En otras palabras, BYOD es una propuesta para ti, empleado, para que te lleves tu propio dispositivo al curro o para que lo uses para funciones de curro. ¿Por qué? Pues no lo acabo de tener claro, porque la empresa ha de proporcionarte los medios con los que vas a pagar tu salario y más allá, de manera que tu presencia sea justificada vía beneficio. Hace medio año me explayé sobre los múltiples sinsentidos técnicos y profesionales que encierra esta moda, con lo que huelga repetirlos. Lo único que hace falta es la definición que acabo de soltar para que a nadie le quepan dudas sobre de qué va ese chispeante acrónimo del BYOD.
James Kendrick, sin proponérselo, acaba de tirar de la manta y dejar al diputado provincial desnudo (porque llamarlo emperador es como afirmar que se puede sacar adelante la producción de muchos puestos de trabajo con ipads, un exagerado despropósito). Este veterano no ha tenido nada mejor que decir en Agosto que eso del BYOD está muy bien y tal, pero que si quieres que el trabajo salga adelante BYODea con tu portátil (el tuyo, el propio) y deja el tablet en casa.
Lo que nos viene a contar JK es que lo de los tablets está muy bien, que él para su curro de bloguero emplea más el iPad que un portátil, pero que los que se deciden por el BYODismo se tienen que enfrentar antes que después ante una situación en la que no cuentan con una aplicación o recurso de sistema operativo completo y tienen que buscarse las habas para sacar el curro adelante.
A lot of people are actively considering going whole hog with a tablet and leaving the notebook behind. While many people can probably do that just fine, it's not without risk. We are talking work here, so the one task you absolutely must get done quickly that turns out to be impossible on the tablet will be a show stopper.Ops. Y aún es peor.
Almost every day I hear from someone asking the tablet/ notebook question on the behalf of a "friend/colleague/family member" and my answer is always to go with the notebook. Nothing will turn you from hero to zero faster than recommending a tablet over a notebook, only to have the tablet user need to do a work function that can't be done without a notebook. You'll be off the Christmas list pretty darn quickly.Carajo. O sea, que el enterao de turno que va de gurú tecnológico y sacando a pasear su iPad para que todos lo vean en todas las ocasiones posibles (incluido un gurú particularmente lamentable que yo me sé, que en una reunión con un círculo de sillas y sin mesas sacó su iPad y se puso a "teclear" notas con un sonido de tecleo producido por el iEditor), recomendaba entusiasmado el uso del dispositivo a diestro y siniestro. Tanto emocionó a algunos que cayó el aparatejo y sus inevitables complementos, y pusieron en práctica la inversión. Después de comprobar que no se puede trabajar en serio con una hoja de cálculo o que editar un documento que pasa por X manos es imposible, te convierte de hero en zero.
Los tabletos que hay hoy en día en el mercado están destinados al consumidor final, para que haga lo que se supone que son sus labores: consumir contenido y tirar de tarjeta de crédito as much as possible. Quien diga lo contrario, princesa, pretende engañaros. Caramba, no tenemos más que recordar que, en aquellos días de enero de 2010, se presentaba el iPad como "el ordenador que tu madre puede usar", para evitar comparaciones de capacidades que no llegaban a ninguna parte. Dichosos tiempos aquellos. Y ojo, pongo el iPad en el candelabro por aquello de que sigue de moda, porque hasta la fecha no ha habido ningún tableto Android (el mío included) que esté suficientemente orientado para el profesional. Android, hasta la fecha, no está pensado para otro usuario que no sea el final.
¡Sorpresa! un dispositivo dedicado al usuario final no está a la altura de muchas tareas profesionales. Caramba, la de vueltas que da la vida.
Y claro, como el tableto no está a la altura, lo que JK recomienda es traerte un portátil que sí que te va a permitir sacar el curro adelante. Al menos tiene la decencia de no hablar de marcas.
