Hace algo menos de un año escribí cuatro entradas sobre el T68 y sus posibilidades como ewriter (1, 2, 3 y 4). La escasez de tiempo me impidió progresar en el wiki sobre el T68, y limitó su uso más allá de la función original de ereader. También hay que decir que, como las bicicletas, los ewriters son para el verano, o al menos para cuando hace buen tiempo. A mí, al menos, sólo me compensa sacarlo a pasear con el teclado cuando el tiempo acompaña.
Puestos, estoy en una etapa en la que me tira más dibujar y bocetar que escribir. Escribir es vital para ganarme la vida, pero en el tiempo libre me está llenando más el lápiz, el pincel, la acuarela, la tinta y la cera. Imagino que llegaré a un equilibrio, porque el cuerpo me está pidiendo sacar a pasear algunas ideas que llevo tiempo incubando. El tiempo vuela...
Sea como fuere, el T68 estaba siendo dedicado a ficción o no ficción en mobi o epub. Comparte el tiempo con esas obsolescencias llamadas pbooks, a los que no renuncio pero a los que tampoco me une un amor talibánico. Talibánico, y pervertido, porque el olor de los libros no es otra cosa que papel acidificado.
Los libros, el ereader y los dibujos y bocetos sirven a una función común: apartar mis ojos de una pantalla retroiluminada. Paso delante de ellas demasiadas horas, y no sé si tiene que ver con mi malditamente acelerada presbicia. El dibujo tiene otras virtudes, como la carencia del Ctrl + Z y la lentitud, pero eso quedará para otra ocasión.
El principal límite que estaba detectando para el uso del T68 es su función como lector de texto offline. Llevo unos años empleando pocket como lector de texto offline, al que mando artículos mínimamente largos para leer cuando los encuentro en mi lector de RSS (inoreader). Como ya vimos en su momento, un problema del T68 es que la implementación de Android no es del todo perfecta, sus recursos son limitados... y algunas apps de Android son demasiado particulares. Como consecuencia, hasta hace nada no podía emplear los controles de pantalla para aumentar el tamaño de la fuente en pocket, y con el tamaño original me resultaba extremadamente incómodo debido a la presbicia.
La lectura offline de artículos en letra grande es una de mis actividades diarias irrenunciables. A veces pienso que debería moderarla, pero luego me encuentro con otro artículo que me interesa leer, y otro, y otro... es el resultado no sólo de la eficiencia que da RSS para acceder a un gran número de fuentes, sino también de lo que comparten otros amigos en inoreader.
Tanto es así, que estaba dándole vueltas a pasar la lectura offline a un ereader. No necesariamente al T68. De hecho, leí que el Kobo H20, con su estupenda pantalla carta (recordemos, el T68 tiene una pearl de generación anterior), tiene un lector nativo de pocket. Me tentaba poderosamente, también porque está preparado para el agua y el polvo. De hecho, no lo descarto.
Pero me fastidiaba pillarme otro ereader más, sobre todo con la pequeña posibilidad de que salga este otoño (o invierno, o 2016, o 2017...) un ereader con pantalla mobius y 13,3". Para documentos A4 de momento uso un Samsung Galaxy note 12 que pillé a buen precio (y que recomiendo), pero no es lo mismo, claro. Ni una buena pantalla LCD cansa tan poco la vista como una pantalla EPD con buena iluminación.
En esas estaba, cuando en este puente de San Isidro saqué algo de tiempo, vencí la pereza y me puse a hacer pruebas con el T68. Pocket ya puede aumentar el tamaño de letra hasta cierto punto, y era una opción... hasta que probé Instapaper.
Había dejado de emplear Instapaper hace unos años, porque por motivos místicos sincronizaba un día más tarde en Android. A saber. Por motivos igualmente claros, el problema desapareció... y en el T68 se renderiza a las mil maravillas, como podéis comprobar en la foto.
Oh, sí.
Maravilla de las maravillas.
Vale, no se puede subrayar, o no he encontrado cómo, y es una de las ventajas recientes de instapaper. Pero bajo el sol se lee a las mil maravillas, y en cualquier parte la iluminación es la del entorno.
De repente, vuelvo a cargar el T68 a todas partes. Se ha integrado mucho mejor en mi rutina cotidiana, y me da más esperanzas para volver a su función como ereader. De momento, leo la mayoría de los artículos en él (una vez más, por apartar mi vista de una pantalla LCD).
Además, las limitaciones del T68 son una feature, no un bug. Ni me planteo instalar inoreader, porque exige interactuar con frecuencia y para eso el T68 no ofrece la fluidez suficiente. Tengo el correo para emergencias, pero siendo realistas me basta y me sobra con el Note 4 para eso. No entro a juegos (pixel dungeon, ese vicio), ni wasap, ni más correos, ni hangout, ni el lucero del alba.
Sólo ebooks y artículos en Instapaper. En vez de la absurda multitarea improductiva, leer. Seguido
Os recomiendo la experiencia sin dudar. Con una consideración: la capacidad de almacenamiento de un ereader es reducida, y p.e. mi pocket se zumba 1,2GB en artículos almacenados. La solución es limitar la capacidad de almacenamiento, y en el caso de Inoreader borrar los artículos leídos en el cliente web. De momento no he encontrado ninguna mejor, pero lo cierto es que no consume demasiado tiempo y mantiene las cosas bajo control.
Cada día me doy unas vueltas por la blogosfera tecnológica y comento lo que me llama la atención con los colegas. Aquí pretendo hacer otro tanto. Algunos de los temas reincidentes serán Tablet PC y e-ink, y ya de antemano espero que los espíritus sensibles no se lleven las manos a la cabeza si con peor o mejor fortuna explico de forma llana algunos de los temas que trate, porque lo que pretendo es que esto no lo lean sólo los frikis, geeks y demás gentuza como yo.
Hola Juan Luis, llevaba mucho tiempo sin entrar en tu blog por motivos diversos (falta de tiempo, sobre todo). Hoy vengo al hilo de esta entrada sobre el T68 para comentar que (POR FIN) acabo de encargar un M96 Universe que me llegará seguramente la semana que viene. Y lo comento porque uno de los principales culpables del crecido gasto (unos 340 eurazos, entre chisme y funda, y a falta del teclado bluetooth) has sido tú, con tu excelente serie sobre el T68.
ResponderEliminarYo también estoy harto de dejarme todos los días los ojos pegados a una o varias pantallas TFT y de no poder leer con tranquilidad por culpa de los millones de pequeñas distracciones a las que casi nos obligan a incurrir nuestros dispositivos habituales, tanto PCs como móviles y tabletas. Llevaba mucho tiempo buscando otra cosa, y espero haberla encontrado. Algo que sirva prioritariamente para LEER y ESCRIBIR, en serio, a lo largo de muchas horas y prácticamente en cualquier sitio. Además, como no soy muy rápido con el teclado, espero no tener problemas graves con el retraso de respuesta de la pantalla :-) Solo siento la falta de USB OTG en el dispositivo, es una auténtica chorrada que no lo tenga y ayudaría mucho poder usar con él mi teclado USB habitual.
Bueno, ver veremos, pero de momento estoy muy contento de haberme lanzado a la piscina. Ya os contaré mi experiencia, por si le puede servir a alguien a la hora de orientar sus decisiones de compra.
Por último, gracias por seguir adelante con tinta-e, ya ves que algunos viejos lectores podemos fallar durante temporadas, pero al final no te olvidamos...