Muy recomendables las reflexiones que hacen en Comunicación cultural acerca tanto del libro como de los debates acerca de la gratuidad de los contenidos (incluidos los fallos en los modelos de negocio que se basan en eso). Mientras esperamos que se publique gratis el PDF de Free, voy a copiar mi comentario en comunicación cultural, que deriva de lo que venimos discutiendo en tinta-e acerca del precio de los ebooks:
El problema que me plantea la gratuidad de los contenidos es éste: nuestra sociedad capitalista valora bienes y servicios en función de su precio. Esto es un hecho incontestable mientras el sistema siga como está. Además de la cantidad objetiva, está el significado que se le atribuye culturalmente. Por ejemplo, un polo de marca reconocida vale el doble que un polo sin marca, y quien lo compra paga alegremente el precio para que se vea que lo ha pagado.
Por lo tanto, los libros gratuitos (idealmente, el sueño de la distribución universal de la cultura) desvirtúan el valor de lo escrito, del trabajo del escritor, del esfuerzo bestial que conlleva producir un texto de cierta longitud, correcto, coherente, que aporte... Lo gratuito se respira, se usa, pero no se valora.
Y si no se valoran los libros, no se valora una parte esencial de la cultura
Lo primero, confundes valor con precio. Una cosa es cómo se valore a los autores, y otra el precio que tengan sus obras de cara al consumidor de un producto industrial. Por ejemplo, Homero: nunca pudo poner valor a sus libros (entre otras cosas, porque nunca escribió uno, ni tampoco un pergamino o papiro, ya puestos). Y sin embargo, es el creador de la primera obra cumbre de la literatura universal (y podemos disfrutar de su obra gratis).
ResponderEliminarSegundo, manía de hacer analogías de bienes tangibles (polos en este caso) con "bienes" (sólo usar esta palabra adulteramos ya el concepto) intangibles. Puedes comparar que un libro en tapa dura sea más caro que uno de tapa blanda porque el comprador ha preferido fardar de tener un formato más cómodo/resistente/legible/hermoso (comparación entre bienes tangibles) Pero según tu valoración del "esfuerzo del escritor", una edición de bolsillo impresa en papel higiénico de "La Ilíada" debería costar como 500 veces más lo que cuesta una edición de lujo en tapa dura de cualquier best-seller actual. Porque evidentemente no vas a comparar el mérito y el esfuerzo de Homero con el de Dan Brown.
La clave está en que muchos escritores se creen a la altura de Homero, cuando prácticamente deberían pagar a sus lectores por hacerles perder el tiempo leyendo lo que escriben. Pero como tampoco es eso, pues bueno, la gratuidad, en ciertos casos, puede ser un buen compromiso. Al menos, hasta que demuestre que realmente merece una recompensa por su esfuerzo/talento/lo que sea.
Javier, no confundo valor con precio en términos abstractos o ideales. Me limito a describir el funcionamiento simbólico del precio en la cultura occidental moderna. Piensa en la cantidad de dichos populares que hay sobre lo caro y lo barato, o sobre los precios, desde lo barato sale caro a nadie da duros a 4 pesetas, pasando por la miríada restante de ejemplos.
ResponderEliminarNuestra cultura capitalista es una cultura de precios. No es la cultura de Homero, es la cultura de los números, los porcentajes y el guarismo supremo, que lleva un $, un € u otro símbolo detrás.
Segundo, no es el único intangible que hay en el mercado. No veo yo muchas discusiones por lo que cuesta un partido de fútbol prime time, y se paga a tocateja, sin rechistar. La población valora masivamente ese partido de fútbol, pero otros tipos de contenidos -los ebook en concreto- puede que no tanto.
Has llevado hasta la aberración tu argumento. "Como hay muchos escritores mediocres, demasiado que TODOS los ebooks sean gratuitos y no que les paguemos por leerlos". Está muy lejos de la ruptura de la suma cero que vengo proponiendo desde hace unos meses. Y precisamente, si la gratuidad se transforma en la norma, lo que más vas a leer de obra nueva van a ser pasatiempos, obras escritas por gente que se gana la vida de otra manera (que les paguen por otro trabajo, aunque el resultado de ese trabajo sea intangible como es el caso de un servicio), y se eliminarán los libros escritos de forma intensiva, filtrados precisamente por la cadena de producción de valor de los libros.
Te tengo que decir que personalmente no me va a afectar, porque hasta la fecha he publicado como parte de un proyecto que me han pagado por otros conceptos. Pero me subleva pensar que un creador tenga que renunciar por la voluntad de terceros a toda posibilidad de obtener un rendimiento económico del resultado de su esfuerzo.
La figura del agravio comparativo se me queda corta. ¿Todos los profesionales que no producen bienes tangibles deberían hacer ajo und wasser y trabajar gratis? ¿O sólo deberían hacerlo aquellos incapaces de obtener el respaldo represivo de la legislación, capaz de castigar a los que no quieren pagar por el esfuerzo de los intangibles que producen otros?
"Nuestra cultura es capitalista" Ahí ya estás reconociendo implícitamente que la cultura existe antes y más allá del capitalismo. Es obvio por lo tanto decir que continuará existiendo, a pesar de la desaparición del capitalismo y su transformación en otro sistema diferente.
ResponderEliminarPor ejemplo, en "Down and Out in the Magic Kingdom" -que en sí mismo es un ejemplo de novela gratis y que se vende a la vez- (http://craphound.com/down/download.php) el autor nos propone un mundo donde a la gente se le valora por el "whuffie" una especie de karma que te dan/quitan los demás. No existe el concepto del dinero, sólo el de reconocimiento de tu labor por el colectivo.
Con respecto al ejemplo del partido de futbol: se han pirateado las tarjetas de las plataformas, la gente se baja al bar a verlo (está prohibido emitirlo en establecimientos públicos, pero todos lo hacen) e incluso... ¿no has oido hablar de tarjetaroja? ¿Qué hay de aquello de "el futbol es de interés general"? O sea, que de pagar a tocateja, nada. Es una situación consentida que, el día que quieran apretar las tuercas a la gente se va a acabar bruscamente. Al fin y al cabo, todas las radios que quieren, retransmiten el partido sin trabas y en directo, y con la TV podrían aplicar exactamente el mismo principio de libertad de información, sólo que no se ha hecho. Yo puedo ir ahora mismo al campo de fútbol que hay cerca de mi casa y grabar y transmitir el partido por Internet, que para eso es un campo municipal pagado y mantenido por mis impuestos, y abierto al público para entrar.
