Hay que empezar indicando que creo que los estándares abiertos son indispensables. Si un formato no está bajo el control de una empresa todos ganamos: los lectores, los editores, los escritores y los intermediarios. Si puedo leer mi ebook en el dispositivo de mi propiedad que me plazca, lo compraré con más tranquilidad. Un ebook en un formato estándar y abierto acabaría llegando a más dispositivos, para beneficio de todos los que están en la cadena de producción y distribución.
Pero parece que en la segunda década del siglo XXI sigue habiendo empresas que se empeñan en repetir los errores de Sony en el siglo XX, queriendo encadenar a sus lectores con formatos propietarios o, lo que es peor, con argucias que ocultan elementos propietarios bajo un formato estándar. Y me explico
ePub es un formato abierto sostenido por el International Digital Publishing Forum, una asociación ad hoc creada para generar un estándar común para ebooks - en otras palabras, ePub. La lógica para generar el formato vino de la compra de Mobipocket por parte de Amazon. Amazon definió una nueva capa DRM (Como podemos ver al final de ePub vs. Mobipocket I) y prohibió que cualquier dispositivo que implementara mobipocket pudiera emplear el esquema DRM anterior y otro formato de ebook con DRM. No me parece muy operativo especular sobre las razones por las que Amazon fue tan agresiva, pero eso empujó al resto de los fabricantes en brazos de ePub.
¿En brazos de ePub? No tan rápido, Morgan
ePub es un formato de ebooks nativo. Eso implica que no es dependiente del formato del display o, en otras palabras, que se adapta a cada tamaño de display y fuente por igual. Implementa de partida la posibilidad de integrar imágenes y distintos tipos de metadatos, siendo éstos ampliables en función de las necesidades.
El problema relativamente poco conocido es que hay dos aspectos que no implementa de partida:
- Por una parte, no hay un estándar de DRM. Eso llama la atención, porque los grandes de la criptografía sostienen desde hace tiempo que la criptografía es más fuerte si es pública y conocida, porque desde el primer momento se somete al escrutinio de la comunidad "del secreto" y sólo sobrevive si es realmente fuerte, como ocurre con el sistema de clave pública. Ya le dí vueltas en su momento a implementarlo como estandar drm, pero respecto al tema que estamos tratando, tiene la consecuencia directa de que un formato "estándar" (y entrecomillo porque iPDF no es un grupo reconocido a nivel mundial como organización técnica emisora de estándar, al estilo de ISO, IEEE o IETF, por ejemplo) no implementa una solución de DRM estándar (y, por lo tanto, abierta). Como quiera que muchos editores no publican sin DRM, esto les lleva a adoptar una solución parcial, privativa (Adobe Digital editions) que, encima, no se está utilizando de forma completamente interoperable entre ereaders, como podemos ver
- But users say ADEPT fails to live up to Adobe’s promise of interoperability between e-readers and e-book stores. For instance, e-books bought from Barnes & Noble, for now, work only on the nook e-reader — not other popular e-readers such as the Sony Reader, even though both use Adobe’s DRM. This was noted in a review earlier this week by Mobile Tech Review. But users have also complained for months about the issue on Barnes & Noble’s user forum and on the Sony Reader’s forum.
- Por si los problemas derivados de un esquema DRM no estándar y no completamente interoperable no fueran suficientes, a día de hoy ePub no incorpora un estándar de anotado. Esto implica que hay que implementar una solución adicional si se quiere anotar (una propia, como sony; otros se han decidido por Adobe Digital Editions para ésto también). Que las anotaciones sean opcionales y que se implementen de diferentes formas implica que sólo una minoría de ereaders permiten anotar, y que es casi imposible conservar tus anotaciones cuando cambies de ereader. Ojo, y estamos hablando de una funcionalidad técnicamente trivial, que hace 10 años que implementa mobipocket, por ejemplo, y que se usaba en PDAs con WinMo 5. Sin anotado, los libros pierden muchos enteros como herramienta de trabajo y de estudio.
