There are some people who think we’re entering a tablet bubble – that analysts are pushing growth too hard and that people don’t yet know what they will do with their tablets. And to be honest, I’m still someone who needs three devices to get my work done and most people when surveyed admit they use their tablet primarily for entertainment.Part of that is the fact that the majority of new tablet owners have iPads and Android tablets, designed for entertainment before productivity. Another part is that the tablet platform has not fully defined itself yet – it’s so new that manufacturers are eager just to get into the market. They haven’t actually figured out how they will specialize and provide solutions to their customersNo tengo claro si soy una de esas personas que empiezan a temerse que hay un entusiasmo excesivo por los tabletos, sobre todo en las web tecnológicas. La definición más feliz que he encontrado de los tabletos es ésta: "no lo necesito, pero lo quiero". Salvo quienes se toman en serio la estupenda boutade del PostPC, diría que hay un perfil amplio de propietarios de tabletos que los usan para infotainment antes que para otra cosa, para lo que han sido diseñados.
El otro día tuve una reunión de la que no daré más detalles ;). Uno de los asistentes sacó un iPad y empezó a tomar notas. Si el reojímetro funcionó bien, diría que activó el sonido del teclado virtual. Y así transcurrió la reunión, con los asistentes exponiendo y un suave clic-clic-clic de fondo. Como no me gusta nada usar un portátil en una reunión - creo que ni presto atención suficiente y creo que distraigo más de la cuenta - y como me había dejado en el despacho el SmartPen que uso para esos menesteres y para grupos de discusión, entrevistas en profundidad, etc., saqué el móvil (un HTC desire) y abrí un editor de textos. Para mi sorpresa, tomé unas notas razonablemente completas utilizando swype como teclado virtual, y me di cuenta de que no sólo es útil, sino que es menos intrusivo (el dedo dibuja las palabras sin hacer ruido) que un tableto.
Evidentemente, hablo sólo a partir de mi experiencia y es mi criterio nada más. Pero me pareció que el iPad no daba la talla en la sala de reuniones. Estábamos en un círculo de sillas y su dueño lo apoyó en los muslos, adoptando una postura encorvada, recogida, casi como una gárgola. Tampoco he usado demasiado tiempo el teclado virtual del ipad o de otros dispositivos comparables, pero diría que no se alcanza la velocidad y eficiencia que se puede tener con un teclado físico y, además, hay que prestar más atención al proceso de escritura: hay que mirar tanto a la línea de texto como al teclado, dado que no hay feedback táctil.
Hugo es más optimista que yo, lo cual no es nada extraño dado que está profesionalmente centrado en los dispositivos de movilidad, y puede y debe probar más dispositivos a lo largo del día. Asume que esta primera generación de tabletos se basa en un formato común con el que responder a un abanico de necesidades amplio, y que eso va a cambiar. Con o sin polvo de hada, un mismo dispositivo táctil no puede servir con eficiencia a tareas de productividad profesional, a tareas de infotainment y a tareas relacionadas con la educación. El escenario que nos dibuja es el de una generación siguiente de tabletos menos generalistas, usando el que corresponda a cada momento según necesidades (y posibilidades económicas).
Tiene sentido, si lo miramos desde cierto punto de vista: los smartphones centrados en Internet (Android, iphone, win7phone, cojones (digo, webos), la siguiente generación de blackberry, ¿meego?) son tabletos pequeñitos conectados autónomamente a Internet (o, a la inversa, los tabletos son smartphones enormes, con o sin servicio de voz y/o conexión autónoma a Internet). Diría que han entrado en nuestros bolsillos para quedarse.
Después, tenemos los ereaders, cuya pantalla y precio actual les han granjeado cierta popularidad y sirven con eficiencia a un propósito: leer. Como quiera que los tabletos actuales son menos eficientes para la lectura prolongada y concentrada, esa necesidad seguirá necesitando una respuesta.
