Einyel75 me recrimina (de buen rollo, las cosas como son) que no he escrito nada sobre el casi existente AmTablet, como afectadamente le llaman los blogueros gringos dedicados al tema.
La verdad es que no pensaba escribir hasta que hubiera información fiable, y ya sabéis: un post así, sin fotos, no vale nada.
Y no hay foto.
Hay un bloguero que afirma que le han enseñado un AmTab y hala, media blogosfera revolucionada, haciéndose eco de lo poco que le han dejado contar , generando un zillón de visitas a TechCrunch e inaugurando una interesante variación sobre el viejo concepto de campaña viral. Han pasado ya 6 años desde el What is web 2.0 de O'Reilly, y lo que ha quedado claro es que hay que mantener la conversación sobre ti por todos los medios.
Hay decenas de análisis en español e inglés, por lo que no veo necesario hablar de características o precios que no han sido publicados. Pero sí quería recordaros una cosa: ¿Qué vende Amazon?
¿Aparatos?
Vale, sí. Literalmente.
¿Pero su objetivo es vender aparatos? Si fuera así, no ajustaría tanto los márgenes y emplearía más polvo de hada en definir cada nueva generación de productos. Si fuera así, tendría pavor en vez de adicción a la palabra "barato", porque lo barato no es aceptable para los productos que se desean. Nadie da duros a 4 pesetas, y lo barato, por lo tanto, no es muy deseable.
Por lo tanto, la historia de Kindle nos enseña - con sus bajadas de precios, y los regalos como la conexión inalámbrica por la patilla - que Amazon pretende otra cosa.
Amazon es un intermediario que ha inaugurado y copado el lucrativo arte de la recomendación social online. Amazon conecta al usuario con los contenidos que pueden tentarle para aligerar su cuenta de crédito. Los Kindle, ante todo, son vehículos destinados a que compremos libros de la forma más directa, cómoda y transparente posible. Su conexión está destinada a que podamos comprar libros en cualquier lugar.
Esto se aplica al Kindle DX: no nos querían vender el aparato, sino el medio para adquirir contenidos especiales. Fundamentalmente, académicos. Y vaya, resulta que las editoriales académicas no quieren abandonar el papel ni a tiros. Así que el DX no ha sido un éxito para Amazon, aunque sea el ereader de 9.7" más vendido de la historia. Pero vaya, Amazon no ha vendido muchos contenidos optimizados para ese formato, y no nos lo vendía para que subiéramos nuestros PDF por la patilla.
¿He dicho vendía?
Este mismo razonamiento nos lleva al destino del AmTablet: un tablet de precio muy contenido, destinado a vendernos más multimedia (pelis, series, música, ¿revistas?) de lo que ha conseguido una empresa, B&N, completamente centrada en el sector editorial. Si a esto le sumamos la pasión amazónica por el control, parece probable que el dispositivo salga mucho más cerrado y unjakeable que el nook de B&N.
El dato que me parece más interesante es que va a estar conectado con una especie de suscripción a contenidos de la que falta por confirmar los detalles. De hecho, es lo que me podría interesar: si Amazon acabara por conseguir una tarifa plana de libros, eso sí que sería una novedad. Y tienen el músculo y los contactos para lograrlo, si le transmiten a las grandes editoriales que un servicio así va en su beneficio.
Este post lo patrocina The Watcher, película realmente horrenda que se ha empeñado en ver mi señora y que me ha dado el empujón para escribir en vez de sucumbir a los primeros días de trabajo tras las insuficientes vacaciones.