miércoles, marzo 30, 2011

PC y Post PC

Desde la presentacion del iPad 2, una de las habituales exageraciones de Steve Jobs acabado aún más de lo habitual: estamos entrando en la era post-PC, o PPC para abreviar. Lo mejor de ese acrónimo es que coincide con el de PowerPC, el antiguo procesador que utilizaban los ordenadores Apple y que, en su momento, se decía que era superior a los x86 de Intel y que la velocidad del procesador era irrelevante.

Hace ya unos días tenía lugar una interesante discusión en todoUMPC. Cito una intervención del forero Quique, porque me parece un estupendo arranque para tratar este tema:

¿qué significa una "PC"? ¿qué significa Personal Computer? no hay que olvidar que, en esencia, iniciaron un revolución democratizadora. Humanos comunes en su garaje pueden fabricarlas y personalizarlas. Humanos comunes en sus casas pueden programarlas o personalizar el software. Humanos comunes pueden hacer trabajos profesionales en forma auto-suficiente, sin necesidad de buscar una costosa imprenta. Humanos comunes puede generar su propio contenido.
Siguen habiendo PC en la medida que este espíritu de poderosa libertad y autosuficiencia se mantenga.
Obviamente, estos mismos humanos pueden obtener las computadoras armadas, obtener los programas armados, tercerizar una actividad o servicio y/o consumir el contenido generado por terceros. Pero seguirá siendo PC en la medida que esa poderosa y democratizadora capacidad de auto-satisfacción se mantenga.
Obviamente, estamos hablando de capacidades teóricas donde el hombre común tiene el poder de hacer las cosas por sí mismo.
Si algo tiene el mundo "post-PC" es que cada vez más orientado al consumo. Consumir las computadoras descartables. Consumir el software desarrollado por terceros. Consumir servicios prestados por terceros. Consumir contenido desarrollado por tercero. Ni siquiera hay espacio para personalizar nada. Falta que digan que puedes elegir el color que quieras, siempre y cuando sea negro (con el iPhone 4 alcanzaron este ideal).

Efectivamente, la revolución del PC conectado a internet es la democratización completamente imprevista y maravillosa de la informática y sus efectos sociales. No es sólo que la competencia entre muchos fabricantes ha permitido ajustar los precios escalas impensables incluso hace sólo cinco años, sino que el propio concepto modular del Ordenador Personal se ajusta eficientemente a las necesidades y bolsillos más variados y, lo que es mejor aún, posibilita que se extienda el conocimiento necesario para su adaptación a todos los niveles, desde el montaje del hardware a la instalación y mantenimiento del software. Y aunque se nos olvide constantemente, sólo gozan de esta revolución los habitantes del primer mundo con un grado aceptable de inclusión digital (el famoso "lado bueno de la brecha digital"), mientras que sigue fuera de ella la mayoría de la humanidad.

El mejor representante del PC es el PC mismo, en estado puro: El ordenador de sobremesa. Salvo la última generación "todo en uno" de ordenadores integrados en el monitor, hace ya bastantes años que las cajas pueden ser ampliadas según nuestras necesidades, y en la práctica totalidad de los casos va a seguir resultando más barato cambiar un componente defectuoso o estropeado que comprar un ordenador nuevo. Mi PC doméstico tiene 5 años, funciona 7/24 o casi y en todo este tiempo lo más destacable es que su disco primario ha empezado a dar fallos, por lo que lo he sustituido por otro disco de 50 euros.

No ocurre lo mismo con los portátiles, dado que que influye mucho en su diseño el objetivo de que la reparación del ordenador o su ampliación con componentes de terceros sea difícil y, en muchas ocasiones, menos rentable que comprar un ordenador nuevo. Con todo, el portátil conservar parte de las ventajas del PC generalista: Hay una competencia muy fuerte entre los fabricantes, que permite un ajuste constante de los precios en las gamas básicas de portátiles, y la mayoría de los portátiles admiten la instalación de distintos sistemas operativos y el sabor compatible con los mismos (desgraciadamente no todos, incluido el HP Envy con el que trabajo más a menudo últimamente, aunque compenso eso trabajando con crunchbang dentro de virtualbox).

