sábado, septiembre 19, 2009

Un indocumentado, llorón, o llorón indocumentado analiza los sony readers

En gizmodo acaban de publicar una review interesante sobre los dos últimos readers de sony. Empieza muy bien, muy cachonda
What is an ebook reader? It is your relaxation companion, the screen you will stare at when the laptop is closed and the TV is off. In that sense, the ability to provide tranquility must always trump the latest trick. Pack in touch screens, pack in SD card readers, search, dictionary, library-book borrowing. You can pack it all in, but never, ever at the cost of that primary role.
Efectivamente, qué buena definición... para los lectores de ebooks destinados al ocio. El tipo parece que no traga con el concepto de los lectores de ebooks como herramienta de trabajo, o lo desconoce.

Después, analiza el PRS600 y advierte que es muy posible que hayan cometido el mismo error que con el PRS700, aunque por 160$ menos: la pantalla táctil refleja bestialmente la luz e influye en la experiencia de lectura. No sé, es la primera review que leo con esta contundencia, pero no es descartable ni mucho menos. Particularmente encuentro las pantallas táctiles como un bonito lujo para los ebooks, pero no como algo esencial.

Finalmente se pone lloroso y se queja amargamente de que el lector barato, el PRS300, no sólo no tiene pantalla táctil sino que no tiene ninguna función implementada de las que considera imprescindibles, como la búsqueda. Señor mío, somos unos cuantos los que llevamos casi 3 años, o más, trasegándonos novelas en lectores aún más espartanos que el PRS300, y tan a gusto. Oh, D*s mío, en todo este tiempo no he sido capaz de buscar una palabra en la novela que me estaba leyendo, no he podido buscar al hombre de negro que dejé páginas atrás.

Si se usa profesionalmente el texto, esta queja podría tener sentido. Pero si se trata de novela o textos de ocio en general, buscar no es esencial. No es esencial porque, si lo fuera, leeríamos novela con el maría moliner a nuestra vera (no menciono el DRAE porque tengo una larga disputa con el culto excesivo a la RAE y sus dictámenes, pero eso es salirme del tema del post).

Me preocupa el PRS600, aunque espero a que empiecen a salir reviews más documentadas (y, a ser posible, más cercanas), para saber a ciencia cierta si la experiencia de lectura con él no está a la altura. Sería una pena, claro. En cuanto al PRS300, dejando aparte al llorón, creo que el precio al que va a salir compensa la falta de una funcionalidad de búsqueda. Vale, tampoco tiene ranura para SD (una decisión no basada en el coste, sino en subrayar excesivamente el concepto BA-RA-TO), pero nadie se va a morir si no puede llevar 200 libros en el bolsillo todo el tiempo.

En cualquier caso, me quedo con el párrafo inicial, tan certero como contradictorio con el resto del artículo. Creo que ha dado en el clavo: un lector de ebooks es el compañero de los momentos de relajación (más profundos) cuando por fin se cierra la tapa del portátil y la tele (quien la tenga) deja de emitir luz y sonido.

Un ocio alternativo a las propuestas más populares, y que cada vez veo más como antídoto para el aberrante stress que conlleva ser trabajador en el siglo XXI.
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