Los Cf-H2 evolucionan a partir del modelo H1, dedicado a hospitales, y son en la actualidad una de las escasas opciones que hay para personas que tienen que usar un portátil en campo, con alta movilidad.
Un CF-H2:
- Pesa 1600gr
- Resistente a golpes, vibraciones, agua y polvo por su diseño y estanqueidad, cumpliendo con el estándar militar americano MIL-STD-810G.
- Pantalla legible a la luz del sol. No me acaba de quedar claro cómo funciona y qué ventajas tiene la tecnología transflective-plus de polarización circular, pero entiendo dos cosas:
- Que tiene que permitir el uso del producto bajo el sol directo, o no se vende.
- Que una empresa de tamaño respetable ha apostado por una pantalla legible en exteriores. Lo siento, Pixel-qi. Tuvisteis años para intentarlo, pero parece que no salió. Conclusión: ya sé que no es fácil pasarte semestres sin que ningún gran fabricante te haga un pedido, pero la solución no pasa por permitir que tus productos (de calidad) los monte un enjuto mojamuto que, para empezar, no puede dar ni soporte técnico razonable.
- Sistema operativo completo, navegador completo. Se trata de usar herramientas industriales en campo, lejos de un despacho. Repitamos: no apps, sino aplicaciones de verdad que permiten que el trabajo salga adelante
- Desde bastante antes de la llegada de los ordenadores personales a las empresas, se usan los portafolios: herramientas eficientes para rellenar formularios y tomar notas breves. Para sustituirlos:
- Se tienen que aportar ventajas evidentes. La primera es la digitalización, claro, evitar el dato muerto que se queda encerrado en el papel
- El formato físico del portafolios es eficaz. Es cómodo para emplearlo mientras estás de pie, y se emplea con un lápiz. Si se cambia el formato físico, hay que aportar ventajas que compensen sobradamente, y no se me ocurre cómo. Si no, lo que se puede aportar es optimización, como el caso de las dos asas (lateral y trasera) del CF-H2.
- ¿Es realmente necesaria? O, lo que es lo mismo, ¿las ventajas que aporta son netamente superiores al entorno analógico previo? La respuesta no es un sí automático: por más que abandonar el dato muerto sea un incentivo poderoso, puede anularse si el dispositivo no está diseñado para usarse en campo: pesa mucho, no es legible bajo el sol, no resiste los golpes, no dispone de interfaces para usarse de pie o sentado en cualquier parte con comodidad, la autonomía no supera las 5 horas.
- Si la respuesta a la pregunta anterior es positiva, hay que pensar en las necesidades específicas de las tareas a realizar. A poco que trabajemos más que un parlamentario o ministro, un tableto no va a ser suficiente para trabajar - ni el software ni el navegador acompañan. Puede sacar de un apuro, y puede ofrecer aportaciones originales para el trabajo (como hacer demos improvisadas a los clientes, si lo llevas encima), pero no vas a poder escribir con la eficiencia que ofrece un teclado físico o un sistema de reconocimiento de voz de verdad, y la interfaz táctil no ofrece la precisión que necesita la interfaz de buena parte del software profesional. Un lápiz de matriz activa es tan preciso como un ratón, con lo que es plenamente compatible con una interfaz convencional de software profesional.
Lo malo de las modas, y de la presión de la blogosfera borracha de switching, es que pueden empujar a tomar malas decisiones de adquisición y puesta en producción de equipos. Los equipos son herramientas para que el trabajo salga adelante lo mejor posible y con el menor tiempo posible, y si no se cumple esta condición estamos perdiendo el tiempo y el dinero: haciendo menos de lo que podríamos hacer con un equipo apropiado, y empleando mucho más tiempo.
Para un martillo, todo son clavos. Y hoy parece que sólo hay martillos, martillos tan excelsos que sirven hasta para serrar.
A golpes.
P.S.: mi hijo quería acotar el artículo, y me parecía razonable. Eso sí, muevo su parte a este postscriptum: kjigjyuijyuhjkh