"si la gratuidad se transforma en la norma, lo que más vas a leer de obra nueva van a ser pasatiempos, obras escritas por gente que se gana la vida de otra manera" Por eso, la televisión, que es gratuita desde hace 40 años, solo hacen productos realizados por gente en su tiempo libre, como pasatiempo ¿no? Y la radio. Y la prensa gratuita no existe, es una entelequia.
"Pero me subleva pensar que un creador tenga que renunciar por la voluntad de terceros a toda posibilidad de obtener un rendimiento económico del resultado de su esfuerzo."
No terminas de entender la economía de la atención y de la abundancia. Nadie te obliga a ello. Pero cuando hay una ferocísima competencia por atraer la atención de la gente a través de mil canales, cuantas más trabas te pongas, a menos gente vas a llegar. No es que no puedas poner precio a tus libros (que yo defiendo el derecho de cada uno a poner el precio que sea), es que simplemente, por la competencia, el coste va a caer en picado, y transformarse en marginal (que es de lo que habla Anderson en su libro). Así que díficilmente vas a vivir, o va a desarrollarse una industria directa, de los beneficios obtenidos.
Nadie te pide que trabajes gratis. Tampoco nadie te pide que trabajes por menos de un millón de euros la hora. Cada uno se pone el precio que quiere. Otra cosa es que alguien esté dispuesto a pagarlo, y a eso sí que no puedes obligar a nadie... por mucho que te moleste.
nuestra sociedad capitalista valora bienes y servicios en función de su precio.
ResponderEliminarEsto es una falacia como una catedral.
Una minoría valora algunos pocos bienes por el precio que perciben los demás (los que sirven para fardar), pero no la mayoría de los bienes como los libros y películas que no sirven para fardar.
Y luego están las falsificaciones. Lo que más mola es comprar un polo de 12 € que parezca que costó 70.
Yo siempre he conocido a muchos pijines que compran saldos, de segunda mano o falsificaciones (ahora mismo te compras un Audi de los buenos por 4 duros). Una cosa es ser pijo y otra ser tonto.
Además muchos de los que quieren fardar luego tienen que ahorrar en muchas otras cosas como por ejemplo los libros o lo que comen dentro de casa.
Yo creo que la realidad es la contraria, muchas veces se valora lo gratis por encima de lo que es racional porque conseguir algo por el morro da una satisfacción psicológica aunque te ahorres una miseria y obtengas peor calidad.
Y estoy de acuerdo con Javier en que se deben de evitar las analogías entre los intangibles y los bienes.
Cuando compras un libro sabes que la mayor parte de lo que pagas corresponde a gastos de soporte, impresión y distribución. Si sé que estos gastos desaparecen con el libro electrónico sentiría que me toman el pelo si me cobrasen casi lo mismo.
Si los libros pasan a costar 2€ mi valoración del esfuerzo del artista va a seguir siendo nula igual que cuando pagaba 20€ o igual que mi valoración del trabajo de los diseñadores industriales cuando compro una lavadora.
Y con respecto a lo de la represión precisamente los artistas están sobreprotegidos legalmente porque históricamente han estado cerca de los poderosos.
La gran mayoría de los demás creadores de intangibles nos las tenemos que apañar solos y nos sentimos agraviados haciendo en muchos casos cosas bastante más útiles y necesarias.
Ahora el filtrado lo va a hacer directamente el público y no la indústria y creo que la mayoría estamos de acuerdo en que es mucho mejor así.
Ante todo, precisión: me refería al concepto más general posible de cultura. No a la cultura como conjunto de creación y arte, sino como conjunto total del saber y prácticas humanas. Cultura grecolatina, cultura medieval, cultura japonesa...
ResponderEliminarEn tu descripción del mecanismo de precio y pago del mismo, te dejas en el tintero algo que he señalado: los mecanismos coercitivos de la ley. Pongamos que eres informático y que desarrollas una aplicación a encargo mío. Me la entregas, y paso de pagarla. Había contrato por medio. FAIL. Voy a pagar mucho más por el puro que me van a meter que si voy de legal, así que la elección racional es ser legal. Digo esto sin meter la moralidad por medio, claro.
AHora, yo publico un ebook en x plataformas. Insisto, esto es un ejemplo porque, de hecho, en 2 años saldrá un ebook mío gratis y CC-atribución-compartir igual. Pongo un precio al libro. Te lo descargas y no pagas (no sería exactamente así, pero traslado el ejemplo literalmente). FAIL para mí, porque no hay un mecanismo legal que me proteja. Distinto sería que nadie comprara el libro, nada que objetar. Pero si alguien obtiene el libro y no respeta mis términos, me causa un perjuicio ante lo que estoy indefenso.
No hay mucho más que explicar acerca del agravio comparativo que implica.
Pero vuelvo a la idea del precio y su significado simbólico en la cultura capitalista - si se prefiere, en el orden de las cosas capitalista. Los bienes y servicios a disposición del público se valoran según su precio. Si la única forma de acceder a los libros tiene que ser gratis, lo que implica entre otras cosas es el valor de los libros para la ciudadanía dentro del esquema de las cosas capitalista.
Un ejemplo del valor de lo gratuito: se está desmontando la sanidad pública y a la población le da igual, no se moviliza. Entre otras cosas, porque la dan por supuesta, porque es gratis, porque generaciones de sanidad pública universal les han hecho asumir que automáticamente tienen que recibir ese servicio. Sólo cuando puedes comparar de primera mano con otros sistemas te acabas dando cuenta de lo tremendamente afortunados que somos por tener lo que tenemos. Pero no es nada fácil valorarla, se da por supuesto porque es... ¿Gratis? ¿Los médicos viven del aire? ojo, hablo de la gratuidad sólo, no implico con esto que la necesidad de los servicios médicos sea literalmente equiparable a la lectura de nuevas obras
A menos que se deshiciera el agravio comparativo y el precio dejara de ser tanto el baremo fundamental para el intercambio como para la valoración social de los bienes y servicios. Ningún problema en lo que a mí respecta. Pero aplicándolo a todo sin excepción.
De lo contrario, lo que deduzco es que los intangibles protegidos de forma legal o de alguna otra forma inescapable seguirán siendo una feliz fuente de ingresos para los que los producen, mientras que los que no estén protegidos quedarán reducidos a una "afición" para los que los producen.
