
Cada día me doy unas vueltas por la blogosfera tecnológica y comento lo que me llama la atención con los colegas. Aquí pretendo hacer otro tanto. Algunos de los temas reincidentes serán Tablet PC y e-ink, y ya de antemano espero que los espíritus sensibles no se lleven las manos a la cabeza si con peor o mejor fortuna explico de forma llana algunos de los temas que trate, porque lo que pretendo es que esto no lo lean sólo los frikis, geeks y demás gentuza como yo.
lunes, noviembre 08, 2010
tolomato contra los ereaders
Ya sabéis que los tolomatos están desatados últimamente: RSS is dead, The Web is dead (y así vendo más revistas, que la cosa está chunga). Como definí a los tolomato hace unos días, la elegancia del fusilamiento de las tecnologías maduras reside en que se disimula lo que importa realmente: transformar la tecnología y su impacto social en modas pasajeras, con fecha de caducidad puesta en la siguiente übermaravilla que mata la anterior. Los ciudadanos anónimos o, mejor dicho, los que no somos vedettes, guruses o attention bitches o los que no ocultamos intereses espúreos, parece que estamos empeñados en llevar la contraria a los tolomatos por la fuerza de los hechos: seguimos usando lo que está muerto. Sí, esas tecnologías que pese a no oler mal porque son útiles, son insufriblemente demodés.
En fin, leo en teleread un artículo de Andrys Basten que dice algo muy distinto a lo que indica su título, That Kindle Android Tablet may well be a reality. Es interesante, repasa una serie de indicios aportados por Steven Vaughan-Nichols en su artículo Linux ereaders are evolving into Android Tablets. Como dice Andrys, el artículo plantea pistas interesantes... y las interpreta con el orto.
Efectivamente, se han destapado pistas acerca de un posible tablet android de Amazon. Yo sigo sin ver el sentido de que un distribuidor ponga su marca en un tableto, pero allá. Parecería que toda empresa que se precie tiene que sacar un tableto al mercado. Vistas las cosas, espero ver tabletos del R. Madrid o del Barça, para que el forofo consulte sus contenidos en un marco apropiado. En el caso de Amazon lo veo menos lógico que en el caso del Real Madrid, porque ya tienen cliente para iPad y para Android para su ecosistema kindle.
Se lleva hablando bastante tiempo de que Amazon terminará sacando un Señor Tablet con Mirasol o quizás (difícilmente) Pixel Qi. Ese orden lo atribuyo, fundamentalmente, al tamaño de las empresas que hay detrás de cada tecnología. No quiero decir con esto que pixel qi haya agotado mi crédito de fe, pero la verdad es que ya ha llovido demasiado sobre lo empapado. Qualcomm tiene músculo para lanzar un producto así, pero, como dicen los de Pixel Qi, son fabless. O sea, que no tienen fábrica propia. Y eso que no parecía un obstáculo, se ha revelado como un freno quizás definitivo por la ausencia de recursos para lanzar la fabricación, en ausencia de un gran fabricante que apueste por las ventajas de 3Qi.
A lo que iba.
Como dice andrys, Vaughan interpreta MAL las pautas, porque afirma (y no es el primero en hacerlo), que en la era Tableto no hay espacio para los ereaders dedicados a la lectura prolongada, que "ereaders are history". No es sólo que no valore la diferencia de descanso visual que aporta una pantalla sin retroiluminación, nuestros "papeles grises" que me siguen sorprendiendo después de 3 años. No, el problema es que, según él, un dispositivo de consumo generalista de contenidos audiovisuales, basado en tecnología actual, elimina cualquier otra ventaja.
No entiende a las personas que usan de forma intensiva un ereader. No entiende las ventajas del descanso visual de las pantallas de tinta-e para textos largos, que no permiten ningún tipo de descanso visual. Lo que es peor, no aprecia en absoluto la ventaja decisiva que tiene un ereader para la concentración: te empuja a estar concentrado en la lectura, porque o bien no puedes hacer nada más con él (caso de la primera generación de ereaders), o bien la experiencia de navegación es razonablemente pobre y está más para salir del paso o para leer textos largos en la web que para hacer un uso continuado. Un tableto, por el contrario, debe permitir la navegación y el uso de un amplio abanico de seguro de manera eficaz. Por lo tanto, la lectura de ebooks compite con muy poderosas fuentes de distracción.
La combinación entre pantalla retroiluminada y distracción es explosiva en muchos casos: si la vista se te cansa antes y si encima puedes hacer otras muchas cosas que también son interesantes, es todo un triunfo mantener la concentración en un texto largo y elaborado durante un periodo prolongado y sacar partido a dicho texto.
Después de todo, quizás el señor Jobs tenga razón y el problema es que la lectura prolongada como hábito está disminuyendo. Para las personas que no quieren o necesitan leer ebooks de manera frecuente, un tableto presenta unas ventajas decisivas sobre un ereader. Pero claro, es que esas personas, si se compran una ereader, es por la novedad y no es nada fácil que le saquen partido.
No es por nada, pero apuesto a que la ventaja del descanso visual no va a desaparecer así como así. Que el ereader, hasta que madure el Señor Tablet y reuna lo mejor de los dos mundos, va a seguir siendo el vehículo preferente, privilegiado y optimizado para los ebooks, y que los ebooks no pueden sino crecer.
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