Tinta-e se ha pegado unas vacaciones... como mi cerebro. En la imagen podéis ver a mi materia gris reiniciándose en mi despacho, como el T800 cada vez que le pegaba o le pegaban un jamacuco y tenía que darse un botonazo.
Más allá de las necesidades de trabajo, incluido un meritorio unexpected/auto brown (lamentablemente nadie ha propuesto una escala de marrones lineal o logarítmica, sólo una parametrización de sus probabilidades). Más allá, mi cerebro se ha desconectado sustancialmente. He sido muy disciplinado en mantenerme este final de 2005 en un dolce fare niente que me ha impedido no sólo escribir nada en tinta-e, sino reformar la casa, escribir algunas cosas que tenía en mente o, en general, todo esfuerzo intelectual calificable como tal.
Y me ha sentado de vicio. He disfrutado de la enana como nunca, he cargado las pilas junto a pilu, de manera que puedo afrontar este 2006 tan (espero) frenético tecnológicamente hablando, especialmente a través de tinta-e.
Lo próximo que llegará serán algunos comentarios sobre el increíble proceso de reinstalar Windows XP Tablet Edition 2005 en mi máquina (la que habéis visto en anteriores ocasiones y ahora véis tan campante, a la derecha en la foto de arriba)
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