La tozudez de los hechos poco a poco elimina mi optimismo respecto a que autores, editores y público puedan salir ganando, todos, de la revolución e-book. Mi escenario deseado sería un abanico de ofertas atractivas, desde precios unitarios mucho más bajos que los actuales hasta "tarifas planas culturales". Sin embargo, cada vez temo más una serie de movimientos pendulares que tampoco sean suma cero... porque no gane nadie, ni editores, ni autores ni público.
En cuanto a la economía de la atención, es un lugar común desde el cambio de siglo pero que tiene mucho de moda, porque no deja de describir una dinámica previa que sólo ha sido acelerada. Y, desde luego, la gratuidad de la que habla Anderson no se colige ni por lo más remoto de ese otro principio.
Alfredo, una y otra vez demuestras desconocer la realidad de los autores españoles de obras de ficción y no ficción, con perlas como "los artistas están sobreprotegidos legalmente porque históricamente han estado cerca de los poderosos".
ResponderEliminarPrestad atención también al coste percibido por transacción. Normalmente, tenemos una idea preconcebida de que cada transacción tiene un cierto coste fijo (en tiempo, comisiones, intereses, gasolina, molestia, etcétera). Si adquieres un libro de 10€, el coste de la transacción parece pequeño. Si adquieres un libro de 2€, el coste parece grande. La sensación es que para comprar algo de 2€ no vale la pena la molestia, mientras que para comprar algo de 10€ sí lo vale.
ResponderEliminarLa idea que comparto con Chulilla es que nuestra prcepción del valor de las cosas está mediatizada por su precio.
ResponderEliminarEsto en un hecho.
Digo que es un hecho porque quienes viven de saber si es cierto, así lo afirman. Son los profesionales del marketing que dedican mucho esfuerzo a saber qué orecio poner a las cosas para que tengan el máximo valor sin disminuir sus ventas.
Pero lo gratuito no carece de valor por ello. Nadie lo ha dicho.
Lo que ya tiene un valor previo no lo va a perder por ser gratuito.
Además el precio es una medida del esfuerzo que necesitamos para obtener algo, pero no lo mide todo. Un psicólogo te afirmará que lo que nos ha requerido un considerable esfuerzo para su obtención es mejor valorado por nosotros que lo que no.
Yo valoro a Homero porque dediqué mucho esfuerzo a "valorarlo". Nustra apreciación de la cultura se ve mediatizada por el esfuerzo en su compresión. Por eso tendemos a minusvalorar la cultura popular.
Disculpadme si no puedo proseguir con la conversación por falta de tiempo, pero me suscribo al feed para intentarlo.
Efectivamente, un buen ejemplo es el de la donación de sangre: los donantes de sangre lo hacen como un gesto altruista, pero cuando se trató de compensar con una cantidad modesta bajaron las donaciones. ¿Por qué? Porque el altruismo ejercido libremente tiene un valor simbólico alto, mientras que un precio bajo no es sino pagarte a nada la hora, o tu sangre.
ResponderEliminarPongamos que eres informático y que desarrollas una aplicación a encargo mío.
ResponderEliminarLo mismo que si yo te encargo un libro y luego no te lo pago.
La trampa que haces es evidente.
Pero si saco un programa por mi cuenta y me lo piratea todo quisque con el Emule a mí la SGAE no me paga nada y yo si le pago a ella.
Pero si alguien obtiene el libro y no respeta mis términos, me causa un perjuicio ante lo que estoy indefenso.
No te causa un perjuicio porque lo más probable es que ni te enteres.
Y a mí como programador me pasa lo mismo. La diferencia es que yo tengo más medios para conseguir ingresos (o ni siquiera eso y simplemente uso más medios porque no me queda otra), pero eso es un asunto privado.
Nadie dice que los libros tengan que ser gratis sino que los autores tienen que cobrar lo que puedan y no lo que pueda cobrar por ellos papá estado.
La analogía de la medicina me parece totalmente inapropiada.
De lo contrario, lo que deduzco es que los intangibles protegidos de forma legal o de alguna otra forma inescapable seguirán siendo una feliz fuente de ingresos para los que los producen
Pues claro. El problema es que no se pueden poner puertas al campo. Si alguien consigue una protección inescapable no tendrá problema, y el que haga algo imposible de proteger se tiene que atener a las consecuencias.
Y con respecto a la protección legal, no hay más que recordar la campaña de la ceja y quien es la ministra de cultura y lo que intenta hacer.
En un mercado de competencia perfecta si los costes caen un 80% los precios caen automáticamente un 80%. No me parece tan difícil de entender.
Cuando hay mucha competencia en un sector cualquier bajada de costes por una innovación tecnológica tiende a beneficiar solo a los consumidores. Esto es de 1º de económicas.
Y mientras tanto yo veo cada vez más libros a precios razonables:
1 euro Oferta de junio
ResponderEliminarNadie dice que los libros tengan que ser gratis sino que los autores tienen que cobrar lo que puedan y no lo que pueda cobrar por ellos papá estado.
Alfredo, te lo sacas eso de la manga. Tu visión está centrada en SGAE y cánones, y equiparas a ramoncín con un novelista. No, de lo que se habla es del papel de la ley: "La ley está para proteger a los ciudadanos del Estado y de otros ciudadanos".
¿Que significa la E de SGAE?
ResponderEliminarEso de que me lo saco de la manga podrías comprobarlo en cualquier foro de defensores del p2p.
Y cuando alguien se baja algo desde su casa no está haciendo daño a nadie y está realizando un acto privado protegido por derechos de los más fundamentales.
"AHora, yo publico un ebook en x plataformas. Insisto, esto es un ejemplo porque, de hecho, en 2 años saldrá un ebook mío gratis y CC-atribución-compartir igual. Pongo un precio al libro. Te lo descargas y no pagas (no sería exactamente así, pero traslado el ejemplo literalmente). FAIL para mí, porque no hay un mecanismo legal que me proteja."
ResponderEliminarPrimero una aclaración, porque te estás liando: CC-atribución-compartir-igual es una licencia en la que estás dándole al receptor el derecho a compartirlo con quien quiera, ponerlo con quien quiera, hacer trabajos derivados y redistribuirlos bajo la misma licencia. SI NO ES ESO LO QUE QUIERES otorgarles, no uses esa licencia. Lo pongo en mayúsculas porque hay mucha gente que no comprende las licencias CC, y luego se lleva sorpresas. No pidas mecanismos legales que te protejan de algo que tú explicitamente permitas en tu licencia de uso y distribución...
