recuerdo: es AlCampo, un supermercado generalista donde compro a veces la comida y demás intendencia de mi casa.
- Los tabletos se han comido la mitad de la estantería. Ñam, ñam
- Además del iPad 1 (a precio nada atractivo) no hay nada de marca conocida. Sólo hay tabletos chinos a precios bastante superiores a los de Internet, lo más destacable tabletos con Android 2.2 pero sin market.
¿Qué nos indica este panorama? A mi entender
- Que los ereaders están en un impass, hasta que desembarque Amazon o alguien se decida a sacar una librería decente que no sea un B2B travestido. Los lectores no disponen de medios para comprar los ebooks que quieren en español (aunque ya pueden comprar), y lo que encontramos en un espacio generalista es un nicho marginal para sacar rendimiento subatómico a restos de stock
- Que los tabletos, como veíamos hace unos días, no despegan entre el público generalista como parece deducirse de la obsesión de la technoblogosfera por ellos. Como comentaba María del Mar Souto, la mayoría de los dueños de tableto también tenemos un PC. Y no es por nada, pero si te das la vuelta desde esa estantería ves un estante repleto de los netbooks supuestamente en vías de extinción.
Vale, es casuística. No deduzco más. Pero creo que es una pequeña ilustración gráfica de un arrieritos somos a los tolomatos que han hecho del tableto un tsunami sin fuelle y al netbook un muerto que camina