¿El final de Mirasol?

Hace 2 semanas os comentaba que el primer ereader con pantalla Mirasol llevaba el camino del dodo. En el post enlazo a entradas previas donde se explica la horrorosa ejecución y sus inevitables consecuencias. Lo que no podía prever es que la primera generación de pantallas Mirasol sea probablemente la última.

Leo en Liliputing que Qualcomm va a licenciar las tecnologías relacionadas con las pantallas mirasol. Toma notición del verano. Esto no implica que Qualcomm renuncie por completo a una tecnología en la que ha invertido tiempo y miles de millones de dólares, pero si fuera un caballo ganador por goleada no lo compartiría con la competencia. Blanco y en botella, oiga.

De hecho, lo que Qualcomm ha anunciado es que. además de licenciar a terceros estas pantallas de bajo consumo y legibles bajo el sol, va a comercializar sólo "algunos productos derivados de esta tecnología". Leo este comentario en clave de que no pueden desperdiciar la fábrica que ya han levantado para el producto, pero que no se ven en condiciones de inundar el mercado con unas pantallas que no saben si van a ser bien acogidas. Y si dan este paso y en estas condiciones, tampoco veo claro que otros fabricantes se lancen como locos a comprar licencias. Más que nada, porque tendrían que levantar sus propias fábricas, al ser las líneas de fabricación de LCD incompatibles con las alas de mariposa.

De hecho, si una tecnología anunciada como compatible en un 90% con las líneas de fabricación de LCD - pixel-Qi - no ha logrado que ningún fabricante principal dedique tiempo de una fábrica a producir las pantallas, veo aún más improbable que una tecnología más diferenciada obtenga alguna apuesta significativa.

Por una parte, se aluden a dificultades de fabricación. Por otra, a que los colores son más apagados. O sea, tócame roque. La ultraconservadora industria tecnológica apuesta una vez más por las soluciones probadas y la nauseabunda repetición de la misma fórmula con pequeños giros de concepto, antes que por el salto de evitar la retroiluminación y permitir leer bajo el sol. De hecho, en liliputing son pesimistas respecto a que la competencia de Mirasol (pixel-qi, liquavista) levanten el vuelo porque "los consumidores no quieren una pantalla que se lea bajo el sol".

Nate Hoffelder, un entusiasta de las pantallas legibles bajo el sol como un servidor, es aún más pesimista.
Para empezar, la sorpresa para él ha sido la apropiada: enorme. Para continuar, asume que la inversión de Qualcomm no va a llegar a ninguna parte. De hecho, cita textualmente al CEO de Qualcomm

With respect to QMT, we’re now focusing on licensing our next-generation mirasol display technology and will directly commercialize only certain mirasol products. We believe that this strategy will better align our updated roadmap with the addressable opportunities.

Eso del updated roadmap  diría que es lo más cercano que se puede permitir un CEO a la hora de admitir una falta de éxito. Y digo lo más cercano porque, por ejemplo, Elop y su famosa circular de la plataforma en llamas no admitía tanto un fallo como quemaba naves.

Lo que más me ha gustado es ese golpe de insider totalmente creíble que nos sitúa en un problema central para las pantallas Mirasol

Way back before Prime View International bought E-ink and then changed its name, PVI acted as a manufacturing partner for a number of companies. They used to do small production runs for Qualcomm to produce the Mirasol screen (this was before Qualcomm’s own factory was up and running). According to my source PVI could never get the QA rating high enough for the screen to be cost-effective for the consumer market; too many screens failed the final checks.

Cáspita, como decía el cabo legionario cuando el moro le suelta un pildorazo al saltar el parapeto en Raza, la "novela" que pergeñó el dictador. Esto es un problema. Como lo es que tras 8 años después de adquirir la tecnología, seguir desarrollándola y montar una fábrica, siguiera siendo tan complejo fabricar las pantallas y no alcanzaran los resultados deseados (como se pudo ver en el kyobo reader).

Y acaba su post con resignada derrota: no es para tanto, nos dice. El avance de las pantallas LCD y de las CPU en ahorro de energía hacen posible que los tabletos, el mercado singular de más crecimiento, duren una jornada entera. Que la vista de algunos de los usuarios se tueste o que las LCD sean casi ilegibles bajo el sol no tiene importancia visto desde los grandes números.

O no. Plastic Logic cayó. Mirasol probablemente no despegue. A Pixel-qi se le ha pasado el arroz. E-ink parece que ha alcanzado ya su meseta de adopción y, sobre todo, desarrollo, y que va a quedar en dispositivos de bajo costo y magras capacidades funcionales (no sea que alguien comparara un ereader con un tablet).

Pero hay que ver lo que hace Samsung con Liquavista. Y queda al menos un hueco importante: los usuarios académicos que tienen que leer y trabajar con grandes cantidades de textos. Si las editoriales académicas y las revistas apuestan por la tinta-e (a lo que pueden verse abocados por la crisis y consiguiente descenso de demanda), es posible que Amazon o alguien más pequeño y más valiente se decida a generar un ereader de gran formato y que permita edición de texto. Ya hay controladoras de pantalla que permiten la edición de texto sencillo con comodidad, y sólo hace falta que alguien lo implemente.

Y para que alguien lo implemente tiene que creer firmemente que hay un mercado, además del mercado que ya hay para Angry Birds