Llevo dos meses mencionando al kyobo ereader. Mi primer post era premonitorio: "el ereader que nadie entiende". Y digo premonitorio porque, al parecer, tampoco lo entendieron quienes tuvieron los santos güebos de sacarlo a la luz.
No tengo uno en mis manos, ni tiene pinta de que eso cambie. Afortunadamente, Nate el Grande lo ha comprado en fecha reciente. Ya sabíamos que el software era, sorprendentemente, un truño importante. Lo que no nos podíamos imaginar es que en Mirasol se hubieran atrevido a lanzar un lote de un producto tan verde como nos cuenta Nate en su review de la pantalla mirasol.
Nate es un bloguero dedicado sobre todo a la parte hardware del mundo ebook. No tiene pelos en la lengua, ni la fe de Charbax, el bloguero guerrillero. Por eso, cuando adquiere de su bolsillo algo que incumple alevosamente las expectativas que despierta, no se calla. Y ese ha sido el caso.
Recordad que la pantalla Mirasol ha llegado casi con dos años de retraso desde los primeros anuncios. Uno esperaría que con ese retraso se puliría el producto hasta que brillara metafóricamente, hasta que tuviera ventajas decisivas respecto a la tinta-e y a las pantallas LCD. Pues bien, mirad la comparativa con las pantallas e-ink bajo luz natural:
Según Nate, el fondo es más plateado que blanco, lo cual puede ser una auténtica fiesta para el descanso visual. Muy a ojo, parece equivalente a una pantalla Sypix de hace una generación, o incluso una pantalla e-ink de primera generación comercial. Nada parecido al contraste de las Pearl actuales, que los ojos agradecen tanto. Pero lo peor no es eso.
No, lo peor según Nate es que el ángulo de visión es ridículo. Aberrante. Aberrado. A poco que lo inclina, la pantalla empieza a experimentar irisaciones, los colores cambian y se pierden los pocos matices que admite, poco más que la pantalla e-ink a color de última generación. Sí, vale, hay video y podría tener más interactividad si la CPU y el software fueran de calidad. Pero es que incluso en ese caso la pantalla ofrece un ángulo lamentable.
No son los únicos que la cagan, claro. Sony hizo un estupendo trabajo a este respecto cuando le metió una capa resistiva a su generación anterior de ereaders, con unos reflejazos que hacían la delicia de los lectores. Pero Sony, con su alienígena (perdón, nipona) obstinación en mantenerse en el mercado, se lo puede permitir. ¿Se lo puede permitir Qualcomm?
La verdad es que, dentro de lo malo, han tenido suerte. El desastre se ha quedado en uno de los dos grandes templos del consumo electrónico junto a Japón. A los coreanos les va a dar igual, porque de todas maneras van a cambiar sus ereaders anualmente o así.
Quiero creer. Quiero creer que va a haber una alternativa al LCD que no me rostice la vista y me permita trabajar. Pero ya son años esperándola, y una larga ristra de decepciones.
:(
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