En cualquier caso, un PC completo, del tipo que sea, ofrece a su usuario un poder inconcebible antes de su existencia: desde el acceso completo a Internet, pasando un conjunto de herramientas de cálculo y diseño de potencia desconcertante, hasta llegar al humilde invisible editor y procesador de textos que ha facilitado la generación de conocimiento a una escala igualmente imprevisible. El problema de todo esto es que, precisamente, ya se da por supuesto y superado. En nuestro mundo desarrollado, rico y consumista, un PC es un aparato que ha perdido todo su brillo y toda su conexión con el estatus. Por supuesto, las posibilidades que ofrece siguen estando fuera del alcance de la mayoría de humanidad, pero eso no quita para que un caradura hable de la era P-PC y haya quien le tome en serio.

Un solo ejemplo: Según androlib, el market de Android tiene 190.078 aplicaciones a día de hoy. Según un sitio de nombre particularmente cómico y risible (macgasm), el 19 de octubre pasado había 334,639 apps para iPhone. La última versión estable de debian tiene 29.050 paquetes. Ahora pensemos en lo que se puede hacer con una máquina con SO portátil y lo que se puede hacer en cualquier ordenador con debian.
Conectado a Internet, un PC puede acceder a toda la biblioteca debian e instalar sus programas (la mayoría de ellos correrán en máquinas realmente modestas o antiguas). Lo que es mejor, el usuario sólo necesitará voluntad y perseverancia, porque ese mismo acceso a Internet le proporcionará toda la documentación que necesite para aprender a manejar cualquiera de las herramientas que Debian pone a su disposición con licencia (y espíritu) libre.

Frente a esas posibilidades y recursos, el mundo P-PC ofrece...

  • Dispositivos de usar y tirar, generalmente no reparables y con una fecha de caducidad muy inferior a la de un PC. Ya sea porque el ritmo de evolución de Android deja atrás a los dispositivos en cuestión de meses (aunque esto lo compensa parcialmente la comunidad de desarrolladores con sus ROMs cocinadas), ya sea porque los productos de la marca de la manzana salen al mercado con una obsolescencia que no es sólo programada si no además flagrante y explícita.
  • Por supuesto, el software libre es minoritario y problemático en otra plataforma y herético dulcinista en la otra. Adivinad a cuál me refiero en cada caso.
  • Dispositivos cuya interfaz está orientada al consumo antes que a la creación de contenidos, y desde luego no está orientada a la creación de nuevas herramientas.
  • Dispositivos con posibilidades y funcionalidades muy reducidas comparadas con las que ofrece un PC, ya estemos hablando de un navegador convencional comparado con un navegador móvil, ya estemos hablando del resto de la biblioteca de software disponible.
  • Dispositivos que, con cada iteración, recortan libertades aparentemente indiscutibles a sus propietarios. Si bien iPhone marcó un preocupante hito al impedir la instalación de software que no pasara por sus canales autorizados, estoy convencido de que no hemos visto lo último a este respecto.

Una comparación sintética entre el PC y el "postPC" sería control como recompensa al esfuerzo vs. inmediatez y pérdida de libertad. Otra, compartir vs. consumir: las aplicaciones "tradicionales" (no sólo el software libre) se comparten, ya sea literalmente, ya sea gracias al conocimiento de su uso que se difunde desinteresadamente. Las apps son productos cerrados e inmediatos, sobre los que casi no merece la pena discutir ni documentar dadas sus limitaciones.

Un segundo aspecto del mundo P-PC lo lanza Ctitanic en este otro hilo, ya centrado en la era P-PC: la Nube. El PC nace desconectado, y aún cuando lleva tiempo integrado en la gran InterNet, se conserva en buena medida un elemento fundamental de su primera etapa: el almacenamiento de los datos de forma local. Frente a este paradigma, que hasta ahora ha funcionado satisfactoriamente, se ofrece la Nube como respuesta a dos problemas: seguridad de que, pase lo que pase, no vas a perder tus datos (ese pico de sobretensión que, en un momento, que deja sin las fotos de tus últimos cinco años porque siempre dejabas para el día siguiente hacer un backup), y mejoras en los procesos colaborativos (en vez de compartir un documento local por email, todos trabajamos en un documento que colgamos en una aplicación en la Nube).

