
Hace unos días, Dubitador me avisó de un artículo de engadget: Princeton no está muy contenta con el Kindle DX. Me ha resultado sorprendente que no hicieran evolucionar la funcionalidad de anotación básica del kindle a las necesidades de los alumnos:
son los propios alumnos los que hablan del lector e-book como una herramienta incómoda. Y es que la mayoría de críticas se centra en la nula capacidad de anotación, ya que resulta imposible subrayar textos o escribir notas en el margen, por no hablar del numerado de las páginas, completamente inexistente a estas alturas.
RFOG u otro usuario de Kindle, me gustaría que me comentárais si el kindle normal puede ser descrito como "con una nula capacidad de anotación". ¿Para qué está tanto el teclado físico como el volcado de las notas en la plataforma web? Es una frase con más enjundia de lo que parece.
La cosa se pone peor cuando hablan del subrayado y la anotación en el margen. ¿Qué quieren decir? ¿Estaban buscando algo como lo que ofrece el IREX DR-1000, con su lápiz y su capacidad de subrayado y anotación como bitmap?
Eso sí que no lo entiendo. Precisamente, el límite de "pintar encima de un texto" es que lo que escribes o lo que seleccionas no lo puedes recuperar después de inmediato, sino que tienes que mirar todo el texto hasta encontrar lo que has subrayado o anotado. Confieso mi desconcierto: parece que los alumnos de princeton (¿Serán de letras?) estaban esperando una copia literal del pbook en su versión electrónica. Y no lo entiendo, porque supone renunciar a las ventajas del dato electrónico, localizable y manipulable, sobre la simple imagen.
En cualquier caso: FAIL. El usuario tiene razón: no es un luser, es el individuo que va a adquirir tu producto. Como en tantos casos en tecnología, y más a menudo aún en los lectores de ebooks, los fabricantes no caen en un pequeño detalle: hay que testar en profundidad las reacciones de los usuarios antes de hacer pruebas públicas y publicitables. Y estoy convencido de que las pruebas con usuarios han sido insuficientes porque, de lo contrario, no saldrían al mercado dispositivos que provocan reacciones tan negativas por parte de los usuarios.
Finalmente: hay ebooks para distrarse, y ebooks para trabajar/estudiar. Los segundos son fuentes de referencias, y necesitan sistemas eficientes de selección(subrayado) y comentario de texto. Sin eso, no pueden cumplir con su cometido. Punto.