miércoles, abril 20, 2011

ereaders y editoriales españolas

Vía contenidos digitales he dado con un interesante aunque cuestionable estudio de IDC, publicado por topcomputertablets: Kindle acapara el 41,5% del mercado de los ereaders. Empecemos por lo cuestionable:


  • Mientras Amazon no haga públicas las ventas de Kindle, toda cifra de ventas es altamente especulativa. La sorpresa puede venir en muchos sentidos, y no me extrañaría que se hubieran quedado cortos en el estudio. Pero da igual, porque
  • Kindle es un ecosistema. Las cifras tienen un doble error, porque no incluyen los dispositivos en los que Kindle esta presente y se usa, desde smartphones hasta tabletos. Esas cifras, de nuevo, sólo las conoce Amazon.


Entiendo que la precisión que acabo de hacer es fundamental, porque es bastante probable que la dominación actual del mercado de ebooks por parte de Amazon sea superior al 50%, y quién sabe si llega a esa bonita cifra del 66%.

En cualquier caso, conviene centrarse en los ereaders. El objetivo primario para las editoriales deberíamos ser los lectores muy habituales. Si para el lector ocasional un tableto es una solución perfectamente válida, para el lector diario con dedicación no dan la talla a estas alturas encuentro innecesario discutir la diferencia entre una pantalla de tinta electrónica o comparable y una pantalla convencional respecto al cansancio visual producto de la lectura prolongada. Pues bien, en este caso lo que tenemos que comparar no es tanto la cifra del estudio sino el método de adquisición de libros: si como cualquier otra plataforma tenemos que pasar por el PC y una serie de etapas para autenticar nuestro ebook en epub protegido por adobe digital editions, en kindle es un par de clics tanto desde el aparato como desde cualquier navegador. Terminada esta compra con su método transparente, podremos leer el ebook comprado en hasta 5 dispositivos, o prestarlo por quince días.

Por más que el Sony reader sea tecnológicamente comparable como aparato en sí (misma pantalla, algunos pluses y algunos minus), se necesitará de un proceso mucho más largo y engorroso para adquirir un ebook, no se podrá leer el ebook adquirido en hasta cinco dispositivos y no se podrá prestar a nadie.

Por lo tanto, ya no es sólo que, como dicen en el estudio, el Kindle ha vendido tanto como sus siguientes tres rivales. A día de hoy, la experiencia de usuario es difícil de comparar, y no es sencillo que la cosa cambie debido a que la protección DRM es externa al aparato y se necesita de un PC (corregidme si me equivoco). En estas condiciones, y sabiendo de las recientes dificultades que está experimentando Google Books, resulta difícilmente discutible que las editoriales españolas deberían trabajar con Amazon. Algún día me gustaría entender el papel que tiene Libranda en un acuerdo entre Amazon y cada editorial, pero ése es otro cantar.

No en exclusiva, claro, porque aquello tan sentido de "¡Vivan las caenas!" lo gritaban los insensatos seguidores de Fernando VII. Pero no estar en Amazon es un error de claro carácter acumulativo. Sobre todo, para las editoriales pequeñas y medianas, a cuyas tiradas no va a estorbar la venta de ebooks dado que no pueden aspirar a una fórmula de best-seller de forma realista.

Y ya que estamos, lo mismo sería una buena idea que estas editoriales se repensasen el modelo de agencia. Si en vez de precio único Amazon u otro distribuidor electrónico en el futuro puede jugar con los precios bajo la condición protegida por contrato de maximizar los márgenes de venta, lo mismo se llegaban a sorprender en más de una ocasión al comprobar cómo una bajada en el precio de la versión ebook aumentaba las ventas y beneficios tanto de la versión ebook como de la versión papel (por el incremento de visibilidad del título, especialmente en Internet).

Y finalmente... ¿A qué esperan para sacar al mercado sus colecciones descatalogadas? Esto ayudaría a generar ingresos que facilitaran el tránsito a un mercado mixto digital-papel. En cualquier caso, conforme bajan los precios de los ereaders (el kindle no ha llegado a su cifra más baja, seguro, y los demás le seguirán en dicha evolución), el público adquiere más y más ereaders... y dispone de un catálogo de ebooks que comprar dolorosamente reducido y caro. Adivinad las consecuencias de enrocarse en esta situación.

