A lo que voy. Ya se ha presentado el iFreeTablet, con cierto impacto en los medios generalistas y menos impacto del que habría previsto en los medios especializados. En este caso no sé si se aplica lo de "nadie es profeta en su tierra", o bien se debe a ciertas decisiones que le restan "cool factor", como dicen las modernas.
- Para empezar, es software libre. A mí me parece magnífico, porque sigo creyendo que es una de las mejores formas de lograr que los beneficios del software en general y del soft. social en particular se universalicen, y porque su extensión implica la generación de una comunidad. Sin embargo, el software libre ha perdido su "coolness factor", su mojo, en los últimos años. Ya sé que algunos no estaréis de acuerdo conmigo en esa afirmación, pero de la mano de la popularización de ubuntu ha venido esa pérdida de factor distintivo. ¿Qué ha sido de los hacklabs (al menos, en Madrid), pasando de varios a un par de ellos? ¿Cómo les va a los LUGs por el territorio nacional? Ejemplo para quien le suene ¿Qué fue de LINUPS? Y esto os lo dice un agnóstico de los SSOO, que en casa usa ubuntu y en el curro Windows y ubuntu, según.
- Para continuar, pese a que "tablet" es una de las buzzword de 2010 (quizás La Buzzword), llevar un atom ya no llama la atención. Si no montas ARM, pierdes inevitablemente conexión con "lo último". De hecho, teniendo en cuenta las dimensiones de quien lo ha montado, es lógico que cuenten con una solución probada, y es lógico que ARM sea la dirección a seguir, sobre todo habida cuenta de que es antes un dispositivo, un appliance, que un ordenador
- Léanse los dos puntos anteriores con el detector de ironías en ON y a buen rendimiento.
- Modas aparte, hay aspectos del iFreeTablet mejorables: peso (1kg lo convierten en un señor ladrillo, éste es un tema a cuidar y en el que ARM puede aportar mucho) y baterías (ídem respecto a ARM, 2,5h son muy poco incluso para entornos domésticos).
Pero me da igual. Me quito el sombrero ante todos los que han intervenido en él, y les deseo lo mejor
- Es un proyecto nacional y local. Es un modelo de lo que hay que hacer si queremos sacar el país adelante. No exagero, es un caso que debería ser mucho menos aislado de lo que es. Hay que apostar por lo propio, por las ideas del vecino y porque nuestras propias ideas pueden convertirse en producto. Hay que creer. Hay que liberarse de la dependencia de la subvención y centrarse más en hacer dinero de verdad, a escala local e internacional. Para eso Israel es siempre mi referencia: idea -> venture capital -> start-up -> p éxito = 0,05. Si q, ostia, se liquida la empresa, se espera, se vuelve a intentar. No son más listos que nosotros, pero no hay tenido otra opción que la tecnología para sacar el país adelante. Y nosotros... ¿Cuántas alternativas nos quedan?
- Es un proyecto de inclusión. La parte táctil, con grafismo de grandes dimensiones, puede estar bien para los mayores. Pero me ha emocionado el énfasis puesto en los discapacitados. Por un proyecto de grandes dimensiones en el que llevo unos meses, he entrado en contacto con un mundo que desconocía: el acceso a las TIC por personas discapacitadas. Cuando he visto como el iFreeTablet implementaba una interfaz de barrido, no he podido evitar compararlo con el iPad y se me han situado, lado a lado, el consumo de contenidos y la inclusión social.
La tecnología tiene que ser liberadora, y la gente de iFreeTablet está contribuyendo a ello. Los aspectos mejorables y los límites de esta versión no tienen ninguna importancia. Sobre todo, porque no pretenden revolucionar el mundo como el OLPC o el segway, sino dar un paso breve pero decidido para cambiarlo.
Ahora queda por ver si los que seguís trabajando, entregando tiempo y energías para desarrollar productos libres, conectáis con el proyecto y hacéis comunidad para que acabe de dar frutos. Aquí tienen que ser las ideas, la conexión entre el producto y su público, lo que cuente realmente y no subvenciones o planes marco.
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ResponderEliminarPues la verdad es que no me ha impresionado mucho. No creo que Steve Jobs esté temblando. Parece un software de hace 15 años y sospecho que no es ni multitáctil. No creo que haya que culpar mucho a los periodistas de que no haya tenido mucho eco.
ResponderEliminarA mi no me huele muy bien. Espero que no sea otro caso más de proyecto inviable que solo persigue conseguir el máximo dinero en subvenciones antes de liquidarse y volver a empezar con lo mismo.
Me parece interesante lo de Israel. Nosotros estamos en contacto con inversores franceses para ver si sale algo para mi nueva start-up, aunque tampoco es que lo necesitemos mucho.