Ni por un momento se nos cita que la BYODización es un fenómeno post-pecé, nacido al calor del éxito del iPad. Porque espero que nadie tenga los santos güebos de proponer que muchas tareas esenciales se saquen adelante con smartphones y pantallas de 5" o menos. Lo uno viene con lo otro: como la empresa no me pone un iPad, yo me lo traigo de todas maneras. Y no, lo de que al director X sí le pongan un iPad no tiene nada que ver.
Hay quien tiene el cuajo de afirmar que el BYOD es una respuesta de los empleados ante la lentitud de la adopción de nuevas tecnologías por parte de la empresa. Sí, como lo oís. Con un par. Que la empresa no me pone un iPad con el que mantener una hoja de cálculo épica, o no adapta la aplicación online XXX al safari mobile. Lo que yo le diga, oiga.
Después de la ronda de absurdeces, llega la resaca del principio de realidad: con los tabletos no se saca el curro adelante, o al menos muchos curros. Pero, pese a todo, el BYODismo es positivo y puede que hasta inevitable, pero como no puedo sacar la tarea crítica adelante de otra manera, lo que tengo que BYODizar es mi portátil personal, transportarlo de arriba a abajo y hacer con él parte de mi curro.
No cuadra. No al menos de forma feliz y voluntaria. Si la empresa te pide que uses tu portátil para cosas de curro, algo va mal. No es ya que saques el curro adelante fuera de la empresa y/o de tu horario laboral, que a veces las cosas vienen como vienen. No, es que ese curro que es necesario que sea a costa de tu tiempo libre va a producir cierto beneficio para la empresa (del tipo que sea), pero la empresa no es capaz siquiera de invertir 200 y pocos euros en un portatil refurbished o de segunda mano garantizada para que curres en movilidad. Algo olería realmente mal en ese caso.
El reconocimiento de que, al menos de momento, no se puede sacar el curro adelante con un tableto debería llevar a reconocer que el BYOD ha sido un invento de algunos medios presuntamente especializados en tecnología para hacer sentir un poco mejor a aquellos que se compraban un tableto y dudaban sobre la inversión. O una forma particularmente endeble de hacer astroturfing. O una manera de captar visitas puras y duras. O una mezcla de todo lo anterior. Pero si ni siquiera a un año vista de ponerse de moda el BYODismo ya hay quien señala los problemas obvios desde esos púlpitos, poco nos va a durar la burbujita.
Sobre todo si en unos meses algunos tablets sí valen para sacar el trabajo adelante. Tablet PC o incluso tablets ARM. Si valen para trabajar, las empresas podrán valorarlos de forma más favorable como recursos de la empresa. Y si se justifica, o si tu jefe o el responsable de turno no te quieren mal, adquirirlo para que lo uses y saques el trabajo adelante. No pedirte que te lo compres por tu cuenta (algo excepcional, porque si algo no es el BYODamiento es una tendencia nacida o enraizada en las empresas), porque serás tú el que pone la cama si te gastas los dineros en pillarte un tablet y luego justificas la inversión en que vas a poder hacer cosas del curro, currando como curras para terceros.
Me ha gustado mucho tu artículo, pone en claro cosas que muchos sospechamos. Hablando con gente de sistemas de la empresa en la que trabajo, todos echan pestes sobre el BYODismo. En realidad la empresa no se ahorra dinero, a veces la adaptación de un dispositivo al sistema de Intranets, ficheros y sistemas de seguridad es un galimatías imposible, que exige una cantidad de horas de trabajo que no tiene justificación.
ResponderEliminarNo es sólo el iPad, son muchas otra cosas: a veces es el portátil super-mega-fascion que el directivo se trae de su casa. Otras, el inevitable iPhone. Por cierto, un inciso, alto directivo dixit: Blackberry va mucho mejor para trabajar que iPhone. Fin de la cita.