7 comentarios:

  1. El Amazon Kindle 3, con la inclusión de publicidad, esta en 114$; por tanto ya muy cerca de la barrera de los 100$. Y si aplicamos la conversión real dolar-euro unos 78 eurazos,ya estamos en la barrera psicológica de lo 75€ que Cocktail Analysis publicó en un estudio sobre el mercado de ereaders. Nota humorística: la conversión digital interplanetaria de los ebook readers debe tener sede europea, asi que ya sabéis 114$=114€.
    Estamos llegando a una situación paradójica, tan habitual por otra parte en el mercado tecnológico, donde tenemos un parque creciente de dispositivos para leer ebooks y un ecosistema pésimo para la adquisición de ebooks. Si tu opción ha sido un Kindle, enhorabuena porque como bien explicas con un par clics todo solucionado y puedes leer tu ebook en varios dispositivos, incluyendo préstamos. Si tu opción ha sido otra, agárrate porque comprar un ebook puede ser una aventura, gracias al DRM Adobe y el software para gestionar en PC.
    CONCLUSION Y LECCION PARA EDITORIALES: me busco la vida y los contenidos en otra parte. Lástima que las editoriales no estén aprendiendo nada, mira que han tenido oportunidades y tiempo para preparase!!

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  2. al tener distintos vínculos profesionales con los ebooks, no me puedo permitir casarme con una sola plataforma. Por otra parte, mi perfil del lector no es lo más habitual: mi escasísimo tiempo libre me deja poco espacio para leer títulos generalistas (ya sean ficción o no ficción)... a menos, claro, que me llame la atención ya sea pasando por una librería o leyendo acerca del tema en Internet.

    Si no es el caso, la mayor parte de el box que he comprado ha sido en inglés, tanto volúmenes técnicos relacionados con mi trabajo o como alguna obra de ensayo que no ha sido traducida (como shop class as a soulcraft, de Crawford). En esos casos, el catálogo actual de Amazon me ha bastado y me ha sobrado, y además tengo que reconocer que la facilidad tanto para encontrar como para adquirir un título me han influido significativamente.

    Además, muchos de los ebooks que adquiero son herramienta de consulta y trabajo. En ese caso, necesito anotar y citar, y para eso Kindle tiene una ventaja decisiva.

    En cualquier caso, como ya digo, no cierra las puertas ni mucho menos a comprar epub. Estaría bien que simplificarán el proceso, y estaría aún mejor que fuera más realistas y hasta atrevidos con los precios. De momento, no me he sentido tentado en ninguna ocasión particular, mientras que ya me ha pasado en bastantes ocasiones de leer acerca de un título interesante en Amazon y estar a punto de dar clic definitivo, o de caer en la tentación.

    Puestos, preferiría que el ebook que adquiera sea completamente mío, libre de DRM. Lo llevo haciendo toda mi vida, y planeo seguir haciéndolo. Pero vaya, de momento las cosas son como son

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  3. No es exacto lo que dices. Con el DRM de los ePub no estás ligado al aparato, no se cuántos dispositivos puedes dar de alta con tu cuenta Adobe, pero creo que anda por los 6.
    La opción de préstamo del Kindle, por otro lado, tampoco es que sea ninguna maravilla, sólo puedes prestar el libro una vez, y la editorial tiene que permitirlo, que muchos libros no lo tienen permitido. Viene más impuesta por las editoriales (el DRM de B&N también permite el préstamo y tiene la misma limitación) pero es lo que hay y las editoriales no van a abrir las posibilidades, por lo que lo del préstamo es anecdótico.

    Por otro lado, las librerías españolas (y aquí sospecho que parte de la culpa la tiene Libranda que es la que les suministra los datos) tendrían que mejorar bastante la presentación de sus libros en la web donde vas a comprar para plantearte comprar directamente. Libros con portadas equivocadas, sinopsis incompletas o inexistentes, e incluso autores incorrectos... Aunque tampoco voy a echarle toda la culpa a Libranda o al que les esté proporcionando esos datos: si tu negocio es vender libros, moléstate en completar tu información para atraer a compradores.
    Por ejemplo, echando una ojeada a lo último que han sacado en ebook, el primero que he visto sin sinopsis: La verdadera historia del club Bilderberg, de Daniel Stulin, un libro que lleva varios años en papel. De las 5 librerías digitales que he consultado, la única que tiene la sinopsis del libro es La Casa del Libro, sin duda porque han debido de enlazarlo con la edición en papel y sacar los datos de allí, el resto, ni la Fnac ni ECI, que también venden la edición en papel.

    Y si pasa con los datos más normales, ni hablemos ya de dejar echar una ojeada al libro antes de comprarlo, como ocurre con muchos libros en inglés...