Tenemos también el tableto centrado en el infotainment, con dos ventajas básicas: peso y tamaño, por un lado, y autonomía de las baterías, por otro. Ambos son factores dignos de consideración porque, como decía el padre de un compañero de trabajo, "no entiendo como tantos currantes cargáis arriba y abajo con vuestros portátiles para llegar a oficinas donde tenéis máquinas de sobremesa". Y si bien es cierto que hay currantes como el que firma este post, que trabajan en la oficina sólo una parte del día y de la semana, teniendo que trabajar en movilidad el resto del tiempo, lo cierto es que muchos portátiles se han cargado, día a día, por falta de alternativas.
También asoman por el horizonte las alternativas a los netbook, tanto smartbook (netbooks con ARM, con su correspondiente autonomía, y Linux o Android) como tabletos como el ASUS transformer, diseñados desde el principio para trabajar bien con un teclado al que se enganchan. En este caso, si (¿cuando?) el software acompañe, se podrán llevar a cabo más tareas relacionadas con la productividad.
En resumen, el futuro puede ser tan o más múltiple que el presente. Yo ahora suelo llevar mi portátil principal (Hp Envy 13), el smartphone y un kindle 3. Cada uno cumple una función que no pueden cumplir los demás. Si Amazon u otro acaba ofreciendo un Señor Tablet con pantalla mirasol, liquavista, (¿Pixel Qi?), sustituirá al kindle 3 pero no en principio ni al móvil ni al portátil en la mayoría de las ocasiones. De la misma manera, mis necesidades no van a ser las mismas que las de los estudiantes, que tendrán que priorizar otras funciones, o las de otros profesionales que trabajan con herramientas distintas a las mías.
En cualquier caso, bajar el peso, el volumen y la autonomía de los dispositivos que llevas encima es un objetivo significativo, siempre y cuando esté conectado con necesidades y tareas reales a cumplimentar con uno o varios dispositivos que las pueden resolver con eficacia. Diría que el futuro no apunta a dispositivos de convergencia, y que la respuesta actual a los iPad se debe a la falta (hasta hace poco) de alternativas: sencillamente, me resulta difícil de aceptar que el mismo tamaño, peso y otras consideraciones de formato resuelvan un abanico extraordinariamente amplio de necesidades.
Pero puede haber una alternativa: si cunde el ejemplo del motorola Atrix y los fabricantes toman medidas (definiendo interfaces con las que los smartphones se puedan conectar), un smartphone podría ser el núcleo central al que añadirle una pantalla más grande (introduciendo el smartphone en un zócalo, por ejemplo), un teclado, etc.
Con todo, y pese a que esta posibilidad es indudablemente atractiva, no creo que acabara desplazando por completo a los dispositivos múltiples que solucionen con eficiencia necesidades muy específicas. Estoy convencido de que tabletos de diferentes formatos y, muy probablemente, Señores Tablet, serán los que dominen el mercado de 2012.
Yo creo que el "conceto" ganador es el del Transformer, que viene a ser lo mismo que el iPad con su teclado acoplable (pero más económico porque ya viene incluido en el pack). A veces hace falta teclado físico, el teclado en pantalla llega a ser hasta molesto (creo que, para la mayoría, el límite está en una o dos páginas A4 seguidas). Otras veces, es mejor no tener el teclado delante porque puede estorbar, sobre todo en casa y en esos momentos de infotainment que todos tenemos en algún momento del día. Para los más orientados al trabajo, la bomba sería tener eso mismo con una pantalla que permitiera leer durante largo tiempo (mirasol, etc.). Un equipo ligero, potente y flexible a la vez, para la mayoría de los usos habituales.
ResponderEliminarPara todo lo demás, un buen portátil o sobremesa que llegue donde estos cacharrillos no llegan. Aunque en un futuro podrían llegar, todo depende de la demanda que exista de aplicaciones más avanzadas. Cualquier tableto de última generación tiene 10 veces más RAM y 4 veces más espacio de almacenamiento que mi anciano pero muy digno cutre-portátil, con el que tengo Libreoffice completo y hasta me permito de vez en cuando algún análisis estadístico con R.