Yo utilizo servicios de la Nube a diario (principalmente google apps, aunque no sólo). Ya sólo utilizo un cliente de correo electrónico local (thunderbird) debido a la integración de GPG y, también, por si se da el caso cada vez más improbable de que esté sin conexión a Internet y necesite acceder a mi correo. Hay momentos en el que el trabajo con productos de ofimática online ahorra una cantidad significativa de tiempos y malos entendidos; de hecho, el libro que acabamos de terminar lo hemos hecho íntegramente sobre una plataforma colaborativa.

El problema reside en que, al igual que los dispositivos P-PC, los servicios más populares del Nube de implican perder en mayor o menor medida el control, en este caso sobre tus datos. Por más que siempre tengas a tu disposición la posibilidad de descargarte tus datos en local, las ventajas que ofrece trabajar en la Nube generan cierta pereza a la hora de mantener un backup local. Eso, a menos que cuentes con un Don como el mío, la paranoia informática, a la que sólo aplaco con backups redundantes como si se tratase de sacrificios a algunas deidad oscura de mi interior.

El dispositivo P-PC es una elección que resultará perjudicial si sustituye al PC. A poco que nos paremos a pensar, es evidente que se pierde mucho más de lo que se gana si se sustituye un PC por un tableto. El caso de la Nube es más complejo, dado que es positiva con tal de que tengamos conciencia de nivel de control que estamos cediendo. Por ejemplo, no veo problema en generar y mantener un documento online para colaborar y discutir, sobre todo si sacamos partido a las nuevas funciones de discusión de Google Docs que, hay que reconocerlo, se lo han currado. Sin embargo, no me resultaría admisible mantener exclusivamente en la Nube documentos de carácter sensible o crítico. Afortunadamente, disponemos de alternativas libres para una parte de las necesidades que pudiéramos tener de trabajar en la Nube. Como postearé en pocos días (o eso espero) hemos escrito la totalidad del libro utilizando dokuwiki, un motor Wiki de licencia libre que tenemos instalado en distintos servidores. Por más que en algunos aspectos sea algo menos amable que Google Docs, tiene una cantidad de funcionalidades muy superior debido a la número de plugins que ha acumulado. Lo que es más importante, ha estado bajo nuestro completo y exclusivo control desde el principio hasta el final. Cada día, o casi, hacia un backup de sus contenidos; ese backup lo almacenaba en local y aprovechaba el estupendo dokuwiki on a stick para que la copia local no sólo salvaguardara los datos sino que nos permitiera trabajar en caso de emergencia sin conexión al servidor, lo que sucedió un par de días.

En conclusión: como dirían los de Siniestro total, "ante todo, mucha calma". Estoy convencido de que lo peor que podemos hacer es prestar atención a los embaucadores que, por defecto, van a tener unos intereses discordantes con los nuestros: desde sacarnos el dinero de forma desmedida, a conseguir adquirir el control sobre lo que es nuestro por derecho: nuestros dispositivo, que utilizaremos según creamos conveniente y hasta donde llegue nuestros conocimientos. El dispositivo P-PC, por lo tanto, sólo debería complementar al PC, nunca sustituirlo. El peligro del P-PC es que logre que olvidemos que un día los PC eran nuestros, hacíamos con ellos lo que nos daba la gana y podíamos aprender a hacerlo. La Nube es aún más exigente, en tanto que su utilidad es mayor y, precisamente por ello, puede hacer que resulte más sencillo que nos olvidemos que invita a otra pérdida de control, sobre todo cuando disponemos de alternativas que nos permiten gozar de sus beneficios sin pagar ese coste.

17 comentarios:

  1. Primero que nada, me siendo honrado de haber sido citado. Gracias.

    Segundo, las PC y las "Post PC" no dejan de ser aparatos. No estoy seguro de que deba mezclarse con el debate el tema de la nube.
    No estoy seguro de que sea práctico para el análisis meter en la misma bolsa a los dispositivos de consumo de contenido y a la nube. Indudablemente se complementan y potencian entre sí, pero de hecho esto también pasa con la nube y las PC. Estas últimas nos permiten disfrutar tanto del contenido on line como off line.