    En el momento en que Amazon entre en España les va a patear a todos, no quiero, porque luego por otro lado tienen cosas muy cerradas (lo de comprar Mobipocket para que todos los no-Amazon tuvieran que volcarse al ePub todavía no se lo he perdonado) pero lo cierto es que aquí se han limitado a cubrir la papeleta, y para comprar libros electrónicos necesitas acercarte a la tienda física o ir a alguna de las redes sociales de comentario de libros.

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  4. Genial, por eso preguntaba. Me tengo que poner al día con ADE, pero reconozco que me da pereza

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  5. La pregunta que hay que hacerse es ¿cuanto tardarán empresas como Sony o Adobe en darse cuenta de que el DRM no sirve de nada? Sólo sirven para que los clientes que compran tus productos tengan más dificultades que los que los piratean(tu nombre en cada hoja,tu info en el archivo, no poder trasladarlo a dispositivos "no autorizados" y demás).

    Se tarda cosa de 15 segundos en desproteger un Adobe Digital solutions con métodos más o menos sofisticados. Cualquiera puede crear un script muy simple que guarda capturas de pantalla, gira hojas y reconoce el texto con OCR. Todo el proceso lleva 30 segundos(capturar todas las hojas) y 30 segundos reconocerlo para un libro de 400 hojas. 2, 3 segundos usando tarjetas de vídeo y multicores. Igual con los epub protegidos o lo que se tercie.

    Basta con que una sola persona lo haga, y hay cientos o miles haciéndolo, para que se difunda exponencialmente.

    Lo único que puedes hacer es darles un precio razonable que se puedan permitir y/o algún tipo de ventaja(acceso a una comunidad de gente que le interese lo mismo a través de cuentas en internet...) sobre los piratas.

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  6. No es tan sencillo. Realmente el DRM puede dificultar la copia, pero no impedirla. Si es transparente (como la variante de mobipocket que usa Amazon), si no obstaculiza en absoluto el proceso de compra, en ese apartado no es un problema.

    Lo que sí es un problema es que con el DRM se impide que el cliente tenga pleno control del ebook que adquiere. Si en un futuro el emisor de DRM desaparece, sus ebooks se podrían volver ilegibles. En las condiciones actuales, tampoco puede vender el contenido que ha comprado, lo que es bastante contradictorio con la sacrosanta economía de mercado en la que nos ha tocado vivir.

    Creo que el problema no es tanto el DRM como su implementación. Un libro sin DRM es trivialmente copiable, y lo malo de eso es que, como cualquiera puede copiarlo, aumentas exponencialmente las posibilidades de que un efecto P2P elimine la mayor parte o la totalidad del margen comercial. Si dificultas la copia, dificultas la extensión del daño, porque un impulso entre dos particulares no puede dar lugar por las buenas a una copia no autorizada, a menos que se disponga de una versión crackeada.

    Quizás la solución sería que una tercera parte implementara el DRM con protocolos libres. En su momento escribí acerca de la posibilidad de usar GPG para eso. Si hay gente que está proponiendo dinero P2P, se podría hacer DRM libre desde un modelo semejante, de manera que los derechos del comprador quedaran completamente blindados y pudiera prestar o vender con garantías para todos: no podría hacer copias infinitas, pero podría prestar la copia que posea, o venderla.

    Siempre se podrá hacer OCR, pero si el precio acompaña y los derechos están protegidos, se minimizaría el impacto de la copia no autorizada.

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  7. Cierto, lo que pasó fue eso, el DRM del mobipocket y el de ePub le hicieron incompatible, pero el resultado fue que cuando Amazon compró Mobipocket, todos los demás lectores migraron a ePub, y el Sony ya de paso abandonó su formato y también migró a ePub.
    Bien que me jodieron con eso, al principio no me enteré, el Papyre seguía leyendo los mobipocket igual de bien en cuanto les quitaba el DRM, pero el siguiente aparato que me compré lo que mejor leía son los ePub, así que me tocó migrar toda mi biblioteca a ePub, y sinceramente, dos años después y una media de 30€ mensuales gastados en e-books, no tengo muchas ganas de migrar mi biblioteca a otro formato.
    Amazon aguantará con su formato porque parte con gran ventaja y están haciendo las cosas bastante bien, pero yo creo que a largo plazo acabará haciendo lo de Sony, abandonando el mobipocket por el estandar de la industria en ese momento (y por dios que no salgan más formatos y siga siendo el ePub)

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