Todavía no tenemos perspectiva para entender el cambio que supone Internet + herramientas de edición + lectores de ebooks / impresión a la carta en lo que se refiere a la publicación de nuestras obras. Cuántas novelas, ensayos y monografías siguen perdidos para nosotros, el público, porque sus autores no han tenido opción de publicar (y, mientras, César Vidal y sus "negros" publican seudoobras a una por mes, por poner un contraejemplo... qué vida ésta). Sin ir más lejos, recuerdo cómo, al poco de acabar la tesis, un simpático y dicharachero caradura me ofreció publicar mi tesis "más barato que nadie".
Claro: después de 7 años de trabajo, sacrificios a tutiplén e ilusión, el resultado es... pagar por trabajar, léase por publicar.
La frase tenía sentido aún en 2004, cuando no habían madurado ni, sobre todo, se habían popularizado las alternativas a editorial/impresión de una edición/gran distribuidor/pequeño distribuidor/librería/lector.
Esa situación monolítica está desapareciendo a toda velocidad. Personalmente, estoy buscando hueco para empezar a editar mi tesis y hacerla manejable (754 páginas son excesivas, se mire como se mire). También estoy tratando de convencer a mi suegro de que publique de alguna manera una novela que escribió por puro gusto. Y no tendremos que recurrir a simpáticos caraduras para pagar por nuestro trabajo. Tendremos más alternativas:
- Portal de publicación en Internet/impresión a la carta/lector
- Portal de publicación en Internet/descarga de ebook
- “For self-published authors,” he writes, “I see all these electronic avenues as ways to reach a larger audience quickly, but I don’t see anybody getting a ton of downloads unless you’re willing to sell your ebook very cheaply or give it away. There are exceptions, of course, but self-published ebooks present more of a supplemental marketing opportunity than a way to make big bucks.”
- According to Carnoy, “the biggest mistake people make when it comes to self-publishing is that they expect to just put out a book and have it magically sell. They might even hire a publicist and expect something to happen. It’s just not so. You have to be a relentless self-promoter. Unfortunately, a lot people just don’t have the stomach or time for it–which is part of the reason I anted up for BookSurge’s Buy X, Get Y program, which is essentially a form of advertising.
Esto lo dice un autor norteamericano, con un panorama editorial difícil de comparar respecto al nuestro: cientos de millones de lectores a escala global y una competencia mucho más salvaje entre un número mayor de editoriales. Al otro lado del atlántico no sólo publican los autores de best-sellers. Por eso, lo que puntualiza como un problema yo lo veo como una promesa: I don’t see anybody getting a ton of downloads unless you’re willing to sell your ebook very cheaply or give it away
Coño, entre cobrar muy poco por cada ejemplar o pagar por una tirada... hummm... esteeeeee... cómo decirlo...
El otro tema es mucho más peliagudo: la visibilidad.
El viernes pasado, mi hija de 3 años estaba en su festival infantil de navidad, cantando una "canción" junto a 30 niños de su edad. Y entrecomillo porque, vestidos de ángeles, los pequeños no coordinaron en lo más mínimo y, aún angélicos, aquello era un verdadero pandemonium. Yo declamé en voz alta "¿Quién, aún gritando, podría hacerse oir entre el coro de los ángeles?" y mi mujer se ofendió, supongo que con razón.
El crecimiento de alternativas de publicación dificulta aún más si cabe la visibilidad de la obra de cada uno. El problema, ahora, no es acceder a la publicación - que ya está resuelto - sino visibilizar la obra.
Paro aquí por lo largo que me ha salido el post. En breve voy a traducir, glosar y, si puedo, ampliar la lista, porque me parece realmente productiva.
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