Lo que ya no veo tan claro es la integración con el móvil. Desde luego, no es incompatible porque, como dices, los tabletos vienen a ser smartphones grandes (o viceversa), pero habría que resolver mejor el asunto de cómo se integra con el resto del equipo. En el caso del Atrix la solución parece bastante ortopédica, y para colmo pierdes la "funcionalidad tableto", porque en este caso la pantalla grande no es extraíble.
He probado un Ipad, y es un gran reproductor de contenido, o al menos, del contenido que puede reproducir. Hay muchos ámbitos empresariales donde puede tener cabida, y seguro que va a cambiar la forma en la que la gente corriente consume o produce contenidos digitales. Pero, y eso que soy un feliz maquero, no creo que sustituya ni a mi macbook ni a mi imac de hace ya 5 años. Es más, esperé al iphone 4, porque los anteriores me parecían solo producto para adictos a las marcas, por decirlo suavemente, y creo que me esperaré al ipad 3, aunque no descarto alternativas android, si son capaces de vender algo decente a un precio más barato que el ipad. Por otra parte, Juan Luís, me acerqué a tu blog buscando información acerca de los ereaders, y ahora ando dándole vueltas a la compra de un kindle, 3 o dx. ¿Tienes alguna información, que sugiera alguna actualización del dx?. Por mi trabajo, consulto muchos pdf, legislación, apuntes, etc. y el dx me vendría, a priori, mejor que el 3. Y también estoy muy pendiente a todas tus entradas referidas a esas pantallas que prometen unir lo mejor de las pantallas lcd y las de tinta electrónica. Ojalá surja algo como lo de las pantallas mirasol o todo eso, de lo que estás tan enterado. Un saludo, y felicidades por tu blog.
ResponderEliminarEl DX2 es un producto confuso. Quiero decir, es evidente que responde a una necesidad real, y que el extra de precio es aceptable para distintos perfiles de usuarios. Pero por el motivo que sea, no han sacado una actualización, y queda a medio camino entre el K3 y el DX1. P.e., sólo hay versión 3G (lo cual puede tener sentido para mantener un precio premium), pero no incorporan wifi. La pantalla del DX es pearl pero no incorpora ni navegador basado en webkit (muy decente) ni anotación de PDF.
ResponderEliminarO bien las ventas no han respondido, o bien no quieren actualizar porque no está muy lejos el siguiente producto premium, que yo apostaría por un mirasol para verano-otoño.
En cualquier caso, el lector capaz para DinA4 y moderno está aún por aparecer. Es algo que no acabo de entender, parece como si el tsunami tableto hubiera eclipsado este nicho
Creo que el concepto ganador sería una reinvención del smartbook de always innovating: una serie de docks con y sin teclado y diferentes tamaños de pantalla para adaptar un smartphone a distintas necesidades y criterios. Claro que sería necesario que los smartphones vinieran preparados como el atrix, para el docking, pero estoy convencido de que merecería la pena: el teclado y la pantalla más grandes serían básicamente receptáculos para la batería y conectores para el input del teclado o el output de video
ResponderEliminarYa lo hemos comentado muchas veces: para mí el gadget definitivo sería un lector con pantalla tinta-e (o, en general, no retroiluminada), 9-10 pulgadas, wifi, navegador, función de subrayado y anotación en PDF, y preferiblemente teclado físico. O sea, un kindle 3 grandote. El DX no es eso, sin wifi ni navegador ni posibilidad de anotar en PDF queda a años luz del K3, a pesar de la generosa y excelente pantalla, y no justifica la inversión, al menos la mía.
ResponderEliminarUna lástima que nadie se anime a sacar nada así al mercado, es cierto que los gafapasta somos un nicho, pero un nicho bastante grande al fin y al cabo, con cierto poder adquisitivo y creo que de magnitud creciente. Será como tu dices cosa del tsunami tableto, pero yo no le veo salida a corto plazo. Ahora mismo, o K3 o nada.
Tú lo has dicho. Aunque yo uso gafas de alambre, estoy exactamente en las mismas. Ahora mismo el dispositivo que no se separa de mi ni a tiros es el kindle 3. Es, con diferencia, lo que mejor se adapta a mis necesidades. Y ahora que he descubierto Send to kindle para android, más aún
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