domingo, abril 29, 2012

tecnoarqueología cercana: los smartbooks

Les Luthiers nos mostraron el camino (como siempre), con su inmortal "Analicemos la frase"

“Habiéndosele presentado un pobre hombre presa de la confusión, y habiéndole preguntado a Warren “Hermano, ¿cuál es el verdadero sentido de la vida?”, Warren respondióle: “¿el sentido de la vida? Te lo diré en tres palabras: YO QUE SÉ””. ¿Qué nos quiso decir Warren con esto? Cuando le preguntan por el sentido de la vida Warren responde “YO QUE SÉ”. Analicemos la frase. La palabra “yo”, ego, parece indicar egoísmo, egolatría, soberbia, lo que pasa es que aquí Warren la utiliza por oposición, para indicarnos justamente lo contrario, o sea, la humildad. O sea que queda bien en claro que aquí, cuando Warren dice “yo” está diciendo “humildad”. Pero Warren dice algo más, Warren dice “YO QUE SÉ”, o sea, “yo que SÍ sé”. En resumen hermanos, Warren conoce el sentido de la vida, pero, por humildad, no lo quiere decir.

Tecnoarqueología cercana: Como todo en este universo, la arqueología es cuestión de escala. Y se puede hacer arqueología de tendencias de 2009, con mejor perspectiva si ese pasado no tiene continuidad en el presente inmediato. Y no lo tiene porque, vaya, no podemos ir a una tienda y comprarnos un smartbook.

¿Smartbook?

Si notebook es el portátil con el que escribo estas líneas, netbook el portátil barato que arrasó entre 2008 y 2011, smartbook es el nombre de una categoría que alguien muy smart tuvo a bien definir: un dispositivo con teclado y formato clamshell o concha (por aquello de los valvos que se cierran sobre sí mismos, o los cantos de un libro que se cierra), barato (menos de 200$), centrado en una CPU ARM (como la de los smartphones y tablets), y destinado a tareas ligeras.

Nada de tactilidad, claro. Recordad, hablamos de 2009. Parecía que en pocos meses (para finales de 2009) saldrían al mercado esos equipos, con linux o chrome OS. Nadie hablaba de Android para ellos, pese a que ahora se puede instalar Android 4.0 en un Asus EEE de 2008. Y va mejor que el original, lo creáis o no. No lo digo sólo por el video, es que lo he probado y es rigurosamente cierto (aunque tiene el defectillo de que no todas las aplicaciones de la playstore son instalables)

Dándole a la pala - o, más bien, topándome con una recomendación de blogger sobre mis entradas anteriores - he dado con dos entradas de tinta-e en 2009

Parece que sí va a haber smartbooks


Camarero, ¿qué pasa con ese smartbook? ¿Viene, o qué?


El primero es una muestra de optimismo rayana en la candidez, y el segundo es el escepticismo llamando a la puerta. Una pena que el orden cronológico sea el inverso, claro. El problema, en cualquier caso, es que la blogosfera tecnológica vive en parte de las migajas de información que sueltan los fabricantes (sobre todo en ferias), salpimentada por imaginación efervescente y wishful thinking. De acuerdo, no todos somos como charbax, el bloguero guerrillero, pero a poco entusiasmo que te produzca la tecnología, no puedes evitar caer de tanto en tanto en el optimismo injustificado.

Lo que me interesa de los smartbooks es compararlos con lo que tenemos. El tsunami tableto ha llegado bien, bien adentro de la costa, y en mochilas y bolsas hay cada vez más tabletos. Por más que no estén lo protegidos que están con un teclado, la ligereza y el factor multisobo han dominado el panorama móvil sin discusión. Bien lo sabe Microsoft, que siendo pioneros han pegado un golpe de timón para sumarse a esta tendencia.

Y hay un punto problemático: el teclado. Para al menos algunos de los que me leéis, es tan imprescindible como deseable. Pero para los lúsers y tecnófobos e imagino que para parte de los que están hasta el gorro de su curro, el teclado es aburrido. Les recuerda al curro. Les recuerda al aparato con el que curran, que les permite currar y que les hace currar. Por eso vemos escenas como ésta



o como la escena inopinada que viví con el aspirante a gurú y que os conté en magia y empoderamiento de los medios digitales. Objetivamente no hay mucho que explicar: ningún teclado virtual puede alcanzar el rendimiento que nos permite el tecleo al tacto o touchtyping en un teclado mecánico decente. Pero si le damos la vuelta, termina siendo obvio que un teclado mecánico fuera del trabajo es indeseable tanto para lusers (que no sacarían provecho al teclado mecánico, de todas formas) como para gente que quiere desconectar simbólicamente de su trabajo.

