Llevo tiempo postergando la review sobre el Alex de Spring Design, que en España va a importar Grammata. Me he retrasado tanto porque quería asentar mis impresiones y esperaba a un firmware más maduro que el del prototipo que he estado empleando. Después de una semana probando el nuevo firmware ha llegado el momento, sobre todo por un factor esencial: kindle (y nook, cuando venga a España) necesitan competencia, y el Alex es de los pocos que van a poder competir con el kindle.
No hay mucha discusión: si el mercado de ereaders acaba en muy pocas manos, los vencedores tendrán un control excesivo sobre el mercado completo de los ebooks y más allá: sobre todos los contenidos de cierta longitud, para los que los ereaders con pantalla de tinta-e o similares marquen la diferencia. Pensad a medio plazo, no sólo en libros sino en revistas y periódicos que se lean. Contenidos para los que los ereaders especializados van a marcar una diferencia.
Esta mañana me he leido una entrevista en ABC a David Simon, el de The Wire. Dejando aparte la ironía de que es un ejemplo de lo que critica (fallos en la traducción consecuencia de un trabajo mal pagado), es la segunda vez que la "leo". La primera vez la leí en diagonal, porque sus 4.400 palabras no se leen rápido (no está para eso) y porque leer el equivalente a 10 folios en pantalla retroiluminada del tirón y concentrándome me cuesta. Esta mañana he recuperado el artículo gracias a readitlaterlist y lo he leido sin tostarme los ojos; en otras palabras, aprovechándolo y paladeándolo. Luego seguiré con readitlaterlist.com, porque es esencial para el Alex y los ereaders con conexión a Internet.
Éste sería un caso de valor añadido, de superación de las funcionalidades de los ereaders básicos. De hecho, tiene el potencial de ser una killer application: la posibilidad de acceder a contenidos web trabajados sin imprimirlos y sin cansancio visual. Y sólo el valor añadido, la diferencia, va a permitir sobrevivir a los ereaders de 2010 en adelante.
El límite inferior ha sido extinguido. Así, directamente. A menos que alguien logre ofrecer ereaders sin retroiluminar a 90€ o menos, nadie va a poder competir con el kindle 3, que por 150€ te va a poner en casa un ereader bien acabado, con conexión wifi, posibilidad de navegar decente, comentar y anotar los contenidos y acceder a un fondo de 650.000 títulos que, poco a poco, irá adquiriendo más en español. Me parece lamentable, porque ha habido pequeñas pero valientes empresas que se han dejado la piel y han apostado por un mercado naciente, el de los ereaders. Lo siento por ellas, porque en 2011 será impensable pagar 200 euros o más por un ereader básico, y esos Hanlin o Netronix, al menos de momento, no van a bajar de 200 euros como no sean restos de stock de 2009.
La verdad es que nadie podía prever el zapatazo que Amazon iba a pegar sobre la mesa con el Kindle 3. En mi post anterior podéis ver un análisis de lo que parece que este movimiento (¿Sísmico?) va a suponer para este mercado. En cualquier caso, las cosas son como son: ¿Qué consumidor informado se va a comprar un ereader barato cuando puede comprar un Kindle mejor y más barato?
De cara al impacto público, el límite superior lo pone otro precio: el del iPad básico. No voy a entrar ahora en la risa que me da que 450€ sea "casi regalado" para Apple, pero es un precio que indudablemente ha calado: por 450€, el consumidor espera obtener lo que obtiene con un iPad... o funcionalidades que le compensen.
De cara a los ereaders, lo que parece claro es que es muy difícil que se venda ningún ereader por un precio superior al iPad. Pensad que un iPad vale lo que 3 Kindle 3 básicos, o 2 netbooks, o un portátil básico. Los early adopters pagamos el doble por los primeros ereaders, pero no somos mercado. Si encima se puede conseguir un Kindle DX graphite por 380€ aprox. (¿Eso es lo que os costó, Mariano o Rafa?), es evidente que los ereaders de luxe como el Plastic Logic QUE o el Skiff no son viables por los 700 o más euros que iban a acabar costando.
Resumiendo: los únicos ereaders que van a sobrevivir serán los que aporten funcionalidades importantes que no aporten los Kindle, y que cuesten igual o menos que un iPad. El Alex es uno de los pocos que cumple estas dos condiciones, aunque ni con eso tiene garantizada la supervivencia. De repente, el mercado de los ereaders se ha puesto rabiosamente darwinista y va a dejar un rastro de cadáveres en muy poco tiempo.
Entiendo que la mayoría de vosotros, lectores, vais a leer este post en una pantalla retroiluminada. Hasta aquí van 807 palabras, superando un poco el tope de lo aceptable para estas pantallas. En las siguientes entregas repasaré las funcionalidades que más me han llamado la atención del Alex, y los escenarios para los que le veo más viable
P.S.: he repasado esta entrada desde el navegador del Alex. Entre la dioptría de agtismatismo que he perdido (me quedan dos semanas para recibir las nuevas gafas con filtro), y el problema de mi portátil principal (un HP dv6 cuya pantalla "refresca mal" por motivos que no entiendo), agradezco la lectura de un texto largo en pantalla sin retroiluminar más que nunca. Por cierto, si alguien le suena algo de problemas de refresco de pantalla con un portátil moderno, le agradecería mucho cualquier pista.