Hola¡Cómo no te voy a entender! Dejando aparte mi recién estrenada presbicia, desde hace mucho tiempo las pantallas retroiluminadas me molestan más que a otra gente que conozco. Mira que trabajo todos los días con ellas, pero la vista me sufre y no logro leer largo y tendido como lo hago con papel o con tinta electrónica. Dejando aparte sensibilidades, el principio básico es bastante claro: el segmento de tu campo de visión que ocupa la pantalla tiene una luminosidad distinta a la del resto del campo, y encima presenta alteraciones que, aunque hayan ganado en sutilidad y discreción, siguen ahí: desde la frecuencia de la pantalla, hasta la existencia de elementos de la interfaz que reclaman tu atención periódicamente y dificultan la concentración.
Me gustaría que me contaras las opciones que tenemos si queremos comprar un reader a color de más de 7 pulgadas. Tengo un problema visual y las pantallas de los tablet me cansan mucho la vista y no me valen para ver revistas ni artículos a color. He vistos las marcas Hanvon, jetbook, pero estoy bastante perdida y tampoco encuentro puntos de venta. ¿Verdaderamente no hay ningún reader con color que no dañe la vista la pantalla? Gracias por tu tiempo. Rocío.
Como sabéis los que la frecuentáis, la lectura es una amante exigente. La lectura de contenidos prolongados y elaborados, claro. No por nada "perdonad por el tocho" es lo que se dice en un sitio social cuando al autor le ha dado por elaborar. De hecho, los ereader le han dado una segunda vida a los blogueros que publican posts elaborados, porque han hecho mucho más agradecida la lectura de esos textos de más de mil palabras.
Si los tabletos no son una solución para las necesidades de Rocío, ¿qué opciones hay?
Actualmente hay dos modelos de pantalla en tinta electrónica y tamaño grande (9,7", el tamaño del iPad) de calidad satisfactoria:
- Pearl, que lo montan el Kindle DX Graphite y el Onyx M90.
- Triton, la evolución de Pearl en color. De momento, Hanvon Wisereader, también conocido como Ectacto JetBook.
Hay otros productos que montan la generación anterior a pearl (Vizplex) o pantallas Sipix. En ambos casos, el contraste no es lo bueno que es con Pearl, y hay que tener en cuenta que a mayor tamaño de pantalla, de momento menor densidad de puntos y contraste. Por lo tanto, los modelos anteriores son los ereader de tamaño grande con calidad de pantalla satisfactoria. El Kindle DX lo puedes comprar de primera mano o refurbished (devuelto a fábrica y restaurado a condiciones originales); desgraciadamente, Amazon no lo actualiza desde hace casi dos años y no se puede ser muy optimista respecto a su futuro. El M90 tiene una pantalla de igual calidad, y han bajado el precio, pero no me atrevo a recomendarlo con entusiasmo hasta comprobar el software de primera mano: ya me he llevado demasiadas decepciones con fabricantes minoritarios, que no dan con el chiste del software útil y agradecido para leer y trabajar con textos.
El Jetbook lo puedes comprar aquí, pero yo me esperaría a ver cómo sale el software, porque de momento parece muy, muy orientado a estudiantes de bachillerato. Entiendo ese modelo de negocio, pero así no atienden al usuario final. Por lo demás, los colores son apagados, lo que no sé si puede frenarte para consultar lo que buscas, y la fluidez de manejo no es la de un tablet.
En resumen, Rocío: el panorama de los lectores de gran tamaño sigue descuidado por los fabricantes de primera línea, y los pequeños hacen lo que pueden, pero todavía no hay en el mercado un producto que destaque radicalmente sobre los demás. Como decía antes, el éxito del iPad y de los tabletos en general les ha metido miedo a los fabricantes, dado que las limitaciones de las pantallas de tinta electrónica (de momento no pueden ofrecer vídeo, y la fluidez de manejo no es la de un ordenador) le dejan en mal lugar delante del usuario que no quiera leer mucho. Además, el precio de los tabletos ha reducido los márgenes: ya no se puede sacar un ereader a 700 euros para los early adopters, y bajar el precio poco a poco. Ningún ereader se va a vender por encima del precio-trampa del iPad. Y digo precio-trampa porque en el imaginario se ha instalado la idea de los 500$, cuando tanto por adquirir modelos mejores que el básico como por los accesorios, son pocos los usuarios que se zumben ese precio.
Mi mejor consejo es que repases unos cuantos vídeos de usuarios particulares de cada producto para hacerte una idea. Hoy son la mejor fuente, si puedes invertir tiempo: a base de comparar esos videos con distintas condiciones de iluminación y los fulanos contándote sus experiencias, se puede obtener una impresión mucho más realista que con la publicidad oficial. De hecho, no sé cómo los fabricantes no apoyan más a saco la generación de vídeos de usuarios, porque si el producto es bueno sólo lo pueden beneficiar.