En la empresa en la que me pagan -otra cosa es que me dejen trabajar- el BYODismo es sólo para directivos. Comprensible: los tiene mimados pero son pocos, de manera que el estropicio de poner de acuerdo máquinas diversas es limitado, por no decir que, como muy bien comentabas, todos tienen sus iCosas y, al menos por ese lado, visto uno, temidos el resto. Pero cuando alguien les llega con un trasto diferente, en sistemas tiemblan.
Tampoco tiene mucho sentido que todos trabajemos con... ¡WindowsXP! Aunque hasta hace un par de años muchos todavía andaban sobre Windows2000. Y no es broma, desgraciadamente. No he intentado entenderlo. Simplemente, me parece inane. Pero funciona así.
Felicidades por poner negro sobre blanco cosas como esta!
Bernat
En el post anterior sobre BYOD ( http://tinta-e.blogspot.com.es/2012/01/byod-como-indicador-de-exclusion.html ) ya desarrollé el tema del problema que el BYODismo supone para los empleados de sistemas, del CPD o de como se quiera llamar en cada empresa. No digo que en todas las empresas los sistemas se mantengan al nivel de lo que necesitan objetivamente sus compañeros de otros departamentos (como caricaturizan en Dilbert con Mordac, the information preventer), pero si la carencia es clamorosa el fallo es del responsable de sistemas. Y si la carencia no sólo no es clamorosa, sino que no es objetiva, estamos ante otro problema: ante el problema del empleado que pasa del trabajo de sus compañeros de sistemas, que quiere hacer las cosas a su modo sin pararse en las consecuencias, que quiere sacar su ijuguete a pasear sí o sí, y en cualquier caso que no tiene capacidad técnica para entender las consideraciones de seguridad que llevan a elegir entornos y software. Una máquina con Windows XP, adecuadamente mantenida y provista de software, es suficiente para muchísimos puestos. Con win 7 estaría aún mejor, pero no es imprescindible. Y linux traería sus ventajas, pero también sus inconvenientes si hay que manejar software nativo.
ResponderEliminarEl problema del BYODismo es que alguien se lo tome en serio, o que se tome en serio a los analfabetos digitales que lo proponen.
Y por cierto, quique, no te incluyo en ese lote de ninguna manera: tu situación es particular y tu elección tiene sentido. Pero los que se han apuntado a este carro recientemente, las más de las veces lo hacen por las razones equivocadas y con consecuencias negativas para ellos y para la organización
2012/8/5 Disqus
En resumen, el problema son las iCosas, esas que tanto molestan a los "expertos digitales".Coño, esto de los blogs está arruinando a más de psicólogo.
ResponderEliminarLamento que la longitud del post superara tu capacidad lectoescritora. Solo puedo recomendarte ejercicios de lectura creciente hasta que puedas hacerte con un texto de 500 palabras y resumirlo con sentido
ResponderEliminarEl 05/08/2012 16:20, "Disqus" escribió:
No entiendo por qué se toma a
ResponderEliminarBYOD como sinónimo de tabletas. Tampoco entiendo por qué se toma a
BYOD como un fenómeno actual.
Por último, no entiendo el rechazo absoluto a
BYOD.
Creo que la realidad es un poco más compleja.
Ahora lo llamarán BYOD pero es tan antiguo como la vida misma y su práctica cambia de cultura en cultura.Por ejemplo, en la industria de la construcción estadounidense es "lógico" que los "contratistas" lleven sus propias herramientas (tanto manuales como eléctricas. En mi país (Argentina) es impensable esa práctica. Los "albañiles" (así llamamos a los contratistas aquí) no llevan nada. El empleador argentino debe proporcionarle a sus albañiles todo: herramientas y elementos de seguridad. Un albañil argentina nunca entendería a un contratista estadounidense, y viceversa. Esta costumbre abarca incluso a la comida.
En mí país, en cambio, muchos profesionales, entre otros, aporta sus automóviles familiares a la empresa (especialmente si es el Estado). En muchos casos se recibe un plus dinerario o en bales de combustible por ese aporte. Ahora bien, muchas de estas mismas personas no aportan sus computadoras personales para el trabajo. Consideran que la organización se las debe proporcionar.
