lunes, junio 11, 2012

Mi pesimismo sobre el lápiz en los nuevos tablet

A continuación re-posteo un artículo que he publicado en wintablet.info con el mismo nombre

Mi amigo dubitador me ha pasado una entrada de engadget: ¿Tablet o portátil? Mejor un híbrido. La versión española de engadget celebra la oleada de innovación que va a acompañar el lanzamiento de windows 8, pero de lo visto en computex me han quedado motivos para la preocupación.

pantalla separable, el nuevo form-factor

De computex ha salido un claro triunfador: el form factor transformer, ese diseño que popularizó ASUS en Android pero al que el sistema operativo del robot verde se le quedaba corto. Y digo que se le quedaba corto porque Google tiene un problema con el uso de sus sistemas operativos en productividad: los chromebooks son caros y limitados (en vez de haber liberado ChromeOS como sistema operativo secundario para máquinas con Windows, que seguro que habría obtenido más éxito), y Android arrasa en móviles, pero en cuanto vas a pantallas mayores se te queda aún más corto que iOS (que ya es decir) para trabajar de verdad.

De verdad, digo. No lo que hacen sus señorías en sus escaños, iPad en mano.

Windows 8 le da un nuevo sentido al formato Transformer. Ya no es sólo disponer de un tablet y un portátil en el mismo equipo, que ya es decir. Es, además, proteger la pantalla del tablet sin necesidad de fundas churriguerescas. Vamos, como han hecho toda la vida los portátiles como el que estoy usando para escribir este post, con el teclado protegiendo la pantalla.

También es disparar la autonomía de los equipos. Dado que la CPU y la placa base están detrás de la pantalla, casi todo el peso del teclado es una batería adicional. Ese peso da estabilidad al equipo cuando se conecta el teclado... y dispara la autonomía hasta cubrir cualquier jornada laboral.

Tanto es así, que ha quedado claro que muchos de los fabricantes principales (de momento, Samsung, Acer y Lenovo, además de ASUS) van a fabricar transformers. Imagino que su precio va a ser superior al de los ultrabooks de este invierno, pero es un precio que vale la pena, aunque sólo sea por la autonomía que van a ofrecer estos equipos.

El problema que se me plantea es que da la impresión de que el lápiz queda atrás. El tablet, ese ordenador (capado o no, depende de que sistema operativo use), ya se ha labrado un hueco en las mentes y los corazones de usuarios y lusuarios. Es una solución que ha encontrado problemas que, por más que no sean claros ni explícitos, de alguna manera motivan lo suficiente como para desear su adquisición.

Y este deseo compensa la limitación de su uso real. Pongamos que nos llevamos nuestro flamante transformer-x86 a la sala de reuniones. ¿Cómo tomamos nota? ¿Seguimos haciendo el ridículo, usando un teclado virtual y escribiendo a la velocidad del caracol, o conectamos el teclado y escribimos al ritmo adecuado, mientras la reunión se va desarrollando al ritmo de la percusión liliputiense de los teclados?

No niego toda utilidad al transformer con el teclado separado. Si no pesa demasiado, puede ser muy cómodo para leer, sobre todo con las peaso de pantallas Super-IPS que le casca ASUS. Pero me parece limitado.

Volvamos a la reunión. Imaginemos que sacamos de una esquina de tablet un lápiz, y que empezamos a tomar notas en Onenote o Evernote. Yo llevo haciéndolo años, y sigo encontrando que estoy más en la reunión o sesión con un lápiz que con un teclado. Como comenté hace tiempo, es un problema neuromotor: el lápiz te exige la mitad del cerebro (tu mano izquierda o tu mano derecha), con un circuito de uso que lleva grabado desde que tenías 7 años. El teclado te exige las dos manos y todos los dedos, con un circuito mucho más exigente y que lleva menos tiempo grabado.

Con el lápiz, además, puedes pintarte esquemas o mindmaps de lo que se esté diciendo. Y con el software adecuado, se sincroniza el audio de la reunión con el texto (en eso Onenote no tiene rival, sobre todo porque HTC dejó su software a medio hacer).

En mi caso no tengo más remedio. Tanto en las reuniones con el cliente, como en las sesiones con los informantes (entrevistas, grupos, shadowing, etc), tengo que poner mis cinco sentidos, y es mucho más importante que recuerde el máximo de lo que se me dice que las notas que pueda tomar. Si me pusiera a teclear, las entrevistas se irían a la mierda, porque sería imposible que prestara la atención mínima que necesito.

¿Cuál es el problema? Dinero. Muy sencillo. Costos. Los fabricantes van a tener que apurar por el coste extra que supone un transformer comparado con un portátil normal, ultrabook o no ultrabook. O bien sacan los transformer con lápiz como modelos premium, superando los 1000 euros, o bien renuncian al lápiz y el dispositivo pierde utilidad.

Por más que el formato transformer me atraiga, cuando haga un nuevo desembolso será para ganar autonomía y usar el lápiz. De momento, parece que sólo Samsung, y quizás lenovo, están apostando por el lápiz. Pero parece que la mayoría de los transformers van a prescindir de él, y me pregunto si eso, a la larga, es inteligente.

Porque un transformer no lo va a mover ni Android ni, por supuesto, iOS. Va a tener un Windows por debajo, con la tinta-e perfectamente madura tras 8 años y al menos 3 generaciones de desarrollo. Ha llovido mucho desde windows XP tablet edition.

Un transformer podría sacar muchísimo partido de la tinta-e y del lápiz. Diría que es cosa de microsoft, que debería apostar vía subvención para resucitar la tinta-e como factor diferenciador, de los fabricantes que deberían apostar por dicha diferenciación adicional (no sea que las expectativas de los transformer-x86 no se cumplan del todo), de los competidores de Wacom, ofreciendo sistemas de lápiz más baratos que la matriz Wacom, o que Wacom despierte de una vez y baje los precios hasta que dejen de doler.

4 comentarios:

  1. Por curiosidad ¿Qué software es el que sirve para sincronizar el audio con el texto?

    Por otra parte, siempre he pensado que lo más interesante de los transformer, es hacerlos convivir con una distro completa de linux.

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  2. Yo uso tres soluciones:

    1) el cliente de HTC para evernote, un poco rupestre y sólo si no me queda otra
    2) livescribe con su smartpen
    3) onenote

    Siendo como soy usuario también de linux, si el equipo está para currar en campo elimino las limitaciones en la medida de lo posible. Eso me deja windows sobre x86 como única opción para mi trabajo

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  3. Sospecho que los que hibridos de portatil y tableta van a desplazar al portatil tradicional, siempre y cuando no suponga sacrifiar potencia o funcionalidades en el modo portatil.
    Coincido con Juan Luis en la imperiosa necesidad de atender la escritura con stylus ya que es previsible que la tableta se generalice como util escolar y academico.

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  4. Te he publicado un comentario sobre esto en el foro de wintablet. Si te parece, seguimos la discusión allí.

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