En cuanto al resto, vuelvo a explicarlo: en el libro "Free" lo que se plantea es que vamos a una economía de lo (casi) gratuito por la sobresaturacion, no porque no haya mecanismos legales (que por ejemplo se aboliera el concepto de copyright) ni porque los autores no valoren sus obras, sino por una cuestión eminentemente práctica: existe demasiado "material" ya disponible, con un coste marginal bajo, lo que obligará, por el mero mecanismo de oferta y demanda a que los precios bajen. Y obligará, porque los costes de edición/distribución otrora inasumibles, ahora son también marginales.
Te he dado varios ejemplos con los que convivimos día a día que funcionan así: televisión en abierto, radio en abierto, prensa gratuita, ... Eso no quita que hay canales de pago o periódicos de pago, pero cada vez la competencia es mayor y esos canales tienen que ofrecer cada vez más valor añadido o simplemente, pierden espectadores/oyentes/lectores.
Ejemplo, Disney Channel: antes en plataformas de pago (y se pagaba un paquete extra). Ahora: se emite por TDT. ¿Por qué? Porque ganan más promocionando sus productos Disney entre un público mayor, que vendiendo series y películas para niños y jóvenes.
"cada transacción tiene un cierto coste fijo (en tiempo, comisiones, intereses, gasolina, molestia, etcétera). Si adquieres un libro de 10€, el coste de la transacción parece pequeño. Si adquieres un libro de 2€, el coste parece grande. La sensación es que para comprar algo de 2€ no vale la pena la molestia, mientras que para comprar algo de 10€ sí lo vale."
Según esa teoría, iTunes, que vende canciones a 1$, sería un fracaso, y la gente seguiría comprando CDs a 18$. La realidad es que iTunes hace 2 años que vende más que todas las tiendas de música de EE.UU. Y eso que iTunes prácticamente no puede vender fuera de EE.UU.
¿Cuales son los costes fijos de un trozo de bits? Yo diría que la gente tendería más a pensar que cuesta 0,05€ en el caso digital, y que el autor se lleva lo mismo o más que vendiendo 10€ en papel, que la mayor parte se la lleva la papelera, la logística, la librería, etc, etc.
Por otro lado, las marcas blancas aumentan un 30% sus ventas con la crisis. ¿De qué sirve el marketing contra la realidad? ¿De qué sirve el marketing contra la realidad deflacionaria? Y la tecnología es lo más deflacionario que hay, comparad el precio de un portátil de hace 8 años y uno de ahora. ¿Los de marketing de los vendedores de ordenadores son tontos? No, simplemente no les queda más remedio que aceptar las realidades que el mercado en constante mejora les impone.
Lo siento, pero tengo que dejar la discusión en este punto. No sé si os percatáis de las horas que le dedicamos simplemente a "estar al día" en Internet. Realmente estamos infoxicados. No sé ni de donde vamos a sacar el tiempo para leer, ni siquiera los libros gratis, como para ni siquiera plantearse un mercado de altos precios (pero allá cada cual, y que venda lo que pueda).
Javier, no entiendo en absoluto cómo deduces que no entiendo el enunciado de las licencias CC. Hay que tener unas habilidades lectoescritoras muy básicas para captar sus implicaciones.
ResponderEliminarY sí, si todo marcha como está planificado el libro saldrá con esa licencia, y con toda la intención, claro. El ejemplo lo puse para despersonalizar, para hablar de un tema que a mí como profesional no me afecta, que es el de la gratuidad de los libros.
Pero yo HE ELEGIDO que mi obra se publique así. Voluntariamente. De lo que hablo es que no hay diferencia entre esta elección mía y quien elige publicar con copyright y un precio si luego otros se saltan esas condiciones. Es algo que cada vez me subleva más, sobre todo por mi idea de evitar la suma cero para los ebooks (que no sé si has leido en posts anteriores): que ganen todos en vez de que ganen unos para perder otros.
En fin, el dogma aparentemente indiscutible de hoy (encarnado en la propuesta de Anderson) bien puede ser el modelo fallido de mañana, donde tantos dirán "si ya lo decía yo".
"Javier, no entiendo en absoluto cómo deduces que no entiendo el enunciado de las licencias CC."
ResponderEliminarPues de la frase que has puesto, en la que hablas de una licencia CC muy concreta -de las pocas consideradas "libres"-, y a continuación hablas en primera persona de que "no hay un mecanismo legal que me proteja" (sic) cuando una licencia es un mecanismo legal y sólo funciona dentro de un marco legal. Reconóceme que ese párrafo te ha quedado enormemente confuso. :)
"De lo que hablo es que no hay diferencia entre esta elección mía y quien elige publicar con copyright y un precio si luego otros se saltan esas condiciones."
No, no hay diferencia en la elección, salvo que nos vayamos a un plano ético/moral en el cual no voy a entrar porque no es el momento ni el lugar, y sólo añadiría confusión.
Pero sí te confundes en algo que nos equivocamos todos: los precios no los pone el vendedor (ni de algo tangible, ni de algo intangible) sino el comprador.
Hombre, javier, la redacción siempre es mejorable y máxime en los comentarios, pero lo cierto es que mi inciso lo distinguí con "Insisto, esto es un ejemplo porque, de hecho, ". Con todo, hay margen razonable para la interpretación de forma distinta a mi intención.
ResponderEliminarEl precio, y las condiciones de compra, uso y disfrute los pone el vendedor. Lo que hace el comprador es aceptarlo, o no.
En cuanto a la lectura moral, básicamente yo creo que hay un punto claro: si yo ofrezco un producto con unas condiciones, el demandante de mi producto puede respetarlas o no si quiere acceder a mi producto. Si uso una licencia CC con atribución, deberá reconocer mi autoría. Si empleo la cláusula compartir igual, ya sabe lo que le toca. Y ese, insisto, es mi caso próximo.
Sin embargo, si otro autor (para evitar la confusión anterior) usa el mecanismo legal de la propiedad intelectual para condicionar la publicación de su obra, y yo quiero acceder a esa obra pero no me convencen las condiciones, la tecnología actual me permite saltar las condiciones que propone el autor y hacer lo que me plazca.
Si propone un precio, y no lo pago, estoy incumpliendo mi parte. La ley, a fecha de hoy, no me va a castigar si lo hago dentro de los presupuestos de copia privada: sin ánimo de lucro, sin comunicación pública. Pero moralmente no estaré respetando las condiciones que había estipulado el autor.
Se mire como se mire, no es lo mismo atenerse a unas condiciones para acceder a una novela o una monografía que hacer lo que a uno le plazca.
