Creer en las pantallas no retroiluminadas es como ser del Aleti

Para los que no sois españoles, el Aleti es el atlético de Madrid. Como dice su himno, "ganaaaaando, perdieeeeendo, atlético de Madriiiiid". El atlético de Madrid es el equipo que tiene los seguidores (indios, colchoneros) más fieles y acostumbrados al sufrimiento del fútbol español. Es su épica, mantener la fidelidad en la derrota, superar la decepción y volverse loco cuando, muy infrecuentemente, consiguen un título.

Es algo que me provoca más simpatía que la épica de mi propio equipo, el Real Madrid. Pero como podéis ver en la wikipedia en italiano (lo que tiene su gracia :D ), la relación de mi familia con el Madrid viene de lejos. En mi familia, el Real Madrid no se discute. Todo lo demás, religión, política, es variable, pero el madrí no. Incluso aunque el fútbol te resulte indiferente, como es mi caso.

Y claro, estoy preparado a que algunos lectores me abandonéis fulminantemente después de ver mi adscripción balompédica. Es lo que hay, amigos, no puedo elegir.

Todo esto viene a cuento porque el aleti me parece la mejor forma de expresar lo que se siente al creer, al CREER en las pantallas retroiluminadas, y recibir una mala noticia detrás de otra: los pobres de pixel-Qi anunciando año tras año sus importantes socios, o lo que va a salir al mercado, Mirasol anunciando trimestre tras trimestre que en dos trimestres salen los primeros productos, e-ink saca una animación a 15fps y nos pone los dientes largos... y nada. Otro fracaso. Otro prototipo que no llega a ninguna parte. Otro retraso.

La culpa es del árbitro. Así, así, así gana el LCD.

gracias a @theechro he dado con una noticia atlética: Qualcomm anuncia la muerte de su pantalla de 5.6". El redactor debería haber empleado el término aborto, pero entiendo que haya querido huir de una polémica estéril y, sobre todo incontrolable. Tanto da. Otro fracaso. Otro retraso. Después de estar conteniendo la respiración, su CEO ha terminado por afirmar que la pantalla "no ha cumplido con las expectativas", y que la próxima sí que iba a tener unos colores realmente brillantes.

Y nosotros a esperar, y a tratar de creer. Somos el aleti de las pantallas retroiluminadas, los que no nos importa que el LCD y los tabletos ganen una y otra vez, porque seguimos creyendo.

La lección final es valiosa: no ha cumplido con las expectativas. No habría habido expectativas, o no tantas, si no hubiérais dado la brasa con tanta persistencia por la blogosfera. Las expectativas no salen de la nada: una persona medianamente racional se las forma de forma directamente proporcional a los indicios, a los input que recibe.

Por lo tanto, a lo mejor la gestión de expectativas de mirasol y también de pixel-qi está siendo perjudicial para sus intereses, porque sólo los auténticos colchoneros retroiluminados seguimos creyendo en alternativas al LCD. El resto de la población, LCD-madridistas, están con el triunfador y cada año será más difícil que cambien.