¿Acaso esas herramientas y vehículos no forman parte de las prácticas BYOD? ¿acaso no es una práctica muy antigua? y, viceversa ¿acaso el rechazo a BYOD no es igual de antiguo?
Entrando en la industria TI, BYOD es tan antiguo como las propias computadoras personales. Quizás podríamos retroceder hasta las calculadoras manuales y los ábacos.
Finalmente, aunque cambian las tecnologías que se tocan en cada caso ¿las argumentaciones a favor y en contra del BYOD no son siempre las mismas?
No quiero decir con esto que BYOD es fantástico y/o inevitable. Pero tampoco me parece que sea, por definición, malo. Creo que hay que ver cada situación.
Si cabe una conclusión, parece que las prácticas o idiosincrasia BYOD esta mucho más arraigada y extendida en Estados Unidos que en otros países y por ello puede ser previsible que "expertos" de dicho país la promuevan con mayor ligereza que expertos de otras nacionalidades.
En mi último comentario, Enrique, dejé una nota a tu nombre por si respondías, como así ha sido
ResponderEliminarYo dividiría el problema en dos:
1) aportar equipos personales de SO o configuración ajenos a los sistemas autorizados por la organización. Aquí entran problemas de seguridad y un trabajo innecesario e inútil para los de sistemas. Esta consideración se aplica si la organización te proporciona un equipo para hacer tu trabajo
2) la organización no te aporta un equipo para hacer tu trabajo. Por ejemplo, en España es relativamente normal que en las universidades no se le proporcione un equipo a cada profesor para hacer sus presentaciones. Yo me llevaba mi portátil durante mis años de profesor de técnicas de investigación. Esto no es sólo porque la universidad no lleva a cabo ese gasto, sino por la libertad de cátedra aplicada a los métodos de presentación: si no hay una forma normalizada de presentar el material docente, cada uno lo hace como le parece, y en ocasiones usan software que está en sus equipos (mindmapping o cualquier software que se pretende enseñar o usar para demos)
Ya señalé que en tu trabajo tenía sentido traer tu propia máquina. Ahora estoy escribiendo en una de mis máquinas, como hago la inmensa mayoría de los días, porque soy socio de una empresa. Los docentes es lógico que usen sus equipos (o se ha hecho costumbre). Los freelances, igual.
También se ha hecho costumbre que en muchísimas empresas el empleado use su vehículo privado para los desplazamientos de la empresa. El desgaste y costes mecánicos los tiene que asumir, por más que en algunas empresas se cubran los gastos de combustible. No es ideal, pero muchas organizaciones no tienen recursos para cubrir con leasing los coches de muchos empleados. Por otra parte, en USA o en Israel el sector de IT ofrece contratos en los que muchas veces se incluye un leasing de vehículo como parte del contrato. La empresa contrata leasing por volumen, le sale más barato, y al empleado también le compensa. Lo pongo como ejemplo de una situación contraria a la que estamos acostumbrados.
Pero fuera de ciertos perfiles como el tuyo o el de docente, el trend o moda actual del BYOD es perjudicial para las organizaciones y los empleados. Si se estropea el equipo, es cosa del empleado. El equipo del empleado va a ser un riesgo de seguridad y va a interferir en la ejecución del trabajo al no disponer de ciertos recursos en muchas ocasiones.
La organización puede hacer que uses tu coche, vale. Pero ¿Tienes que poner la mesa? ¿Tienes que poner tú la silla? ¿Tienes que poner los consumibles? ¿Dónde está la barrera?
2012/8/6 Disqus
Tinta - e
ResponderEliminarDebo decir que por alguna extraña razón me sentí aludido en este artículo. :)
¿Dónde esta la barrera? esa es la cuestión. La respuesta, para bien o para mal, depende de muchos factores sociales, culturales, históricos, económicos, etc.
Y la respuesta que se de en cada lugar y momento siempre esconderá en sus entrañas un conflicto.
