Hay que empezar indicando que estos posts los publico en www.wintablet.info y en tinta-e.blogspot.com. ¿Por qué? Porque cada blog tiene su grupo de lectores y prefiero que llegue a los dos, sabiendo que va a llegar de todas formas a la intersección entre ambos grupos.
De un tiempo a esta parte, los teclados retroiluminados son un signo de distinción para los equipos. Un teclado iluminado normalmente se emplea en portátiles de gama media a alta, y se le señala como característica premium. En equipos de sobremesa, los teclados retroiluminados son menos comunes y están más orientados a equipos gamer. Tiene sentido, porque el sobremesa lo vas a emplear en el mismo espacio y se supone que con una iluminación estable.
Puestos a suponer, la utilidad principal de la retroiluminación de las teclas es cuando te llevas el portátil a una zona poco iluminada, desde una sala de conferencias a tu propio salón cuando estás con poca luz. De hecho, es una solución más evolucionada del pionero sistema de iluminación de los thinkpad, que disponía de un led en el marco superior que iluminaba suavemente las teclas
¿Hasta qué punto la retroiluminación es signo de calidad de un teclado? Yo creo que es discutible, y me explico: fuera de situaciones con poca luz (en las que no es aconsejable usar un portátil mucho tiempo, si aprecias la salud de tus ojos), no aporta básicamente nada. Por otra parte, la gente ya usaba portátiles en conferencias cuando no había teclados retroiluminados. ¿Cómo era eso posible?
Por el touch-typing, claro. Por la habilidad de escribir sin mirar al teclado. A un tecleador con solera, lo único que le hace falta es encontrar los dos pequeños abultamentos inferiores de las teclas F y J. Esos abultamientos llevan ahí decenas de años, y por una muy buena razón.
La postura de inicio del tecleo para un touch-typist es en la fila central. Fijaos en dónde ponéis los dedos cuando empezáis a escribir: seguro que es en la segunda fila de letras. Pues bien, lo más seguro es que vuestros dedos índices descansen, respectivamente, en las teclas F y J. Si llevamos las manos al teclado sin mirar (p.e., de vuelta desde el ratón), se encontrarán casi de inmediato con las marcas de la F y de la J. Al encontrarlas, la memoria muscular hace el resto; con esas dos referencias, tus dedos ya saben dónde se encuentra el resto de las teclas, y te puedes poner a aporrear el teclado con alegría.
No digo que la retroiluminación sea completamente inútil. En algunos casos, te puede facilitar el empleo de un carácter o signo poco común. Pero si escribes sin mirar, realmente no te hace falta. Lo que te hace falta es que tus dedos encuentren la marca de la F y de la J, y a partir de ahí ya puedes teclear.
Como decía antes, el problema es que una característica realmente poco importante de cara a la experiencia de uso se transforma por arte de márketing birliboquero en algo femtomaravilloso, en algo irrenunciable en los equipos de calidad. Luego vas a usar máquinas de precio premium, con teclas que brillan en la oscuridad como los ojos de los mamíferos con tapetum, y te encuentras que el tacto, la resistencia, el recorrido de las teclas no son tal premium ni de broma. El teclado es muy bonito, y tal, pero su uso no te permite largas y cómodas sesiones de tecleo. Te cansas antes al faltarte el feedback adecuado, te fuerzas a hundir el dedo, la tecla es demasiado blanda...
En resumen, es una moda, y una moda que distrae negativamente. Quita el foco de lo que realmente merece la pena para la persona que tiene que escribir mucho cada día. No digo que renunciéis a los teclados retroiluminados. Lo que digo es que los valoréis en su justa y escasa medida, y procuréis buscar información sobre lo que os va a aportar una experiencia de usuario realmente satisfactoria, y que elijáis el equipo en consecuencia.
Excepto si sois maqueros. Son manzanas, las tomas si quieres y si no las dejas. Como las lentejas. Ahí no hay donde escoger en lo que se refiere a variedad de teclado.
Y por favor, que no pongan como ejemplo de teclado premium el del air 12, que da mucha ascopena (el teclado, digo)
Estoy de acuerdo, la retroiluminación no es importante en el 99% de las situaciones.
ResponderEliminarYo escribo sin mirar el teclado y normalmente tengo apagada la retroiluminación de mi macbook. Ya sea porque la iluminación natural lo hace innecesario y el propio sistema lo apaga. Ya sea porque prefiero ahorrar batería y lo apago manualmente.
El 1% de situaciones en que uso la retroiluminación es que estoy en un lugar oscuro y necesito presionar una tecla que presiono pocas veces (por ejemplo: |, ª o ç). En se 1% de situaciones, debo decir que agradecí poder usar la retroiluminación.
También coincido en que la retroiluminación apareja un problema que no parece resuelto. Las teclas son fabricadas transparentes para que pase la luz y, luego, pintadas con algún tipo de esmalte (negro en mi caso) dejando sin pintar aquellos lugares donde se encuentra el caracter. De este modo, sólo el caracter queda iluminado y el resto de la tecla se ve en el color del esmalte.
Pues bien, con el uso ese esmalte o pintura se va gastando y desapareciendo. El resultado: el teclado comienza a verse horrible. En mi caso, las teclas A, S y L están mayormente despintadas. La primera comenzó a despintarse con sólo dos meses de uso. Ya no se ven las letras que representan.En su lugar, una horrible y enorme forma iluminada ocupa el lugar.
Este problema es mucho más difícil que suceda en los teclados no-retroiluminados. Los buenos teclados prácticamente nunca se despitan. Los no tan buenos, se despintan los caracteres lentamente, pero la tecla continúa manteniendo su color de fábrica.
Creo que si quieren seguir vendiendo teclados retroiluminados debieran desarrollar algún tipo de tecnología que solucione el problema de que se van despintando con el uso.