En resumen, el problema reside en el uso del término "estándar", que en el caso de ePub es muy engañoso. Hasta que un organismo internacional reconocido se pronuncie, de momento es "consensuado", pero no estándar. Y lo que está consensuado no incluye dos aspectos críticos, como acabamos de ver.
Hasta hace poco no había caído en la cuenta. Sigo usando Mobipocket, porque lo uso desde hace años y me siento cómodo con él. Tenía cada vez más tentaciones de dar el salto, animado por mi querencia a los estándares abiertos que comparto con tanta gente. Pero sucede que Mobipocket es también abierto, y que ePub, ni es estándar, ni sobre todo implementa por igual todas las funcionalidades esenciales.
En conclusión: más tiempo y esfuerzos perdidos, y perjuicios para lectures, autores y editores.
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ResponderEliminarUna matización (aunque creo que es un error de interpretación). La IDPF es anterior a la fundación de Mobipocket(y el estándar open ebook es muy anterior a a la compra de Mobi por parte de Amazon).
ResponderEliminarLo que ha empujado a los editoriales, por un lado, a los brazos del ePub, tiene más que ver con la facilidad con que se adapta a los procesos editoriales (apoyo Adobe incluido) que con lo que señalas.
Por su parte, a los fabricantes de dispositivos, los ha empujado el potente acuerdo suscrito por Adobe y Sony y el hecho de ser un formato que se puede implementar sin tener que pagar una licencia de uso.
Por demás, me parecen muy interesantes las objeciones que haces al ePub, pero visto el último TOCCON, el ePub parece que finalmente se llevará el gato al agua en cuanto a desarrollos, por lo tanto a estas alturas no parece que tenga mucho sentido hacer campaña por un formato como Mobi.
Creo que es un poco absurdo oponer ePub y Mobipocket. Son soluciones que pertenecen a dos épocas distintas. Mobipocket se basa en el predecesor de ePub (OEB). En aquella época no existía un formato estándar de distribución: OEB aspiraba "tan sólo" (no era poco, teniendo en cuenta de donde se venía) a establecer un estándar que facilitase la migración a los distintos formatos (incompatibles) de distribución.
ResponderEliminarMe saco el sombrero ante el esfuerzo de Thierry Brethes por construir un lector para cualquier bicho viviente en aquellos incipientes años (y le deseo mucha suerte en su actual proyecto, Upvise): hoy, sin embargo, ya existe un estándar de distribución (aunque sólo lo sea en realidad si se renuncia al DRM, que no está estandarizado).
No lo entiendo, la verdad es que no lo entiendo. Tanto Silvano como Xabier estáis retorciendo nuestras palabras para decir lo mismo que nosotros pero que parezca que decís lo opuesto.
ResponderEliminarePUB es tan estándar y tan abierto como Mobipocket. Ambos están documentados y esa documentación es libre.
¿Quién ha dicho que no hay que pagar el ADE de Adobe? Si no me equivoco son 10.000 dólares.
¿Qué "potente acuerdo suscrito por Adobe y Sony" si Sony es uno de los que menos preponderancia tiene en el mundo de los ebooks?
Estad atentos a mi tercera entrada.
Silvano, sin negar lo que dices, lo cierto es que ePub es un formato muy posterior a mobipocket. Lo de "la facilidad [de ePub] con la que se adapta a los procesos editoriales", me vas a perdonar, pero me parece una afirmación extremadamente ambigua e infalsable. Tratando de colegirla, sigo sin ver la ventaja de ePub frente a mobipocket... en los procesos editoriales.
ResponderEliminarEl acuerdo suscrito por Adobe y Sony tiene paralelos con el acuerdo suscrito entre Adobe y B&N. Dejando aparte que Sony se ha emperrado en entregar el mercado a los que han venido después que ella, te remito a mi post: la implementación del ADE de adobe en el nook y en los ereaders de Sony no es interoperable. Muy mal precedente: si alguien se compra un ebook con ADE para Sony, no lo podrá leer en Nook, y en...
Me temo que tampoco es cierto que NO haya que pagar por la licencia de ADE. Adobe no hace software libre ni gratuito para empresas.