No creo que exista una respuesta fácil a esta pregunta.
En un extremo se encuentra una organización que proporcione todo al empleado, incluyendo hogar, ropa, hospital, escuela para sus hijos, etc. Existen empresas en el mundo que se acercan a esto. El empleado sólo ofrece su fuerza de trabajo y el empleador proporciona todo lo demás. En cierta medida, en este paraíso no hay mucho espacio para la creatividad personal, ni siquiera en la ropa. Uno puede imaginarse esto en países totalitarios, pero también existen muchos ejemplos en grandes corporaciones de países con economías de libre mercado.
En el otro extremo nos podemos imaginar que el empleado proporcione absolutamente todo y el empleador sólo pague los honorarios (y, el colmo, estos honorarios no compensan toda la inversión y gasto del empleado). El trabajo freelance se acerca a este extremo.
En general, es claro que en mercados laborales con altas tasas de desempleo (paro le dicen en España) es posible que el empleador saque mayor provecho de esta situación. Y el caso contrario será en mercados con altas tasas de empleo.
Pero también me parece que hay un segundo debate implícito aquí. Una organización siempre tiene en sus entrañas un conflicto entre la necesidad de organización y seguridad, por un lado; y la necesidad de innovación y adaptación al cambio, por otro lado. Se necesita de ambos para que una organización sobreviva y prospere, pero es difícil encontrar el equilibrio.
Para mí las tendencias a favor y en contra del BYOD también se inserta en este conflicto interno de las organizaciones entre seguridad e innovación. Evidentemente, cualquier tendencia BYOD tiene a escapar a la seguridad y la organización. Es un elemento de anarquía y autonomía. Un elemento democratizador. Su misma naturaleza representa innovación y cambio.
¿Esto son los únicos dos debates? creo que no. Pero si me parecen los dos más importantes. De hecho, creo que son los que engloban a todos los demás.
Ahora esta de moda hablar de BYOD respecto a las tabletas. Cuando los BYOD eran las PC se daba muchas situaciones que el BYOD del trabajador era técnicamente superior que la PC que le proporcionaba la empresa, permitiendo que el trabajador sea más productivo y creativo, con resultados de calidad superior en tiempo y forma.
Pero hoy están de moda las tabletas y mucha de las críticas contra el BYOD se refieren no sólo a que estas tabletas representan una amenaza a la seguridad de la organización, que es verdad, sino también a que son distracciones inadecuadas para hacer el trabajo en serio. No necesariamente el BYOD contribuye a que ese rebelde, mimado y/o explotado trabajador sea más productivo y creativo. Bien puede perder el día de trabajo participando en redes sociales sin un sentido claro, dedicando a algún hobby o a, simplemente, nada. Más del trabajo ni se acuerda. Para colmo, cuando llega la hora de hacer feliz al jefe el mimado trabajador descubre que esa tableta que trajo desde la caza no le permitirá hacer el trabajo que necesita con la calidad que su superior espera de él.
Puedo estar más o menos de acuerdo en el hecho de que BYOD, al menos en España, es algo muy complicado de llevar a cabo.
ResponderEliminarPero me cuesta mucho estar de acuerdo en la descalificación por defecto de los iPad como herramienta de trabajo/creación. No hay uno sino decenas de escenarios en los que el iPad no solo es una herramienta de trabajo sino que se convierte en la mejor herramienta de trabajo existente en el mercado.
¿Quier eso decir que el iPad es LA herramienta perfecta? En absoluto. Hay miles de escenarios en los que simplemente no es viable, ni a corto ni a largo plazo.