    Un tercer tema

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  2. Un tercer tema, para mí mucho de la "nube" me recuerda a la era IBM. Empresas dueñas de unos pocos, gigantescos y costosos data center a los cuales se conectan terminales tontas (Post PC).

    En fin, creo que los humanos libres del futuros serán aquellos que logren generar sinergia entre la nube y la PC, y no aquellos que terminen eligiendo un único bando y rechazando al otro.

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  3. Una puntualización, que parecéis todos jovencitos que ya no recuerdan el pasado :-).

    Lo que traducionalmente se conoce como PC no es un concepto, sino una arquitectura determinada con una especificación rigurosa y exacta hasta el nivel de señal eléctrica... Originalmente era lo que se conocía como XT, luego AT, y en la era post-AT (¿Qué pasa, que yo voy a ser menos que Jobs? :-) ), la arquitectura se mantiene pero con extensiones. De hecho PCI-e, USB 1, 2 y 3, SATA, SATA II, eSata, etc son extensiones al PC que no dejan de ser PC... E internamente ocurre lo mismo. Incluso una moderna bios EFI (Como la de los MAC) continua teniendo en las direcciones del primer mega físico ciertos valores que deben estar ahí, etc... Y no hablemos del controlador de interrupciones, de los buses y los tipos de señal...

    Eso es un PC.

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  4. Gran post, Juan Luis. Yo todo esto lo pongo en relación con los que tú llamas "tolomatos", esa gente que necesita descubrir el Mediterráneo cada mañana y, haga falta o no, o cambiarlo todo para que nada cambie (sobre todo en lo relativo al incremento de su cuenta de resultados). Es la magia de la "novedad", de lo "último", que siempre nos parece mejor que lo anterior, aunque a veces nos permita hacer menos cosas, o hacerlas peor. Los sentimientos, los deseos, frente a la racionalidad.

    Es evidente que, hoy por hoy, un PC (entendido como ordenador personal de cualquier configuración, no como IBM-PC compatible) permite hacer muchas más cosas y hacerlas mejor que esos nuevos dispositivos que parecen tan insustituibles. Y creo que será así por mucho tiempo. Yo uso frecuentemente (mi segundo equipo doméstico) un portátil que ya tiene más de 10 años, con 192 megas de RAM, y sigue tirando (gracias a Zenwalk Linux), con su navegador completo y su paquete ofimático completo y con todas las aplicaciones que me interese instalar. No encuentro mejor ejemplo para desmentir esos cantos de sirena del consumismo desaforado: mi patatilla cutre, antigua y archiamortizada me aporta las mismas funcionalidades y la misma utilidad (y posiblemente más) que la mejor tableta existente en el mercado. A coste 0 (excluida la corriente eléctrica).

    Como bien dices, tabletas y dispositivos móviles son excelentes complementos para el PC. Pero creo que les va a costar muchos años lograr "matar" a este último, tantos como existan alternativas de software libre y equipos capaces de hacerlas funcionar.

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  5. Nadie discute que PC es una arquitectura específica y una marca comercial de IBM. Pero con los años se la uso para abarcar todas las computadoras personales, incluyendo Mac, Commodore, etc.
    Todas tienen algo en común y es sobre ese tema más filosófico que me parece que se esta tratando de debatir aquí.

