sábado, febrero 12, 2011

¿Quién dijo que e-ink había llegado a su límite?

Hace un par de semanas os hablé de lo precipitados que eran los rumores y "análisis" que apuntaban a que la tecnología e-ink había llegado al límite de su desarrollo. No tengo problemas en confesar que yo mismo participaba en cierta medida en ese pensamiento; no es que viera "muerto" a e-ink, porque trato lo posible de no ser un tolomato pero, a falta de noticias, creía que el límite de refresco de pantalla en este tipo de pantallas era mucho más estricto de lo que ha demostrado ser.

Pues si la gente de Freescale nos demostró que no se ha dicho aún la última palabra con las pantallas e-ink, anoche descubrí en el blog de Nate el grande una noticia que terminó de alegrarme el día: Bookeen demuestra video sobre una pantalla e-ink.
Para empezar, lo que indica es que los fabricantes de la serie cybook de libros electrónicos no están condenados al cierre como me había llegado a temer. Eso, ya de por sí, es una alegría, porque fueron unos pioneros que apostaron en esta tecnología cuando nadie más creía en ella. Ya sabéis que tengo debilidad por las pequeñas empresas y apuestan a lo grande o que, mejor aún, apuestan por hacer algo diferente en vez de ser pequeñitos dentro de los caminos trillados por los grandes. Encima, siempre ha sido serios, no como una empresa bollywoodense que todos conocemos. La única duda que me queda es que parecía que Bookeen había apostado por Sypix, por la alternativa a e-ink.

Para continuar, esta impresionante demostración sea llevado a cabo no con la siguiente generación de pantallas de tinta electrónica sino con Pearl, con la pantalla que equipa el Kindle 3, el Kindle 2 DX y las nuevas series ereader de Sony. Lo que demuestra esto es que si la controladora y la CPU que hay detrás de las pantallas son lo suficientemente potentes (pongamos, como las CPU de los teléfonos de última generación), el límite de velocidad de refresco se sobrepasa con facilidad. Video, nada menos. Lo que podemos comprobar en la imagen es que supera con mucho a los 8 fps (imágenes o frames por segundo) que habían alcanzado los de Freescale. Claro que, a cambio, tendría que subir un poco el coste y bajar algo la autonomía. Pongamos, a bote pronto, un 30% o así. Personalmente, no me dolería lo más mínimo renunciar a una de las tres semanas de autonomía que ofrece un ereader actual si dispongo de muchas más posibilidades de interacción, como un editor mínimamente decente y que responda con fluidez a mi uso del teclado.

Lo bueno de esta demostración es que es nos enseña que es posible, que no tenemos por qué estar condenados a largo plazo al uso del LCD. Lo malo, que es una demostración, que no es nada parecido a un producto comercial acabado. Para empezar, los desarrolladores tendrán que considerar si quieren seguir ofreciendo sólo dispositivos dedicados para la lectura de libros (para lo cual estas capacidades son completamente innecesarias) o si quieren hacer un nuevo tipo de producto que vaya más allá y que incorpore nuevas capacidades. Eso no es nada sencillo porque, como sabemos, el mercado de tecnologías personales es brutalmente conservador y no suele recibir bien de primeras todo lo que supere realmente las fórmulas nauseabundamente establecidas.

Imaginaos que bookeen u otro más grande sacarán al mercado un producto más caro que el precio base de los ereader actuales y que no dispusiera de color o que, todo lo más, dispusiera de los colores apagados de la versión a color de Pearl. Comparado con un tableto actual, sería muy poca cosa a los ojos de un consumidor consumista de tecnologías. Y tenemos además un límite bastante puñetero y para el que no he encontrado una solución clara: conforme aumenta el tamaño de la pantalla e-ink, disminuye el contraste y no sólo porque no se puede mantener la densidad de puntos por pantalla, o quizás por que la disminución de la densidad de puntos por pantalla (que ocurre exactamente igual en las pantallas LCD) afecta de manera decisiva al contraste.