En mi último comentario, Enrique, dejé una nota a tu nombre por si respondías, como así ha sido
ResponderEliminarYo dividiría el problema en dos:
1) aportar equipos personales de SO o configuración ajenos a los sistemas autorizados por la organización. Aquí entran problemas de seguridad y un trabajo innecesario e inútil para los de sistemas. Esta consideración se aplica si la organización te proporciona un equipo para hacer tu trabajo
2) la organización no te aporta un equipo para hacer tu trabajo. Por ejemplo, en España es relativamente normal que en las universidades no se le proporcione un equipo a cada profesor para hacer sus presentaciones. Yo me llevaba mi portátil durante mis años de profesor de técnicas de investigación. Esto no es sólo porque la universidad no lleva a cabo ese gasto, sino por la libertad de cátedra aplicada a los métodos de presentación: si no hay una forma normalizada de presentar el material docente, cada uno lo hace como le parece, y en ocasiones usan software que está en sus equipos (mindmapping o cualquier software que se pretende enseñar o usar para demos)
Ya señalé que en tu trabajo tenía sentido traer tu propia máquina. Ahora estoy escribiendo en una de mis máquinas, como hago la inmensa mayoría de los días, porque soy socio de una empresa. Los docentes es lógico que usen sus equipos (o se ha hecho costumbre). Los freelances, igual.
También se ha hecho costumbre que en muchísimas empresas el empleado use su vehículo privado para los desplazamientos de la empresa. El desgaste y costes mecánicos los tiene que asumir, por más que en algunas empresas se cubran los gastos de combustible. No es ideal, pero muchas organizaciones no tienen recursos para cubrir con leasing los coches de muchos empleados. Por otra parte, en USA o en Israel el sector de IT ofrece contratos en los que muchas veces se incluye un leasing de vehículo como parte del contrato. La empresa contrata leasing por volumen, le sale más barato, y al empleado también le compensa. Lo pongo como ejemplo de una situación contraria a la que estamos acostumbrados.
Pero fuera de ciertos perfiles como el tuyo o el de docente, el trend o moda actual del BYOD es perjudicial para las organizaciones y los empleados. Si se estropea el equipo, es cosa del empleado. El equipo del empleado va a ser un riesgo de seguridad y va a interferir en la ejecución del trabajo al no disponer de ciertos recursos en muchas ocasiones.
La organización puede hacer que uses tu coche, vale. Pero ¿Tienes que poner la mesa? ¿Tienes que poner tú la silla? ¿Tienes que poner los consumibles? ¿Dónde está la barrera?
Andrés, he empleado el iPad como recurso ilustrativo, pero también he citado que se aplica otro tanto para los tablets android.
ResponderEliminarDel mismo modo, hablo fundamentalmente de organizaciones en las que se integran los equipos. No es sólo la inadecuación de un sistema operativo para móviles de cara al software de productividad (que no sólo sería el software en sí -que ya es decir- sino la gestión de archivos, el uso de periféricos, etc.), sino la integración de un equipo ajeno al parque de equipos de la organización, gestionado por un equipo de profesionales competentes desde un criterio básico: que los empleados puedan desempeñar sus funciones en un entorno seguro para el resto de los empleados y que los datos que se generan, organizan y mantienen están integrados en un entorno normalizado
Pongamos que la organización se decide por un parque de máquinas windows. Si un empleado se le pone en los santos testículos traer una máquina linux u OSX (fíjate que no hablo de tablets), genera un trabajo extra y una serie de incidencias y problemas que hay que sopesar contra los beneficios que obtiene la organización por esa decisión. Para empezar, el empleado tiene que ser un directivo o tener un trato especial para pasar de lo que le indica el departamento de sistemas e ir a su aire. Entonces no funciona bien la conexión con la impresora, active directory, exchange, etc.
No digo que no se pueda montar un parque con escritorios linux u OSX. Se puede, y se hace. Pero la decisión la debe tomar el responsable con criterios eficientes y conocimiento solvente.
Y como digo antes, hay excepciones. La que comento de enrique, los docentes. O yo mismo, que soy empresario de una picopyme y mi parque está compuesto por cajas windows y linux. Yo me lo guiso, yo me lo como.
No veo mí última publicación (la publique ayer). Es como que se hubiese borrado.