Lo trasladaré a tu ámbito: ¿A ti te parece bien que se piratee el software privativo? Porque lo cierto es que nadie obliga a usarlo y para el usuario final hay alternativas libres y de calidad para todas sus necesidades básicas de productos software.
Es algo que cada vez me subleva más, sobre todo por mi idea de evitar la suma cero para los ebooks (que no sé si has leido en posts anteriores): que ganen todos en vez de que ganen unos para perder otros.
ResponderEliminarA mi me parece evidente que las editoriales están condenadas a perder y mucho, y las posibilidades de que los autores ganen pasan obligatoriamente por una bajada drástica de los precios como la que ya estamos empezando a ver.
¿A ti te parece bien que se piratee el software privativo?
ResponderEliminarA mi lo que me parece es lo más normal del mundo sobre todo si se hace en los hogares. Si la que piratea es una gran empresa para ganar dinero ahí ya hay algún riesgo si algún empleado resentido se chiva, pero normalmente no pasa nada.
Mucha gente prefiere piratear Windows a usar Linux, y Microsoft en el fondo también lo prefiere.
Y una de las razones principales por las que hay tantas alternativas libres es por el pirateo.
Si no hay posibilidad de ganar dinero publicando un programa pues lo liberas. Esto es lo más normal del mundo en la informática.
Mucho software liberado parte de proyectos comerciales fracasados o agotados.
Yo creo que los autores rechazados por las editoriales tradicionales deberían de probar suerte en Internet. El éxito es impredecible.
Eso que dices de que las cosas se valoran según su precio no es cierto. Todo el mundo valora más hacer el amor con su pareja (gratis) que hacerlo con una prostituta.
ResponderEliminarCualquier amante de Homero valora más los libros de este (baratos en edición de bolsillo, gratis en la Red) que el último best-seller de turno por el cual te cobran 25 euros.
Muchos millones de personas valoran más la última de Batman (7 euros de entrada) que una obra de teatro semi-desconocida (cuya entrada cuesta 20 euros o más).
Hay contra-ejemplos a patadas.
["Eso que dices de que las cosas se valoran según su precio no es cierto"
ResponderEliminarTus contrajemplos demuestran que no SÓLO se valoran según el precio.
Añadimos tambien el esfuerzo, y de tus contraejemplos se pueden extraer otras variables.]
Las cosas se valoran por la utilidad que proporcionan.
ResponderEliminarLos artículos de lujo tampoco se valoran por el precio sino que en algunos casos la utilidad que proporcionan depende de su precio aparente entre otras cosas.
Pero no creo que llevando un libro de tapas duras se ligue más que llevando un libro de bolsillo :-)
Gracias por el Blog. Saludos.
ResponderEliminarMarc, gracias por leerlo. Y a los demás, por el tiempo en comentar y debatir.
ResponderEliminar"Lo trasladaré a tu ámbito: ¿A ti te parece bien que se piratee el software privativo?"
ResponderEliminarA mí me parece fatal que se piratee software privativo, desde un punto de vista "egoísta" de defensor del software libre, puesto que impide que se valore en su justa medida la generosidad del esfuerzo de los creadores de software libre.
Pero "free" es polisémica en inglés, lo que lleva a confundir software libre con software gratis. El software privativo es el opuesto al software libre, no el opuesto al software gratis. Hay muchísimo freeware con el (C) de toda la vida. Y hay software libre que es de pago (aunque normalmente este caso es más excepcional).
De la misma manera, la cultura libre es el opuesto de la cultura privativa, no de la cultura gratis. Vuelvo a repetirte como ejemplos las televisiones y radios de gran parte del mundo, que siendo canales en abierto (="gratis"), no quita para que todos sus contenidos tengan (C). Y ello tampoco quita para que exista la doctrina legal del "fair use" o de la copia privada (si no, no se hubieran podido vender los videos, los radiocassettes con grabador, las cintas de cassette, las cintas VHS, etc, etc).
"El precio, y las condiciones de compra, uso y disfrute los pone el vendedor. Lo que hace el comprador es aceptarlo, o no"
Te sigues equivocando. Y además, lo haces el día siguiente al que salga un dato de deflación del -1%. Si tu enunciado fuera cierto, la deflación sería imposible. La realidad es que el comprador es el que tiene la sartén por el mango. Si quieres vender, tendrás que aceptar sus exigencias. Un ejemplo muy de actualidad, y bastante ejemplarizante: la explosión de la burbuja inmobiliaria (hoy mismo han salido unos datos de caída espectaculares de los propios tasadores, y lo que te rondaré, morena).
Pero me desvío del tema.
"Si propone un precio, y no lo pago, estoy incumpliendo mi parte."
Si propone un precio, y yo no lo pago, y me voy a la biblioteca y me lo leo "gratis" ¿estoy incumpliendo mi parte?
Sí, la biblioteca ha pagado esa copia (puede que más de una). Pero aun así, cientos, miles de lectores pueden disfrutar del libro. Y no sólo es totalmente legal, sino que las bibliotecas se las considera un bien cultural a preservar en sí mismas.
Veámoslo con números: se compran 5 copias de un libro de precio 20 euros, lo que suponen 100 euros. Esas 5 copias pasan por las manos de 2000 personas. Precio "por persona" 100€/2.000 personas = 0,05€, o 5 céntimos de euro.
Yo diría que eso entra dentro de la definición de "(casi) gratis".
Ahora, si tú consideras que esas 2.000 personas, por ejemplo 2.000 estudiantes, deben pagar 20 euros cada uno por acceder a una obra especializada para sacar una referencia para un trabajo, pues bien, tu argumento es congruente. Pero me parece que muy poca gente va a estar de acuerdo contigo...
Un par de referencias más que añadir al fuego:
- Estudiantes usan libros de 1900
- Máximo responsable de Oxford University Press USA sobre acuerdo Google Books
Otro enlace que responde a un artículo que rebate a Chris Anderson:
ResponderEliminarhttp://sethgodin.typepad.com/seths_blog/2009/06/malcolm-is-wrong.html
"El precio, y las condiciones de compra, uso y disfrute los pone el vendedor. Lo que hace el comprador es aceptarlo, o no"
ResponderEliminarNo es cierto que "las condiciones de compra, uso y disfrute" las pone el vendedor, al menos no exclusivamente. La ley marca límites. Por ejemplo, tienes 15 días para devolver el producto.
En el caso de una obra de autor, está la doctrina de la primera venta, que te da derecho a prestar, alquilar, o incluso revender el libro, CD o DVD comprado, diga lo que diga el vendedor. Lo puedes incluso vender más caro de lo que te costó (por ejemplo, que la obra haya adquirido valor para los coleccionistas).