Pero podemos darle la vuelta a la cuestión: imaginaos que a los actuales clientes  (usuarios finales o empresas) de ereaders se les ofrece un tipo de dispositivo que les permite llevar a cabo con eficacia otro tipo de tareas, desde la escritura (mi tesssssorooooo, digo mi máquina de escribir digital) hasta la gestión del correo electrónico, la consulta de documentación de cierto tamaño en web y con una mayor comodidad incluso de la que ya ofrece el navegador del Kindle 3, o en general todos los usos que pudiera ser llevados a cabo en una pantalla supletoria y que le ofrecieran al usuario un descanso visual muy importante. Digo esto porque, a tenor de los resultados, parece que de momento no podemos aspirar siquiera a disponer de un netbook de 10" con pantalla e-ink. Esto sería un reflejo práctico de la idea de pantallas auxiliares que llevó un tiempo defendiendo Dubitador, y creo que tendría un público.

No sólo estaríamos interesados, creo yo, los que leemos mucho y/o tendemos a cansarnos la vista cuando trabajamos mucho tiempo por una pantalla LCD. Estoy pensando en todas las personas que trabajan con volúmenes importantes de texto, para quienes un Señor Tablet, ereader con esteroides o como le queramos llamar supondría una diferencia esencial de cara al descanso visual. No sólo las personas que generamos informes, sino los millones de estudiantes de todo el mundo. Si la pantalla pudiera reaccionar de una forma adecuadamente fluida (como hemos visto en el video), me parecería sencillamente inmoral que los niños y jóvenes tuvieran que estudiar con un dispositivo basado en LCD, que les produce un cansancio visual mucho mayor que afectan no sólo a la salud de su visión sino también a los resultados del estudio: no se como todavía hay quien puede discutir que, a mayor cansancio visual, menos rendimiento.

3 comentarios:

  1. ¿Brokeen una empresa seria? Ejem. http://www.mobileread.com/forums/showthread.php?t=48242

    Como dicen los guiris: "Close, but no cigar". Muy mono el vídeo demostrativo de la nueva tasa de refresco conseguida con pantallas Pearl, pero se queda corto para la utilidad que quieres darle. Bueno, a ti igual te vale tener un dispositivo dedicado para escribir, pero yo preferiría una pantalla reflectiva reutilizable, como la Pixel Qi, o quizá una Mirasol o Liquavista. Sí, sé que no he probado ninguna de estas tecnologías, pero me parecen más versátiles (cómics, revistas en color, navegación fluida, redes sociales) y podría justificar su compra. En el caso de esta tecnología, con mi Kindle 3 tengo de sobra para unos añitos.

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  2. Llegue o no a su límite, no se cual es el verdadero límite para un lector. Para mi es leer, tener mis libros disponibles en los viajes y no dañarme la vista. Queremos más y más pero no entiendo para que, yo tengo un Sony Pocket y ya me basta. Sabes, Juan Luis, te leo hace mucho, y me encantó tu blog porque era el único que encontre verdaderamente dedicado en exclusiva a los e-books readers, porque defendías la tinta electrónica como el único modo de leer de un modo cómodo y saludable, pero ahora cada vez que entro en tu página te siento reconvertido a los tabletos, a las pantallas retroiluminadas y me parece otro blog. Mientras sigamos existiendo lectores de libros, no de unas líneas al día sino de páginas, cientos de páginas necesitaremos la e-ink, sea viplex, pearl, o lo que tenga que venir, pero no tabletos, que ya los ordenadores nos fastidian la vista lo suficiente en nuestras horas de trabajo, y en algunas de ocio.

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  3. Este blog nació antes de que hubiera ereaders en españa. De hecho, lo que su que tengo abandonada es la tinta-e con la que empecé, la dé windows. Y por motivos parecidos: las novedades brillan por su ausencia. Uso mi kindle a diario, pero no hay novedades que me llamen la atención.

    Ojalá que se produzcan, claro.

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