    Antes de las computadoras personales solo existían gigantescas computadoras con terminales tontas. Las personas lejanos sobre lo maravilloso que era, pero no podíamos acceder a ellas. Cuando por fin pudimos acceder a nuestra propia computadora personal autosuficiente el cambio fue mayor que revolucionario.
    Antes por cualquier cosa una persona tenía que tercerizar. Escribía algo en una maquina de escribir, luego lo mandaba a una costosa editorial para poder hacer un master, que pasaba a una costosa imprenta para imprimir una cantidad finita de ejemplares. Finalmente, o se contrataba una distribuidora o había que caminar librería por librería, kiosko a kiosko, para poner a la venta esos ejemplares. Los costos se disparaban si incluía colores e imágenes.
    La coordinación entre tantas personas también era compleja y muchas veces el producto final no era lo que quería el autor.
    Las computadoras personales con una impresora personal, desde la primera, ya revoluciono este trabajo específico. La calidad del producto final no era tan profesional, pero permitía tener su "editorial e imprenta personal" y distribuir un poco de contenido por una fracción del costo. Eso es democratizador.
    Con Internet esa revolución democratizadora dio un paso más al permitir la distribución global de infinitos ejemplares por costo cero.

    Lo extraordinario de estas computadoras personales es que son programables. Flexibles por definición. Con solo cambiar de programa también se puede hacer la contabilidad de la empresa hogareña sin tener que recurrir a un contador. Y uno de los padres de la familia es abogado, manejar la gestión de expedientes más rápidamente que nunca y, en una segunda etapa, puede ver todas las novedades de los juzgados desde su casa.

    Nunca un humano común y corriente pudo hacer tantas cosas tan diferentes con una única herramienta. Nunca ese mismo ser humano puedo hacer tantas cosas solo sin necesidad de recurrir a terceros. Y gracias al abaratamiento de costos, ese ser humano común y corriente cada año necesita menos dinero que el anterior para acceder a tan extraordinaria herramienta multi-propósito liberadora.

    Nadie en la década de 1970 imagino todo lo que los humanos sin formación en TI podríamos hacer en los 80' y 90' con nuestras computadoras personales. De esta revolución nacieron nuevas industrias, como la autoedición, cuya palabra ya define la diferencia entre el antes y el ahora. Hoy un diseñador gráfico cuentapropista puede instalar su propia empresa de edición gráfica.

    Así que una PC impulso un cambio social y económico liberador y democratizante que no se puede entender si nos limitammos a hablar de su arquitectura. Es esa revolución liberadora de la que, me parece, se esta hablando aquí.

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  6. Estás confundiendo la causa con el efecto, aparte de que una consola NO es un PC, como tampoco es un MAC como tal. En este último caso el MAC utiliza la arquitectura PC, pero nada más.

    El hecho está en que los PC han permitido eso que dices, en contra de tu tesis, en la que si puedes hacer todo eso, es un PC. Por ejemplo, puedes hacer todo eso en un MAC que no es un PC. O si lo quieres ver de otra manera, un MAC permite eso porque es un PC (y ahora le damos la vuelta a la tortilla: un MAC con un PowerPC NO es un PC en absoluto y te permite hacer eso mismo).

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  7. Creo que tanto Quique como Juan Luis y yo mismo utilizamos la expresión PC como abreviatura de "ordenador personal" (personal computer), no en su acepción técnica como máquina IBM-PC o compatible. Es decir, como ordenador doméstico, me da igual su arquitectura o sistema operativo. Siendo aún más reduccionista, yo me refiero a cualquier equipo doméstico que cuente con alguna versión de MS-DOS, Windows, Mac OS o GNU-Linux, o su equivalente portátil (ya sé que han existido otros varios sistemas operativos equivalentes, como Amiga o OS2 Warp, pero me refiero a los estadísticamente más significativos). PC, en contraposición a PDAs, móviles, tabletas y otros equipos ligeros que, sin dejar de ser ordenadores, no permiten las mismas posibilidades de configuración y funcionalidad.

    En fin, creo que la idea se entiende con bastante facilidad.

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  8. Es increíble la capacidad mediática que tienen para hacernos creer que todo lo del año pasado ya es obsoleto.
    No sólo lo hacen las compañías directamente, si no también a través de los medios.
    En Argentina salió una nota en uno de los diarios más importantes, en donde justamente nos “recomiendan”, qué productos descartar y cuales conservar en donde, obviamente, la PC “ya fue”

    http://www.clarin.com/internet/titulo_0_454154659.html

    Cada tanto reveo ese video sobre el consumismo que cada tanto vuelve a ser popular…la última vez lo vi en este blog… y me acordé de nuestro “amigo” Steve…

    http://blog.smaldone.com.ar/2011/02/02/la-historia-de-las-cosas/

    Muy bueno el blog y la nota, saludos desde Buenos Aires.