Otro límite marcado por la ley es el de la copia privada, por supuesto. Y la copia de seguridad para el soft.
Por otro lado, el vendedor no suele decir nada. En CDs y DVDs te ponen "Todos los derechos reservados". En los libros suelen extenderse un poco más (no mucho), pero el texto viene en el interior, y en muchas ocasiones el libro se vende con una envoltura de plástico que no se puede romper hasta que lo has comprado.
En el soft es todavía peor (aunque el texto sea más extenso), resulta casi siempre imposible leer el texto de la licencia antes de comprar. Todo esto echa por tierra en muchos casos cualquier doctrina sobre supuestas obligaciones contractuales del comprador. Lo cierto es que te venden una copia y nada más.
Por supuesto, en el p2p no hay compraventa, y por tanto no hay ni comprador ni vendedor. En consecuencia, el inexistente vendedor no marca precio ni condiciones.
Javier, la introducción de la biblioteca es bastante capciosa. Por supuesto que el usuario de bibliotecas respeta las reglas del juego, o pone en práctica su derecho, cuando lee en la biblioteca o usa el servicio de préstamo.
ResponderEliminarClaro, el préstamo no es posible con los ebooks. En post precedentes de este blog hay discusiones acerca de las bibliotecas de ebooks. Variaría según cada caso (biblioteca general, universitaria...) pero el concepto que me parece más flexible es el de subsumir los costes, bien en la matrícula de un curso, bien como una tarifa plana cultural que se podría subvencionar por debajo de ciertas rentas...
Lo del precio y la deflacción no se sostiene. El vendedor define un precio, y es el comprador quien decide pagar o no. Modelizando grosso modo la economia como un sistema dinámico, el estado homeostático es de inflación moderada para un sistema capitalista: los precios tienden a aumentar fundamentalmente por la limitada disponibilidad de los bienes y servicios. Habría momentos puntuales de realimentación positiva bajo la forma de hiperinflación o deflación, claro, pero no invalida el mecanismo básico de los precios. La deflación no invalida el mecanismo de los precios, sino que define una situación altamente improbable en la que es el único ajuste posible.
Pero, efectivamente, volviendo a las bibliotecas: no se puede implementar literalmente, porque no es un objeto físico que pasa de mano en mano. De hecho, prestar un ebook es aberrante de forma directa, puesto que no se presta sino que se descarga o copia.
Y ojo, no olvidemos que si no pagas por un libro de la biblioteca de tu facultad para una referencia (así funcionan las bibliotecas, claro), sí que pagas por algún manual por año, o monografía que vas a usar mucho más allá del período de préstamo de la biblioteca. Evidentemente, al estudiante le gustaría no pagar ni un duro por la monografía. De hecho, no debería hacerlo con parte de ellas, porque a los docentes se nos paga también por elaborar materiales para los cursos y algunas universidades, desde el MIT a la UOC, liberan parte de sus materiales. Sin embargo, si un especialista se curra un manual de referencia de la leche Y NO EMPLEA inmoralmente su posición de docente para forzar las compras de manuales, sino que son otros docentes los que recomiendan el manual por su valor como herramienta de estudio (e.g. el Spivak en cálculo), entiendo que lo suyo es que el autor debería recibir una recompensa por su esfuerzo si así ha planteado las condiciones de publicación.
Con los ebooks se puede ser creativo a la hora de que esto ocurra y que sea mucho menos oneroso para los alumnos. Por ejemplo, lo que comenté de la tarifa plana, subsumirlo en la matrícula... o soluciones aún más creativas.
Se me ocurre que Bolonia y el EEES van a cambiar el papel de los manuales por la creciente competencia de plataformas educativas y trabajo colectivo, pero eso da para otra discusión.
Gracias por las referencias. ¿Las vas a comentar en tu blog?
La inflación a medio y largo plazo es un impuesto encubierto y está causada por el aumento de la masa monetaria a través de los bancos centrales.
ResponderEliminarYo creo que en el caso de los libros de texto lo único razonable es que el ministerio de educación encargue los libros por un precio cerrado o compre sus derechos y los cuelgue en Internet con una licencia libre o como domínio público, que creo que es más o menos lo que va a hacer el governator.
A partir de ahí cada uno podría hacer sus propias versiones y adaptaciones e incluso el ministerio podría encargar adaptaciones de libros libres extranjeros y los paises con menos recursos podrían usar los libros de los paises ricos.
Otra cosa que habría que hacer es reducir los derechos de copyright a como mucho 20 o 25 años para equipararlos con las patentes.
Y cuando te bajas un libro de Internet o lo coges en una biblioteca y lo escaneas no estás incumpliendo ninguna parte porque no hay ninguna relacion contractual y lo que pasa dentro de tu casa es privado.
Puedes apelar a la moralidad, pero dudo mucho que así llegues muy lejos.
Si le dices a alguien que no debe de bajar cosas del emule porque es inmoral lo normal es que piense que estás de cachondeo.
"Javier, la introducción de la biblioteca es bastante capciosa."
ResponderEliminarPara nada. Está perfectamente traído, ya que sirve como un modelo que existe actualmente del concepto de "Libros gratis". Que es, creo, lo que estamos debatiendo.
"Claro, el préstamo no es posible con los ebooks."
Si te refieres a que no puedes "prestar" físicamente algo que es inmaterial, lógicamente no puedes. ¿Cómo agarras los bits para prestarlos?
Pero si en los libros físicos siempre ha existido el derecho a prestarse (derecho que está por encima incluso de los derechos de explotación del autor y que nadie nunca ha puesto en duda), en el equivalente electrónico tendrá que existir un derecho "equivalente" (salvo que sea innecesario).
Porque sino, caminamos hacia el estado represivo descrito por Richard Stallman en "El derecho a leer" http://www.gnu.org/philosophy/right-to-read.es.html
Lo del precio y la deflacción no se sostiene. El vendedor define un precio, y es el comprador quien decide pagar o no.
El comprador propone un precio, no lo impone. Porque, en realidad, los precios no existen hasta que se cruzan las curvas de oferta y demanda, es decir, hasta que se efectúa una venta. Cuando se efectúa una venta, es cuando se puede hablar de precio, antes no.
Eso sucede tanto si el vendedor vende libros como si vende una vivienda, o tomates. Ni siquiera la gasolina se libra de la ley de la oferta y la demanda.