Y no hago campaña por mobi. Como dices, parece que no tiene sentido. Lo que estamos haciendo kindleman y yo es rebatir con datos lugares comunes sobre ambos formatos que están demostrando no ser ciertos.
Xavier, mobipocket y epub son los dos formatos mayoritarios HOY POR HOY. Amazon por su lado, las diversas implementaciones de DRM para ePub por otro. Si no fuera por el DRM, tanto daría poner epub como html o cualquier otro formato basado en html. Si no es así, que se lo digan a los veteranos del proyecto gutenberg.
E insisto: un estándar es un formato adoptado por una organización internacionalmente reconocida como definidora de estándares. Si no es así, es un formato, sólo un formato, por más que sea concertado por un grupo.
Matizaré mis palabras para que no parezca que os quito la razón (cosa que no he querido puesto que la comparativa es impecable).
ResponderEliminarEl ePub es posterior al Mobi pero este también es posterior al Open Book (sobre el que se basa el propio Mobi), el primer formato que propuso la IDPF, por eso no vi una relación causa-efecto.
Lo de la facilidad con que se adapta el ePub a los procesos editoriales tiene que ver con aspectos relativos a la implementación de InDesign en flujos XML a través de gestores de contenidos editoriales (aquí hablo desde mi experiencia profesional).
Yo no decía que el ADE fuera gratuito, decía que el ePub lo era. Igual hablo de oídas pero hasta donde sé si un lector electrónico quiere leer .mobi tiene que pagar una licencia a Amazon (aunque confieso que puedo estar equivocado porque lo leí hace tiempo).
El acuerdo al que me refería sabeis que fue el de Adobe con Sony para compartir tecnologías, que hizo que Sony abandonara su proyecto de formato nativo. Yo en lo personal no subestimaría al gigante japonés, aunque no pinte mucho no hay que olvidar que ellos son los responsables del primer lector basado en eInk y supongo que tienen varios ases bajo la manga.
Respecto a la campaña, me retracto, creo que elegí mal las palabras. Lo que quería decir es que puesto que el ePub es el formato por el que apuestan todas las grandes consultoras de desarrollo o un gigante como Apple (con todas los reparos que tengáis, que serán muchos), realmente es comparar un formato antiguo con el formato del futuro. Y digo futuro porque no hace falta que sea un estándar reconocido por la ISO para que se convierta en un estándar de facto (como le sucedió al PDF), y lo será por el apoyo de los gigantes de la industria editorial O'Reilly y Adobe.
Por último, y lo más importante (puesto que lo olvidé en mi anterior comentario) felicitaros por el excelente trabajo que hacéis, os aseguro que no quería retorcer vuestras palabras puesto que el post me ha encantado (no había caído en cuenta del detalle de las anotaciones, un reparo más que válido en favor del .mobi).
Os estoy muy agradecida por estos artículos, el tema me resulta muy interesante, en tanto que llevo dos meses con el lector y he descubierto otro modo de leer que me hace la vida mucho más fácil. Sinceramente, yo creia que el mobi era exclusivo de Kindle, y estoy absorbiendo toda vuestra información como una esponja.
ResponderEliminarSilvano, ningún lector paga por leer .mobi. Paga por el SDK de Mobipocket para implementar el visor sin hacer desarrollo adicional, igual que por el Adobe Digital Edition. Respecto a la facilidad para generarlo, entiendo que el InDesign será más o menos útil igual que el Mobipocket Creator (supongo que eso, si has trabajado en el mundo editorial, lo conocerás tú mejor que yo). Y sí, el ejemplo del PDF es la razón por la que abomino de Adobe y su DRM, lo siento, no quiero perder más libros. Por cierto, la razón de que las "consultoras" (supongo que te refieres a editoriales) apuesten por ePub es la exclusividad que Amazon está poniendo al Mobipocket. Y yo, visto lo visto, me temo que seguiré con las editoriales electrónicas que parece que no tienen esos grandes problemas "mentales" en ofrecerme diversos formatos y sin DRM.
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