
Menuda semana. En fin, esperemos que la siguiente me dé un poco más de cuartelillo.
LynxPardina, o Pepe (ya dirás cuál prefieres) me ha mandado la siguiente referencia: el readius aún sigue con vida. Bien por ellos, porque la verdad es que su producto es una apuesta por la innovación muy destacada.
En tinta-e he recogido 37 referencias al readius. Era un dispositivo que me llamaba la atención, una apuesta valerosa por meter los ebooks en el bolsillo y ofrecer una alternativa viable de distribución de contenidos vía móvil.
Si sale, va a salir demasiado tarde. Cada vez me convenzo más de que los dispositivos dedicados casi en exclusiva a leer son de un nicho demasiado estrecho. Como vengo diciendo últimamente, un perfil muy amplio de usuarios acepta sólo un número muy pequeño de gadgets en el bolsillo o la mochila, y el readius, aún con la ventaja de su tamaño, sería un dispositivo más.
Llevo probando una semana un HTC hero. En agosto he estado cacharreando el mes entero con un HTC G1. De hecho, me permitió salvar un proyecto en vacaciones tirando de email (currar en vacaciones es una putada, pero es lo que me toca en esta etapa de emprendedor). En mi situación, no puedo elegir entre un móvil con pantalla e-ink y un móvil con pantalla LCD y Android o RIM (blackberry).
Y en pocos meses se verá cómo amplias capas de usuarios encuentran diferentes motivos para usar Android, desde el nuevo motorola dedicado a redes sociales (copiando y ampliando el concepto del Palm Pre) hasta el uso móvil de web... y en 2010-2011, la explosión de aplicaciones de realidad aumentada. La lectura de ebooks no puede competir con todo eso.
Quizás tendría más sentido añadir la pantalla plegable a la chepa de un móvil con LCD para tener lo mejor de los dos mundos, o aprovechar dicha tecnología para colocarla en la parte trasera de un portatil o un netbook.
Pero en ambos casos se trataría de una opción más aparatosa y menos práctica que usar una pantalla Pixel-Qi (si acaban saliendo, que esperemos que sí).
En resumen, una magnífica idea y una apuesta arriesgada... a la que veo muchas papeletas de no fructificar, no al menos como dispositivo mínimamente popular. Los sacrificios que hace (resolución, fragilidad, encarecimiento de la pantalla flexible y el sistema de bisagras) ya no compensan en el contexto actual. Un lector de ebooks dedicado, no plegable y eficiente tiene mucho más sentido si logra un precio más barato (que el readius y que los actuales, como apunta por ejemplo el PRS 300), dado que la experiencia de lectura es más cómoda y eficiente.
Pero incluso un dispositivo así puede tener problemas para competir con una tableta de 5" basada en Pixel-Qi. El reader, simplemente, llega tarde.