Por lo tanto, el vendedor de libros puede decir que su libro vale 100 euros, lo mismo que el vendedor de una vivienda puede decir que vale 300.000 euros "porque yo lo valgo". Pero cuando tenga que bajar el precio a 250.000, y siga sin venderla, a 200.000, etc, así hasta que alguien acepte su oferta por 125.000, entonces es cuando se determinan el precio: cuando el comprador lo estima. Por eso vuelvo a repetirte por tercera vez: el precio lo pone el comprador, nunca el vendedor.
La deflación lo he puesto como un ejemplo de cómo obligatoriamente los precios de todo tipo de artículos pueden bajar, y de hecho bajan, cuando los compradores no están dispuestos(en este caso, porque no tienen más remedio, pero el motivo es lo de menos) a comprar a los precios propuestos por los vendedores. Los vendedores sólo tienen dos opciones en ese caso a) no vender b) bajar el precio a uno aceptable por los compradores. Como la opción a) no es viable más que temporalmente, lo que ocurre es la opción b).
el estado homeostático es de inflación moderada para un sistema capitalista: los precios tienden a aumentar fundamentalmente por la limitada disponibilidad de los bienes y servicios.
Perdon, pero estás muy equivocado en este punto. La inflación la crea una oferta monetaria en expansión, que precisamente enmascara la deflación intrínseca de un sistema donde el constante aumento de la productividad y la eficiencia lleva a través de la competencia a una espiral contínua de bajada de precios. En los campos donde esa productividad se nota de forma más abultada (la electrónica actualmente) es donde ni siquiera la inflación provocada puede enmascarar la deflación.
Y ese es el motivo por el cual, varias personas esperamos la bajada de precios de los lectores de ebooks por debajo de los 200 euros: porque sabemos que se va a alcanzar esa barrera, a pesar de la inflación anual que pueda haber. :)
(en dos partes, porque si no no me dejaba postear, siento el ladrillaco :) )
ResponderEliminar"sí que pagas por algún manual por año, o monografía que vas a usar mucho más allá del período de préstamo de la biblioteca"
Los únicos libros que yo compré en mi etapa universitaria fueron porque me gustaron tanto, que los quise atesorar. De hecho, los compré después de licenciarme.
Se puede hacer una carrera perfectamente a base de apuntes y biblioteca. En la mayoría de las carreras, se funciona(ba) así. Sólo conozco (de segunda mano) un caso de un profesor que intentó "obligar" a los alumnos a comprar su libro (hecho a partir de los apuntes de clase), y lo que hicieron los alumnos fue fotocopiar el libro. Despues de la movida, el siguiente año (mi curso) el profesor no dijo esta boca es mía.
El precio, como he dicho y repetido, lo ponen los compradores. Y este caso los compradores consideraban que no debían pagar 3.500 pesetas de hace 15 años por un libro que cubría la materia de medio cuatrimestre, escrito por un profesor al que ya le pagaban mediante sus matrículas e impuestos de todos, y encima de un material que hasta ese momento se había repartido gratuitamente.
"Se me ocurre que Bolonia y el EEES van a cambiar el papel de los manuales por la creciente competencia de plataformas educativas y trabajo colectivo, pero eso da para otra discusión."
Si has seguido algunos de los retuits sobre educación 2.0 que he hecho (@iarenaza está muy metido en esos temas, y suele retuitear sobre esas cosas), verás que el concepto de manual, tal y como ahora se entiende incluso el de apuntes, es muy probable que cambie de forma importante. Se va a una enseñanza en la que prima el, digamoslo así, trato personal como valor añadido. La enseñanza deja de ser una "venta de manuales y de clases magistrales" para pasar a ser un "asesoramiento personalizado en tu proceso de autoaprendizaje" (no sé expresarlo de mejor forma).
"Gracias por las referencias. ¿Las vas a comentar en tu blog?"
No creo, como mucho haré un resumen de algunas de las cosas expuestas en los comentarios de aquí. Si tengo tiempo.
Sólo conozco (de segunda mano) un caso de un profesor que intentó "obligar" a los alumnos a comprar su libro (hecho a partir de los apuntes de clase), y lo que hicieron los alumnos fue fotocopiar el libro.
ResponderEliminarMenudo pardillo :-), todo el mundo sabe que el truco consiste en dejar llevar el libro al examen y no las fotocopias. En la UNED era muy habitual. Por supuesto tapas duras, letra muy gorda y precios escandalosos.
cuando el comprador lo estima. Por eso vuelvo a repetirte por tercera vez: el precio lo pone el comprador, nunca el vendedor.
Hombre, lo que suele decirse es que el precio lo pone el mercado. Si un vendedor pone un precio por encima del de mercado se sale fuera del mercado y ya no cuenta.
Se va a una enseñanza en la que prima el, digamoslo así, trato personal como valor añadido. La enseñanza deja de ser una "venta de manuales y de clases magistrales" para pasar a ser un "asesoramiento personalizado en tu proceso de autoaprendizaje
Aun así un buen manual sigue siendo muy útil. La diferencia espero que esté en que se insista mucho menos en la memorización a corto plazo.
"Aun así un buen manual sigue siendo muy útil. La diferencia espero que esté en que se insista mucho menos en la memorización a corto plazo."
ResponderEliminarCon la diferencia de que "el manual" es como las FAQs o los HOWTOs: material de apoyo que necesita el docente para su propia conveniencia. Puesto que facilita su tarea, sus costes van asumidos dentro del aumento de la productividad de su actividad.
A mí me ha tocado copiar interminables apuntes de pizarras y puedo atestiguar que el la manera más estúpida y antiproductiva que se puede encontrar de perder el tiempo de clase.
Javier, me permito sugerirte que leas las entradas más leidas de tinta-e acerca de las bibliotecas y los ebooks. Lo digo por no repetir argumentos pasados.
ResponderEliminarPara nada perdón por el ladrillo. Es una expresión de nuestros días que me cabrea, porque si a mí me cuesta leerlo, al autor le cuesta n x haberlo escrito
El texto de Stallman va en su línea. A mi parecer, tiene algunos puntos correctos pero cae en tremendismos que no ayudan a compartir la totalidad de sus posiciones.
Respecto a los precios, te olvidas de la realidad de los mercados: desde el enorme abanico de prácticas de Trusts, pasando por acuerdos más tácitos, o la magia de los artistas de nuestro siglo, que en vez de pintar capillas diseñan campañas: los genios del márketing. Como apuntó Alberto de Francisco, ése es su trabajo. Y les pagan fortunas por hacerlo bien.