ResponderEliminarMe ha pasado lo mismo. De hecho, la tenía en el email, y no sé si se ha publicado la correcta o no. Deberíamos reconstruir la conversación :)
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en todo eso que comentas. Fue mi subconsciente paladín de Cupertino quien me hizo comentar :)
ResponderEliminarRealmente la inserción de cuerpos extraños en una organización siempre causará incompatibilidades. Yo mismo las he sufrido al usar un Mac en un entorno Windows, sobre todo en diferencia de extensiones con programas que directamente no existen en las dos plataformas.
O con software que no tiene las mismas características en un SO que en otro.
Claro. La clave está en la relación que te une con la organización y la de tu rol con la organización.
ResponderEliminarSi cada uno va a su rollo (e.g. docentes externos) lo suyo es informar de los requisitos (e.g. si se quiere emplear el proyector) y que el docente obre en consecuencia. Comprando esos bonitos adaptadores que Cupertino os hace comprar para poder conectar un mac a un proyector, p.e. Aunque, de hecho, los nuevos ultrabooks vienen sin conector VGA, lo que va a ser un festival del humor con casi todos los proyectores existentes.
Si eres un empleado por cuenta ajena, lo suyo es que la organización te provea del equipo informático. Es en beneficio mutuo: tú no desgastas tu equipo, ellos garantizan (se supone) compatibilidad con su ecosistema de aplicaciones y con sus políticas de seguridad. Si la organización decide emplear OSX, ya sabes lo que hay. Y como eso, todo.
Hay quien afirma y argumentadamente que Apple ha dejado de lado al usuario profesional "de toda la vida" en vez del mucho más numeroso prosumer. Digo esto porque las organizaciones Apple only van a ser cada vez menos, y no más. Un usuario puede tener preferencias razonadas por equipos OSX y ser capaz de pagarlos; para muchas, la mayoría de las organizaciones, son números. Y por cada caja o portátil mac tienes 2-3 e incluso 4 veces más cajas con windows o linux. Y para la mayoría de los puestos y roles, una caja Apple no va a aportar la productividad equivalente a multiplicar por 3 el precio de una caja con linux. P.e. un barebone con windows 7 o linux va a aportar todo lo necesario para un puesto administrativo generalista, y vale la mitad que el iPad 3 más barato.
Pero dejando ese tema aparte, creo que la cuestión central es que los equipos empleados por razones profesionales trabajando por cuenta ajena, se deben ajustar a las necesidades y organización de los recursos IT de la empresa. Con un equipo con SO móvil se pierden una y otra vez funcionalidades importantes, y con un equipo con un SO o configuración distinta a la que marca la empresa se marcan obstáculos innecesarios para el desempeño.
E.g., supongamos que usas software privativo para tu trabajo. No se puede pretender que la empresa te instale una copia licenciada de ese software, para empezar porque es ilegal.
Apple está claramente abandonando el nicho Pro y concentrándose en el sector consumo. Yep, tengo un par de esos bonitos adaptadores, más otro para conectar mi Réflex al iPad, más... Dura vida la del fanboy.
ResponderEliminarAunque se compensa de algún modo con lo bien e integrado que funciona todo dentro del jardín Apple.
El uso de Apple en el sector corporativo a día de hoy es más por quedar cool que realmente por los beneficios que pueda aportar, que están por ver.
En definitiva, mi opinión es que a nivel pro y corporativo la opción de Apple es más que discutible descontando algún nicho, pero que a nivel usuario es una opción cara pero muy satisfactoria.
El BYOD, una moda pasajera.
Por alguna extraña razón ahora veo mi comentario pero en vez de responder a su mensaje dirigido a mí, quedo registrado mucho más arriba. O presione mal el botón en su momento y/o la neblina hizo de las suyas.
ResponderEliminarEn fin, entre para tratar de reescribir mi último comentario pero descanso aliviado sabiendo que no será necesario.