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  9. Yo creo que el punto en común de los tabletos y la nube es que se separan del modelo PC de uso de los ordenadores. Las consecuencias son muy distintas, claro, pero hace no demasiado todo lo que saliera de las lindes del PC era inviable

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  10. Tu definición es literalmente cierta, pero deja a un lado lo más importante: más allá de la arquitectura específica, lo realmente importante es que hay cientos de millones (más de mil millones?) de Ordenadores Personales conectados a Internet. Que tantos usuarios tengamos acceso a tanta información y a tantas herramientas no tiene precedentes.

    Y sí, como dice Stephenson en "en el principio era la línea de comandos", sin IBM (los que definieron), Microsoft (los que popularizaron) y GNU (los que lanzaron la idea del software libre), el mundo sería hoy diferente. Puede que la gente tuviera ordenadores en sus casas, pero cada fabricante ofrecería su hardware cerrado (como en los 80), todo lo más habría compatibilidad parcial de software y, desde luego, la evolución de capacidades no habría sido tan frenética

    Por lo tanto, PC actualmente sería un ordenador accesible económicamente para un perfil significativo de la población, con distintos SSOO maduros y plenamente funcionales y un amplio abanico de soluciones software a distintas necesidades reales

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  11. El problema de esos deseos de consumo es que los modula y encamina tanto un márketing opresivo como una trivialización de las objetivamente asombrosas capacidades de un PC

    Cuando veo en las reuniones y encuentros a gente usando máquinas que valen más de 1.000 euros cuando podrían hacer lo que hacen con una de 200, y encima incluso esas máquinas conectadas al status pierden brillo al lado de los muy castrados tabletos, pienso en lo mal que digerimos nuestra abundancia en el primer mundo.

    Pones el ejemplo de tu portátil superamortizado. Yo hasta ayer pensaba comprarme un samsung galaxy tab, a la mitad del precio que salió al mercado. Pero luego he pensado que no me aporta nada que no tenga con el smartphone, y que no lo puedo justificar. Después he estado pensando en la posibilidad de comprar un thinkpad X60 refurbished por 199 euros iva incluido, un pedazo de portátil en su época, para terminar de acondicionarlo yo, aprender mantenimiento físico de portátiles (a lo que no me atrevo con mi máquina principal) y documentarlo en tinta-e como prueba de concepto: el valor del dinero y del conocimiento informático en 2011.

    No sé si lo haré, sobre todo por tiempo. Pero estoy tentado. En cualquier caso, si alguien deja a un lado un PC para sustituirlo por un tablet, evidentemente no necesitaba el PC ni le sacaba partido, con lo que hace bien

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  12. En Hispanoamérica la cosa es aún peor, porque hay amplias capas de población que sufren obstáculos decisivos para su empoderamiento digital. Ahí es todavía más obsceno el caso, aunque lo es por el contraste local. En realidad es obsceno siempre - mientras la mayoría de la humanidad sigue sin beneficiarse del PC y de Internet, hay algunos en el primer mundo que dan por superado al primero y aceptan con alegría una experiencia castrada de la segunda

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  13. Te hablo desde mi modestísima experiencia en reciclaje y tuneo de equipos viejos: hasta ahora han sido muchas más las satisfacciones que las decepciones. Los portátiles son mucho más puñeteros que los equipos de sobremesa, pero cambiar una tarjeta de memoria o un disco duro está al alcance de cualquiera. Hay que documentarse bien antes y andarse con cuidado, porque hay piezas (plastiquillos) muy frágiles, pero con una inversión muy contenida puedes llegar a tener un equipo competente y a la úlima. Y, si te gusta hacer chapucillas como a mi, encima te lo pasas bien.

    Por otra parte, no sé si habéis visto esto: el HTC Flyer pinta muy bien.
    http://es.engadget.com/2011/03/31/htc-flyer-reaparece-presumiendo-de-logros-en-video/
    Si la realidad se parece un poco al marketín, será una opción de compra muy interesante, a la espera de conocer el precio.