Tanto es así que son muy minoritarios los casos de comportamientos disruptivos: casos como el de ASUS, que cambió las reglas del juego con el EEE y que forzó una serie de reacciones que han dejado el sector que no lo reconoce ni su papá. Ese cambio tiene bonitos ecos, como la sustitución de la Intel GMA945 por la Nvidia ION, destrozando la barrera artificial netbook-notebook y llevando el mundo hacia algo nuevo.
Pero para llegar a eso antes hay condiciones sine qua non, como alcanzar la economía de escala.
Respecto a los libros como herramienta, varían obviamente según carreras. En la mía, p.e. no hay mus, puesto que es mucho más "textual" y no da con los préstamos (o con los majestuosos fondos de la universidad pública) para trabajar durante todo el año.
Lo del profe lo he padecido en mis carnes y es completamente vergonzoso. Es el otro extremo, y peor: el abuso del mercado cautivo. Yo creo que el manual debe ser lo suficientemente bueno y de precio razonable como para que sea una buena adquisición.
No sé lo que es retuitear :S
Respecto a Bolonia y al EEES, cierto es que hay que superar la clase magistral, pero cada vez tengo más miedo a que, partiendo del ganao que hay, las hermosas ideas se transformen en monstruos improductivos. Ojalá que me equivoque, pero en principio no hay ni recursos humanos, ni medios, ni sobre todo disposición del profesorado para ser parte de ese "asesoramiento personalizado en tu proceso de autoaprendizaje"
Saludos y tal
Respecto a los precios, te olvidas de la realidad de los mercados: desde el enorme abanico de prácticas de Trusts, pasando por acuerdos más tácitos
ResponderEliminarY la tecnología del libro electrónico hace mucho más difícil todo eso y nos acerca a un mercado de competencia perfecta eliminando muchas barreras de entrada. Cualquiera puede ser editor y de hecho cualquiera ya lo es.
, o la magia de los artistas de nuestro siglo, que en vez de pintar capillas diseñan campañas: los genios del márketing.
No es para tanto. La industria de la música tenía a todos los genios del marketing que quería y mira.
Con la diferencia de que "el manual" es como las FAQs o los HOWTOs: material de apoyo que necesita el docente para su propia conveniencia.
ResponderEliminarYo me refería a los tochos de 800 páginas que sirven para introducirte en muchas disciplinas.
Ahora con los libros electrónicos ya no hay límites y las 600 u 800 típicas páginas se pueden convertir en muchas más.
En muchas disciplinas teniendo un buen manual el profesor es un accesorio. Muchos profesores lo saben y mantienen el temario en secreto hasta el último momento para obligar a la gente a ir a clase y van cambiandolo cada año por sorpresa para evitar que se usen los apuntes del año anterior.
Hombre, Alfredo, entiendo tu postura por ser alumno de UNED (yo lo fui un tiempo). En la universidad presencial, el buen docente, el que a la vez es buen comunicador y se toma las cosas en serio, es insustituible por un manual.
ResponderEliminarEl buen docente, claro.
Alfredo: "En muchas disciplinas teniendo un buen manual el profesor es un accesorio. Muchos profesores lo saben y mantienen el temario en secreto hasta el último momento para obligar a la gente a ir a clase y van cambiandolo cada año por sorpresa para evitar que se usen los apuntes del año anterior."
ResponderEliminarYo creo que esa actitud, siendo totalmente cierta hace unos años, ahora mismo está desapareciendo a pasos agigantados. Percepción totalmente personal de cómo viví yo en la universidad una carrera de ciencias como informática, y como la vive mi hermana pequeña su experiencia ahora en una carrera de "letras" como historia del arte. Nosotros usábamos pizarras y transparencias. Ellos usan ordenadores y Powerpoint. En un mundo donde la información está digitalizada, es muy difícil pretender esconderla.
Juan Luis: "Ojalá que me equivoque, pero en principio no hay ni recursos humanos, ni medios, ni sobre todo disposición del profesorado para ser parte de ese "asesoramiento personalizado en tu proceso de autoaprendizaje""
España siempre se ha gastado muy poco en la educación de sus ciudadanos. Bolonia es una estandarización a nivel europeo (que no de la UE) de ciertos aspectos de la enseñanza universitaria para facilitar la movilidad de estudios. Pero que tu ajustes tus planes de estudios y metodologías a esos estándares no garantizan que tu educación sea de la misma calidad que la del resto de los países. Dependerá, como hasta ahora, de tu nivel de inversión, y si tu nivel de inversión (en todos los sentidos, no sólo el monetario) sigue como hasta ahora...
Los filandeses no tienen un mejor sistema educativo porque sus niños sean más listos o tengan muy pocas horas de sol a lo largo del año, sino porque invierten y se preocupan mucho por la educación.
También estudié en la universidad presencial y quitando una asignatura opcional en donde íbamos a clase menos de 20 y el profesor era un excéntrico (tenía ganas de enseñar), el resto eran dictados de apuntes que se sustituían con ventaja hasta con un manual mediocre.
ResponderEliminarLo que pasa es que los profesores nunca seguían un texto estandar ni proporcionaban los contenidos de la asignatura a principio de curso.
Con pocas excepciones se hacían las cosas de tal forma que no se pudiese aprobar sin los apuntes del curso actual.
Recuerdo que una profesora veinteañera dictaba con desfachatez apuntes escritos por el profesor titular y una vez le pedimos que nos los dejase fotocopiar y nos dijo que si nos los dejaba entonces dejaríamos de ir a clase.
En la enseñanza básica y secundaria las editoriales también han hecho siempre lo mismo para evitar que se puedan reutilizar los libros de un año para otro.
Los filandeses no tienen un mejor sistema educativo porque sus niños sean más listos o tengan muy pocas horas de sol a lo largo del año, sino porque invierten y se preocupan mucho por la educación.
ResponderEliminarUn amigo se casó con una finlandesa y mandó a los hijos pequeños a estudiar un año a Finlandia y resulta que luego no querían volver a pesar del frio y la familia, porque lo pasaban mucho mejor en el colegio, sacaban muchas mejores notas y aprendían mucho más con mucha menos percepción de esfuerzo.
Yo con lo que alucino es con los antibolonia. Me hubiese dado con un canto en los dientes por tener algo así en mi época, pero aun así va a costar mucho acercarse a los paises civilizados por toda la inercia perversa que traemos.
Lo que dice Javier es cierto, supongo que las cosas han mejorado bastante desde mi época. Mi recuerdo es pasarlo mal para no aprender casi nada.