La pena es que los usuarios más fieles (casi todos, profesionales) están viendo cómo Cupertino les deja de lado. Números son números, pero hay decisiones innecesarias: no creo que tuvieran que elegir entre los profesionales de toda la vida y los prosumers. Ahora mismo, diría que los profesionales están divididos entre los que se están replanteando las cosas (caso más sonado, sustitución de final cut X por avid y paso de osx a windows de regalo), los que están en negación (como les pasaba a los montadores justo antes del final cut X), y los que están atrapados en el ecosistema cada vez más cerrado (los maquetadores que están dando el salto a producir ebooks-as-apps para el ipad).
ResponderEliminarHay cosas muy buenas en los PC de Apple. Una vez que han saltado a Intel y los componentes son los mismos, hay que reconocer que todo está muy bien integrado. Debajo hay un Unix al que se le puede sacar mucho partido. Por otra parte, lo del "just works" está muy gastado. Puede que fuera cierto hace años, y hasta puede que lo siga siendo comparado con linux, pero Windows 7 da una estabilidad cuanto menos comparable y una seguridad superior... porque se reconoce el problema y se actúa en consecuencia.
Estoy completamente de acuerdo con tu análisis: en las corporaciones es un signo más de status (que no para de dar problemas a los de sistemas), y para el usuario final, freelance o profesionales que no necesiten una herramienta que sólo existe en windows, una opción cara pero válida. Claro que, p.e., para escribir un blog tendría mucho más sentido un portátil refurbished de buena marca (un thinkpad, p.e.), o un Chromebook 5 550, que es el PC más seguro que se vende en el mercado con amplia diferencia.
El BYOD es una moda que atrae visitas a algunos blogueros estrella y que sospecho que tiene astroturfing detrás, pero no tiene más sentido que la "era post-pc"
2012/8/9 Disqus
En cualquier caso, hay un choque cultural: en España todavía asumimos que la empresa debe proveer de los medios directos para el desempeño de la función cuando trabajas por cuenta ajena. Y digo todavía porque todo nuestra ilusión de país desarrollado se cae a pedazos a nuestro alrededor. No es mi caso, que soy socio de una empresa. Pero, precisamente, considero que si contrato laboralmente a alguien, le tengo que proporcionar medios para su trabajo. Que no para su desplazamiento, y si el trabajo incluyera desplazamiento llegaríamos a algún acuerdo. Pero pretender que lleve su portátil a la oficina para trabajar a cambio de un salario es inmoral.
ResponderEliminarTu caso es razonablemente singular, no lo puedes negar. Y tu país: su pasado es el futuro de España. Lo que estamos viviendo ya lo vivisteis, y lo que nos queda por vivir... pero dejando esta triste cuestión aparte, si se generalizara que tuviéramos que llevar al trabajo nuestros equipos se producirían perjuicios muy superiores al ahorro: brechas de seguridad, malware como pedro por su casa (porque no se va a ahorrar para, a continuación, incrementar el gasto manteniendo niveles de seguridad razonables), tareas que no se cumplen o que no se cumplen correctamente porque no se dispone del software adecuado, o porque el BYOD es también "uso el software que me apetece", que tenderá a crear problemas con el software que emplea la organización...
Aunque todos, de ambos lados del océano vemos similitudes entre la crisis europea (y española) con la crisis de Argentina del 2001, en realidad existen diferencias muy importantes. Diferencias demasiado importantes como para creer que España va hacía donde Argentina estuvo y esta. Creo que es mucho más complejo que eso pero escapa al temario aquí tratado.
ResponderEliminarAunque son inevitables los sesgos localistas, en realidad mi comentarios a favor y en contra del BYOD tratan de ser lo más universales que puedo.
Eso no quita, ya que estamos, que en el debate del BYOD también existen sesgos localistas. Como dije al principio, no es extraño que se vea una mayor cantidad de defensores del BYOD en Estados Unidos que en cualquier otro lugar del mundo. Del mismo modo que no es extraño que se vean mayores rechazos y criticas a estas posturas por parte de expertos de otras naciones.