miércoles, junio 01, 2011

Primeros días con el HTC Flyer

Hace un par de meses me llevé la tremenda sorpresa de que el regalo único por mi cumpleaños era un HTC flyer, para el que participaron tanto familia como entidades a las que denomino "amigos", y mi santa circunstancia. Sorprendentemente me acabé enterando debido al regalo de que dichas entidades leen tinta-e, y descubrí el por qué del repentino interés de mi esposa por los tablets, que se desvaneció alegremente el día después del cumpleaños.

Ya visteis que el otro día me arretraté delante de la AppleTienda en la C. del Arenal empuñando el dispositivo, que me lleva acompañando todos los días desde que llegó a mi puerta y que, en ocasiones, me ha librado de llevarme el portátil a cuestas si iba a estar de aquí para allá o si disponía de acceso a un PC donde fuera. De hecho, escribo esto (salvo los links, porque el cliente de blogger de Android es una potatoe) con el Flyer y un teclado bluetooth que compré en 2005 y que llevaba tiempo sin sacarle utilidad porque mis teléfonos Android, hasta ahora, no se llevaban bien con el Bluetooth HID.




Sí, teclado. La primera prueba me produjo emociones encontradas, porque funcionó a la primera... sin acentos. A base de rebuscar y probando teclas cual chimpancé bonobo, descubrí que la pulsación larga en la vocal saca la vocal acentuada en la pantalla. No es perfecto, porque hay que levantar la mano del teclado y tocar físicamente la pantalla, pero tienes acentos. Y tienes un teclado físico de tamaño estándar que permite... sí... escribir :). A velocidad completamente normal, en cuanto los de HTC me explique cómo puedo remapear el archivo de control de teclado bluetooth, que es el típico archivo de texto plano pero no está documentado.

Si no me contestan me lanzaré en verano con mil precauciones. Estoy tan contento de poder usar un teclado físico que de ningún modo me voy a arriesgar a dejar de usarlo.

En cualquier caso, como podéis ver el teclado ofrece un soporte estable. No tan estable como un portátil, para qué nos vamos a engañar, pero usable en las piernas y perfectamente válido en una superficie plana. Además, si se puede dejar al flyer bien asentado, la ventaja de la conexión inalámbrica es que te deja libertad para usar el teclado por separado, donde te sea más cómodo. Eso es lo que hacía con una pda dell hasta que me la afanaron en Mérida, y lo que hacía con las nokia internet tablet.

El tamaño es el que me encaja: más tamaño y más peso no me parecen atractivos para la calle, y en casa sólo lo uso en momentos rápidos, de asueto o de estar tumbado a la bartola. Se mantiene perfecto con una mano, y no se nota el peso si se sostiene con las dos. Las páginas son legibles en sus 7 pulgadas, y en posición vertical el teclado tipo swype es muy cómodo y rápido. Ya digo, son preferencias, pero para mí es el tamaño exacto. Además de ser portable, ofrece una ventaja muy considerable al consultar tanto contenidos web como video: la mayoría de las páginas web es legible tal cual (aunque yo prefiero la visión adaptada haciendo el doble tap en pantalla típico de Android, porque entonces sale la letra grande que tanto agradece un miope). Una de las aplicaciones que más uso, Google Reader, ofrece mucho más contenido en la página y, por lo tanto, no tengo que estar haciendo scroll todo el rato.

Como podéis ver, entra perfectamente en una funda acuapak. La utilidad teórica de estas fundas es proteger al cacharro que quepa en ellas del agua, por su cierre impermeable. Como ya sabéis por entradas anteriores, yo las uso colgadas al cuello para sostenerlas sin manos, y ahora con la interfaz táctil para enguarrinar menos la pantalla. Además, cuando la manejo en espacio público me hago un ballestrinque en la muñeca, con lo que el flyer está tanto a salvo de caidas accidentales como de tironeros veloces. Lo segundo no me preocupa mucho, porque lo uso en lugares tranquilos (parques principalmente, zonas de juego infantiles) pero también lo uso en el bus y eso me da algo más de tranquilidad. Eso sí, aumenta los reflejos, con lo que hay que ajustar bien su posición bajo la luz solar directa para que sea legible.


¡Sorpresa! La pantalla es legible hasta con el sol directo encima, y muy legible con un poquito de sombra. Ya he comentado el fallo de que es muy propensa a acumular grasa de la mano, pero a cambio el contraste y el brillo son muy adecuados. El ajuste de luminosidad funciona muy bien.

La batería... pues no lo tengo claro. No me he puesto a medir en serio. Os diría que en 220 minutos de reunión tomando notas con el teclado virtual se me zampó el 40% de la batería, pero tampoco me preocupé de ahorrar de forma especial. Incluso en los días que le he metido tralla, me ha aguantado con una sola carga todo un día, puede que 9 horas, puede que algo más. El video se zampa la batería a 10-15% a la hora.

En la próxima entrega os hablaré del lápiz, de lo fluido que va el software que le he metido (ya adelanto, mucho) y del resto de detalles que me he dejado en el tintero. Ya os puedo avanzar también las conclusiones: estoy contento y me cubre bien ciertos escenarios de movilidad que no tenía bien cubiertos, y me dejo más de un kilo de peso en casa no pocos días.
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