    Sent from my patatillo

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  14. yo también vengo rescatando portátiles viejunos, tanto por afición como para amigos y familiares, con distros linux tuneadas. Pero quiero dar un paso más y aprender la puñetería de la reparación de hardware de portátiles. Al menos de los thinkpad, Los Portátiles por excelencia

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  15. Me parece que existe mucho odio a Steve Jobs aquí. Para mí es un genio, y, precisamente, gracias a Steve Jobs y a Apple, hoy hay alternativas al omnipresente Windows, y no es linux, por mucho que os duela. Gracias a Apple, no tenemos hoy el enésimo modelo de Nokia que hace justamente solo una cosita más que el modelo anterior. Si atacáis a Apple por querer ganar dinero, deberíais ser coherentes, y hablar de la patética guerra de los megahertzios en las PC'S, o como Microsoft engañaba a la sociedad con productos mediocres, y ejerciendo su poder de manera absoluta. Sois injustos, pero creo que caéis en lo que criticáis. Insultáis a Apple..., precisamente por tener éxito y democratizar el acceso al consumo informático, a mucha gente que no necesita programar, sino usar programas. Gracias al iphone de la denostada apple, salen los de samsung y lo copian casi al milímetro, pero claro, samsung es guay, aunque solo quieran hacer dinero, lo mismo que apple, y lo mismo que microsoft. Habláis de perder el control, ¿alguna vez lo habéis tenido?.

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  16. Estimado Manuel:

    El odio es una palabra demasiado fuerte para el blog o sus comentadores habituales. Personalmente, te diré que creo que Apple es una empresa veterana que creo que ha torcido su camino, priorizando los gadgets sobre los productos informáticos más convencionales. Pero de ahí a odiar a Apple, a sus directivos, profesionales o (rendidos) usuarios, va un trecho.

    Después, de la guerra de los Mhz, me alegra que saques ese tema a colación, porque precisamente era como se calificaba desde las filas más fanáticas de usuarios de Apple (no todos, sólo los fanáticos) a los productos Intel de cambio de siglo: aunque la velocidad de reloj de los x86 sea superior, eso no significa nada, porque Apple monta PowerPC y su incomparablemente superior arquitectura.

    Todos sabemos cómo acabó la historia, y las risas que nos pudo proporcionar.

    Finalmente, creo que te tomas todo lo relacionado con tu marca elegida como algo personal. Se te nota ofendido. La verdad, no acabo de entender esa vinculación entre un ciudadano y algo que jamás será suyo, pero cada uno es muy libre de buscarse identidad o causa donde mejor lo encuentre. Con todo, te reconozco que me has impresionado con lo de "democratizar el acceso al consumo informático", teniendo en cuenta el precio de los productos Apple. ¿Es imposible usar programas sin saber programar en los otros SSOO de escritorio?

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  17. ¿Ofendido?, en absoluto. Los productos de apple, al menos la apple que yo conozco, no ponen el acento en los megahertzios, sino en la usabilidad; son los otros, los que están enfrente, generalmente ligados a la industria de la competencia, los que hablan de los megahertzios, de los MHz que le faltan. Precisamente, una crítica muy común, es que los equipos de apple no montan lo último en hardware. Y sobre el precio, es un gran mito. Obviamente, apple, como sony o samsung, tiene equipos caros, pero tiene otros que, sin ser baratos, son accesibles, precisamente los de más éxito. Y si hablas de Tabletos, en términos relativos, el ipad es el más barato..... Y, es mi opinión, que cuando un producto como el ipad, que facilita el acceso a personas sin apenas conocimientos, y se vende en las cantidades que se venden..., pues si, eso es democratizar el acceso..., es simple cuestión de estadística. Hay mucha gente que no se va a comprar un pc, porque lo ven un trasto, pero sí un tablet como el ipad, o como las copias del ipad que están saliendo. Y claro que es posible usar programas sin saber programar, es lo que hace la mayoría, por eso triunfa el ipad y sus copias. Otra cosa es que no te guste por donde van los tiros...

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