Así las cosas, en 2012 me parece claro que el problema de los smartbooks era el teclado. Eso, y que su form-factor tenía un look anticuado comparado con los tabletos. Tened en cuenta que Chromebook salió en 2011 y que, hasta la fecha, ha tenido una acogida decepcionante. ¿Problema? Entre otras cosas, tiene teclado, y eso no es de recibo en la era del post-pecé. Bromas aparte, yo sigo pensando que ChromeOS tiene grandes posibilidades como SO ultra-seguro y que permita trabajar con las versiones completas de aplicaciones en la nube como la que estoy usando para escribir esto.

Y más futuro tendrá si se / cuando se re-fusione con Android. De momento, la apuesta más prometedora es el formato del motorola atrix con su lapdock. Pero de eso hablaré próximamente.

4 comentarios:

  1. Smartbooks hay... pero no te los vas a encontrar en la FNAC o El Corte Inglés: vete a grandes almacenes de chinos o a Deal Extreme y ahí verás unos cuantos.
    Por supuesto no serán tan potentes como los que Charbax nos muestra puntualmente en sus vídeos (en las últimas semanas ha mostrado ya 2), pero haberlos haylos: con versiones desfasadas de Android e incluso Windows CE, además de una calidad deficiente.
    Tienen características técnicas tan por debajo de lo básico que no merecen la pena: hasta el momento sólo he conocido a una persona que se comprase un smartbook. Pantalla de 7", WindowsCE, 128MB de RAM y un micro ARM fabricado por Rockchip: le costó 60€ en un almacén chino a una conocida, que lo compró pensando que era un PC... xD
    Por supuesto, se rompió en semanas.
    Me hubiera gustado ver smartbooks decentes, con 1GB de RAM, micros de dos o cuatro núcleos, y un sistema operativo Linux (para poder hacer cosas), pero es un sueño que no parece que se vaya a cumplir.
    Y, si no compras por catálogo, lo único que llega a las tiendas (a las pocas a las que llega algo) son infraproductos.

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  2. La duda es para qué fabricarían esos "trashbooks", dado que su utilidad tiende a cero. Hombre, quizás con una distro ultraligera y tinycore o, mejor, sin entorno gráfico, algo se podría hacer, pero sólo durante esas efímeras semanas de vida antes de que se rompan.

    A mi me encantaba el form factor ése alargado, como el del sony vaio P: un teclado de tamaño razonable (a ser posible, como el del HP mini, con el que se puede escribir bien), un trackpad o ratón de clítoris, y una pantalla alargada, de proporción 5:2 o superior. Algo que cupiera muy bien en una mochila, que pesara poco y que se pudiera centrar en escribir. Pero claro, el problemón es que esas pantallas no se fabrican en grandes volúmenes.

    Visto lo visto, la única alternativa a los tablet son los nuevos convertibles que saldrán con windows 8 (con pantalla desprendible) o los lapdocks que amplían los smartphones

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  3.  Los trashbooks se fabrican por el factor confusión: la gente que no conoce lo más mínimo de informática lee "portátil con windows", ve un precio muy barato y pica.
    En los comentarios de Deal Extreme he leído que en varios infra-smartbooks han instalado distros linux con escritorios tipo icewm, pero las máquinas no tienen utilidad ninguna: ni siquiera valen para navegar de forma moderna, ya que no soportan flash e incluso tienen serios problemas (por potencia) para asimilar el javascript de las páginas demasiado modernas.
    Me acuerdo del Toshiba AC100, el único smartbook que fue medianamente promocionado por una marca conocida, y su más que escaso éxito: si, al final sólo los convertibles tendrán futuro.
    Sin pantalla táctil estos equipos que sólo pueden ofrecer sistemas operativos muy livianos no tienen demasiado futuro: necesitan el valor añadido de la pantalla táctil para poder despuntar.

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  4. Yo creo que los lapdocks pueden tener una oportunidad real. Pero vaya, escribiré sobre ellos en días venideros :)

    2012/4/29 Disqus

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